Episode Transcript
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Speaker 1 (00:02):
Esto es Rambulante, soy Daniel Alarcón. Sandrine Exil nació en Bogotá,
rodeada de montañas, pero sus primeros recuerdos son del mar.
Speaker 2 (00:11):
Amo el mar y lo bonito, digamos, que tiene Haití
es que tienes esa combinación entre montaña y mar muy cerca.
Speaker 1 (00:19):
En el 2000, cuando Sandrine tenía tres años, su familia se
mudó a Puerto Príncipe, la capital haitiana.
Speaker 2 (00:25):
De pequeña recuerdo muchísimo, sobre todo los domingos, que era
como el momento divertido. Digamos que bajábamos ya a la
parte central de Puerto Príncipe y poder comer helado y
me tomaba fotos también en el campo de Marte, que
es donde quedaba el Palacio Nacional.
Speaker 1 (00:46):
Jean-Marie, el papá de Sandrine, es haitiano y se había
mudado a Bogotá en 1992 para estudiar medicina. Y Ruby, la mamá,
es colombiana, de Ibagué, y también es médica. Se conocieron estudiando,
se enamoraron y al tiempo nació Sandrine. Como Jean-Marie tenía
un consultorio en Haití y necesitaba entenderlo, decidieron mudarse. Y Sandrine,
(01:06):
siendo pequeña, no tuvo problema en acoplarse. Pero sí notaba
una diferencia con los demás niños a su alrededor.
Speaker 2 (01:14):
era como de las más claritas de la clase. Siempre
me vieron como un bicho raro, por decirlo de alguna
u otra forma.
Speaker 1 (01:22):
Su papá es negro, su mamá blanca. Y en Haití
a Sandrine la consideran mixta. Tiene un tono de piel
más claro que la mayoría de las personas del país.
En
Speaker 2 (01:31):
Haití el color de la piel va muy combinado con
la clase social. Y siempre, digamos, cuando hay una mezcla
es porque, bueno, un haitiano se casó con un blanco,
entonces pues está esta mezcla, ¿no?
Speaker 1 (01:43):
Destacaba, pues no había mucha gente de familia mixta en
su escuela. Y es que si tienes familiares blancos, muchas
veces la gente asume que tienes dinero. En perspectiva, sí,
eran privilegiados. No vivían con demasiados lujos, pero sí con comodidad.
Y para Sandrine, ser el bicho raro no era negativo.
Y
Speaker 2 (02:00):
era más como, bueno, vamos a jugar a la princesa,
entonces Sandrine es la princesa, por obvias razones ella es
la más clara. O sea, yo decía, ok, listo.
Speaker 1 (02:08):
No lo pensaba demasiado. Era una buena vida, tranquila, pero
permeada por una regla estricta.
Speaker 2 (02:14):
Mi papá de alguna u otra forma me tenía prohibido
hablar creol. Entonces hablábamos solo francés. O sea, yo no
me podía comunicar, digamos, con la señora que nos cocinaba,
a menos de que fueran francés.
Speaker 1 (02:26):
A pesar de que la señora no lo entendiera muy bien.
Porque además del color de la piel, otra cosa que
diferencia a la gente en Haití son las barreras del lenguaje.
También es un asunto de clase. En papel, el país
tiene dos lenguas oficiales. El francés, el idioma impuesto por
la colonización europea del siglo XVII, y el creol, o
(02:47):
el criollo haitiano, un idioma único de Haití. Es un
lenguaje que nació en la colonia del contacto entre los
franceses y los esclavos africanos traídos a la isla. Y
si bien constitucionalmente esos son los dos idiomas de Haití,
en la práctica es muy diferente. El creol es el
idioma de la calle, lo que se habla con la familia,
(03:08):
con los amigos, pero la educación se da, en su
inmensa mayoría, en francés, y esto se extiende a otras cosas.
Los trámites institucionales, por ejemplo, también son en francés. Una
persona que solo sabe creol queda excluida de muchos espacios
y por consecuencia de las posibilidades de ascender económicamente. Entonces,
(03:28):
en la casa se hablaba español y afuera francés, nada
de creol. La justificación que siempre dio el papá de
Sandrine fue la siguiente.
Speaker 2 (03:37):
Para mi papá era súper importante, es algo que recuerdo
que siempre decía, que yo tenía que aprender primero francés.
O sea, ya el español lo teníamos en casa, pero
que el segundo idioma tenía que ser sí o sí francés.
Si yo aprendía creol primero, no iba a lograr aprender
francés nunca. Esa era su teoría, ¿no?
