Episode Transcript
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(00:00):
Noticias, deportes y espectáculos en tu plataforma de podcast preferida.
(00:07):
Grupo Fórmula.
Advertencia. Las opiniones de los participantes y colaboradores no corresponden necesariamente con las del programa o la empresa.
Si este programa es escuchado por menores de edad, se recomienda que lo hagan en compañía de un adulto.
Porque nosotros hemos estado ahí. Porque sabemos que no siempre la solución es fácil.
(00:34):
El que no es conmigo en contra de mí es el que conmigo no recoge de ramos.
Porque conocemos de raíz a los especialistas.
El demonio es una figura que ha aparecido en todas las culturas. Y no es una figura cristiana.
Documentaremos todas esas experiencias que no tienen lógica alguna.
Con Georgina Avilés e Ignacio Muñoz.
(01:03):
Llegó la hora de poner las evidencias sobre la mesa.
Fantasmas. Voces.
Apariciones.
Psicofonías.
Mitos y leyendas que rodean al mundo sobrenatural quedarán al descubierto aquí en...
(01:27):
La Mano Peluda.
Desde la Ciudad de México, para todo el mundo, esta emisión de lo un sólito y de lo que no tiene explicación lógica,
pero que a ti y a nosotros nos apasiona.
(01:50):
Soy Gina Avilés y que gusto que estés esta noche con nosotros.
Hola, ¿qué tal? ¿Cómo están? Buenas noches. Gracias por acompañarnos en este programa donde vamos a platicar de lo increíble y también de lo sobrenatural.
Porque de lo que es natural en todos lados, se habla mucho. Yo soy Nacho Muñoz, agradecido con Dios y con ustedes porque juntos tendremos una noche apasionante.
(02:21):
Queremos tu participación a través de las redes sociales y de la multilínea 55-5279-2291
en la página RadioFórmula.com.mx y en Spotify encuéntranos como La Mano Peluda Grupo Fórmula.
Te invitamos a que tú participes haciendo uso de todas las vías de comunicación disponibles para ti.
(02:47):
Así que también te voy a compartir nuestro contacto de WhatsApp.
55-2193-59-26. Ahí nos puedes mandar un mensaje de voz o un mensaje de texto, compartir fotografías, videos, memes, lo que tú quieras.
(03:08):
Saludamos a las estaciones en la República Mexicana que se unen con nosotros.
Bienvenidos a Rica Puebla, Tabasco, Tijuana, Torreón, Querétaro y en Estados Unidos, Georgia y Las Vegas. Bienvenidos a esta noche espeluznante.
(03:38):
El antiguo arco en Sinaloa esconde un secreto que hiela la sangre de quienes se atreven a acercarse después de anochecer.
La leyenda cuenta que una mujer vestida de negro aparece y desaparece misteriosamente, dejando tras de sí un aurea de inquietud y frío intenso.
(04:00):
Aquellos valientes que cruzan por debajo del arco aseguran sentir una opresión en el pecho y la inquebrantable sensación de que algo oscuro lo sigue en la penumbra.
Hoy, el enigma del arco antiguo de Sinaloa, trágica historia.
Esa historia para esta noche promete estar espeluznante.
(04:25):
Y lo principal aquí es escucharte a ti con todas, todas absolutamente tus vivencias.
Hola, buenas noches. Hablo de Morelia.
Hola.
Y quería contar mi relato. Esto me lo contó una amiga que le sucedió a ella y a su hijo.
(04:49):
Ya aquí, por aquí cerca de Morelia, en lo que es como para llegar a Chiquimitío. Ya ven que había un cantante muy famoso que se llamaba de un grupo capaz de la sierra.
(05:15):
Entonces, donde encontraron su cuerpo, pues ahí hay una cruz, ahí, pues ahí donde les dejan su cruz, ahí lo encontraron sobre la carretera.
Entonces, dice mi amiga que un día iban para Chiquimitío y que en ese tramo de la carretera, pues se les apagó la camioneta, el carro en el que iban.
(05:49):
Iba ella, su esposa y su niño y su mamá. Entonces, al momento de que se les apaga la camioneta, pues se ahorilla y cerca de ahí de donde se orillaron, a unos cuantos pasos, estaba la cruz de este famoso cantante.
Entonces, pues en lo que no estaban ahí viendo, arreglando y viendo que tenía la camioneta para echarla a andar, el niño más chiquito, de haber tenido como unos 6, 7 años el niño,
(06:27):
pues se le ocurrió al niño a rimarse a la cruz y hace cuenta que estaba jugando con las flores, con todo lo de ahí y el niño, pues, imperativo, le pateó sus flores y todo.
Y la, mi amiga, la mamá del niño, le dijo que dejar ahí, que no estaba bien, que así, pero como el niño era muy imperativo, pues no le hacía caso.
(07:01):
Y hace cuenta que la abuelita, pues, ya le llamó la atención y le dijo, deja esas flores. Y le dijo, porque se va a enojar el señor de la cruz.
Y pues el niño no tomó aprecio, no le importó, entonces, pues ya echaron a andar la camioneta, se subieron todos y no se dieron cuenta que el niño, pues, traía unas flores de la cruz de ahí, donde estaba.
(07:35):
Entonces, ya va a llegar la noche, llegaron a su casa, todo bien, y empezaron a espantarlos, empezaron a espantarlos, empezaron a ver una sombra negra que andaba ahí en su casa,
empezaron a jalarle los pies al niño, a jalarle las comijas, el niño ya ni dormía. Entonces, lo que dijo su mamá, la abuelita, pues, del niño, le dijo, no, pues, es que ya no es normal, ¿qué está pasando?
(08:17):
Nos están espantando a cada rato. Entonces, el niño, una noche que el niño se despertó, y se despertó gritando que porque decía el niño que el señor, el señor estaba ahí a los pies de su cama,
y que el señor le decía que le regresara lo que se había llevado, que él quería sus flores. Entonces, la mamá, el papá y la abuelita se quedaron así como que, y le preguntaron, ¿te trajiste flores de aquella vez que fuimos?
(08:53):
Y pues ya el niño les contó y les dijo, no, pues sí, es que me las traje y he estado jugando y total que les tocó ir como a la semana, les tocó ir nuevamente a donde estaba la cruz,
y les tocó dejar flores, les tocó dejar una vela, y ya, y la abuelita del niño le dijo, ¿sabes qué? Vamos a ir a llevarle una vela y a llevarle sus flores que tú le quitaste,
(09:29):
y le vas a pedir perdón, y te vas a disculpar porque agarraste lo que no era tuyo. Y sí, dicho y hecho fueron, le dejaron las flores, le dejaron su veladora, le rezaron un padre nuestro, el niño le pidió perdón, le pidió disculpas,
y ya, hasta ahí terminó, nunca más los volvieron a espantar, y hasta ahí, y de hecho hasta el niño se le quitó de andar agarrando y andar de imperativo,
(10:05):
y pues me han pasado más cosas, pero ya, ese se los contaré en algún otro relato, espero que pasen mi relato, y muchas gracias, y buenas noches desde acá, de Morelia Mitracán,
(10:26):
y un buen bajamurro, Carolina, hasta luego, buenas noches, al final, como que le falló un poquito el micrófono, pero afortunadamente pudimos escuchar toda la historia completita,
y le agradecemos bastante a nuestra amiga, saludos a la Klau Fernández, bienvenida amiga, muy amable, gracias por estar aquí, y saludo a Ángel López, dice, bonita noche familia Peludo Mañaca,
(10:56):
y luego también bonita noche para todos, desde Real Granada Teckamagui, saludos a mi esposa Tere, como no, para Tere y para Ángel, bienvenidos amigos, gracias por estar en familia acompañándose de este programa en esta noche tan especial.
Queremos tu participación, y estamos recibiendo tus comentarios y tus relatos también, sea a través de un mensaje de audio, de un texto diciéndonos, quiero contar relato, y nosotros te marcamos, o a través de un texto.
(11:25):
Claro que sí, saludos también a Juan López que está por aquí, así como varios de nuestros amigos, Ernesto Carrasco, aquí estamos, claro que sí, aquí estamos presentes, y nos vamos a la primera pausa de la noche.
El miedo foro está listo, 55, 21, 93, 59, 26.
