Las bestias y el Héroe

En este episodio de La Biblia en un año con el pastor Jack Graham, Juan recibe una visión dramática del conflicto cósmico entre el bien y el mal: una mujer radiante, símbolo del pueblo de Dios, está por dar a luz al Mesías, mientras un gran dragón rojo, identificado como Satanás, espera para devorar al niño; pero Dios protege al Hijo y lo lleva a su trono. Juan contempla entonces una guerra en el cielo, donde Miguel y sus ángeles derrotan y expulsan al dragón, que cae a la tierra para seguir engañando y persiguiendo al pueblo de Dios. Luego ve surgir del mar una bestia con autoridad satánica que persigue a los santos, y una segunda bestia, el falso profeta, que engaña a la humanidad y la lleva a adorar a la primera, marcando a las personas con el sello de la bestia. En medio del terror y la destrucción, Juan escucha un clamor celestial proclamando que la salvación y el reino de Cristo han vencido al enemigo por la sangre del Cordero. Finalmente, aparece el cielo abierto y un Jinete en un caballo blanco, llamado Fiel y Verdadero, con ojos de fuego y una espada que sale de su boca: es Cristo, el Rey de reyes y Señor de señores, quien derrota definitivamente a la bestia y arroja al enemigo al lago de fuego, asegurando la victoria final de Dios sobre todo mal y la esperanza eterna para su pueblo

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Episode Transcript

Speaker 1 (00:00):
Oremos. Y miré, y he aquí el Cordero estaba en
el monte Sion. Apocalipsis 14, 1. A medida que la batalla final
se desarrolla ante mí en el libro de Apocalipsis, rezo
para que la magnitud de la batalla no pase desapercibida
en la vida de los creyentes. Mientras la batalla cósmica

(00:21):
entre el bien y el mal tiene lugar, mi espíritu
se regocija porque sé que esta es una pelea arreglada.
A través de tu palabra, Dios, reconozco que la bestia
es Satanás y que el guerrero es Jesús. También reconozco
que a través del único acto de la crucifixión de Cristo,
Él conquistó a Satanás, el pecado y la muerte de

(00:45):
un solo golpe. Padre Celestial, te agradezco que los ejércitos
del Señor estén luchando a nuestro favor. Te agradezco que,
debido a tu plan redentor para mi vida y para
la vida de tus hijos, no tengamos que ser devorados
por Satanás y su bestia. Te alabo porque la marca
de la bestia nunca será una señal que reciba para

(01:08):
mí o para mi familia. Declaro que soy tuyo, Dios.
Declaro que por el resto de mis días lucharé del
lado de mi Salvador, Jesucristo, para rescatar a todos sus
hijos que están perdidos. En el nombre de Jesús. Amén.
Gracias por hacer de la oración una prioridad en tu vida.
Para escuchar la Biblia, cobrar vida. Mantente sintonizado para la

(01:30):
Biblia en un año. Traído a ti por BibleInAYear.com

Speaker 2 (01:41):
Las bestias y el héroe En nuestra historia anterior, el
Espíritu llevó a Juan al cielo para ver la sala
del trono de Dios. Dios le dijo que escribiera todo
lo que veía y que se lo enviara a las
iglesias para que se les informara sobre las cosas que
habrían de suceder. En la historia de hoy, Juan verá

(02:02):
imágenes de males pasados, presentes y futuros. En cada una
de estas imágenes, el mal se enfrentará a los ejércitos
de Dios. Juan contemplará una batalla final en contra de
las tinieblas cuya victoria la obtendrá el verdadero héroe de
la historia. Hola,

Speaker 3 (02:20):
soy Jack Graham con el episodio de hoy del podcast
La Biblia en un Año. Pero antes de comenzar, quiero
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Eso es jackgrahan.org. En nuestro episodio anterior, escuchamos cómo Juan,
el apóstol de Jesús, fue atrapado en una visión y

(03:05):
vio al Señor de pie ante él. Al principio, estaba aterrorizado.
Pero Jesús le dijo que no temiera, sino que escribiera
lo que vería o iría y lo compartiera con siete
iglesias y con iglesias y cristianos por generaciones. Luego, Juan
fue llevado al cielo y vio la misma sala del
trono de Dios, vio el cielo con sus propios ojos. Allí,

(03:25):
toda criatura y ángel clamaron en alabanza a Dios y
declararon que Jesús es digno de honor, alabanza y gloria
por siempre. Hoy escucharemos cómo a Juan se le muestra
el mal y las tribulaciones, no sólo del pasado, sino
del futuro. Pero en medio de la tribulación y el terror,
vemos que nuestro Dios es el vencedor definitivo, que Jesús
vence y nosotros vencemos con Él. Juan verá una batalla final,

(03:49):
la batalla de Armagedón, en la que Jesús nos da
la victoria para siempre y vence al enemigo, el mismo diablo.
Escuchemos ahora esta lectura del Apocalipsis.