Speaker 1 (03:55):
Era como si tuviera miedo a que las dicciones y
las palabras del creol quedaran como un hábito en el francés,
que lo contaminaran, de cierta manera. Su mamá estuvo de
acuerdo con el papá de Sandrine. Ella recién acababa de
llegar a Haití, todo era nuevo, y era Jean-Marie el
que conocía el contexto. Además, en el colegio también lo prohibían.
Pero Sandrine sentía que esta regla era injusta. Era el
(04:18):
idioma que escuchaba siempre que salía de la casa.
Speaker 2 (04:21):
Para mí el creol era, como escuchaba que todo el
mundo lo hablaba, pues era el idioma como divertido, ¿no?
O sea, lo que estaba de moda para mí.
Speaker 1 (04:29):
Intentaba hablarlo a escondidas, con sus amigas o con la
empleada doméstica de la casa. Y mientras tanto, pensaba que
tal vez, cuando por fin hablara francés perfecto, podría aprender creol.
Y con el creol ya podría hablar con los demás
sin problema, sentirse menos como el bicho raro. Pero de pronto, en 2004,
la situación política de Haití rompió todo lo que Sandrine conocía.
(04:57):
Un golpe de Estado hundió al país en violencia y
los papás de Sandrín decidieron irse. El tema de la
prohibición del creol quedaría en el olvido, pero años más
tarde volvería a redefinir la identidad de Sandrín y la
relación más complicada de su vida. Nuestro editor senior, Luis
Fernando Vargas, nos cuenta la historia.
Speaker 3 (05:28):
El que acaban de oír es a Jean-Bertrand Aristide, el
entonces presidente de Haití, en una conferencia de prensa internacional
poco más de un mes antes del golpe de estado
en su contra. Dice, trataré de ser breve, una vez
tengamos un golpe de estado, tendremos muerte. El golpe finalmente
ocurrió el 29 de febrero del 2004 y fue liderado por la
(05:50):
oposición política y exmilitares y apoyado por los gobiernos de Canadá,
Estados Unidos y Francia. Haití estaba en una grave crisis económica,
acusaban al presidente de corrupción, la violencia en las calles
aumentaba y en circunstancias todavía no muy claras Aristide abandonó
el país. Aristide había ganado las elecciones por una inmensa mayoría,
(06:10):
era un líder popular y la situación era tensa desde
hacía semanas. Muchos de sus seguidores estaban en las calles.
Había enfrentamientos entre los que apoyaban al presidente y la oposición.
Pero en medio de la inestabilidad también empezó el crimen. Saqueos, secuestros, asaltos.
Y con la salida de Aristide, la violencia se volvió abrumadora.
(06:35):
Para Sandrín, que era una niña de seis años y
no entendía todo eso, el golpe se vivió de una
manera muy concreta. Estar en casa. Siempre. El colegio se
había suspendido completamente. No salían a menos de que fuera
estrictamente necesario, pero aún así era imposible obviar lo que
estaba pasando. A veces
Speaker 2 (06:52):
en las noches se escuchaban muchos ruidos como gritos y
protestas en la calle.
Speaker 3 (06:59):
Y aunque no entendía mucho, le daba miedo, pues intuía algo.
Era peligroso, especialmente para su mamá cuando tenía que salir.
Al ser blanca, tenía miedo de que la secuestraran.
Speaker 2 (07:11):
Ella tenía que vivir como escondida, ¿no? Entonces si salíamos
a hacer mercado, mi mamá tenía que reclinar la silla
hasta abajo para que no la vieran. Todos los hermanos
de mi papá se hacían cargo como de acompañarla, tipo guardaespaldas,
para que no le pasara nada.
Speaker 3 (07:26):
Y no era un miedo infundado. Al final, a pesar
de las precauciones, la violencia sacudió a la familia. No
secuestraron a la mamá de Sandrine, pero sí a un tío.
Fueron dos meses de angustia hasta que decidieron pagar el rescate.
Lo dejaron libre, pero decidieron que lo mejor era irse.
El hermano menor de Sandrine tenía dos años. A ella
le dijeron que se iban para Colombia. Pensó que serían
(07:48):
unas vacaciones.
Speaker 2 (07:49):
Cuando llegamos acá, pues sí me doy cuenta que ya
estábamos en plan de buscar casa, buscar colegio para nosotros.
Entonces vi como tal vez no vamos a volver nunca.
Speaker 3 (08:00):
A Sandrine la inscribieron en el liceo francés en Bogotá
para su primer grado de primaria. Ahí recibía la mayoría
de materias en francés e incluso estaba más adelantada que
los niños de su clase. Lo complicado venía de otro lado.
Speaker 2 (08:12):
Me costó tal vez los primeros meses y tener amigos.
