Episode Transcript
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Speaker 1 (00:03):
Hola, antes de comenzar, quiero decir que en Rambulante hemos
estado prestandole mucha atención a la situación en Venezuela. Nos referimos,
por supuesto, a los ataques a las lanchas en el Caribe,
al discurso cada vez más agresivo desde la Casa Blanca
hacia el país. La semana pasada se reveló que el
presidente Trump aprobó a la CIA realizar operaciones dentro del
territorio venezolano. Y bueno, no somos un programa de noticias,
(00:25):
para eso está Lilo, que por cierto sacó un episodio
muy bueno hace poco sobre muchos de estos temas, pero
sí nos parece pertinente y parte de nuestra misión tratar
de entender mejor lo que se ha venido viviendo en
Venezuela y lo que sienten muchos de los venezolanos que
se han ido. Entonces, con esa idea, les traemos la
historia de hoy. Que disfruten. Esto es Raúl Mulante, soy
(00:45):
Daniel Alarcón. El episodio de esta semana arranca en Caracas, Venezuela,
el 2 de julio de 2017. Ese día, Soledad Jiménez Guevara puso
llave a la puerta de su apartamento, un duplex amplio
y luminoso en el municipio de Baruta.
Speaker 2 (01:00):
Cerré mi casa como que si fuera al supermercado. Las
camas estaban... Con la ropa de cama que usábamos, en
el baño estaban las toallas y todos nuestros productos de aseo,
de higiene. Y podías entrar a la cocina y sacar
café y prepararlo. Y había comida a la cena. Yo
(01:20):
dejé todo así.
Speaker 1 (01:22):
Salió hacia el aeropuerto con una maleta de 23 kilos, el
peso máximo que permiten las aerolíneas. Se iba a visitar
a su única hija, Amanda, que en ese momento tenía 22
años y se había instalado en Santiago de Chile ocho
meses antes. En la maleta llevaba algo de ropa, un
cristo de madera pintado a mano y muchas fotos, incluyendo
una del Cerro El Ávila, un pico de la cadena
(01:43):
montañosa que rodea de este a oeste la capital venezolana.
Me acuerdo que en ese
Speaker 2 (01:47):
momento pensé que se las estaba trayendo Amanda, porque yo
quería que ella tuviera fotos de su familia y de
su
Speaker 1 (01:56):
ciudad. Soledad quería compartir tiempo con ella, pero también tomar
una pausa de Venezuela. Necesitaba alejarse de la crisis social
y económica del país, que la agobiaba.
Speaker 2 (02:04):
O sea, llegó un momento en que yo sentía todos
los días a las 7 de la noche un desasosiego terrible, terrible.
Era una cosa que no se me quitaba, era como
que en el corazón se me venía algo y yo decía, oye,
aquí no estamos bien, hay que ver para dónde nos vamos,
el tiempo se acaba, el tiempo se acaba.
Speaker 1 (02:25):
La inseguridad en Caracas la había afectado y perdió por
completo la tranquilidad. Con el tiempo, se sumó otra preocupación.
El dinero cada vez le alcanzaba menos. Hasta ese momento,
eso nunca había sido un problema para ella. Era una
abogada con casi 30 años de carrera que había trabajado en
grandes empresas privadas. Pero en 2017, en Venezuela, había una inflación
de casi 900% anual y cada vez tenía que gastar
(02:48):
más para comprar los mismos alimentos. Si es que los encontraba,
porque el desabastecimiento era enorme. Fue en medio de todo
eso que Soledad visitó a su hija en Chile. En
principio pensaba quedarse solo un mes, pero por una cosa
u otra su estadía se fue extendiendo y empezó a
extrañar a los que había dejado en Caracas.
Speaker 2 (03:06):
Ya mis padres habían fallecido, pero me quedaba una tía
que fue mi segunda mamá. Y esa tía es una
viejita muy linda, súper simpática. Yo la iba a visitar
todos los días. Entonces estaba ella, mi tía Vicky, y
estaba mi perrita, una boxer, Kira.
Speaker 1 (03:31):
Pero a los tres meses de haberse ido, su tía murió,
y la idea de regresar a Caracas le empezó a
parecer cada vez más lejana. Así que mandó a traer
a Kira, y ahí se dio cuenta de que posiblemente
ya no iba a volver a Venezuela.
Speaker 2 (03:45):
Cuando pensé que si ya no había nadie que me
esperara allá y Amanda estaba aquí, dije, bueno, me quedo
aquí y trato de hacer algo aquí
Speaker 1 (03:56):
Como no le reconocían su título de abogada, empezó a
probar con otras cosas. Trabajó como asesora en una empresa
de seguros de salud privada y cuidó a un bebé
de una pareja de venezolanos. Hasta que empezó a trabajar
como consultora migratoria, ayudando a instalarse a los extranjeros que
llegaban a Chile. Habían pasado cuatro años y ya se
sentía afianzada en el nuevo país, así que tomó una decisión.