Speaker 2 (04:03):
Después de observar el destino de la tierra, tuve una
gran visión en el cielo de las cosas que están
por venir y de las cosas que ya han sucedido.
una imagen de la realidad, un retrato del mal y
de su inevitable fin. Vi a una mujer vestida del
resplandor del sol. La luna estaba bajo sus pies y

(04:25):
en su cabeza llevaba una corona de doce estrellas. Su
belleza era impresionante. Estaba incinta y sufría dolor este parto.
Su dolor era insoportable y sus gritos de angustia sacudieron
la tierra. Otra señal se vio en el cielo. Un
enorme dragón con siete cabezas y diez cuernos apareció. Su

(04:48):
presencia estaba llena de maldad y estaba envuelto en la oscuridad.
Sus alas se estiraron más que la amplitud de la
tierra y con su poderosa cola arrastró a las estrellas.
Arrojó una tercera parte de las estrellas hacia la tierra
y fue una enorme caída. Mi corazón se aceleró al

(05:10):
ver que el dragón se acercaba a la mujer que
iba a dar a luz. Esperaba al hijo como un
león cuando acecha a su presa. Él sabía que el
hijo gobernaría todas las naciones. Y cuando éste salió del
vientre de la madre, el dragón se lanzó para devorarlo.
No obstante, Dios arrebató el hijo y lo llevó a

(05:32):
su trono. El dragón daba gritos de agonía al ver
que el hijo se elevaba al cielo y que la
mujer huía al desierto. Vi entonces una luz brillante que
salía de la oscuridad de la noche. Vi a Miguel,
el arcángel que resplandecía de gloria. Su espada estaba desenvainada
y las huestes celestiales estaban detrás de él. El dragón

(05:56):
rugió y voló hacia Miguel. pero los ángeles descendieron con
sus espadas desenvainadas para luchar contra el dragón. Fue una
dura batalla. Miguel luchó con gran valentía junto con los
ángeles celestiales que estaban detrás de él. El dragón ardía
de furia contra los ángeles, pero no pudo vencer y

(06:17):
se le arrojó a la tierra. Le cortaron sus alas
y la serpiente se escabulló por la tierra para tratar
de engañar a todo el mundo. Oí otra voz del
cielo que decía, La salvación y el poder de Cristo
ha venido sobre el enemigo. La sangre del Cordero y
la palabra que los santos pronunciaron han derrotado el poder

(06:40):
de las tinieblas. ¡Alégrense! El dragón persiguió a la mujer
para devorarla, pero a la mujer se le dieron alas
para huir de él. Entonces, la serpiente vomitó un torrente
de agua para arrastrarla, pero la tierra se tragó el
torrente de agua y el dragón se quedó parado en
la arena del mar, lamentando su derrota. Al instante, oí

(07:05):
que la tierra temblaba debajo de los pies del dragón,
el mar rugía y las olas crecían. Del mar subió
una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. La
bestia parecía un leopardo y sus patas parecían las de
un oso. La poderosa bestia adoró al dragón, y éste

(07:25):
le cedió a la bestia toda su autoridad para provocar
estragos en la tierra. Se le dio una boca para
que difundiera mentiras por todo el mundo. Durante cuarenta y
dos meses, escupió mentiras venenosas y verdades corrompidas. Combatió contra
los santos de Dios y muchos habitantes de la tierra
adoraron a la bestia. Los santos de Dios resistieron su

(07:50):
dominio y lucharon contra ella hasta que vino el consumador.
Una vez más, tembló la tierra. Las montañas se partieron
en dos y otra bestia subió. Tenía dos cuernos como
de cordero. Hablaba con el engaño escurridizo de un dragón
y hacía que todos los hombres y las mujeres adoraran

