Muerte y escape

En este episodio de La Biblia en un año con el pastor Jack Graham, se narra el inicio del primer viaje misionero de Pablo y Bernabé, enviados por el Espíritu Santo desde la iglesia de Antioquía. Después de ayunar y orar, los líderes impusieron sus manos sobre ellos y los enviaron a anunciar el evangelio. En la isla de Chipre proclamaron la palabra de Dios en las sinagogas y se enfrentaron a Elimas, un falso profeta que intentó impedir la fe del procónsul Sergio Paulo; Pablo lo reprendió y Elimas quedó ciego, lo que llevó al procónsul a creer. Luego viajaron a Antioquía de Pisidia, donde Pablo predicó un poderoso mensaje mostrando cómo Jesús es el cumplimiento de las promesas hechas a Israel. Muchos gentiles creyeron, pero los líderes judíos incitaron persecución contra ellos, obligándolos a salir de la región. A pesar de la oposición, los discípulos continuaron llenos de alegría y del Espíritu Santo. Este relato en Hechos 13 muestra cómo el evangelio comenzó a expandirse con poder más allá de las fronteras judías, enfrentando resistencia pero produciendo fruto abundante.

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Episode Transcript

Speaker 1 (00:00):
Oremos, Y he aquí el ángel del Señor se presentó,
y una luz resplandeció en la prisión, y golpeó a
Pedro en el costado, y lo levantó diciendo, Levántate, levántate rápido,
y las cadenas cayeron de sus manos. Hechos 12.17 A través
del poderoso nombre de Jesús, declaro que las obras del

(00:23):
infierno no prevalecerán contra las obras de Jesús. Cuando otros
buscan usar su influencia para aterrorizar e intimidar mi propósito,
Declararé con más valentía las obras poderosas de Jesús. Como
Santiago en Hechos 12, mantendré mi posición y hablaré incluso cuando
la espada del abuso injusto atraviese mi vida. Cuando me

(00:46):
encuentre en las cadenas de la desesperación, oraré y meditaré
en tus palabras, Jesús. Meditaré en las verdades encontradas en Hechos 12,
que me muestran que a través de tu poder enviarás
liberación sobrenatural para prepararme y enviarme a la próxima temporada
de oportunidades, libre de las cadenas del hombre y de

(01:08):
sus creencias limitantes sobre mí. Gracias, Jesús, porque incluso ante
la muerte, siempre proporcionas una vía de escape. En el
nombre de Jesús. Amén. Gracias por orar con nosotros. Hoy
continúa tu tiempo con Dios, escuchando la historia bíblica de hoy,

(01:30):
traída a ti por BibleInYear.com.

Speaker 2 (01:42):
muerte y escape. En nuestra historia anterior, Saulo y Bernabé
se unieron para introducir el Evangelio en Antioquía. Saulo aún
aprendía el verdadero significado de caminar con Jesús, y Bernabé
fue su brillante mentor y amigo. En nuestra historia de hoy,
seremos testigos del trágico final de uno de los dos
escogidos de Jesús. La violencia contra la iglesia crecerá y

(02:06):
las puertas del infierno amenazarán con vencer la obra de
Jesús sin lograr su cometido. Inspirado en el libro de
los hechos.

Speaker 3 (02:17):
Hola, soy Jack Graham con el episodio de hoy del
podcast La Biblia en un Año. Pero antes de comenzar,
quiero informarte sobre un e-book único que puedes descargar completamente
gratis hoy. Se llama Rompiendo las cadenas del estrés. Y
mi oración es que te ayude a vencer las tareas diarias,
presiones y cargas que traen estrés a tu vida. Descarga

(02:40):
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Eso es jackgrahan.org. En nuestro episodio anterior escuchamos sobre la
expansión del Evangelio, con más no judíos convirtiéndose a Cristo
gracias al testimonio fiel de los creyentes que se habían

(03:02):
dispersado por el mundo romano. También aprendimos cómo Bernabé y
Saulo comenzaron a trabajar juntos para disipular a los nuevos
creyentes en Antioquía para que permanecieran firmes y fuertes en
su fe. Hoy escucharemos sobre más persecución y otro siervo
fiel que muere por su fe. El enemigo del evangelio,
Satanás mismo, está haciendo todo lo posible para impedir que

(03:25):
el nombre de Jesús sea proclamado. Pero a través de todo,
Dios fortalece a su iglesia y hace que su nombre
sea conocido, porque la obra de Jesucristo y el testimonio
del evangelio son imparables. Escuchemos ahora la lectura del libro
de los hechos.