(12:08):
Continuamos, aquí tenemos a Miriam de San Juan Teotihuacan en el Estado de México, tengo muchos relatos vividos por mí misma, me gustaría mandarles un audio Miriam, claro estamos esperando ese mensaje tuyo a través del miedo foro, contándonos tu experiencia.
(12:36):
Buenas noches Gina y Nacho, quería contarles un relato de, mi nombre es Fernando Galaviz, y quería contarles unos sueños que tuve hace unos años, en el primero pues, yo soñé que yo estaba en medio de muchas personas,
(13:01):
había mucha gente a mi alrededor y todos estaban vestidos de blanco, y recuerdo que le pregunté a una persona, ¿qué pasa? ¿qué está pasando?
Y la persona me dijo, mira hacia allá, y me dijo, Cristo viene, entonces yo miré hacia donde me señaló, y vi que era un cerro, y vi a Jesucristo bajando del cielo,
(13:31):
vestido de blanco, cabello rubio, piel blanca, y bajó del cerro, tocó el cerro y empezó a bajar a la velocidad de la luz, dejando una estrela de luz en su camino hasta que llegó hasta abajo y yo desperté.
En el segundo sueño, soñé a Jesucristo, yo soñé que había guerra, que de repente México estaba siendo atacado y yo estaba ahí en el Zócalo,
(14:03):
yo soñé que corría hacia la catedral del Zócalo y entonces me metía con varias personas a un lugar donde era un túnel, abajo de la catedral, entonces había un Jesucristo,
ahí crucificado de tamaño normal, lo vi moreno, de cuerpo real, lo vi moreno, lo vi cabello negro, lo vi así en la cruz, crucificado,
(14:45):
entonces de repente empezó a mover su cabeza y me dijo que tenía que amar, me dio el mensaje de dos personas, amar a dos personas,
pero yo no recuerdo esos nombres de esas personas, yo desde que desperté no logré recordar el nombre de las personas que me dijo, entonces había muchas personas viendo todo eso y se sorprendieron cuando me empezó a hablar,
(15:19):
entonces yo también tuve otro sueño donde de repente había una persona contando una historia y este, platicando que estuvo estigmatizado y entonces este,
(15:41):
yo vi las cámaras, yo vi cómo lo estaban entrevistando, estaba sentado y de repente yo me vi en su lugar, yo tomé su lugar y me vi yo sentado ahí,
entonces todo se puso blanco como las películas donde no existe la nada, que no nada existe, que todo es blanco,
(16:05):
así se puso y de repente apareció Jesucristo enfrente de mi mostrándome su mano, lo vi vestido de blanco, no le vi el rostro,
pero lo vi vestido de blanco y este, y desperté, desperté, me enseñó sus manos cómo estaba ahí clavado, clavo, bueno, cómo estaba la cicatriz, entonces este, yo desperté,
(16:33):
entonces este, otro sueño que tuve yo, yo soñé que este, estaba subiendo hacia el cielo, soñé que estaba subiendo hacia el cielo y este,
(16:55):
y en mi camino había muchas nubes, muchas nubes y una de esas nubes tenía el formado de los rostros de Jesucristo y se rompió la nube y entonces atrás estaba Jesucristo con los brazos expandidos,
no me acuerdo cómo lo vi pero solamente lo vi y me acerqué, buenas tardes y este, y me abrazó y fue todo y desperté.
(17:23):
Ok amigo vaya que si fue un sueño que te movió todo verdad completamente, sobre todo por el simbolismo de lo que pudiera representar que se te aparezca Jesucristo y que hable contigo y te de esos comentarios que nos acabas de platicar,
mi querido amigo, ¿será que estás ahorita pasando algún momento crucial en tu vida o algo así? ¿Estás viviendo un momento difícil, difícil perdón o vas saliendo de él?
(17:56):
¿O estás dudando acaso de tu fe? ¿O qué crees que pueda suceder amigo? Pláticanos, te queremos escuchar.
Hola he estado escuchando diferentes relatos, yo cuando vivía en Texas, nos dicen a través del Miedo Phone, se hablaba de una mujer de blanco, en dos ocasiones seguidas la vi y después de un año volví a tener contacto con ella,
(18:22):
también se ha hablado de dimensiones, yo les llamo líneas y hay muchas, en ocasiones seres de otros mundos las cruzan por segundos y pensamos que son fantasmas, entes también han aparecido en mis experiencias,
me han sucedido cosas increíbles, pero hace un año tuve una transportación, hice un ser de otra dimensión, me observo y luego una elemental apareció en el fuego, se dio en el cerro de la cruz bajando de noche, son muchas historias y cuando deseen puedo contar alguna de ellas,
(18:57):
nos encantaría porque tienes por este mensaje, entendemos mucho que contar, Carlos, dinos si te podemos marcar en este momento y así lo haremos.
Claro y eso estamos esperando mi amigo, cuando gusten pues hoy mismo es buen día, ya llegó el momento de que nos platiques mi estimado Carlos, saludamos a Eric como antes, le damos la bienvenida, soy de Mexicali y quisiera platicarles una historia que me pasó,
(19:23):
mi querido amigo es bien sencilla la mecánica, mira solamente tienes que mandarnos un mensaje de voz o de texto al Miedofon 55 21 93 59 26 y nosotros te regresamos la llamada, así de fácil y rapidísimo te contestamos, o bien si tu gustas mandar un mensaje de voz también lo puedes hacer como estos que estamos escuchando, a ver.
(19:50):
Hola buenas noches, hola buenas noches, hablamos de la mano peluda, con quien tengo el gusto,
que hace, así que rápido, Eric Pante, así es, desde donde nos escuchas Eric, desde Mexicali, baja California, eso nos gusta muchísimo obtener la oportunidad de platicar contigo y que nos quieres contar Eric, si fíjense que bueno ya puedo empezar a relatarles mi historia, si adelante,
(20:24):
ok mira, lo que pasa es que en el año 2016, específicamente el 1 de enero de 2016, aquí en Mexicali acostumbramos los que nos gusta el off road y todo ese asunto, básicamente a 4x4 motos y todo eso y a las dunas, ese día estábamos, un amigo y yo fuimos, Sergio Arizaga y le damos los saludos,
(20:50):
ese día fuimos un amigo y yo, ahí a las dunas, andábamos pues jugando y subiendo las dunas en su camionete, una Cherokee y después se nos unió su hermana y su prima, se nos hizo noche, nos quedamos ahí hasta casi las 12 de la noche, ya no había nadie, si acaso había otro grupo de personas,
(21:12):
pero se miraba muy a lo lejos, hay una fogatita que tenían que te gusta más de 300, 400 metros por ahí, entonces yo estaba, está la fogata, las camionetas a los lados y se puede decir en los cuatro puntos carlinales y por carlinales estábamos sentados así,
justamente una de las muchachas que estaban enfrente me apunta hacia mí y se acerca la otra muchacha y se asustaba, se levantan y se van a la camioneta a ellas, cuando yo volteo, no se ve ni qué y pues, era nada más como un bulto negro,
(21:53):
este bulto negro era, no se le miraba el rostro, era como una capucha toda negra, como un hábito de fraile, pero todo negro, entonces se alejó de mí, se alejó hacia un lado y se alusa la otra camioneta,
(22:16):
y pues ustedes saben cuando en el desierto caminas, pues se escucha el crack, crack, crack de la arena, las ramitas y todo eso, pero no se escuchó nada,
en ese momento mi amigo voltea y mira a eso o esa persona o lo que se haya sido y le dice, estas bien, ocupas ayuda, pensando que era una persona, a lo mejor la perdida o algo,
(22:48):
y pues aquí los climas son muy extremos, tanto mucho calor como mucho frío, entonces no respondió nada ni nada, me levanto, le va a mis amigos, qué onda, voy subiendo las sillas y todo, no, sí, rápido, y en breve me dijo, vámonos.
Eric, aquí te voy a interrumpir por la pausa, regresamos contigo rápido, no te vayas por favor, el Miedofon, 55-2193-59-26.
(23:18):
Es hora de poner al descubierto lo que nos hace temblar, correr, gritar y sudar, la mano tenuda.
Tenemos tu atención, es por eso que este espacio es perfecto para que tu producto o servicio sea conocido por millones de personas que se encuentran en este momento en su casa, su oficina o en su automóvil.
(23:46):
Aprovecha y anúnciate con nosotros, somos rss.com y tenemos un paquete justo para ti, escribe un correo a ventas arroba rss.com, ventas arroba rss.com y sabrás que se siente estar en boca de todos.