Y por lo que te digo, como llega esta persona
que dicen que es de Haití. Haití siempre ha tenido
como un estigma muy fuerte y es como, bueno, es
el país más pobre de América Latina y uno de
los más pobres del mundo. Y siento que me veían
como con esa, como, ay, pobrecita, ya no come, un
(08:35):
poco en esa onda, ¿no?
Speaker 3 (08:37):
Se resumía de nuevo en el color de su piel.
Si en Haití Sandrine era blanca o por lo menos mixta,
en Bogotá era solo negra. Y es que la población
afrodescendiente en Colombia es de los grupos más desprotegidos y
con mayores índices de pobreza en el país. Hay estigma,
especialmente en un colegio en el que en gran parte
iba gente adinerada, como el suyo. Al final se logró integrar.
(09:00):
Nunca recibió agresiones directas o discriminación explícita dentro del colegio,
pero sí violencias más sutiles.
Speaker 2 (09:06):
La historia se repetía. Yo lo que recuerdo mucho es
que no me sentí extraña porque yo ya había vivido
(09:29):
el sentirme extraña en Haití. Entonces allá era muy clara
y la gente se preguntaba muchas cosas. Ya llegando acá
a Colombia era muy oscura y la gente se preguntaba cosas.
En el momento yo tal vez no pensaba mucho en
eso porque era parte de mi vida. En ninguno de
los dos lados había sentido que pertenecía.
Speaker 3 (09:52):
Mientras Sandrine crecía, las cosas en Haití se deterioraban aún más.
Su papá volvía constantemente al país para resolver cosas de
sus negocios, pero Sandrine y su mamá solo iban durante
el verano a una casa de campo y no salían
de ahí. Haití se sentía distante. Pero todo empezó a
cambiar en el 2010, un año devastador para el país.
Speaker 4 (10:14):
Muy buenas noches, hace unos momentos un terremoto de 7 grados
en la escala de Richter de más de un minuto
de duración sacudió hoy Haití, el país más pobre del
hemisferio americano.
Speaker 3 (10:25):
En enero, un terremoto dejó más de 200.000 muertos y la
infraestructura de gran parte de Haití en ruinas.
Speaker 4 (10:32):
Hay quienes describen a través de internet que la situación
es caótica.
Speaker 3 (10:39):
Cerca de un millón y medio de personas quedaron sin hogar.
Y casi nueve meses después, otra desgracia
Speaker 5 (10:45):
La trágica situación en Haití, ahora el drama es por
el cólera que ha dejado hasta el momento más de
mil muertos. Ayer cientos de personas salieron a las calles
para protestar por la lentitud del gobierno de Puerto Príncipe,
la inacción para hacer frente a este brote de la epidemia.
Speaker 3 (11:05):
Un brote de cólera terminó matando cerca de 10.000 personas. El
brote fue causado por el mal manejo de desechos de
los soldados de la misión que las Naciones Unidas mantenían
en el país desde 2004, para estabilizarlo después del golpe de
estado contra Aristide.
Speaker 6 (11:20):
En Cité Soleil, el mayor barrio pobre de Puerto Príncipe,
los enfermos se asinan en estas tiendas de campaña antes
de ser derivados a centros de tratamiento. No hay suficiente
espacio para atenderlos aquí.
Speaker 3 (11:34):
Sandrine tenía 13 años y fue en ese momento que algo
se activó en ella. Era un malestar. Esa tierra donde
había sido tan feliz de niña y a la que
se sentía todavía atada estaba en un dolor que no terminaba.
Y ella no podía hacer nada.
Speaker 2 (11:48):
Yo creo que ya en el momento en el que dije,
Dios mío,¿ por qué a este país le pasa tantas
cosas malas? Fue en el terremoto. Pensaba mucho en cómo
podíamos ayudar. Recaudamos arroz, fríjoles como comida para poder enviar.
Mi papá, pues yo lo escuchaba hablar por teléfono y
le decía, no, es que están vendiendo todo lo que
ustedes mandaron. Yo decía, pero, o sea,¿ cómo qué está pasando?
Speaker 3 (12:10):
O sea, la gente que recibía los víveres los vendía
en vez de entregarlos a las personas afectadas. Así era
el nivel de desesperación. Dos años más tarde, en el 2012,
Sandrine volvió a Haití después de bastante tiempo de no visitar.
Se encontró con un lugar diferente al de sus recuerdos,
diferente físicamente, un país en intentos de reconstrucción, pero también
(12:32):
distinto en actitud, hacia ella, hacia aquellos considerados extranjeros. Su
tono de piel decía mucho, desde siempre, pero ahora más.
Speaker 2 (12:41):
Era como, ok, tú eres blanca y no te queremos aquí.
Y empezó a ser una amenaza el ser diferente a ellos, ¿no?