Speaker 2 (03:42):
Desde lejos, Herodes observaba las casas incendiarse. Las llamas atravesaban
la fría y oscura noche. El brillo de las casas
que ardían iluminaba la cruel sonrisa de Herodes. Mientras los
hombres y las mujeres huían de los edificios en llamas
para escapar de la muerte, los soldados de Herodes los
capturaban y echaban a la cárcel. Estaba cansado de que

(04:04):
el nombre de Jesús continuara desafiando su poder. Lo único
que se interponía entre él y el control eran aquellos
que guardaban la palabra de Jesús. Los quería muertos. Quería
que las calles de la ciudad se inundaran de la
sangre de los cristianos, para que todos supieran que Herodes
era el rey y no Jesús. Jacobo contempló la desgracia.

(04:26):
Los gritos de sus hermanos y hermanas sonaban como campanas
por toda la ciudad, y su corazón se entristeció. A
la mañana siguiente, Jacobo se paró frente al palacio con
valentía y declaró que hay sanidad en el nombre de Jesús.
Habló sobre la obra restauradora de Cristo, que aun en
medio de las circunstancias más crueles, el nombre de Jesús

(04:48):
prevalecería y salvaría. Mientras Jacobo predicaba, podía ver a los
soldados de Herodes parados a lo lejos. En el otro extremo,
unos judíos con el seño fruncido esperaban que acabaran con él.
Jacobo dio un paso al frente y los vio directo
a los ojos. Él no clamó a Dios para que
los condenara. Tampoco pidió que descendiera fuego del cielo. Simplemente

(05:11):
anunció el amor de Dios. Entonces, frente a toda la ciudad,
los soldados de Herodes se acercaron a Jacobo y lo
mataron a filo de espada. Los soldados de Herodes dejaron
que Jacobo se desangrara en las calles de la ciudad.
Jacobo jadeaba por aire, incapaz de atrapar algo de oxígeno,
pues sus pulmones estaban llenos de sangre. Entonces, sus ojos

(05:37):
comenzaron a oscurecerse y en ese momento, Jacobo recordó las
palabras que Jesús le había dicho un año atrás.¿ Estás
listo para tomar la copa que estoy a punto de tomar? Jacobo,
que aún se retorcía de dolor, sonrió brevemente. Jesús le
había preguntado si estaba dispuesto a dar su vida por
los demás. En ese entonces, Jacobo no había comprendido lo

(06:00):
que Jesús trataba de decirle. Pero ahora, mientras su sangre
corría como un río por los adoquines, Jacobo comprendió. Cerró
sus ojos, rogándole a Dios que los recibiera en sus brazos. Y,
en ese momento, Jacobo experimentó su último aliento en la
tierra e inhaló hacia la eternidad. La persecución de Herodes

(06:22):
no terminó allí. Las calles se llenaron de histeria y
las llamas iluminaron las noches durante semanas. Los soldados de
Herodes aprehendieron a Pedro. Batallaron sobre el polvo y las piedras,
pero finalmente encarcelaron a Pedro otra vez. Cuatro grupos de
soldados lo vigilaban porque la última vez había escapado. Entonces,

(06:43):
Pedro se sentó en el suelo frío y mojado de
su celda. El único sonido era el de las gotas
de agua que resonaban y los susurros de Pedro cuando
clamaba a Dios. Con el atardecer, llegó la hora de
que Pedro se presentara ante Herodes. Durante días, los soldados
habían acudido a su celda para golpearlo. Pedro estaba sentado

(07:04):
en un rincón de su celda. Sus mejillas estaban partidas
por los tantos golpes que había recibido mientras que sus
costillas estaban rotas por todos los puñetazos que le habían
dado los soldados borrachos. Pese a esto, Pedro seguía orando
para que lo liberaran de la cárcel. Así, pocas horas
antes de presentarse ante Herodes para que lo juzgaran, escuchó