Dormir al lado de la persona que amas es lo mejor que hay, a menos que se despierte y se dé cuenta. Sabiduría en las redes.
(24:17):
Porque sabemos que no siempre la solución es fácil, la mano tenuda.
Edik, regresamos rápidamente para seguir con tu relato.
Gracias, bueno como les iba diciendo, pues me dediqué a agarrar la silla, a subirla a la camioneta, el amigo apagó la fogata, todo.
(24:41):
Y la camioneta el prendió, arriba de la Cherokee tiene unas barras de azúcar, iluminan bastante, ellas que son para desierto.
Y pues justamente cuando estaba subiendo la última silla en la parte de atrás del piloto, el asiento en la puerta de atrás era del lado del piloto.
(25:04):
Justamente miré que estaba esta cosa así parada, estaba la camioneta como unos dos metros a un lado.
Y mi amigo estaba recargado en la parte del guardafango, del lado del piloto que estaba recargado ahí, y entonces él miraba todo el desierto, la luna.
Mira eso él, lo miro yo y pues se me pone la piel chinita de esa vez.
(25:31):
En ese momento, es él, él voltea y le dice, ¿ocupa ayuda? ¿Ocupas algo? No sé.
Yo la vi clarita, clarita tenía, en ese momento ya la miré.
Entonces traía una capucha toda negra, todo hacia los pies así, pero no tenía pies.
Nada más miré que levantó una mano y se le miró en la mano, se le miraba como blanco, muy como pálido.
(26:00):
Y en el rostro no se le distingue bien el rostro, se le distingue a pelo, como embarañado así por fuera entre la capucha que salía.
Solo apuntó y escuché así una vocecita rara, no sé, como apagada, no sé.
(26:22):
Que le dijo a mi amigo cuando le preguntó, ¿qué se ocupaba ayuda? Que le dijo eso, que no.
Que todo estaba bien, que solamente, solo pórtense bien, así dijo.
Me apuntó a mí, luego le apuntó a él y luego apuntó a las dos muchachas que ya estaban en la camioneta, ya con prendida para irse.
(26:47):
En ese momento nos fuimos la media vuelta, nos subimos a la camioneta, cuando volteamos iba así, esa cosa hacia la...
En ningún momento la dejé de ver, simplemente me fui subiendo la camioneta del golfcopiloto.
Iba moviéndose hacia donde estaban las luces de la Cherokee, nos estaba apuntando hacia el desierto y dije, pues ahí la voy a ver clarita.
(27:09):
Justamente antes de llegar a las luces desapareció.
Cuando prendió la camioneta de amigo nos fuimos, y no en la media vuelta, y las luces iluminan todo el panorama de la luna y todo eso.
Justamente cuando llegué a la media vuelta, arriba de la luna, ahí estaba parada.
¡Guau! ¡Uy! Y todos se quedaron sorprendidos.
Lo curioso es que, bueno, una de mis amigas estaba asustada, estaba histérica, toda sacada de oña porque los cuatro miramos eso.
(27:37):
Incluso esta muchachita que estaba muy, muy, muy mal, nos paramos en una gasolinera y agarramos carretera a la ciudad.
Entonces, estábamos nosotros en la carretera y agarramos una gasolinera porque ella se puso muy mal.
Ella estaba en un ataque histerio o pánico, no sé.
Entonces, me preguntó a mí que si yo no le había mirado, que si no sentía nada.
(28:01):
Dije, no, o sea, pero es que estaba atrás de ti, Eric. Tenía buen rato parada atrás de ti y no se muría.
Solamente estaba ahí parada, mirándote.
No, no, yo ni en cuenta, no sabía que rollo nada hasta que ella dijo, volteamos y la miramos todos.
(28:25):
Vaya, oye, esto hace cuánto tiempo sucedió?
1 de enero del 2016.
Oye, ahorita que lo platicas, lo veías tal cual, cada momento en tu mente, por eso lo relataste con tal emoción.
Sí, porque me tocó oírlo, se puede decir.
(28:46):
¿Soy situaciones que no se olvidan?
Definitivamente, no.
Oye, y al pasar del tiempo y recordar este tipo de evento, ¿lo has platicado con tus amigos?
Sí, sí, de hecho he platicado con amistades que no se conocen, que sí con mis amigos, con tus amigos.
(29:07):
Incluso estos amigos lo han platicado a una amiga, le platicó a sus hijos, no le creían.
Una vez que los vi yo en una fiesta fuimos y le dije, oye, ¿te acuerdas de las aladas?
Sí, y los niños estos, bueno, muchitos ya tienen 18 años, dijeron, ay, sí, cierto, mamá.
Sí, te estoy diciendo que tu tío Sergio, tú, a este Daisy, ella Adriana y yo, Eric Esteloro, miramos eso.
(29:38):
Y exactamente lo mismo, no tomamos, no nos drogamos, nada de esos.
Nada, o sea, estábamos totalmente sobrios, nos dimos cuenta de todo claramente.
Sí, fue algo impresionante y han pasado algunos años y tal cual aquí lo estás platicando.
Y te agradecemos muchísimo, Eric, que lo hayas hecho.
(30:01):
Sí, muchas gracias.
Te mandamos un saludo.
La primera vez que hablo y los escucho desde cuando, pero la primera vez que hablo aquí.
Pero esperemos que no sea la última, te esperamos en otras ocasiones.
Claro que sí, muchas gracias.
Que estés muy bien.
(30:22):
Hasta luego.
Hasta luego, muy amable mi querido amigo, muchas gracias.
Mira qué mejor forma de llegar a este canal, de introducirte aquí con toda la comunidad que platicando un relato.
¿Habrá mejor manera?
Yo creo que no.
Y pues así les invitamos a todos que sigan el consejo de nuestro amigo Eric, que sigan más bien el ejemplo, ¿verdad?
(30:47):
De narrarnos y platicarnos esas historias que ahí han tenido guardadas a lo largo de su vida.
Saludo también por aquí a nuestro amigo Jorge Martín Mendoza.
Saludos, brother, gracias por estar aquí.
TYW, bienvenido, muy amable.
Y Gabriela Fernández Yañez también nos acompaña.
(31:09):
A ver, vamos a ver.
Y tenemos por aquí más material.
Hola, muy buenas noches a todos los amigos de La Mano Peluda.
Hola.
Allí no hay ancho. Algo que les quería comentar que me pasó hoy antes que se me pase.
Este...
Yo normalmente me pongo pulseritas de las de patita de conejo.
(31:33):
A veces vienen también con otros diseños como el ojo turco, la imagen de San Benito, la virgencita y así, ¿no?
Hay este, diferentes colores y así.
Ok, pero ahora fui al trabajo y me di cuenta que se me habían olvidado ponermelas.
Ok, todo tranquilo, no tuve problemas en el trabajo ni nada, pero me empezó a llorar un ojo, un ojito que, o sea, yo uso contactos, pero nunca he tenido problemas.
(32:06):
Y después me acordé de las pulseras y me quedé pensando, ¿será por eso?
Yo sé que a veces, yo sé que no soy monedita de oro y no le caigo bien a todo el mundo, ¿verdad?
En mi trabajo y yo sé que si hay como unas...
(32:27):
Ah, la verdad, la verdad, sí, sí, sí, hay algunos muchachos que a veces sí me ven un poquito feo, pero de eso a que ya un ojito me esté llorando yo me quedé, o sea, no manches, o sea...
Solamente se los quería comentar y saber si alguna otra persona ha tenido una experiencia similar o nada más este, me pasó a mí hoy, habrá sido otra cosa, me sugestione, pero sí fue algo como extraño.
(33:00):
Que tengan muy buenas noches, les mando saludos y bendiciones.
Bendiciones también a ti. Hablando del tema, al día de hoy, en un rincón de las calles más antiguas de Sinaloa, rodeado de edificaciones coloniales que parecen como si murmuran secretos al pasar,
se erige un arco que ha sido testigo del paso del tiempo y también de las historias que se han tejido a su alrededor.
(33:26):
A simple vista, el arco puede parecer una simple estructura común, pero cuando cae la noche, cobra vida la leyenda que ha semblado terror en los corazones de los lugareños,
es decir, la aparición de una mujer vestida de negro que emerge y se desvanece como una sombra entre las penumbras.