(08:11):
a la primera bestia. Además, hizo que a todos los
hombres y las mujeres se les marcara la frente o
la mano derecha con el nombre de la bestia o
los números de su nombre. La ira corría por toda
la tierra, y el juicio reinó y gobernó durante miles
de años. Contemplé entonces la desolación de la tierra. La aflicción,

(08:35):
el mal y la locura azotaron todo lo que había
en ella. Las bestias se asomaron sobre la tierra y
destruyeron todo lo que estaba a su paso. Después de esto,
oí voces del cielo. De inmediato, miré hacia arriba y
vi una luz. De ella brotaban las voces de una
gran multitud que decía,«¡ Aleluya! La salvación es de nuestro Señor!».

(09:00):
Su juicio es justo. Han llegado las bodas del Cordero.
Observen mientras redime a su novia. De pronto vi que
el cielo se había abierto y un caballo blanco descendía
del cielo. El nombre del jinete era fiel y verdadero.
Él era el guerrero de justicia, el consumador. Sus ojos

(09:22):
parecían llamas de fuego y vestía ropa bañada en sangre.
Su nombre es la Palabra de Dios». Cabalgó hacia la
bestia con el propósito de matarla. De su boca salía
una espada que heriría a todas las naciones perversas. Cabalgó
con la furia de Dios Todopoderoso. Galopó como el viento,

(09:44):
y pude ver que en su muslo llevaba inscrito esto,
Rey de Reyes y Señor de Señores. Vi cuando la
bestia subió de nuevo para atacar al jinete blanco. Reunió
a los ejércitos del mal de la tierra y lo persiguieron.
El poderoso jinete y la bestia se enfrentaron. Con la
espada que salía de su boca, el jinete les dio

(10:06):
muerte a todos los ejércitos. La bestia se desató en
contra de él, pero no se comparaba al señor de señores.
Sus cuernos le fueron arrancados de su cabeza y sus
rodillas rasgadas de sus extremidades. Con firme justicia, el héroe
de la historia arrojó a la bestia a un lago

(10:27):
de fuego. El héroe elegido de Dios, el Mesías, Jesucristo,
había derrotado el mal de una vez por todas.

Speaker 3 (10:40):
En la lectura de hoy, al apóstol Juan se le
da una visión de un gran conflicto, un conflicto que
comenzó en la eternidad pasada, continuó a través de las
generaciones y continuará hasta el fin de los tiempos, pero
culminará en una gran batalla entre Dios y Satanás, entre
el bien y el mal. Juan ve a una mujer

(11:01):
que apareció en el cielo vestida de resplandor como el sol.
Parecía ser hermosa y majestuosa con una corona de 12 estrellas
en su cabeza. Estaba embarazada, gritando con los dolores del parto.
Esta mujer aparentemente representa a Israel, la nación elegida por Dios,
que da a luz al niño que es el Mesías,
el Salvador. Su nombre es Jesús. A continuación, Juan vio

(11:24):
otra señal en el cielo, un gran dragón rojo. El
dragón era un símbolo del mal puro. El dragón era
el gran engañador, Satanás mismo. El dragón arrastró un tercio
de las estrellas del cielo, representando a otros ángeles que
cayeron cuando Satanás se rebeló contra Dios. El dragón se
paró frente a la mujer, acechando como un león al acecho,
esperando devorar al niño cuando ella diera a luz. Satanás

(11:46):
ha hecho todo lo que posiblemente podría hacer para destruir
a Dios mismo, pero por supuesto, no puede. Dios no
permitió que el dragón tomara al niño. Jesús nació, vivió
una vida perfecta, murió en una cruz por los pecados
del mundo y fue resucitado de entre los muertos, ascendió
al cielo y ahora se sienta en el trono de
Dios como digno de toda alabanza, gloria y adoración. Y

(12:10):
sin embargo, todavía hay una batalla en curso. A continuación,
escuchamos cómo Juan vio al arcángel Miguel liderar una gran
batalla contra el dragón, el diablo. Los ángeles del cielo
se unieron a Miguel y el dragón, el diablo, fue
expulsado del cielo a la tierra, donde continuó engañando. Esta
imagen revela cosas que ya han sucedido en un sentido,

(12:32):
pero también lo que está por venir. Satanás todavía merodea
como un león rugiente, esperando y observando a quien puede devorar.
Siempre busca detener los planes de Dios y destruir a
las personas derrotando a la iglesia de Dios. Hay batallas
espirituales con Satanás ocurriendo a nuestro alrededor con principados, potestades
y fuerzas demoníacas. Sabemos que es verdad. Debemos estar conscientes.

