Pastor José Luis Cinalli
08/06/25
PRECAUCIÓN: ¡León rugiente en el camino!
“Con la ayuda del Espíritu, no pierdan ocasión de orar, insistiendo en la… súplica; y para eso… permanezcan despiertos (BNP)… renuncien… al sueño (BLPH)… manténganse… alerta (TLA)… velando juntos con perseverancia e intercediendo (BJ76) … constantemente”, Efesios 6:18 (NBE).
Pablo nos ordena “velar en oración” después de que nos coloquemos las piezas de la armadura de Dios; lo que significa que la protección del arnés espiritual no es suficiente “para resistir los ataques del enemigo y apagar las flechas encendidas que arroja el diablo”, Efesios 6:13-16 (TLA). Además de vestirnos con el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el calzado del evangelio de la paz, el escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu (Efesios 6), ¡debemos permanecer despiertos orando y “velando juntos con perseverancia e intercediendo… constantemente”, Efesios 6:18 (BJ76 y NBE)! Ya que “nuestra lucha no es contra seres de carne y hueso sino contra… malignos soberanos del mundo invisible, poderosos seres satánicos y príncipes de las tinieblas… y contra perversas huestes espirituales en el mundo espiritual” (Efesios 6:12, NT-BAD) debemos “ser vigilantes en las oraciones” (1ª Pedro 4:7, BTX) o perderemos mucho más que algunas posesiones terrenales, ¡perderemos la vida con Dios para siempre! Ten presente que nos enfrentamos a un enemigo con inmensos recursos espirituales y siglos de experiencia en conflicto espiritual. Está enfrascado en una batalla a muerte y sin descanso. Cuando no puede atacarnos frontalmente utilizará tácticas de flanco. Si no puede intimidarnos como un león rugiente, vendrá como un ángel de luz para seducirnos. ¡Qué necesidad tenemos de vigilar! “¡Estén alerta!... manténgase despiertos (DHH)… estén vigilantes (NT- NV) … cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho… buscando a quién devorar”, 1ª Pedro 5:8 (NTV). Jesús dijo: “No se duerman… velen y oren para que no entren en tentación”, Mateo 26:41 (TLA, NBLH). La palabra ‘velar’ deriva de la imagen de un guardia. Un vigilante nocturno debe estar más atento que uno diurno. Durante el día el peligro se detecta a distancia, pero por la noche todo es diferente. Un guardián nocturno debe utilizar otros sentidos además de la vista para detectar al enemigo. Puede que no haya indicios de un pronto ataque hasta que éste se produce; por eso el guardián debe estar muy atento. ¡Así de vigilante debemos estar!
Nadie supera a Satanás en crearnos problemas. Pablo dice que nos arroja “flechas encendidas”, Efesios 6:16 (TLA). Sin embargo, el consuelo más grande es saber que no estamos solos para defendernos de sus ataques. El diablo es muy listo, pero nuestro Dios lo es aún más. Belcebú nos molesta y procura robarnos las bendiciones, pero “Dios… nunca duerme… siempre está a nuestro lado como una sombra, para protegernos”, Salmo 121:3-5 (PDT). Dios vigila al diablo y nos protege, aun así, nos pide orar “en todo tiempo con toda oración”, Efesios 6:18. Debemos usar todo tipo de oración; oración en silencio, oración a gritos; oración caminando, oración de rodillas; oración elocuente, oración con gemidos; oración constante, oración ferviente; oración individual, pero por sobre todo oración colectiva: “velando juntos con perseverancia e intercediendo… constantemente