(33:50):
Se cuenta que esta misteriosa mujer hace su aparición en las horas más oscuras de la noche, justo cuando el silencio se vuelve sepulcral
y la brisa nocturna caricia las piedras ya desgastadas del arco, vestida con un largo y antiguo atuendo negro, parece flotar en lugar de caminar,
(34:12):
dejando un paso tras otro, pero además deja una estela de frío, de un frío que dicen los que lo han vivido, es un frío glacial que cala hasta los huesos.
Los pocos que se han atrevido a cruzarse en su camino narran que al mirarla es imposible distinguir sus facciones debido al velo que cubre su rostro,
(34:37):
sin embargo, sus ojos, que son los únicos visibles bajo el velo, parecen brillar con una luz antinatural, como si contuvieran, quizá, un fuego interior que refleja siglos de sufrimiento y desesperación.
Y las personas que la han visto afirman que llega a susurrar el nombre de la persona que la ve, así un susurro en voz tenue,
(35:02):
nadie ha sido capaz de recordar que escucharon o cómo fue que esta mujer tuvo ese contacto con ellos, pero esta aparición congela a quien la escucha.
¿Qué tal, eh? Interesante historia.
Hola, buenas noches. Pues mi relato es el siguiente.
(35:23):
Esto le pasó a mi niña que tiene 11 años. Será cuestión como de un año que empezó, no podía dormir bien,
empezó a tener pues tipo pesadillas, yo pensaba que eran eso, pero después pues ya nos contaba ciertas cosas que pues no encajaban.
(35:49):
Nos decía que veía a un señor, a una persona, sin ojos, muy alto, que llegaba al techo y se agachaba.
En la noche se ponía en su cama y la tocaba. Al principio la tocaba como con extrañeza, o sea, le tocaba su cara y después le tocaba los pies.
(36:14):
Ya después fue avanzando un poco más y ya después la pellizcaba y la arañaba.
Entonces amanecía con moretones y arañazos en el cuerpo.
Pues ya ahí ya fue cuando nos empezamos a preocupar.
Conocemos a alguien de la iglesia y le comentamos, le dijimos que qué podría hacer.
(36:37):
Y nos dijo que pues iba a venir a ver su habitación para ver pues qué podría hacer lo que estaba ocasionando esto, porque pues ella es muy chiquita.
Ella, sí es pequeña.
Entonces este vino y nos dijo que había una hada y una cabeza de bratz que, bueno, se la habíamos comprado la cabeza de bratz para que la pintara y la peinara.
(37:08):
Y la hada no la habían dado en una fiesta de recuerdo y nunca nos imaginamos que ahí se escondía esta pues no sé qué era una aparición, un fantasma, no sé cómo llamarle, un algo del bajo astral.
Porque dice mi hija que era sin ojos y no tenía boca, o sea que los ojos eran negros, se veía, se distinguía lo negro del cuerpo de lo negro de los ojos y no lo sabría.
(37:44):
Las manos eran muy largas y para alcanzarla tenía que doblarse porque era muy alto.
Ya empezó a escalar porque la tocaba muy feo, o sea la tocaba muy feo.
Después de que hicimos algunos rezos y pusimos algunas cosas que nos dijo el muchacho de la iglesia, pues empezó a disminuir los tocamientos que tenía hacia mi niña.
(38:10):
Y después nos dijo que en su recámara, vivimos muy cerca del panteón, se abría un tipo puerta en las noches y que veía cómo pasaba gente por ahí vestida de blanco.
Había niños y personas que pasaban a veces de negro y a veces de blanco. Los niños dice que a veces la volteaban, la veían y como que la llamaban con la mano para que fuera a jugar.
(38:40):
Y las dice que una vez iba caminando una mujer, la volteó a ver porque ella se tapaba la cabeza con una cobija.
La volteó a ver y luego siguió su camino porque se abría un tipo camino.
Entonces, pues después de eso dice que ella vio al señor este que pasó en ese tipo de pasillo que se abría.
(39:05):
Se le quedó viendo, la observó, desapareció, o sea se fue caminando por ese pasillo, desapareció y ya no volvió a aparecer.
Mira nada más que espeluznante, ¿no?
Ahora imagínate tú que le regalas a tu hija una muñequita, recuerdo estas más o menos, creo que eran para que las niñas empezaran a practicar esta onda del maquillaje y de ponerle pestañitas y adornitos en la cara, brillitos y cosas así.
(39:35):
Pero que resulta que, pues digamos que las cosas no marchan de manera normal, sino que al contrario, como si desde que ya llevaron ese juguete, esa cabeza como ella le llama, pues comenzaron a suceder cosas raras.
(39:56):
Sí, no cabe duda que si hay objetos que se consideran malditos o que están encantados, ¿no? Ese es el punto.
Sí, que no encontramos explicación, pero que se viven algunos momentos que son realmente de terror.
Gracias a todos los amigos que están aquí con nosotros, Anselmo Insunza, Danny Tox, que están cada noche aquí presentes, Víctor, Changanaki Pérez, Reve Bontualdos, Kimao S.
(40:25):
Y también los vamos a ir nombrando poco a poco, pero sobre todo queremos tus relatos.
Hola Nachito, buenas noches. Buenas noches, soy Daniel de Acá de Reino Satamolipas.
Saludos a vos.
Te quería comentar de una pequeña historia de un sobrino mío que vive en Ciudad Valle Salis Potosí.
(40:46):
Él trabaja en el transporte de Transpaís. Él me comentó en una ocasión que cuando estaba jugando cartas de bastos,
allá en Ciudad Valle dice que estaban en su casa y que ya era muy noche.
(41:07):
Y en el transcurso de la noche se les pasó la hora y eran las 3 de la madrugada.
En eso dice que escucharon ladrar a los perros y que escucharon un chiflido. No sé si ya lo has escuchado.
Pues...
Ese chiflido dice que lo escucharon en el monte donde están unas parcelas, pero lo escucharon en tres ocasiones el chiflido.
(41:36):
Yo ya había escuchado una leyenda de ese chiflido y ese chiflido es de otro país, creo.
Es una leyenda. Creo que es el hombre del costal, no sé.
Pero sí dice mi sobrino que les entró escalofrío y los perros no pararon de ladrar y checaron la hora.
(42:03):
Estaban las 3 de la madrugada y ya terminaron de jugar y ya mejor se fueron a acostar.
Pero sí dice que los chillidos seguían de los perros ladra y ladra toda la noche.
Y el chiflido dice que poco a poco se fue alejando.
Ese es mi relato, Nachito. Muchas gracias y bendiciones.
Qué interesante. Sí, fíjate que recuerdo que alguien aquí mismo nos platicó esa historia.
(42:27):
No sé si fue nuestra amiga Claud de Chile o nuestro amigo que nos llama del Salvador.
Pero es verdad, algo nos platicaron sobre ese chiflido.
Si tú sabes algo y nos quieres recordar, por favor, en qué consiste esa leyenda o esa historia del chiflido,
te voy a pedir que te pongas en contacto con nosotros.
(42:49):
A ver, tenemos a alguien en la línea. Hola, buenas noches.
Buenas noches, Nacho.
¿Con quién tengo el gusto? Con Carlos Vaz.
Carlos Vaz, bienvenido, hermano. ¿Desde dónde nos escuchas?
De aquí, de la ciudad de México, de la alcaldía Tlalpan.
Excelente. ¿Y qué nos quieres platicar?
Bueno, tengo varias historias, les había mandado un texto, pero les voy a contar unas si quieren.
(43:17):
Pues yo en Texas había también un tema como de la llorona, pero le decía la mujer de blanco.
Y en cierta forma, yo también le puse la mujer de blanco porque la vi.
Y bueno, la historia empieza, pues yo soy fotógrafo, pero también hago restauraciones de muebles.
(43:40):
Y ese día, pues yo no tenía nada que hacer, creo que era un jueves.
Y bueno, cuando yo buscaba clientes, les mandaban por correo electrónico mi información.
Entonces recibí una llamada de un señor, de una encargada de una iglesia.
Entonces me dijo que si, quería hacerle un pasapuesto para unas puertas.
(44:05):
Entonces bueno, ya nos quedamos de acuerdo, estaba cerca de mi casa.
Entonces yo ya fui, ya me comentó qué puertas eran, las pudimos saber y todo.