(12:56):
Debemos estar alertas al hecho de que la serpiente mentirosa,
el diablo, el gran dragón mismo, sigue suelto. Y debemos
estar listos para la batalla espiritual, confiando en el poder
de la cruz en el nombre de Jesús por el
poder de su sangre. Escuchen estas grandes palabras y márquenlas
en Apocalipsis 12, versículos 10 al 11. Y oí una gran voz en

(13:18):
el cielo que decía, Ahora ha venido la salvación, el
poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad
de su Cristo, porque ha sido derribado el acusador de
nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante
de nuestro Dios. Y ellos le han vencido por la
sangre del Cordero y por la palabra de su testimonio,
porque no amaron sus vidas hasta la muerte.¡ Qué escritura

(13:42):
tan poderosa! Vencemos a Satanás hasta el día de hoy
con la sangre del Cordero, Jesús, por la palabra de
nuestro testimonio, nuestra propia fe, y que no amamos nuestras
vidas ni siquiera hasta la muerte, que estamos dispuestos a
entregar nuestras vidas por Cristo. La visión de Juan continúa
contándonos de un tiempo futuro cuando vendrá una bestia. Esta

(14:05):
bestia es el anticristo. No es el diablo mismo, sino
el hijo de Satanás. La bestia atormentará a los santos
que siguen a Cristo en el período de tribulación, y
ellos soportarán muchas cosas. El mal, el dolor y la
pena estarán desenfrenados en la tierra. Será un infierno en
la tierra cuando el juicio venga desde el trono de Dios.

(14:25):
Estas visiones deberían infundir miedo en los corazones de los incrédulos.
Pero para los creyentes, nos recuerdan que hemos escapado de
este juicio venidero, que tenemos esperanza en Cristo. Debido a
lo que Cristo ha hecho por nosotros, al perdonar nuestros pecados,
por su sangre, vencemos. Y vivimos en Cristo para siempre,
porque Él viene por nosotros. Sí, Jesús viene de nuevo.

(14:49):
Se habla de ello una y otra vez tanto en
el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Aunque vino
la primera vez como el Cordero de Dios para quitar
el pecado del mundo, Vendrá la próxima vez como el
león de la tribu de Judá en juicio sobre todos
los incrédulos, pero con esperanza eterna en el cielo para
aquellos que confían en Cristo. Cuando Cristo venga, derrotará al enemigo,

(15:10):
la bestia, de una vez por todas. El diablo será
arrojado al infierno y encadenado para siempre y finalmente al
lago de fuego. Infierno por los siglos de los siglos.
El propósito final, el punto del libro de Apocalipsis, es
que Jesús está haciendo todas las cosas nuevas. Hay un
nuevo cielo y una nueva tierra que están por venir.

(15:32):
Que nuestro Dios reina y que nada en este mundo,
su historia o su destino está fuera de las manos
o del control de Dios Todopoderoso. Nosotros, como creyentes, podemos
esperar con ansias el día en que Cristo venga y
nos lleve a casa. El mal tiene una fecha de caducidad,
y aunque no sabemos exactamente cuándo será, podemos observar las

(15:53):
señales de los tiempos y a nuestro alrededor sabemos que
nos estamos acercando al final. Un día, y pronto, llegará
el momento en que Dios juzgará a todos los que
lo niegan. Y luego nosotros, que conocemos al Señor, compartiremos
su glorioso futuro y estaremos con el Rey de Reyes
y el Señor de señores para siempre. Querido Dios, te
agradecemos por esta esperanza eterna que tenemos en ti. Te

(16:17):
agradecemos por Jesús y la promesa de que vendrás por nosotros.
Oramos para que en medio del mal que nos rodea,
en medio del sufrimiento, la tribulación y el dolor, seamos
fieles a ti. Que siempre miremos hacia ti. el Cordero
de Dios que quita nuestro pecado, y creamos en ti
y vivamos para ti hasta que vengas por nosotros. En

(16:39):
el nombre de Jesús, amén. Gracias por escuchar el podcast
de la Biblia en un año de hoy. Soy el
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(17:02):
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