(04:18):
Era hora de vender el departamento que había dejado en Caracas,
ese en el que había vivido 16 años. Allí había criado
a su hija y pasado los mejores momentos de su vida.
Era muy agradable, muy muy
Speaker 2 (04:28):
agradable y fue una época muy linda que recuerdo con
mucho cariño.
Speaker 1 (04:36):
Tomar la decisión de venderlo no fue nada fácil, pero
además se sumaba otro problema. Su casa había quedado intacta.
115 metros cuadrados llenos de libros, ropa y muebles. Un
apartamento lleno de fotos y objetos que eran parte de
su identidad. Y ella, ahora, a la distancia, tendría que
resolver qué hacer con todo lo que había dejado allí.
(04:56):
La periodista Cecilia Díguan, junto con nuestra productora, Eneris Casasuz,
reportearon esta historia. Aquí Cecilia.
Speaker 3 (05:04):
Cuando Soledad finalmente decidió poner a la venta el departamento
de Caracas se sintió abrumada. Allí tenía todas sus cosas
y no sabía qué hacer con ellas ni por dónde empezar.
Era muy difícil ocuparse de vaciarlo a distancia y además
no quería perder los recuerdos que más quería. Comenzó por
preguntarle a sus amigos si sabían de alguien que pudiera
encargarse del tema en Venezuela. Una amiga que había emigrado
(05:28):
a Madrid le dijo Soledad ya la conocía, había sido
su compañera de trabajo y había ayudado a esa amiga
en común a resolver un asunto. Esa vez, la tía
de la amiga no tenía con quién pasar el Año
Nuevo porque toda su familia vivía en el exterior. Mayrin
(05:51):
enseguida aceptó ayudarla y se ocupó de enviarle una cena
a la señora. es que Mayrin siempre había sido así, solidaria,
dispuesta a ayudar a todo el mundo. Una solucionadora de
problemas nata, por decirlo de alguna manera. Y fue después
de eso cuando se le ocurrió una idea.
Speaker 4 (06:09):
Esta es Mayrin. Eso me llevó a la reflexión de pensar, bueno, mira,
entonces yo me voy a dedicar a prestar servicios para
la gente que está afuera, que siempre está requiriendo a alguien.
Speaker 3 (06:23):
En esa época, Mayrin tenía pocos ingresos y pensó que
sería una buena salida laboral. En sus 60 años ya había
tenido varios emprendimientos. Ahora se sentía lista para uno nuevo.
Cuando Soledad se enteró de lo que estaba haciendo, no
dudó en pedirle ayuda con su casa.
Speaker 4 (06:39):
Después de estar muchos años deshabitado, el departamento de Soledad
había comenzado a deteriorarse. Es un problema que tienen la
mayoría de las casas de los que se fueron. Como
nadie se ocupa de solucionar los problemas que van surgiendo,
las viviendas empiezan a venirse
Speaker 3 (06:51):
abajo. Lo mismo pasa en los espacios comunes de los edificios,
(07:12):
porque para los que se quedaron es imposible afrontar los
gastos de mantenimiento. Soledad pensó entonces que la mejor estrategia
para vender su casa a un buen precio era dejarla
en buenas condiciones. Mayrin se ocupó de todos los detalles,
contrató a una arquitecta y empezó a ir todos los
días para supervisar los arreglos. También acordaron que Mayrin se
(07:35):
encargaría de vaciar los armarios, los cajones y las alacenas.
Soledad le estaba abriendo las puertas de su casa, pero
también de su intimidad. Mayrin comenzó con la tarea. Primero
revisó un mueble archivador que tenía tres cajones. Ahí Soledad
guardaba toda la documentación relacionada a su trabajo.
Speaker 2 (07:56):
Ahí había de todo, de todas las épocas. Me decía, Soledad,¿
cómo puedes guardar tantos papeles?¿ Qué es esto? Y le decía, Mayrin,
yo no sé exactamente qué hay ahí, pero tú empieza
a sacar, tú empieza a sacar.
Speaker 3 (08:09):
Mayrin leyó cada uno de los papeles que eran cientos
y les fue enviando fotos para que Soledad decidiera qué
hacer con ellos. Yo le preguntaba
Speaker 4 (08:16):
y qué hacemos con esto? No, Mayrin, eso no me
lo puedo traer.
Speaker 3 (08:22):
Rompe eso
Rompió constancias de trabajo, diplomas y expedientes. Pero guardó muy
cuidadosamente fotos y otros papeles.