Entonces, pues ya ese mismo día yo les pude mandar el pasapuesto, la aceptó.
Entonces yo empezé a trabajar el viernes.
Sí.
Entonces la iglesia era enorme, es una iglesia presteberiana.
(44:32):
Dos edificios enormes con un patio también, un jardín grandísimo de esa arquitectura como arquitecto, digo, gótica.
Ajá.
Y en uno de los edificios está lo que es la iglesia.
Y se conecta con un pasillo con arcos para donde está el otro edificio de oficina, la escuela y la parroquia antigua.
(45:00):
Sí, iba a arreglar las puertas de enfrente y las de al lado y de atrás.
Ok, oye Carlos, amigo, dame un segundito, necesito una pausa y regresamos contigo, ¿sí?
Sí, sí, claro.
Ok.
El miedofono está listo y nos despedimos de las estaciones en la República Mexicana,
que solamente nos transmiten una hora, los esperamos mañana.
(45:21):
Y en el resto de la República y el mundo entero continuamos después de la pausa.
55, 21, 93, 59, 26.
Lo oculto se pone al descubierto aquí, en La Mano Peduda.
(45:45):
Yo soy Joaquín López Nóriga y los invito a escuchar las mejores entrevistas donde y cuando quieran.
Noticias, deportes y espectáculos en tu plataforma de podcast preferida.
Grupo Fórmula, abriendo la conversación.
Odear a alguien es tan estúpido como tomar veneno y esperar a que el otro muera.
(46:11):
Sabiduría en las redes.
Porque tenemos mucho que decir La Mano Peduda.
Continuamos y estamos platicando con Carlos.
Vamos a regresar con él.
Así es.
Tenemos en la línea nuestro amigo Carlos.
Ahí estás.
Sí, aquí estoy.
Perfecto, amigo.
Y luego, ¿qué pasó en esa iglesia que, pues, dices con un estilo muy gótico?
(46:37):
Con unos pasillos y un jardín, o sea, es grande, no?
La iglesia es enorme, enorme.
Yo no la conocía y está cerca de la Universidad de Texas.
Sí.
Entonces, todo es enorme.
Y, bueno, yo desde que empecé a trabajar desde viernes a sábado, siempre he tenido
(47:00):
la sensibilidad para las energías y para todo.
Y entonces yo ya había sentido cosas que pasaban por ahí, que se veían.
Sí.
Pero de ahí no pasaba nada por lo normal, ¿no?
Y ya hasta el lunes, que sí, yo trabajé viernes y sábado, y el lunes yo llegaba
(47:23):
a las cinco de la mañana a trabajar.
Los de la oficina abrían a las ocho, llegaban a esa hora.
Entonces yo llegué y ya me tocaba una de las puertas que quedaba al costado de una
calle, ¿no?
En el estacionamiento.
Sí.
Entonces ya cuando dejé mi carro, empecé a bajar mis cosas y tenía una estallera
(47:45):
pequeña donde me subí para empezar a pintar una de las puertas.
Yo creo que era como cinco y media de la mañana y algo así.
Y de repente siento algo, ¿no?
De decir como que una mirada, entonces me bajé de las caderas y volteo y contra esquina.
En el mero pasillo estaba una chica.
(48:08):
Sí.
Y todo totalmente vestida de blanco, con una estatura regular, cabello negro, lacio,
como hasta los hombros.
Se veía joven, se veía como, bueno, mucho entre 30, 35 años, ¿no?
Y a mí me ensañó, digo, a las cinco nadie pasaba por ahí, nadie.
(48:29):
Y dije, ¿qué hace esa chica ahí?
Y de eso alza su mano derecha y me saluda.
Y yo decía lo mismo, en ese momento la saludé también.
Sí.
Y yo solamente la veía de la cintura para arriba porque frente vi unos arbustos y ya
hay árboles y todo eso.
Y en eso ella agarra y se dirige hacia la oficina.
(48:54):
Y dije, pues qué extraño porque el que abre la oficina llega al cuarto para las ocho
y después le acertará hasta las ocho.
Y dije, qué raro, ¿no?
Entonces, pues en ese momento me quedé así, pero dije, voy o no voy a ver.
Porque yo no fui, no vi nada allá, ¿no?
Sí.
Y bueno, yo seguí trabajando y todo y como a las once y media, doce del día,
(49:20):
estaba practicando con el encargado y le comenté sobre eso.
Le dije, oye, la mañana pasa una chica de esa hora.
Y yo dije, no, pues qué raro, pero no creo.
Pero él también esquivó mucho la respuesta, ¿no?
Ajá.
Y bueno, ya también después, ya más tarde, como hablaba ya con la Cifra de Tarras,
(49:42):
les comenté y también, pues todas esquivaron el tema, ¿no?
Totalmente.
Y bueno, ya yo seguí trabajando, el otro día, el martes llegué a trabajar
y ya como eran tiempos de verano que hace mucho calor en Texas,
como a las una o a las dos de la tarde yo paré de trabajar y ya hablé con el encargado.
(50:06):
Y yo le dije, ¿sabes qué?
Pues ya para, no más darle el final a las puertas, poner el sellador,
voy a regresar en la noche, le dije, no hay ningún problema.
No, dice, no hay alarma en las puertas, pues vení a la hora que tú quieras, ¿no?
Entonces yo dije como eso de las nueve, de ve y media, más o menos.
(50:27):
Y entonces vuelvo a trabajar mis cosas, empiezo a poner el sellador y todo muy bien.
Yo creo que ya era como diez y veinte, cuando ya empiezo a guardar mis cosas
y siento otra vez la mirada, ¿no?
Y volteo y vuelvo a ver a la chica, a la misma chica en el mismo lugar.
Sí.
(50:48):
Y en ese momento yo ya sabía que, de lo que se trataba, ¿no?
Y también me vuelve a hacer la mano, me vuelve a saludar igual como un día antes, ¿no?
Sí.
Y se mete, es que camina hacia la puerta de las piscinas y desaparece.
Entonces yo me apuré, guardé mis cosas, las puse en el carro y dije, voy a ver.
(51:14):
Empecé a caminar en el jardín y bueno, yo siempre he tenido alguien que me cuida.
Y entonces pues susurro y me dice, no vayas, detén, se regresa.
Yo me detengo a mitad de camino y pues bueno, dije, me voy a regresar, ¿no?
A lo mejor es algo malo, ¿no?
(51:35):
Sí.
Y entonces bueno, ya quedó y todo y este, pues esa iglesia me contrató por mucho tiempo
para reglar muchas puertas, tiran invencidas de puertas, ¿no?
Ajá.
Pasó como un año y yo creo como un año y seis meses, algo así.
(51:56):
Y estaba ya reglando unas puertas de los tres piscinas, también por la parte de atrás.
Y estaba yo trabajando como en la mañana y volví a sentir la presencia de ella.
Pero en ese momento yo no la vi, pero sabía que era ella, no sé.
(52:17):
Volví, pero ya no había nadie.
Y bueno, acá quedó todo, ¿no?
Y entonces al siguiente día también volví a...
Llegué temprano, comenzó del año.
Cinco, seis, cinco y media de la mañana trabajaron las puertas.
Y ya no me faltaba como por si poner los selladores, una mano, la segunda y eso.
(52:38):
Sí.
Y entonces esas puertas se mantienen cerradas, nadie entra, ¿no?
Y de repente cuando estaba trabajando en ellas, se empiezan a mover, a quitar,
como si alguien por dentro quisiera abrir, ¿no?
Ajá.
Y sentí la presencia de ella, ¿no?
(52:59):
Y la hablé, dije, si eres tú, no te voy a hacer nada, yo no vengo a hacer nada, ¿no?
Y en eso se calmó todo.
Sí.
Y ya bueno, después comenzó de las ocho, llegaron las secretarias, me saludaron.
Yo seguí trabajando.
(53:22):
Y de repente pues se empezó a revisar otras puertas que estaba haciendo, a ver cómo iba.
Y en eso me habla la secretaria.
Y ya contesté, me dice, oye, Carlos, ¿estás adentro de la iglesia?
No, le digo, digo, ¿por qué?
(53:43):
Me dice, es que aquí en las pantallas estamos viendo que las puertas se abren.
Sí, había mucha seguridad ahí, cámaras por todos lados, ¿no?
