Pastor José Luis Cinalli
15/6/2025
El poder oculto de la gratitud
“… Recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias…”, Filipenses 4:6 (LPD). “Dedíquense a la oración con… un corazón agradecido”, Colosenses 4:2 (NTV), 1:12, 3:15.
La oración efectiva es aquella que va acompañada de acción de gracias. Los primeros cristianos “trastornaron el mundo” (Hechos 17:6) empleando únicamente recursos espirituales; entre ellos, la gratitud. La oración y la gratitud han sido unidas por Dios y ningún hombre debería separarlas. Pablo nos exhorta a “orar sin cesar” e inmediatamente después dice: “Den gracias en todo…”, 1ª Tesalonicenses 5:17-18 (NBLH). Debemos ser agradecidos porque nuestra vida está suspendida entre bendiciones pasadas y presentes. El salmista preguntó: “¿Cómo le puedo pagar al Señor por todo el bien que me ha hecho?”, Salmo 116:12 (PDT). Y la Biblia responde: “Ofrezcan sacrificios de acción de gracias…”, Salmo 107:22 (BDA2010). Pablo conocía muy bien el secreto de una vida bendecida, ya que casi todas sus cartas comienzan con acción de gracias, Colosenses 1:3; Romanos 1:8; 1ª Corintios 1:4; Filipenses 1:1-3; 1ª Tesalonicenses 1:1-2; 2ª Tesalonicenses 1:1-3. Además, la gratitud honra a Dios: “Si de veras quieres honrarme, tráeme ofrendas de gratitud”, Salmo 50:23 (TLA). Debemos dar gracias a Dios siempre: en la alegría y en el dolor. La gratitud solo es posible si estamos sometidos a la voluntad de Dios. Solo cuando estamos totalmente convencidos de que Dios hace todas las cosas bien y para bien podremos experimentar el extraordinario poder que se desprende de la oración de gratitud.
Agradezcamos a Dios: A) Por sus atributos. Dios es eterno, inmutable, omnipotente, omnisciente, omnipresente, amoroso, justo, santo, misericordioso, paciente y fiel. B) Por darnos un Salvador, Lucas 1:68-80. C) Por bendecirnos espiritualmente en Cristo (Efesios 1:3) con redención, gracia, adopción, reconciliación, paz, sabiduría, revelación, perdón; etc. D) Por las Escrituras, 2ª Timoteo 3:16. E) Por la iglesia en la que nos congregamos, siempre que sea fiel a Dios, Romanos 1:8; Filipenses 1:3. F) Por el trabajo que tenemos, Deuteronomio 8:17-18. G) Por la familia, 1ª Timoteo 5:4; Efesios 6:1-3. H) Por las pruebas, Hechos 5:41; 16:25; Romanos 5:3-5; Santiago 1:2-4. I) Por proveer para nuestras necesidades. “Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten…”, 2ª Corintios 9:8 (NTV); Filipenses 4:19. “Él es el que da vida y aliento… y el que satisface cualquier necesidad”, Hechos 17:25 (NT-BAD). Ya que “todo lo que es bueno… desciende… de parte de Dios nuestro Padre” (Santiago 1:17, NTV) debemos ser agradecidos siempre, incluso por los alimentos, Mateo 14:19; Hechos 27:35.
La gratitud es importante en la oración que prevalece porque:
1) Aviva la fe del que ora. La gratitud activa la fe del suplicante para que su oración sea respondida, Marcos 11:24. Mientras Abraham esperaba el cumplimiento de la promesa “alabó a Dios” (Romanos 4:20, DHH) y “por eso… Dios… lo reconoció como justo”, Romanos 4:22 (PDT, DHH). En su famosa visión del Apocalipsis Juan vio que los hermanos vencieron al Dragón “con la sangre del Cordero y con el mensaje que anunciaban”, Apocalipsis 12:11. Y, según