Speaker 4 (08:31):
Habían cosas que aunque me hubiese dicho, no, déjalo, yo
le decía, bueno, pero mira, esto es de cuando tu
hija estaba pequeñita o la... Ay, es verdad, no, guárdamelo
Speaker 3 (08:43):
Cuando terminó con el archivador, siguió revisando los distintos muebles
de la casa. Hablaba horas por teléfono con Soledad contándole
qué había en cada lugar. Y ella
Speaker 4 (08:53):
empezaba
Speaker 3 (08:53):
a echarme
Speaker 4 (08:54):
el cuento de dónde venía, quién se lo había dado,
si era su papá, si era su mamá. Y ya
yo me escuchaba todo ese cuento para después seguir trabajando.
Speaker 3 (09:04):
Soledad recuerda muy bien cuando llegó el turno de deshacerse
de una biblioteca de madera que le había regalado su
papá cuando empezó a estudiar Derecho. Y
Speaker 2 (09:13):
esa, cuando la fueron a vender, eso me golpeó. Me
golpeó tener que desprenderme de la biblioteca de mi papá,
más que de muchas otras cosas.
Speaker 4 (09:25):
Pero Soledad no era la única afectada. Me pegó muchísimo
porque la conocía de cerca y yo había estado en
esa casa varias veces. Para mí fue muy impactante, fue doloroso.
Yo creo que ese trabajo fue uno de los que
hice con un nudo en la garganta constante.
Speaker 3 (09:48):
Porque no era solo un trabajo, era reconocer que Soledad,
como tantos de sus otros amigos o familiares, ya no
iban a regresar.
Speaker 4 (09:57):
Es también conmoverte a que alguien tenga que empezar de
cero en otras fronteras y posiblemente haciendo cosas que quizás
aquí nunca se les imaginó que las iba a hacer.
Speaker 2 (10:12):
Había momentos en que yo la sentía a ella muy
conmovida porque me decía, Sole, yo estoy aquí en tu
casa y me parece extrañísimo que yo esté aquí y
tú no estés. Y yo me quebré. Me quebré porque
hay que haber un cuerpo que efectivamente se estaba desmantelando
(10:36):
mi casa.
Speaker 3 (10:37):
Es que hasta ese momento no había procesado del todo
su partida.
Speaker 2 (10:41):
Yo caí en cuenta que no me había despedido de
mi país cuando salí. Y mi duelo migratorio fue
Speaker 3 (10:48):
tardío. Duelo migratorio es una frase que suelen usar los
que migraron. Son los sentimientos y pensamientos que surgen por
tener que dejar atrás la cultura, la lengua, la familia,
los amigos, su historia personal y parte de la vida
que construyeron en su país. Porque para algunos migrar es
como nacer por segunda vez pero en otro lugar. Para Soledad,
(11:10):
su duelo migratorio comenzó recién al desmantelar su casa a
la distancia, porque no se estaba despidiendo solo de sus
cosas materiales.
Speaker 2 (11:19):
No es lo que valen esos objetos en dinero. Las
memorias que están indisolublemente asociadas. Una silla no es solo
una silla. Una silla es donde te sentaste a amamantar
a tu hija. Un sofá no es solo un sofá.
Un sofá es el sofá que era de tu ex
marido que se murió a los 43 años.
Speaker 3 (11:40):
Cosas que le ilusionaba guardar para algún día dárselas a
su hija Amanda.
Speaker 2 (11:45):
Entonces imagínate todo el trabajo, toda la elaboración que tú
haces para llegar a aceptar que ya no se va
a sentar en esa silla, ya no se va a
sentar en ese sofá, sino en otro. Entonces ya como
que aprendes un poco a ejercer el desapego.
Speaker 3 (12:06):
Pero entre las cosas que encontró Mayrin hubo algo de
lo que Soledad no se quiso deshacer. Unos aros de
su tía Vicky. Mayrin se los guardó en una caja
con fotos y se los mandó a Chile para que
los tuviera con ella.
Speaker 2 (12:19):
Cada vez que me quiero poner así como algo de
color bonito, digo, vente Vicky, acompáñame a tal cosa y
me pongo los aros.
Speaker 3 (12:29):
Cuando Mayrin terminó su trabajo, el departamento se vendió muy rápido,
pero también muy barato, porque con la crisis del país
se desplomó el valor de las propiedades. Un departamento, según
nos dijo Soledad, pasó de costar 150.000 dólares a 40.000 o menos.
Es que había muchos venezolanos queriendo vender y pocos pudiendo comprar.
(12:50):
Y si bien Soledad no hizo un buen negocio, le
consuela saber que no dejó cuentas pendientes en Venezuela.
Speaker 2 (12:56):
Y con eso hice las paces. Al tener este pensamiento,
me vino paz, se me aquietó o serené mi espíritu,
porque me preguntaban muchas noches en que me despertaba de madrugada.
Yo decía,¿ qué dejé?¿ Qué me hubiera podido traer?¿ Qué
será lo que necesito ahora? Y eso me generaba mucha inquietud,
(13:20):
mucho desasosiego. Y el día en que dije, Sole, te
trajiste lo que te tenías que traer y lo que
se quedó allá ya no lo necesita. En ese día
encontré paz
Speaker 3 (13:32):
Mayrin pasó muchísimas horas vaciando el departamento de Soledad, pero
no quiso cobrarle nada por su trabajo. Y
Speaker 4 (13:39):
le dije, no, no me debes nada porque lo voy
a tomar como mi entrenamiento.