Y yo estoy andando en un cuarto lleno de pantallas que allá podía ver todo.
Y le digo, no, yo estoy de tal lado, pero no hay nadie adentro.
Digo, porque está cerrado, nadie ha entrado.
(54:06):
Dice, es que en las pantallas estamos viendo cómo se están moviendo las puertas.
Entonces ya fuimos y pues no había nada, ¿no?
Pues yo no le quise comentar a ella lo que estaba pasando.
Y ya más tarde entonces yo empecé a darle ya la última mano.
Y en eso pues ya cuando terminé me siento en un lugar
(54:28):
y pues era la hora de la comida, ¿no?
Y yo tenía unos sandwiches, pues estoy empezando a comer ahí.
Siento la presencia de ellos atrás de mí.
Entonces volteo y está ella completamente ahí, como a unos cuatro, cinco metros de mí.
Totalmente como flotando de blanco.
(54:49):
Y me dice, fue él, fue él.
Y le digo, pero ¿quién fue él?
¿Qué me quieres decir?
Y yo no lo entiendo, no lo entiendo.
No lo entiendo.
Y yo me quedé pensando, ¿quién fue él?
¿Señalaba a alguien o algo?
No, no señalaba a nadie, solamente me dijo, fue él, fue él.
(55:14):
Y entonces yo me quedé pensando, ¿fue él quién?
Ya me estaba haciendo una incojetura pensando.
Dije, de mejor se iba a casar, lo mató su marido, el novio.
¿Quién? ¿O fue aquí una tragedia en la iglesia o algo?
Yo me quedé un rato pensando y bueno, ya llegó más gente.
(55:36):
Bueno, en ese momento se olvidó.
Sí.
Y yo ya seguí estirando otras puertas, viendo a ver si faltaba algún detalle.
Y cuando voy de regreso a pasar otra vez al jardín grande, veo que la secretaria sale corriendo.
Y entonces me cagan los carros, me empiezan a gritar, ando buscando.
(55:59):
Si no me contestas el teléfono y ya fui, más que digo, es que lo dejé en el carro ahora.
Y digo, ¿qué pasa?
Dice, es que están volviendo a mover las puertas.
¿Hay alguien ahí adentro?
Digo, no hay nadie.
Yo llegaba así, no vengo.
No hay nadie.
Y en eso va llegando a la policía.
Ella ya le había hablado a la policía.
(56:20):
Sí.
Para que viera todo eso.
Yo ya no quise comentar nada.
Porque si no me van a creer, y aparte como que siempre eran esquivos en ese tipo de cosas.
Y por su religión me decía que ellos no creían en santos ni en vírgenes ni nada.
Entonces yo ya no quise comentar nada.
(56:41):
Pero como yo ya había trabajado mucho tiempo ahí varias veces,
al de mantenimiento y de la limpieza me decían que ellos sí veían cosas, que les pasaban cosas ahí adentro.
A veces llegaban temprano, como eran un edificio muy grande.
Y los sótanos, ¿no?
(57:03):
Sí.
Pero yo a ellos nunca les comenté lo que había visto, solamente al encargado una vez.
Bueno, ahí quedó. Yo le puse también, es la mujer de blanco, pero en Texas decían que se aparecía en los lagos o en los ríos.
Y acá dije, por lo mejor fue una chica que se iba a casar.
O algo, ¿sí?
(57:24):
Y bueno, ese es el relato, ¿no?
Ok, Carlos, dame un segundito. Necesito una pausa y te voy a hacer unas preguntitas, ¿eh? No te vayas.
El Miedofon sigue listo, 55-2193-59-26.
Conocemos la leyenda y la hacemos realidad.
(57:46):
La mano peluda.
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(58:36):
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(59:12):
¿Te habló en español o en inglés?
(59:42):
Algo que me están hablando y comparto lo que me dicen, pero no sé, en ese momento no entiendo el idioma.
Si no me pongo a fijar si fue en inglés, alemán, español.
Pero sí ha habido ocasiones en otras apariciones que sí me han pedido.
Me han hablado normal, pero en inglés.
(01:00:04):
Y a veces me han dicho gel, cosas de ese tipo.
Y en ese momento, en ese caso, fue telepáticamente, pero sí entendí lo que merecía.
Pero no, en ese momento no comprendí qué idioma era.
Claro.
¿O no te fijaste en ello?
Sí.
Ok.
Ahora, la descripción de esta mujer era una mujer blanca, de estatura media más o menos.
(01:00:33):
Sí.
Blanca, de estatura regular, cabello negro, largo hasta los hombros.
Menudita más o menos.
Sí.
Y se veía como tenía unos treinta, treinta y cinco años.
(01:00:54):
Sí.
Era joven.
Y se veía bien, cuando yo las vi se veía bien, si no se veía mal.
O de macrara o algo, no se veía bien, se veía bastante bien.
Digamos normal, ¿no?
Sí, normal, normal.
Hasta bella podríamos decir.
Sí, sí, no era fea, no era fea realmente.
(01:01:15):
Ahora su atuendo, su atuendo era como un vestido normal, parecía más bien un vestido de novia o algo así.
Pues yo le estaba dando, pues yo le había enviado un vestido normal completo.
Pero después pensé que a lo mejor puede haber sido también de novia, pero también no, no, no, no era tanto así como de tanto arreglo para una novia.
(01:01:44):
Entonces sí me quedo con la cosa de que era un vestido normal, de blanco.
Ok.
Sí, todo falda y blusa blanca, pero la blusa le llegaba hasta, era de manga larga, no era corto.
Sí.
Y entonces ya ella, pero dije, pues no era para esos trajes de boda, muy embordados, muy elegantes.
(01:02:07):
Sí.
No, no, no se veía así, se veía como un traje normal.
Ok.
Un vestido normal y todo.
Ajá.
O sea que de ese vestido no se le podría, digamos, tratar de interpretar una fecha de más o menos en qué época, a qué época correspondía, algo X o cómo.
(01:02:28):
Espérate, sí, sí, sí, eso, yo después yo, al pasar tiempo, pienso que si era una época, no sé, como, si no la vestido, más o menos el 1900 por ahí, 1910 por ahí.
Ok.
Sí, sí le pongo, porque yo después, bueno, me puse a investigar qué había antes ahí, antes del igles, qué es lo que había pasado ahí, todo ese tipo de onda.
(01:02:59):
Sí.
Y entonces ahí hubo pues un cuartel de, no fue un poco antes eso, los cuarteles de estos, cuando peleaban con los indios, hubo también establecimiento indios ahí, hubo guerras de todo tipo.
En esa época de indios y vaqueros.
(01:03:21):
Ajá.
Y ya después, como en 1930 creo algo así, en tanto se construyó la iglesia y después hubo un incendio, alguien la incendió y ya después construyeron la que yo conocí, los dos edificios grandes.
Vaya.
Y este, pero sí he dudado mucho en porque a veces si siento que era una época antigua, pero no estoy seguro realmente, tampoco pienso que haya sido una época actual.
(01:03:54):
Ok.
Pero sí como de los 30 para abajo, si pienso que era.
Entonces por ahí quedó una energía atrapada, un fantasma, una psicowella tal vez.
Aquí lo extraño es que se dirigió a ti, no, vamos, no te reulló la mirada, no te reulló la presencia, sino que al contrario te saludaba como para llamar tu atención.
(01:04:18):
Sí, bien, bueno, como toda la vida he tenido esto, no, desde los tres años.
O sea, tienes evidencia.
Sí, tengo un poco de todo, no.
Sí, por sí, yo tuve contraveneos a los tres años y a los siete años morí en un accidente y me regresaron, tuve muerto como siete minutos.
(01:04:39):
¿A qué era?
A los 17 años y a los tres, yo tuve un accidente en la lengua que casi la pierdo.
Y eso fue mi primer contacto.
Bueno, si tengo tiempo te la cuento, no, si no.
Sí, adelante.
Bueno, el de los tres años yo creo que es más difuso, no, porque estabas muy chiquito, pero el de los 17 ya es más para acá, amigo, ya tienes plena conciencia, no.
(01:05:09):
Sí, lo que pasó de los tres años me contaron mi mamá y todo, pero después he tenido visiones de que he regresado.
Ok.
Pero qué pasó entonces a los tres años, qué fue lo que te dijeron, te dijo tu mamá.