Speaker 3 (12:48):
Y es que en ese momento, en el contexto haitiano,
los blancos eran los cascos azules. Así se les llamó
a los soldados de la misión de las Naciones Unidas.
Hay un término en Haití, los bebés cascos azules o
pequeños minusta, niños producto de violaciones y de otros actos
de coerción hechos por soldados de la misión hacia mujeres haitianas.
(13:10):
Por ejemplo, dar monedas a unas mujeres viviendo en extrema
pobreza a cambio de sexo. Muchos de estos soldados eran
soldados mestizos o blancos que dejaron solas a las mujeres
para que criaran a sus hijos en condiciones dificilísimas. Para
ese momento, la misión llevaba casi 10 años en Haití y
gran parte de la población cuestionaba si había hecho más
mal que bien. Además de los abusos, había reportes de
(13:32):
violencia hacia civiles de parte de los soldados. La gente desconfiaba.
Y a pesar de su renacida curiosidad por el país,
Sandrine creyó que esa sería su última visita. Su abuela
y algunos hermanos de su papá habían emigrado hacía unos
años a Estados Unidos. Otro vivía en Haití, Panamá. Prácticamente
quedaba su abuelo, que se había negado a irse. El
(13:54):
país que ella recordaba ya no existía. Los años siguientes
fueron duros para Sandrine. En Bogotá siempre estaba el tema
de su raza, el sentirse extranjera, pero también la relación
con su papá se fue complicando.
Speaker 2 (14:08):
La relación con mi papá sí siempre fue muy compleja
porque hay muchas cosas que yo no entendía. Digamos, en
el colegio él era muy duro conmigo y siempre esperaba más.
Speaker 3 (14:20):
Sandrine siempre sintió que él esperaba que ella fuera como él.
Además de médico, tenía una maestría en ciencias políticas. Si
son colombianos, tal vez han escuchado su nombre en medios
alguna vez. Jean-Marie Exil, pues entre el 2020 y 2022 fue embajador
de Haití en Colombia. Así que él le exigía ser
mejor que todos los demás, pero no lo pedía contacto.
(14:42):
Ella lo sentía como un mandato. Tenía que destacar, no
importaba otra cosa.
Speaker 2 (14:47):
como las calificaciones tenía que ser la mejor. Al pensar, digamos,
ya que iba a estudiar, él me decía, es que
te tienes que ir del país, o sea, tú no
puedes estudiar en Colombia. Todo esto siempre desde el amor,
pero también desde una actitud como muy impuesta.
Speaker 3 (15:02):
Cuando iba a graduarse del colegio, empezó un tema complejo,
su carrera.
Speaker 2 (15:06):
Y me dice, y te vas para Canadá, porque pues
allá no vas a perder el francés y empiezas a
implementar el inglés. Y ya, pues, como si fuera un plan.
Speaker 3 (15:15):
Él también tenía decidido que iba a estudiar Sandrine. Aunque
a ella siempre le había llamado la atención el periodismo,
a su papá no le gustaba la idea. Le impuso
estudiar relaciones internacionales y ella obedeció, pero empezaba a sentir rencor.
Speaker 2 (15:29):
Era mucha rabia porque yo decía, este señor me está
diciendo qué tengo que hacer y qué tengo que dejar
de hacer y esto no me gusta. Y siempre era
con peleas y yo le llevaba la contraria y sí
había mucho resentimiento.
Speaker 3 (15:44):
En medio de sus estudios en Canadá, sus papás se divorciaron,
lo que generó aún más distancia con él. Entonces, después
de graduarse y contra el deseo de su papá, Sandrine
decidió volver a Colombia y logró empezar a trabajar en periodismo.
Fue ahí donde vio una manera de conectarse de nuevo
con Haití, después de años de lejanía. Comenzó a tratar
de hacer notas cuando veía la oportunidad.
Speaker 2 (16:05):
Empezaba a buscar contactos, mi papá me los pasaba o
familiares de mis papás que yo les decía necesito pues
más o menos como este personaje si existe envíenmelo. Y
resulta que estas personas pues claro me mandaban por WhatsApp
el contacto, pero yo me daba cuenta que no tenía
ni idea de cómo comunicarme con esta persona. Entonces me
(16:27):
decían solo habla creol y yo ok, como entrevisto a
alguien esto sí es muy grave.
Speaker 3 (16:33):
Con lo mínimo que recordaba de cuando trataba de hablar
a escondidas cuando era niña y mezclado con el francés,
Sandrine les contestaba. Pero la comunicación era difícil y fue
en ese momento en que la extraña regla de no
hablar creol volvió al centro de su vida. Y es
que parecía que su familia paterna no estaba interesada en
mantener ese vínculo con Haití. Varios tíos se habían ido
(16:53):
del país y ninguno de sus hijos hablaba creol, tampoco
el hermano menor de Sandrine. Entonces fue ahí que tomó
la decisión. Iba a aprender a pesar del miedo a
lo que dijera su papá. Encontró tutoriales de YouTube, veía
noticias en creol, videos de gente hablando y tomó algunas
clases virtuales. También usó una aplicación para aprender idiomas y
como una forma de confrontación decidió empezar a practicar con
(17:16):
una persona en particular, su papá.