Speaker 2 (13:46):
Y mira, fue tan cierto lo que dijo, porque se
convirtió de ahí en adelante su reinvención. La
Speaker 3 (13:55):
de Soledad no era la única casa por desocupar. En
poco más de 10 años salieron del país cerca de 8 millones
de venezolanos. casi un cuarto de la población y hay
más de un millón de viviendas vacías y en ellas
objetos que son rastro de la vida que ahí hubo
y Mayrin estaba dispuesta a ayudar a muchos otros a
reencontrarse con sus recuerdos
Speaker 1 (14:16):
una pausa y volvemos Queremos contarles una gran noticia. Este
jueves 23 de octubre se publica la nueva serie de Central,
el canal de series de Raúl Bulante Studios, con una
historia que nos impactó desde el primer momento. Se llama
La Ruta del Sol y reconstruye un caso que sacudió
(14:37):
a todo un país. Una tragedia inquietante, privada, que terminó
poniendo en foco la mayor trama de sobornos del continente.
Es la historia de un hombre, una familia y un
puñado de personas que quedaron atrapadas en esa frontera borrosa
donde se cruzan el poder económico, el poder político y
la corrupción. La pueden escuchar a partir del próximo jueves
en centralpodcast.audio o en cualquier aplicación donde escuchen sus podcasts.
(15:02):
Acá les dejamos un pequeño adelanto.
Speaker 5 (15:06):
A finales de 2018, una tragedia familiar estalló un escándalo en Colombia.
Vamos a reconstruir el impactante caso de la muerte de
Jorge Enrique Pizano, uno de los principales testigos del caso Odebrecht,
y tres días después, la de su hijo Alejandro. Inmediatamente
Speaker 6 (15:19):
le pregunté,¿ quién mató a mi papá?¿ Quién fue?¿ Quién
estaba
Speaker 5 (15:24):
ahí? La historia de dos muertes, una botella de agua
envenenada y una red de corrupción internacional. Escucha en Central
la Ruta del Sol en la app de iHeart Radio,
Apple Podcasts o donde sea que escuches tus podcasts.
Speaker 1 (15:40):
Estamos de vuelta en Reambulante. Cecilia Díguan nos sigue contando.
Speaker 3 (15:43):
Mayrin empezó a darle forma a su proyecto. Entendió que
tenía que adaptarse a cada necesidad. Si había que pagar cuentas,
lo haría. Si se rompía una tubería en una casa,
la arreglaría. Estaba dispuesta a resolver cualquier problema que surgiera.
Ahora solo faltaba encontrar un nombre.
Speaker 4 (16:01):
Cuando maduró la idea y maduró el nombre, que digo
y se va a llamar Soluciono Por Ti
Speaker 3 (16:08):
Pero pronto se dio cuenta de que era demasiado trabajo
para ella sola. Entonces le propuso a su sobrino, Carlos Enrique, asociarse.
Él ya le había ayudado a vender los muebles de
Soledad en plataformas virtuales. Además son muy cercanos. Este es
Carlos Enrique.
Speaker 7 (16:25):
Es una relación muy bonita, de respeto, mucho cariño. Y bueno,
ahora que estamos en esto, he aprendido muchísimas cosas y
me ha enseñado muchísimas cosas también.
Speaker 3 (16:37):
Carlos Enrique era el único joven de la familia que
no había emigrado. Tenía 22 años, estudiaba relaciones internacionales y además
había trabajado en la compra y venta de autopartes con
su papá. Pero cuando su tía le propuso el trabajo,
se entusiasmó. Juntos pensaron en optimizar el método para vaciar
las casas. Primero, habría que hacer un inventario para luego
(17:00):
decidir con los dueños qué donar, qué vender, qué guardar
y qué tirar. Y con el boca en boca, les
empezaron a llegar las primeras casas para desmantelar. En general,
las personas que los contactan son de clase media, mayores
de 50 años y con hijos. Son venezolanos y venezolanas que
(17:20):
pensaban volver. Por eso dejaron sus casas armadas. Mayrin organiza
con ellos videollamadas para conocerlos y saber qué necesitan. También
para ganarse su confianza. Después de todo, le van a
dar el acceso a su casa y, a diferencia del
caso de Soledad, para ellos Mayrin es una completa desconocida.
(17:41):
Para Mayrin no deja de ser impactante entrar a una
casa que estuvo tanto tiempo cerrada. Y
Speaker 4 (17:48):
agradable así como que, ay, qué rico no lo es,
porque generalmente hay polvo, hay telarañas, por supuesto, pueden haber bichos, cucarachas, chiripas,
Speaker 3 (18:01):
X. Y el olor que se siente al entrar es
muy particular.