Bueno, yo estaba jugando, yo iba en la plena Roma y estaba jugando ahí con mi hermana, yo caí sobre una mesa que teníamos, papá está ahí en el centro y pegué exactamente en la punta de la mesa y me corté totalmente la lengua.
(01:05:39):
En sí, la lengua quedó colgada de un nido literalmente.
Amigo.
Sí, y entonces bueno, además estábamos los hermanos, tengo tres hermanas mayores y hermana, bueno al final ya me llevaron al hospital, los doctores tuvieron la hemorragia, pero comentaron que no podían coserme porque la lengua se podía deshacer.
(01:06:03):
Entonces de alguna manera no sé cómo fueron que ellos tuvieron la hemorragia y pegaron la lengua, pero la tenían ahí. Supuestamente pues eso iba a ser ya como va a haber por el tiempo a ver que se encerrara sola, ¿no?
Y entonces mis papás salieron del cuarto de los de ahí del hospital, hablaron los doctores y me quedé con la enfermera.
(01:06:34):
Sí.
Y fue a la fray, me comentaron las cosas, me acuerdan, me dijo, te dejo solo, tus papás están acá afuera y se fue.
Y en ese momento se aparecieron cuatro personas en frente de mí, tres eran jóvenes y uno era ya adulto como de unos 60, 65 años.
(01:06:55):
Sí.
Y yo los vi, pues el niño estaba chiquito, lo vi normal, pero sí los veía muy transparentes. El más grande se acercó a mí y me dijo, si me habló, me dijo, todo está bien, no te preocupes.
Y una de sus manos la pasó alrededor de mi boca, me empezó a acariciar y yo, una de mis manos se la toqué, me dejó que se la tocara y después me la bajó.
(01:07:28):
Y él siguió haciendo lo mismo y después ya se regresó al grupo de los otros tres jóvenes.
Sí.
Y se despidieron así en ese momento, realmente desaparecieron y al instante entraron mis papás con los doctores.
Mi mamá me comentaba que nos íbamos a quedar una noche ahí, que iba a la casa, que estarían unas horas y todo.
(01:07:54):
Entonces un otro doctor dijo, déjalo revisar como va la herida.
Entonces fue cuando me dice, oye, abre la boca, entonces ya abrí.
Entonces en esa sí me acuerdo, bueno, la visión que la cara del doctor me sorprendió y me dice, no puede ser, esto no puede ser.
Y entonces un otro doctor dijo, qué pasó, ven, esto ya revisan y me dice, no puede ser, es un milagro.
(01:08:19):
Me dice, mi lengua estaba totalmente cerrada, no tenía, no estaba colgada, nada, estaba curada totalmente mi lengua.
A mí, a mí.
Quedó como una cruz quedó y hasta la fecha la tengo.
Sí.
Y entonces todos se sorprendieron, eran tres doctores, todos lo contaban como un milagro.
(01:08:43):
Mis papás estaban felices, nadie sabía que había pasado.
Y bueno, desde ahí fue la primera vez que empecé a tener contacto con ellos.
Y ya después, pues, era más grande, cuando yo me quedaba solo en casa, siempre llegaban niños o niñas de mi edad a jugar conmigo.
(01:09:04):
Y yo los veía normal, aunque mis papás no los veían así.
Siempre decían que, pues, que hablaba solo, con quien hablaba, porque corría por todos lados.
Sí.
Y bueno, eso me llevó a ir al psicólogo pensando que algo estaba mal en mí.
(01:09:25):
Y bueno, así fue hasta los siete años, pero los contactos no eran muchos.
No más cuando yo estaba solo.
Ok.
Pero sin embargo, todos esos contactos que tuviste de niño correspondían no necesariamente a algo malo, sino como que cosas buenas, ¿no?
De niño, te protegía, jugabas.
(01:09:46):
Me llegó otra vez la pausa, amigo.
Aguántame un tantito.
El Miedofón sigue listísimo.
55-2193-59-26.
Las historias tienen muchas formas de contarse, pero solo una de comprobarse.
¿A quién? La Mano Peluda.
(01:10:12):
Lo malo de trabajar como terrorista es que tus jefes siempre te explotan.
Sabiduría en las redes.
Porque distinguimos al mundo sobrenatural.
La Mano Peluda.
Continuamos y también estamos recibiendo sus comentarios acerca de esta mujer que se aparece en el arco allá en Sinaloa.
(01:10:39):
Que incluso aquellos que se acercan demasiado al arco no solo experimentan un temor indescriptible, sino que también sienten un peso abrumador en el pecho.
Como si una mano invisible apretara sus corazones con gran fuerza.
Así es que es un peso que oprime el alma.
Así es, estamos hablando con nuestro amigo Carlos.
(01:11:02):
Mira, yo estoy atónito con tu historia, mi querido amigo.
Porque quiere decir que desde ese momento en que tuviste esa sanación, tu vida dio un giro.
Es decir, comenzaste a tener ciertos contactos, cierto acercamiento de espíritus, tal vez fantasmas.
(01:11:25):
Tal vez no sabemos bien qué era, pero nada era malo.
Cosas así como que te andaban contigo, nunca te sentías solo o me equivoco.
Así es, exactamente. Siempre me han cuidado desde esa época.
Y yo nunca tenía miedo, siempre jugaban conmigo o me decían que yo no era de este mundo.
(01:11:51):
Que era del mundo de ellos, que ya pronto vivir con ellos.
Y siempre me comentaban eso, jugábamos cualquier cosa, corríamos, como que hacíamos bromas.
Y todos, aunque yo los veía un poco diferentes, pero no se me decía extraño.
Y nunca tuve miedo ni nada porque me sentía con mucha confianza ahí.
(01:12:18):
Y los que no sentían bien eran mis papás porque siempre decían que algo me pasaba.
Y yo así que viví toda mi vida hasta los 17 años que ahí fue cuando realmente me di cuenta de lo que me estaba pasando.
Ya vivíamos ahora aquí en la colonia Villacuapan, ya nos habíamos cambiado.
(01:12:44):
Y entonces era un sábado y yo cruzaba la calle, comienzo de las cuatro, la calle que se llama Cachara Acosta, que es muy grande y tiene un camillón en medio.
Y en esa época no pasaban muchos carros y los sábados siempre estaban vacías ahora.
(01:13:05):
Entonces yo ya estaba por llegar al camillón, creo que me faltaban como dos pasos o tres.
Y en eso, de esas colonias que de repente como que el mundo se detiene y cuando siento y volteo, lleno un carro a toda velocidad.
(01:13:26):
Y por no sé, por arte, no sé cómo eso explicarlo porque a veces me ha pasado.
Y como que se ve el tiempo y yo vi a una persona al lado de mí que estaba en una silueta totalmente como de, como si tuvieras el traje del hombre araña pero color negro.
(01:13:49):
Y no sé, en ese momento yo dije voy a morir, se sentí que iba a morir.
Y dije estoy, estoy este, estoy listo, fue lo que dije, sentí un golpe y ya de ahí yo empecé a ver en una película a mi familia, a mis abuelos, mis hermanos.
(01:14:13):
Me vi cuando salí del vientre de mi mamá.
Y después entré a un túnel, al famoso túnel que mucha gente cuenta.
Yo también entré a ese túnel lleno de luces brillantes que a veces son difíciles de explicar, no?
(01:14:34):
Sí, sí.
Me sentía en paz, me sentía feliz.
Y eran las luces hermosas, no? Hermosas.
Al final del recorrido yo veo una puerta que tiene una luz blanca, muy blanca, no?
(01:14:56):
Y cuando yo llego a esa puerta y cruzo, me detienen ahí o me detengo yo de alguna manera.
Y veo un bosque hermoso, hermoso, hermoso así un bosque lleno de flores, árboles, pero todo se veía diferente.
Todos los colores se veían como si estuvieran vivos, no? Como muy brillantes todo.
(01:15:22):
Sí.
Y el cielo igual así, pero todo era diferente en los colores.
Y en eso alguien me susurró al oído, me dijo, todo está bien, dos veces me lo dijo, todo está bien.
Y en ese momento yo abrí los ojos y yo me veo boca abajo en el asfalto, levanto un poco la cabeza
(01:15:49):
y en la acera de enfrente veo a una pareja, esas nunca se me han olvidado.
Y los vi así como asustados, no?
Sí.