Speaker 2 (17:18):
Para ir practicando, yo llamaba a mi papá y lo
saludaba en creol. Y pues mi papá se reía como,¿
por qué estás haciendo esto? Como que él no entendía
muy bien, pero tampoco me tomaba muy en serio.
Speaker 3 (17:30):
tal vez para evitar el conflicto. Lo del Creol ya
se sentía como un tema que para él se había acabado.
Por un tiempo, Sandrín siguió cubriendo Haití cuando podía desde Colombia,
pero la crisis del país después del asesinato del presidente
Jovenel Moïse en el 2021 era demasiado profunda. Golpes de estado, violencia, crimen,
desastres naturales, epidemias mortales, una lista de tragedias que parecía interminable.
Speaker 2 (17:55):
No sé, sentía en mi corazón que yo era la
persona que tenía que estar allá contando todo lo que
estaba sucediendo. No por ser super heroína ni mucho menos,
pero sí porque tengo este lado que apagué por mucho
tiempo y yo lo hago un poco porque siento que
le debo a este país una parte de lo que
soy también.
Speaker 3 (18:14):
Así que decidió que tenía que volver. Quería contar el
día a día de la gente, ver otro Haití que
no se ve en las noticias. Tenía que vivir ahí.
Sabía eso, pero no tenía un plan concreto. Tal vez
sería solo por un tiempo, tal vez no. Pero no
le pidió consejo a nadie, solo informó.
Speaker 2 (18:31):
Un poco lo que le dije a mi papá fue, señor,¿
me voy? No,¿ qué te vas a ir a hacer allá?
Yo te quería para que fueras a vivir, no sé,
en Canadá, Estados Unidos, Europa. Y le dije,¿ cómo no?
Speaker 3 (18:43):
No, para ella no había nada que discutir. Su papá
estaba furioso, pero después de unas semanas, él se dio
cuenta de que ella no iba a cambiar de opinión.
Solo le dijo.
Speaker 2 (18:53):
Las cosas ya no son fáciles. El tema de los
secuestros está muy fuerte. Los asesinatos también están muy fuertes.
Me dijo, yo espero que no lo estés haciendo como
un juego, ni por dártelas de corresponsal de guerra. Quiero
que seas muy consciente a lo que te vas a
enfrentar y a lo que vas a ver.
Speaker 3 (19:09):
Y así, en marzo del 2024, tomó un avión como lo
hizo 20 años antes cuando fue el golpe de estado, pero
ahora de vuelta a Puerto Príncipe. Llevaba una maleta grande, llena,
suficiente para empezar de cero, de nuevo. Y también, a
pesar de que no se lo admitiera a sí misma
ni a su familia, con miedo.
Speaker 1 (19:29):
Una pausa y volvemos. Estamos de vuelta en Raambulante, aquí
Luis Fernando. Al llegar a
Speaker 3 (19:41):
Puerto Príncipe, en el carro de ida a casa de
un tío, Sandrine se encontró con un país todavía más
distinto al que había visto en su adolescencia.
Speaker 2 (19:50):
Era estar viendo un campo de guerra. Ya el campo
de Marte no existe. Desde 2010 no hay Palacio Nacional. La
gente viviendo en las calles, los niños sin ropa, pidiendo comida,
todo el mundo pidiendo comida. Era otro ambiente completamente distinto
a lo que había vivido antes y para mí fue
(20:11):
súper chocante.
Speaker 3 (20:13):
Al día siguiente empezó a moverse, a establecer contactos, buscar trabajo.
Speaker 2 (20:17):
Llegué jugando al local creyendo que la gente me iba
a aceptar y que todo súper bien.
Speaker 3 (20:22):
Pero pronto se dio cuenta que las cosas no iban
a ser fáciles. Para los demás, ella no era local.
Speaker 2 (20:27):
Y todos me dicen, ti blon, ti blon, ti blon.
Speaker 3 (20:31):
Eres blanca.
Speaker 2 (20:32):
Señoras diciéndome que sí podía adoptar a sus hijos, que
ellos me regalaban a sus hijos. Y yo les decía
que yo vivo acá. Y quedaban en shock porque, pues,
o sea, para ellos yo soy extranjera y vengo de
un mundo completamente favorecido y bendecido e iluminado.