Speaker 7 (18:07):
Bueno, como se le dice acá olor aguardado, que no
sé cuál es el olor aguardado, me imagino que... Es
olor a tierra, olor a polvo, olor a la madera húmeda.
Porque 10 años en una casa encerrada realmente crea mucha humedad.
Speaker 3 (18:22):
Una vez que están adentro, comienzan a revisar todo. Suelen
usar guantes, tapabocas y pinzas para evitar alergias en los
ojos y en la piel. Abren puertas, cajones, armarios. Graban
varios videos con todo lo que hay dentro y luego
se los envían a sus dueños, porque muchas veces ni
(18:43):
se acuerdan qué dejaron en sus casas. Hola Sara
Speaker 8 (18:45):
Mayrin Reyes,¿ cómo estás?¿ Se solucionó por ti?
Speaker 3 (18:49):
Juntos deciden qué hacer con cada cosa y ahí comienzan
a embalar.
Speaker 9 (18:59):
Pero este lo tenemos que embalar así para poderle poner
el nata.
Speaker 3 (19:04):
En muchas ocasiones Mayrin los ayuda a desprenderse de cosas
que realmente no necesitan guardar.
Speaker 7 (19:10):
A lo mejor habla con él, le dice que ya
es una experiencia vivida, que realmente lo disfrutó y eso
hace que la persona a lo mejor entre en razón
y decida botar el papel o cualquier otra cosa que
haya guardado.
Speaker 3 (19:31):
Acá, por ejemplo, está Mayrin en una casa deshabitada revisando
con un experto un piano que llevaba años sin ser
Speaker 10 (19:37):
tocado.
Speaker 3 (19:45):
Una de las prioridades de Mayrin es ser reservada y discreta.
Yo creo que todos
Speaker 4 (19:50):
tenemos algo que es íntimo y algo que es nuestro,
que tengamos la vulnerabilidad por la condición de tener que
compartirla con alguien que a lo mejor nunca nos lo
habíamos planteado, bueno, pero es así.
Speaker 3 (20:03):
Mayrin se adapta a los pedidos de cada cliente porque
cada uno llega con necesidades muy específicas. A Gonzalo Jiménez Sargazazu,
por ejemplo, le preocupaba especialmente su biblioteca. Hacía cinco años
que Gonzalo se había instalado con su esposa y con
su hijo en España, cuando decidió contratar a Mayrin para
(20:24):
vaciar el departamento que habían dejado intacto en Caracas. Yo
Speaker 11 (20:28):
le pedí a Mayrin que le tomara fotos a cada
tramo de la biblioteca. Y yo luego, en mi computadora,
la ampliaba con un zoom e iba identificando qué libro
había en cada tramo.
Speaker 3 (20:41):
Y así, a más de 7.000 kilómetros de distancia, le decía
a Mayrin qué libros vender y qué libros guardar.
Speaker 11 (20:49):
Y eso es una de las cosas que más me
ha costado desprenderme y comprender. Porque uno dice que, digamos,
que esto es una lección de vida, que hay que
ser desprendido, que hay que dar gracias a Dios de
que aquí estamos mejor que en Venezuela. Pero hay una
parte de mí que... Siente que perdió parte de su
corazón en esas cosas que yo atesoraba, que yo guardaba.
Speaker 3 (21:13):
Cuando Mayrin tuvo el trabajo casi listo, reunió unas 12 cajas
con los objetos que Gonzalo quería guardar.
Speaker 11 (21:20):
Sueño con recuperar esas 12 cajas. En esas cajas sí creo
que hay parte de ese tesoro que le abré, no
está todo perdido.
Speaker 3 (21:28):
Mientras tanto, el tesoro de Gonzalo quedó en Caracas a
resguardo de su sobrina, la periodista Laura Elena Castillo. Laura
Elena conoció a Mayrin cuando fue a buscar esas 12 cajas
y supo enseguida que ahí había una historia para contar.
Así que le propuso a Mayrin hacer un reportaje sobre
su trabajo. Con el visto bueno de los clientes, Mayrin aceptó.
(21:50):
Así que Laura Elena y la fotógrafa Fabiola Ferrero acompañaron
a Mayrin durante varias semanas a tres de las casas
en las que estaba trabajando. A Fabiola enseguida le llamó
la atención el cuidado que Mayrin le ponía a cada objeto.
Una precisión increíble al anotar cada tacita, cada adorno que
había en la casa en listas enormes de Excel. Esta
(22:12):
es Fabiola.
Speaker 12 (22:13):
Este itinerario que ella va haciendo de las ausencias me
parecía súper poético también. Creo que ella no era tan
consciente de esa naturaleza bella que tiene su trabajo, de
cuidar esa memoria.
Speaker 3 (22:29):
Fabiola recorría cada casa y se detenía a retratar el deterioro.