(07:27):
el sonido de cadenas que se rompían. Enseguida vio que
sus cadenas estaban rotas. De pronto, una luz iluminó su celda.
Era un ángel del Señor.« Levántate», le dijo el ángel.«
Date prisa, envuélvete en tu manto y sígueme». Pedro obedeció
sin hacer ninguna pregunta. Se envolvió en su manto y

(07:48):
caminó por los pasillos de la cárcel. Estaban húmedos y oscuros,
pero la luz del ángel iluminó el camino de Pedro
para que no tropezara. Mientras Pedro seguía al ángel y
pasaba en la segunda guardia, no podía dejar de pensar
si todo era un sueño. Sin embargo, de inmediato pudo
darse cuenta de que estaba equivocado al llegar a la
enorme puerta de hierro que separaba la cárcel de la ciudad.

(08:12):
Se sorprendió al ver que las cerraduras de la puerta
estaban abiertas. Pedro cruzó la puerta y fue a ver
a María y a Juan. Después de algunas semanas, mientras
Herodes estaba sentado en su trono, escuchaba alabanzas que de
manera forzada le proferían sus siervos. Los había obligado a
cantarle con palabras de adoración.¡ Queremos la voz de un Dios! gritaban.¡

(08:34):
La voz de un Dios y no la de un hombre!
Herodes se acomodó en su trono mientras se dejaba llevar
por las dulces voces de sus siervos. Sin embargo, al
final lo hirieron porque no le dio gloria a Dios. Finalmente,
Bernabé y Saulo volvieron a Jerusalén. Entonces, la palabra de
Dios aumentó y se multiplicó, y las puertas del infierno

(08:57):
no prevalecieron en contra de la obra de Jesús.

Speaker 3 (09:02):
A medida que se desarrolla la escritura de hoy, encontramos
a Herodes aumentando la presión sobre los seguidores de Jesús.
Estaba decidido a detener el crecimiento de la iglesia y
había comenzado a poner las manos sobre los discípulos, no
solo amenazándolos, sino trayéndoles violencia. Entre sus primeras víctimas estaba
uno de los propios apóstoles de Jesús, Santiago, el hermano

(09:23):
de Juan, fue ejecutado a espada. Lo que Herodes no
entendía era que incluso al matar a Santiago le estaba
dando una recompensa aún mayor. Este fiel siervo de Jesús
fue recibido en los brazos del Salvador porque había peleado
la buena batalla de la fe y murió entonces como mártir.
Cuando un creyente muere, el cristiano va directamente a la

(09:44):
presencia del Señor, porque la Biblia dice, estar ausente del
cuerpo es estar presente con el Señor. Pero por supuesto,
aquellos que quedan atrás, familia, amigos, seres queridos, nos afligimos,
y eso es lo que sucedió cuando murió Santiago. Los
creyentes que conocían y amaban a Santiago vieron esto como
una pérdida trágica, y lo fue de muchas maneras. Pero

(10:05):
podían consolarse, sabiendo que su hermano estaba con el Señor,
y regocijarse como lo hicieron cuando enfrentaron encarcelamientos y golpizas.
Se regocijaron porque sabían que Santiago fue considerado digno de
sufrir por la causa de Cristo, y así, si fuera necesario,
lo harían ellos. Herodes, por otro lado, solo vio que
matar a Santiago complacía a los judíos, así que también

(10:26):
arrestó a Pedro y lo hizo encarcelar. Allí, Pedro fue
mantenido bajo estricta vigilancia. Herodes tenía la intención de sacarlo
ante el pueblo después de la Pascua, seguramente para enfrentar
un destino similar al de Santiago. Pero mientras Pedro estaba
solo en su celda, realmente no estaba solo. Estaba apoyado
por la iglesia y las oraciones del pueblo de Dios.
Hechos 12.5 dice esto. Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel,

(10:51):
pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.
Algunos podrían escuchar esto y pensar que oraron porque no
había nada más que hacer. Pero eso sería un malentendido,
un gran malentendido del poder de la oración. La iglesia oró,
no como último recurso, sino como un arma poderosa contra
el enemigo. La oración es nuestra primera opción, no nuestra