Speaker 3 (20:48):
Sandrine sabía que era cierto, que su privilegio era muchísimo,
que había estado fuera cuando había pasado lo peor. Pero
aunque les decía que ella era de ese mismo país,
no era fácil llamarse a sí misma haitiana en esos días.
Pero encontró una alegría, su abuelo, Levoy Exil. Levoy es
uno de los pintores más famosos de Haití. Cuando Sandrine
(21:09):
era niña, lo visitaba en su taller de pintura. Tenía
una clase para los más pequeños y los papás de
Sandrine la dejaban ahí para que él la cuidara. Amaba
esos momentos en los que pintaba y veía pintar a
su abuelo, aunque no podían hablar mucho por la barrera
del idioma. Él no habla francés y a pesar de esto,
la regla de su papá siempre aplicaba. Él hablaba en creol,
(21:30):
ella en francés y así se entendían un poco. Pero
siempre se sintió muy cuidada por él y al volver
ahora grande no fue diferente.
Speaker 2 (21:38):
Me sentí increíble. Fue como abrir una puerta, tenía cerrada.
Speaker 3 (21:46):
Abrir una puerta cerrada. Ahora solo Sandrine podía practicar su
creol con él e intentar tener conversaciones que siempre quiso
tener desde niña. Y fue hermoso.
Speaker 2 (21:55):
Mi abuelo es la persona más divertida del planeta Tierra.
Speaker 3 (21:59):
Siempre anda de buen humor y cantando.
Speaker 2 (22:01):
A veces simplemente lo llamo para que me cante.
Speaker 3 (22:19):
Le cuenta historias sobre el país y su cultura de
formas que Sandrine nunca había escuchado. Ha sido como conocer
un Haití nuevo, oculto entre noticias de desastres.
Speaker 2 (22:29):
No hay cosa más bella que poder hablar con mi
abuelo y preguntarle un poco de la historia de Haití.
porque no te la va a contar como en un libro,
no te la va a contar como no, sino de
esta forma extremadamente mística que hace sentido. Y sé que
ninguno de mis primos tiene esa ventaja de poder sentarse
con el abuelo y que el abuelo les cuente de
(22:51):
dónde venimos, quiénes somos y por qué tenemos que estar
seguros de nosotros mismos, creernos que somos poderosos. Es otro nivel.
Speaker 3 (23:01):
Nunca se había sentido tan ligada a Haití como en
esas conversaciones. Con el creol, Sandin se ha puesto una
nueva meta. Ya no solo tratar de que el mundo
entienda Haití, sino intentar llevar el mundo a los haitianos,
aislados en gran parte por su idioma. Quiere explicarles todo
lo que hay más allá de sus costas, que se
siente tan lejano. Por eso empezó a trabajar con medios
(23:22):
haitianos cubriendo el exterior. Lo que no esperaba es que
ese esfuerzo profesional también empezaría a sanar asuntos personales, específicamente
con su papá. Todo empezó con las elecciones presidenciales del 2024
en República Dominicana, que Sandra Incubio creó para un canal
de la televisión haitiana. Le mandó el video a su papá,
(23:49):
a ver qué decía. Lo hizo con un poco de miedo,
pero su reacción la sorprendió.
Speaker 2 (23:54):
Mi papá no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando.
O sea, él me decía, yo pensé que tú ibas
a cubrir en español. Claro, también fui a cubrir para español,
pero pues nos pidieron que hiciéramos esto. Y mi papá decía,¿
en qué momento aprendiste a hablar tan bien?
Speaker 3 (24:09):
Su papá no tenía idea del esfuerzo que ella estaba
haciendo con el creol. Y de repente le empezaron a
llegar mensajes de sus tías, de su abuela, que viven
en el exterior.
Speaker 2 (24:18):
Mi papá se lo mandó a toda mi familia, o sea,
el orgullo pues de la familia lo mandó al chat,
todos como no puedo creerlo, yo pensé que Sanri no
hablaba creol, mi abuelo impactadísimo, incluso la familia por parte,
mi mamá me decía, yo sabía que algo se te
había quedado en la cabeza, como impresionante que lo hayas
hecho así, improvisado.
Speaker 3 (24:40):
Fue un momento extraño. Se sintió bien, claro, pero toda
la vida su papá le había dado señales de que
hablar creol era motivo de sanción. Y de repente estaba orgulloso,
incluso enviándoselo a toda su familia. No entendía. Necesitaba hablar
con él.
Speaker 1 (24:57):
Después de la pausa, volvemos con el papá de Sandrine.
Estamos de vuelta en Reambulante. Aquí la charla de Sandrine
con su papá, Jean-Marie
Speaker 7 (25:16):
Hace unos meses, Sandrine se sentó con él
Speaker 2 (25:19):
en Bogotá.