Paredes con manchas que habían dejado los cuadros que ya
no estaban, le tomaba fotos a montañas de muñecos de
peluche que Mayrin y su sobrino luego llevarían a una
fundación de niños o abría cajones y capturaba imágenes de
cientos de monedas que frente a las constantes crisis y
(22:49):
devaluaciones en Venezuela habían perdido por completo su valor.
Speaker 12 (22:54):
Eran estas casas donde se vio que hubo vida, donde
se vio que había una aspiración a grandeza o a progreso,
no solo social, sino cultural, de ideas en general.
Speaker 3 (23:07):
Huellas de un éxito económico construido sobre el petróleo de
la segunda mitad del siglo XX. Sobre la Venezuela saudita,
una época de gloria que desapareció. Pero el recordatorio de
esa Venezuela que ya no es, no solo es evidente
en las casas vacías, sino también en las calles, el
pavimento en malas condiciones, las veredas prácticamente intransitables, los árboles
(23:30):
que no están cuidados ni podados.
Speaker 13 (23:32):
Y si usted va por una ciudad venezolana, prácticamente en
cualquiera donde haya estos edificios altos, en la noche usted
puede contar la cantidad de ventanas que están encendidas de
luz y lugares en los cuales están apagadas. Pudimos decir
que está mitad y mitad.
Speaker 3 (23:48):
Este es el arquitecto Lorenzo González Casas, profesor de la
Universidad Simón Bolívar y especialista en historia del urbanismo. Y
si Caracas se ve descuidada, el deterioro se siente aún
más en el interior del país.
Speaker 13 (24:01):
Esa imagen de la calle principal abandonada que queda como
si fuera un set de Hollywood en el cual pasa
el viento y se lleva las cosas más livianas, la
paja de los establos. En muchos lugares hay esa sensación.
Speaker 3 (24:16):
El éxodo se siente también en los puestos de trabajo
que quedaron vacantes en la industria, el comercio, la salud
o la educación.
Speaker 13 (24:24):
lugares que se van vaciando, lugares en los cuales hay
menos personas, lugares en los cuales hay menos niños. Esa sensación,
en el fondo, lo que produce es una gran tristeza.
Speaker 3 (24:35):
Hay estudios que dicen que un tercio de los venezolanos
que se quedaron sufren tristeza y hasta depresión. El índice
aumenta a más del 50% entre los mayores de 60 años
porque se han quedado solos.
Speaker 4 (24:49):
Ponle de mis amigas, de repente una tiene tres hijos
y dos están fuera. Tiene uno aquí. Yo tengo uno
solo y está afuera. Mi hermano tiene tres y están
dos afuera. Entonces el entorno tuyo te dice lo que
está pasando.
Speaker 3 (25:05):
Por eso cada vez más personas se dedican al cuidado
de los adultos mayores que están solos y actúan como
una suerte de hijo sustituto. En el caso de Mayrin,
su sobrino Carlos Enrique, ese que trabaja con ella, se
ha convertido en una especie de hijo suplente, una presencia
que la ayuda a sobrellevar la ausencia de su propio hijo, Román,
(25:25):
que se fue de Venezuela hace casi una década. Y
si bien Mayrin lo extraña muchísimo, ella no piensa en
irse del país. Tiene amigos con los que se reúne
a jugar dominó, disfruta cocinarle a su sobrino, tomarse un
whisky y de vez en cuando ir a la playa.
Su emprendimiento sigue creciendo y le permite vivir bien. Ya
(25:48):
ha desocupado más de 30 casas. Y entre tanto inspeccionar, ordenar,
arreglar y vender, a Mayrin le llegó un pedido inesperado.
Alguien estaba pensando en regresar a Venezuela y también necesitaba
su ayuda. Vamos a
Speaker 1 (26:04):
una pausa y ya volvemos. Hola, Ambulante. Quiero pedirte un
gran favor. Que nos ayudes a mirar hacia el futuro
de nuestros podcasts. En Roundland Studios acabamos de lanzar la
encuesta anual para aprender sobre nuestros oyentes, como tú. Nos
interesa saber tus preferencias, qué funciona y qué no tanto,
(26:24):
y cómo podemos servirte mejor. De encuestas anteriores han salido
las ideas para podcasts como El Hilo o nuestro canal
de series, Central. De verdad nos ayudan mucho tus opiniones
y te tomará solo unos minutos. Puedes contestar en español
o en inglés. Para participar, visita radioambulante.org slash encuesta. Muchas
gracias desde ya. De nuevo, radioambulante.org slash encuesta. Estamos de vuelta.
(26:50):
Los dejo con Cecilia.
Speaker 3 (26:52):
Un día de julio de 2024, Mayrin Reyes recibió una llamada
de Fabiola Ferrero, la fotógrafa que había retratado su trabajo.