(11:12):
última oportunidad. Esto no fue un acto desesperado de personas,
sin esperanza. Fue el acto humilde y fiel del pueblo
de Dios al orar por Pedro. Con la oración presentaron
su petición por Pedro ante Dios, porque Dios era el
único que realmente podía liberarlo.¿ Y acaso Dios no cumplió?
Las paredes de la prisión y las cadenas en las
muñecas de Pedro no fueron rival para su poder. Mientras

(11:36):
Pedro dormía entre dos guardias la noche antes de que
Herodes lo llevara a juicio, el Señor envió un ángel
que despertó a Pedro y le dijo que se levantara.
Pedro vio como las cadenas caían de sus manos. El
ángel le dijo que se vistiera y se envolviera con
su manto. Pedro siguió al ángel mientras salían de la celda.
Las puertas de la prisión se abrían para ellos. Al principio,

(11:58):
Pedro pensó que estaba teniendo un sueño o una visión.
Pero al llegar a la calle, el ángel se fue
y Pedro supo que no estaba soñando. Estaba libre. Dios
había respondido las oraciones de su pueblo y había liberado
a Pedro de Herodes y de aquellos que querían matarlo.
Pedro fue inmediatamente a ver a Juan Marcos y a
su madre María, donde los creyentes estaban reunidos orando. Al principio,

(12:20):
no podían creer que Dios había respondido a su oración.
No podían creer que era Pedro quien realmente estaba llamando
a la puerta. Y no abrieron la puerta, pero finalmente
lo hicieron. Solo puedo imaginar la alegría que experimentaron juntos
al ver la respuesta a sus oraciones, Simón Pedro liberado
de pie justo frente a ellos. La escritura de hoy
nos recuerda el gran poder de la oración y que

(12:41):
a través de la oración Dios puede elegir liberarnos de
las circunstancias más desesperadas que parecen totalmente sin esperanza. Y
aún así, confiamos en la voluntad de Dios en todo
esto cuando oramos. Como acabamos de escuchar al comienzo de
esta lectura, Santiago, el gran apóstol, murió por la causa
del evangelio. Sin embargo, Pedro fue liberado. Nada de esto

(13:02):
es realmente comprensible de este lado de la eternidad. Pero
podemos confiar en los propósitos de Dios y saber que
Él está soberanamente obrando todas las cosas para bien y
para la gloria de su nombre. Herodes, cuando descubrió que
Pedro escapó, estaba furioso y mandó ejecutar a los guardias.
Estaba tan convencido de su propio poder e importancia que
pronto la gente le cantaba alabanzas, llamándolo un Dios, y

(13:26):
él recibía gustosamente sus alabanzas. Pero Dios envió un ángel
para herirlo, porque no glorificó a Dios. Su reinado de
terror terminó y la iglesia continuó creciendo y multiplicándose. Este
es el poder del evangelio y el poder de una
iglesia que ora. Querido Señor, te agradecemos por este privilegio
de la oración, y sabemos que podemos acudir a ti

(13:47):
por cualquier cosa para cualquier persona, incluso en las circunstancias
más desesperadas. Oramos, oh Dios, que nos liberes de cada
enemigo que enfrentamos, y cuando tengamos tiempos difíciles en nuestras
vidas y en las vidas de nuestros seres queridos y amigos,
que vayamos primero de rodillas. Que encontremos en ti nuestra
esperanza y nuestra ayuda. Y como la iglesia del Señor

(14:08):
Jesucristo en esta generación, Señor, haznos una iglesia que ora.
Ayúdanos a saber que tú eres nuestra fortaleza y nuestra ayuda.
Nuestra ayuda siempre presente en tiempos de dificultad. En el
nombre de Jesús,

Speaker 4 (14:21):
amén. Gracias por escuchar el podcast de la Biblia en
un año de hoy. Soy Jack Graham de Dallas, Texas.
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más de 20 millones de personas hasta la fecha.

Speaker 3 (14:35):
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Speaker 5 (14:52):
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