Speaker 7 (25:32):
Mi nombre es Axel, soy haitiano, soy terapeuta respiratorio de
carrera y soy politólogo. Yo soy ex embajador de Haití
en Colombia.
Speaker 3 (25:47):
Sandrin tenía muy claro cuál era el objetivo de la conversación.
Speaker 2 (25:51):
Escuchar ya como su lado de la historia y enfrentarlo
porque fue un enfrentamiento. Ponerlo entre la espada y la
pared y que aceptara que sí, que había coaccionado el
hecho de que yo no aprendiera, o sea que él
había estado ahí metido.
Speaker 3 (26:07):
Quería que aceptara abiertamente que había sido un error no
haberla dejado hablar Creol. Es un tema que han tocado
de manera medio fragmentada en los últimos años, a veces
con mucha rabia por parte de ella. Nunca ha sido fácil,
pero Sandrine quería intentarlo una última vez para esta historia.
Speaker 2 (26:24):
No. Primero contéstame. Bueno.
Speaker 3 (26:26):
La decisión
Speaker 2 (26:27):
de no enseñarnos o no criarnos
Speaker 7 (26:32):
en Creol. Bueno, en el caso suyo especialmente. Cuando vivía acá,
a los tres años, se fue para Haití. Entonces estuvo
en un colegio francés. En este colegio, por lo general,
el creol es automático. De alguna manera usted no va
(26:53):
a hablar, pero el francés toca ser muy estratégico para
que lo hablan. La estrategia era hablar francés y el
creol es automático.
Speaker 2 (27:06):
Pero me impediste un poquito el creol.
Speaker 7 (27:08):
No le impedí, ya le dije que fue una estrategia,
pero no fue impedimiento. De mi parte.
Speaker 2 (27:14):
O sea, una estrategia para que aprendiera bien el francés. Exactamente.
Pero ya pasaba el creol a un segundo plano.
Speaker 7 (27:24):
No a un segundo plano, siempre lo va a aprender.
Speaker 3 (27:28):
Es la respuesta que Sandrín siempre ha recibido cuando toca
el tema. Él nunca acepta que lo prohibió y siempre
hace énfasis en esa palabra.
Speaker 2 (27:37):
Él las llama como estrategias para navegar el mundo, ¿no?
Me cuentan que tú decías, o sea, tú me impedías
hablar en creol. O sea, que a mí me tocaba
hacerlo a escondidas con Mari, con...
Speaker 7 (27:50):
Exactamente. Entonces, cuando usted hace énfasis... en francés pues lo
va a perfeccionar pero por debajo de cuenta ya lo
está aprendiendo pero pues hay que hablar francés por lo
mismo que pasa en inglés
Speaker 3 (28:11):
Lo mismo que pasa en Haití. La pobreza, la falta
de educación, la violencia, la falta de institucionalidad. Y aquí
hay que entender algo. Su papá se fue a estudiar
medicina a Colombia siendo joven porque el país, en esa época,
estaba viviendo una crisis política no muy distinta a la
que motivó su salida unos años después. Era la mejor
(28:31):
oportunidad que tenía para una mejor vida. Y eso marcó
su visión de mundo.
Speaker 7 (28:36):
Naciendo en Haití, constantemente uno debe de estar luchando. Si no,
va a estar en la miseria.
Speaker 3 (28:45):
Pero a pesar de eso, Sandrin se dio cuenta en
esta conversación que él nunca quiso quedarse en Colombia.
Speaker 7 (28:51):
Mi plan A siempre fue Haití. Por eso tan pronto terminé,
me fui para allá. Monté mi clínica, su mamá estaba trabajando.
Speaker 3 (29:01):
Por eso su insistencia con el francés, porque siempre le
habían enseñado que era el idioma que permite llevar una
vida mejor ahí. Y él siempre se lo dijo. Sandrine
es mujer y negra. Su vida, de todas maneras, va
a ser difícil, sin importar las circunstancias.
Speaker 2 (29:16):
Entonces, en un mundo donde yo soy mujer, soy negra y, digamos,
hablara solo creol, seguramente el enfrentamiento o la navegación en
el mundo habría sido muy distinto a las opciones que
he tenido hoy en día.
Speaker 3 (29:36):
El plan de su papá de hacer vida en Haití
fue imposible. Se tuvo que ir porque quería una vida
para su familia que el país no les podía dar.
Sandrine entendió que esta es una herida que su papá
siempre tendrá y todos los días él piensa en cómo ayudar.
Speaker 2 (29:52):
Asumió el trabajo como embajador por un tiempo, justamente buscando eso.