Después de haber vivido cuatro años entre Colombia y Francia,
Fabiola había decidido regresar a Venezuela y necesitaba la ayuda
de Mayrin para restaurar la casa que había dejado abandonada
en Caracas. La historia migratoria de Fabiola es distinta a
(27:16):
las que hemos contado. Podríamos decir que arranca en 2014, cuando
comenzó a trabajar como fotoperiodista en Caracas retratando la crisis venezolana.
Trabajaba para medios locales e internacionales y le iba muy bien.
Con vender una o dos fotos al mes ya le
alcanzaba para vivir cómoda. Pero no pasaba lo mismo a
su alrededor. Su entorno comenzó a achicarse. Primero se fueron
(27:40):
sus amigos, después sus primos, luego sus padres y dos
hermanos que vivían con ella. Para 2019, Fabiola se quedó viviendo
sola en una casa de cuatro habitaciones deshabitada, pero llenas
de objetos y muebles. Fue duro porque el silencio y
el abandono que venía retratando durante tantos años en Venezuela
(28:03):
ahora lo sentía en su propio departamento. Hasta que en 2020
ella también decidió irse.
Speaker 12 (28:10):
Me acuerdo que yo iba cada vez a despedir gente
al aeropuerto con menos gente en el carro hasta que
nadie fue a despedirme a mí porque ya se habían
ido todos.
Speaker 3 (28:18):
En principio solo iba a estar fuera por un par
de meses. Salió del aeropuerto de Caracas en marzo de 2020
hacia Bogotá, a donde habían emigrado sus padres. En su
maleta se llevó solo ropa y una de sus cámaras.
Speaker 12 (28:32):
Creo que me fui en uno de los últimos aviones
que salieron de Venezuela antes de que cerraran las fronteras.
Speaker 3 (28:39):
Primero se quedó en Bogotá por la pandemia, después alargó
su estadía por un trabajo y luego porque su novio
vivía ahí, hasta que al final se quedó en Colombia
por tres años y en 2023 se ganó una beca en
una universidad francesa y se mudó a París por un año.
Durante todo el tiempo que estuvo fuera de Venezuela, Fabiola
vivió en distintas casas que alquilaba muebladas. Al principio le
(29:03):
costó mucho sentir esos lugares como propios. Incluso una noche
se despertó desorientada. O
Speaker 12 (29:09):
sea, literalmente era como si me hubiese salido un poco
de mi cuerpo. Yo decía, no reconozco nada de esto.
Esta almohada no huele a mí. Esta almohada huele raro.
Esta pared no tiene una foto que yo reconozca. No
hay ningún objeto. que yo pueda ligar a una vida mía,
a una vida que me pertenezca.
Speaker 3 (29:28):
Entonces decidió crearse rutinas que respetaba en donde estuviera, como caminar,
montar bicicleta, ir al gimnasio. Buscarte
Speaker 12 (29:37):
en esas rutinas y en esos gestos muy minúsculos, ¿no?
Porque a veces es eso, a veces tu hogar es
un gesto mínimo, minúsculo, que puedas hacer para reconectar alguno
de tus sentidos a una versión tuya que ya conoces,
para yo sentir que no estoy solamente flotando por el
mundo y por espacios ajenos, ¿no?
Speaker 3 (29:58):
También colgaba fotos, compraba almohadones y objetos con los que
intentaba crear algún tipo de lazo, de historia.
Speaker 12 (30:05):
Tú esperas que al menos ese algo que te rodea
tenga una memoria pegada. Entonces yo decía, esta tetera no
es la tetera que usa mi mamá, no es la
tetera con la que yo me senté a hablar con
alguien una mañana. O sea, esta tetera no tiene nada.
Era una tetera nueva. Entonces era como, bueno, que te
toca ahí aferrarte a la idea de que dentro de
(30:25):
una semana esa tetera va a tener algo que te
recuerde algo más. Y entonces la construcción lenta de esas memorias,
empezar a sentir pedacitos de hogar. Porque si no, el
desarraigo es demasiado fuerte, o sea, te desprendes completamente de todo.
Speaker 3 (30:44):
Durante esos años fuera del país, Fabiola siempre estaba volviendo
a Caracas. Fue justamente en uno de esos viajes que
retrató el trabajo de Mayrin. Cada vez que volvía por
periodos cortos se hospedaba en la casa de algún conocido
o alquilaba un Airbnb. Porque si bien su casa familiar
había quedado cerrada y nadie vivía ahí, estaba llena de
(31:05):
polvo y había comenzado a deteriorarse.
Speaker 12 (31:07):
Tú estás viendo ahí como la carcasa de la casa
y luego cuando te vas acercando es cuando empiezan a
salir las señales
Speaker 3 (31:16):
del abandono. Por eso cuando finalmente decidió que quería regresar
a Venezuela, llamó a Mayrin para que la ayudara a
recondicionar el departamento. Era la primera vez que le pedían
hacer eso.
Speaker 4 (31:28):
Siempre he trabajado para casas que ya nadie más va
a regresar a ellas y que van a ser vendidos
como inmuebles.
Speaker 3 (31:35):
Irina aceptó el desafío. Enseguida reconectó los servicios de internet
y electricidad, solucionó los problemas de humedades y filtraciones, cambió
el calentador de agua porque estaba oxidado y allí surgieron
más problemas. O
Speaker 12 (31:48):
un día pusieron el agua y las tuberías se reventaron,
Speaker 3 (31:52):
entonces todo se inundó. Fabiola, que todavía estaba en Francia,
no se involucró mucho en los detalles. Dejó todo en
manos de Mayrin. Después de varios meses de trabajo, ya
estaba todo listo. Y el 13 de febrero de 2025, Fabiola aterrizó
en Caracas. Yo
Speaker 12 (32:09):
llegué aquí el día antes del día de San Valentín
y yo dije, bueno, voy a llegar, qué romántica soy,
llegando a San Valentín de nuevo a Caracas. Y no
tengo ni un grupo de amigos con quien celebrarlo, no importa.
Yo llegué, igual tenía flores porque Mayrin me las había dejado.
Speaker 3 (32:23):
Desde su regreso, Fabiola se siente en casa, aunque percibe
que es una Venezuela muy distinta a la que retrató en 2017,
cuando había mucha rabia y un dolor verbalizado en la calle.
Y es otra también a la que visitó en 2021, cuando
dominaba el silencio y el abandono. A la Venezuela de 2025
todavía está tratando de descifrarla, pero siente que la gente,
(32:48):
pese a estar en un contexto hostil, está intentando preservar
y construir sus pequeños espacios de normalidad y alegría. Como
hace ella en el departamento de su familia, donde, como
tantas otras veces, comenzó a apropiarse del lugar. Armó pequeños
rincones con los objetos nuevos y también le dio nueva
vida a otros que habían sido de su papá, de
(33:10):
su hermano, de su mamá. Entonces escogí
Speaker 12 (33:14):
una esquina de la casa y compré algunas plantas, compré
una hamaca. Ahí ese es como el espacio que yo
digo que este pedacito, esta es mi casa. Y ese
espacio está hecho con cosas nuevas que yo agregué, pero
está hecho también con... El escritorio que era de mi papá,
una mantita que era de mi mamá o de mi abuela,
una alfombra que estaba en el cuarto de mi hermano,
(33:34):
una mesita abandonada que no tenía espacio por ningún lado
y un poco con esos retazos armé mi pequeña esquina
y ahí me siento en las
Speaker 3 (33:44):
tardes. Fabiola lleva varios meses instalada en Caracas y siente
por fin que el lugar donde vive es suyo, algo
que Mayrin le ayuda a construir. Mayrin, por su parte,
se ilusiona al pensar que va a recibir más casos
como el de Fabiola, porque desea que pronto las cosas
en Venezuela mejoren, para que su hijo y todos los
(34:04):
demás vuelvan. Ojalá
Speaker 4 (34:05):
que cuando decidan regresar, pues entonces yo, en lugar de
hacer despedidas y cerrar casas, me dedique a hacer fiestas
de bienvenida.
Speaker 3 (34:14):
Pero mientras tanto, seguirá vaciando casas, esas que alguna vez
tuvieron vida pero quedaron en pausa, como muertas.
Speaker 1 (34:25):
El reportaje de Laura Elena y Fabiola sobre el trabajo
de Mayrin se publicó en 2022 en el medio Pro Da Vinci.
Agradecemos a Dina Díaz Benahim, a Román, el hijo de Mayrin,
y a su nuera Zuli, a quienes también entrevistamos para
este episodio. Cecilia Diwan es periodista especializada en política internacional.
(34:45):
Coprodujo esta historia con Aneris Casasuz. Aneris es productora de
Derramulante y ambas viven en Buenos Aires. Esta historia fue
editada por Camila Segura y por mí. Bruno Selsa hizo
la verificación de datos. El diseño y sonido es de
Andrés Aspiri, con música de Rémi Lozano, Ana Tuirán y
de Andrés. El resto del equipo de Raúl Ambulante incluye
a Paola Leán, Adriana Bernal, Diego Corzo, Emilia Herbeta, Camilo
(35:06):
Jiménez Santofimio, Melissa Rabanales, Natalia Ramírez, David Trujillo, Elsa Liliana
Ulloa y Luis Fernando Vargas. Carolina Guerrero es la CEO.
Raúl Ambulante es un podcast de Raúl Ambulante Studios. Se
produce y se mezcla en el programa Hindenburg Pro. Si
te gustó este episodio y quieres que sigamos haciendo periodismo
independiente sobre América Latina, apóyanos a través de Deambulantes, nuestro
programa de membresías. Visita reambulante.org y ayúdanos a seguir narrando
(35:31):
la región. Reambulante cuenta las historias de América Latina. Soy
Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.