(30:14):
Y creo que es parte de lo que pasa con
mi papá al ver tantas oportunidades que, por ejemplo, le
ha dado Colombia. O sea, si él pudiera traerse a
los 12 millones de haitianos que están en Haití y que
vean cómo funcionan las cosas en Colombia, que no es
el país ejemplo número uno para destacar, pero donde las
cosas funcionan muchísimo mejor que en Haití, él varía.
Speaker 3 (30:38):
Jean-Marie cree que un paso importante es tender puentes con
el resto del mundo para que los haitianos tengan más
oportunidades de salir del ciclo de violencia y pobreza. Y
eso se logra en parte con los idiomas.
Speaker 7 (30:50):
Haití es un país totalmente aislado en tema de idiomas. Entonces,
para reconstruir Haití, nosotros tenemos que hacer muchos esfuerzos. Fíjese,
alrededor de nosotros... Todos los países hablan español, inglés. Nosotros
solamente hablamos creol y francés. Entonces, Haití necesita fortalecer los idiomas.
(31:16):
Yo siempre dije, mis hijos deben hablar todos esos idiomas.
Y bien, a la par.
Speaker 3 (31:23):
Porque así, sus hijos podrán ayudar en la tarea. A
veces Sandrine siente que su papá pudo haber tomado otro camino,
uno en el que la exigencia no se volviera temor
y rencor, un camino más amoroso, más libre. Hablar ha
empezado a sanar las cosas. Faltan bastantes, pero entender de
(31:44):
dónde vienen las decisiones que su papá ha tomado le
ha ayudado.
Speaker 2 (31:48):
Creo que fue un encuentro muy bonito, entendiendo que desde
su posición como migrante no era tan fácil elegir entre
qué y qué, más cuando ha escuchado toda su vida
que el creol no era lo que abría puertas.
Speaker 3 (32:02):
Pero recientemente ha visto un cambio en su papá que
la pone feliz. Hace un año, Jean-Marie tuvo otro hijo
con su nueva pareja. Y cuando Sandrine ha visitado la
casa de la nueva familia de su papá, ha notado algo.
A su hermanito sí le hablan creol.
Speaker 2 (32:17):
Y ahora que existe Jojo, he notado que eres muy
en pro de hablarle creol.
Speaker 7 (32:24):
Por los mismos errores.
Speaker 2 (32:25):
O sea, sí aceptas que cometiste un error.
Speaker 7 (32:28):
Pero pues no es lo mismo, ¿no? Es
Speaker 2 (32:33):
lo mismo, es lo mismo. Hoy en día tú le
hablas a Jojo en creol.
Speaker 7 (32:37):
Por eso. Fíjese, en el caso suyo, estuviste en Haití,
pero si usted está en Colombia, pues hay que hacer
el esfuerzo para aprender el idioma.
Speaker 2 (32:49):
Pero ahorita dijiste, para no cometer el mismo error.
Speaker 7 (32:52):
No es para no cometer, son estrategias.
Speaker 2 (32:56):
Por qué no lo aceptas? No
Speaker 7 (32:58):
pero la idea nunca es dejar de hablar el idioma,
sino estrategias, en el caso suyo que vivía en Haití.
Speaker 3 (33:11):
A su papá se le escapó la palabra error. Nunca
lo había dicho. Tal vez la pelea de años de
Sandrin por volver al creol, Haití, sí cambió algo en él.
Tal vez le mostró que ese idioma no siempre es
una sentencia terrible. Tal vez entendió que Sandrin se siente
más haitiana al hablarlo. Y tal vez él quiere que
su nuevo hijo sienta lo mismo.
Speaker 1 (33:44):
Haití atraviesa una crisis humanitaria sin precedentes. En 2025, más de 4.000
personas han sido asesinadas y 1.300.000 han sido desplazadas internamente, según
la ONU. Además, esta organización estima que el 90% de
la capital, Puerto Príncipe, está bajo el control de las pandillas.
Sandrine Exil es periodista internacional colombo-haitiana. Vive entre ambos países.
(34:06):
Luis Fernando Vargas es editor senior de Rao Ambulante. Vive
en San José, Costa Rica. Esta historia fue editada por
Camila Segura y por mí, Bruno Selsa, y hizo la
verificación de datos. El diseño sonido es de Andrés Aspiri,
con música original de Remy Lozano, Ana Tuirán y Andrés.
El resto del equipo de Ramblante incluye a Paola Leán,
Adriana Bernal, Aneris Casasuz, Diego Corzo, Emilia Arbeta, Camilo Jiménez Santofimio,
(34:29):
Melissa Rabanales, Natalia Ramírez, David Trujillo y Elsa Liliana Ulloa.
Carolina Guerrero es la CEO. Ramblante es un podcast de
Ramblante Studios, se produce y se mezcla en el programa
Hindenburg Pro. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.