Entonces un poco a poco me fui levantando y entonces llegó esa pareja, llegó otras personas
y me dice la señora, oye, ¿estás bien?
(01:16:14):
Y yo le dije, yo no sabía ni qué había pasado, no sabía en qué lugar estaba, estaba tan confundido.
Yo más como que en mi mente tenía lo que había vivido en el túnel y todo eso.
Y le digo a la señora, ¿qué me pasó? No sé.
(01:16:37):
Y pues me dicen, ¿qué? No recuerdas nada, no sé qué me sucedió.
Una amnesia temporal ahí.
Sí, y me dicen, no, pues un carro te atropello, ¿cómo que me atropello?
Sí, entonces me dicen, un carro te golpeó en la pierna izquierda, te levantó tu espalda,
te golpeó con el parabrisas y caíste boca abajo en el asfalto.
(01:17:01):
Y ahí estuviste como seis, siete minutos sin moverte.
Sí.
Y dice, pero todos pensamos que habías muerto y no, pues no.
Entonces ya en ese momento mucha gente pues ya se acercó.
Alguien dijo, pues hay que llamar al ambulante, eran 1986, 1985.
(01:17:25):
Y pues yo dije, no, yo estoy bien. Si no hay necesidad que lleguen a la ambulancia.
Yo todavía no comprendía muy bien lo que había pasado porque volvía a mi alrededor
y no reconocía muy bien todo.
Todo era como que estaba en otro mundo, en otro lado.
Sí.
Y entonces es cuando la gente dice, ¿cómo que no te pasó nada?
(01:17:50):
No tienes ni el pie roto, tu espalda no te duele, te expone.
No, yo no tenía nada, absolutamente nada, es como si no nadie, si el cara no me hubiera atropellado.
No tenía ni una marca de nada, ni ropa, no tenía tampoco nada de marca, nada.
Si yo estaba sano, si no tenía nada.
(01:18:14):
Y fue cuando la gente empezó igual a decir, es un milagro, milagro.
Yo estaba chavo, me saqué de onda.
Sí.
La gente me empezó a tocar, hubo una gente que se encontró, empezó a rezar.
Yo ya estaba super sacado porque no sabía ni qué había pasado y porque la gente actuó así.
(01:18:35):
Sí.
Entonces yo me empezé a alejar, porque la gente quería agarrarme, ir hablando, ver como que yo no tenía nada.
Entonces, bueno, llegó un momento que yo me separé de todo y me eché a correr hacia mi casa.
Hasta pudiste correr, amigo.
Sí, sí, sí, yo no tenía nada, absolutamente nada.
(01:18:56):
Sí.
Y cuando yo llegué a mi casa y le conté algo que me pasó, no me lo creyó.
Dice, pero si no tienes nada.
Hasta que a los dos días una vecina le platicó, oiga, cómo está su hijo que lo atropellaron.
No, no, no, no, está bien, nos contó, pues no le creímos.
Y sí, bueno, ya de ahí cambió totalmente mi vida.
(01:19:20):
Ahí sí ya me di cuenta lo que yo tenía, lo que me pasaba.
Y esa voz que me susurró, yo le llamo la voz, toda la vida le he hecho la voz,
porque me empezaba a susurar todos los días para decirme cosas, para llevarme a algún lugar,
para empezar a ver cosas, empezaron a pasar cosas increíbles.
(01:19:47):
Al principio me asusté porque no sabía qué me pasaba.
Le contaba a mis padres, no me creía, pensaba que se estaba haciendo drogas.
Sí.
Igual con las amistades, no se burlaban.
Claro.
Oye, amigo, antes de que continúes, qué tipo de cosas te decían, cosas positivas, te hablaba de la vida,
(01:20:14):
te filosofaba contigo, qué te decía, amigo?
Bueno, muchas cosas, a veces solamente por decir, me decía, porque yo salía de mi casa,
por decir, voy a ver a la novia.
Sí.
Y de repente me decía, dirígite hacia, por si a periférico, no?
(01:20:37):
Ahí cambiaba mi dirección, a veces no sabía por qué me decía para allá.
Sí.
Me senté por esos pueblos y con ese tiempo que todavía había mucha mil para ir a París
o como para Xochimilco, entraba al pueblo de Tepepan y así.
(01:20:58):
Esa fue de una no, yo más caminaba, yo más siempre le hacía caso.
Sí.
Y a veces no entendía por qué, no?
En el principio cuando iba caminando por todos lados, la gente me saludaba como si me conociera,
como si fuera de toda la vida, no?
Sí.
Y bueno, esa vez me llevó hasta el Cerro de la Cruz.
(01:21:22):
Y yo decía, qué hago aquí?
No entendía a veces por qué me decía que fuera, no?
Sí.
Después me los explicaba, después de mucho tiempo.
Y ya después yo bajaba o me llevaba a colonias.
Una vez me llevó hasta el Saguacoyo y yo decía, qué hago aquí en esta colonia, no?
Ajá.
(01:21:43):
Pero me pasaba lo mismo de siempre, toda la gente salía y me saludaban de mano.
A veces me abrazaban, yo decía, pero por qué me están confundiendo, no?
Ajá.
Pero ya después, bueno, así eran las situaciones, no?
Pero también hubo situaciones de peligro o que ella me evitaba que yo tuviera ese peligro,
(01:22:10):
que no caminara por este lugar, que me detuviera o que pasara corriendo porque me pudieran asaltar
o robar.
Entonces hubo una vez, por decir, yo estudiaba ya en la escuela que se llama,
(01:22:31):
en mi escuela del valle, en el patrullismo.
Y el segundo año me tocó en las noches.
Yo salía a las diez y tenía que tomar tres transportes públicos para llegar acá a casa.
Sí.
Si no iba bien, llegaba a once y media de la noche.
Si había mucho traje, pues pasaditas de las doce, no?
Ajá.
Entonces yo tenía que caminar a Insurgentes, después a Nánchel, y a Whipul,
(01:22:58):
al estadio Azteca, y entonces ya mi último transporte.
Ajá.
Y entonces yo me subí al camión como siempre y me fui hasta la parte de atrás.
Venía allí en el camión, y ya sabes, en el asiento de último de largo, el cuatro,
que había de cinco.
Sí.
Venía una persona sentada, joven, pero yo estaba, bueno, al lado de la puerta,
(01:23:21):
y desde ese sentí su mirada, sentí una mirada, una mirada.
Cuando volteo, veo a esa persona, era un hombre joven, como de treinta años.
Sí.
Casi calvo, blanco, con una camiseta puesta.
Sí.
Se traía como una sudadera abierta, un pantalón de mezclilla, y me saluda y me sonríe, ¿no?
(01:23:47):
Sí.
Yo no le hice caso, realmente volteé, yo seguí viendo por la ventana, ¿no?
Iba parado.
Ajá.
Pero seguía sintiendo su mirada, y entonces volvió a voltear, y me seguía viendo y
se seguía riendo.
Y entonces yo decidí, no, me puse un poco nervioso, ¿no?
Y es que era...
Sí.
(01:24:08):
Un chico, ¿no?
Sí.
Y en eso, pues, una de las que venía sentada ahí, se baja.
Y él me ve, con la mirada me dice, ven, como si no siéntate aquí, ¿no?
Ajá.
Entonces yo le digo, ¿qué?
No, por la mano, y le digo a otra persona que estaba al lado mí, que me dio un lugar,
y yo aprovecho para ir más hacia adentro, ¿no?
(01:24:30):
El... del autobús.
Y bueno, yo seguía sintiendo la mirada, todo el camino desde Juárez, y ya casi antes
de llegar a San Ángel, faltaron unas cuatro o cinco calles, él se para y hace la parada.
Pero siempre me estaba viendo, no dejaba de verme, y se reía y se reía, fue una sonrisa
(01:24:53):
más bien, ¿no?
Ajá.
Y entonces baja, y el autobús empieza a andar poco a poco, y él empieza a caminar hacia
frente, y me sigue viendo desde abajo, y entonces yo ya no sé ni qué pensar, ¿no?
Claro.
Y ya cuando se arranca el autobús, y ya lo dejamos, por así que ya lo dejamos, dije
(01:25:15):
bueno, ya, yo venía pensando por qué, porque ya después se me olvidó llegando a San Ángel.
Entonces ahí tenía que subir por la calle, creo que se llama calle Misterios, es una
calle pequeña para llegar a Revolución, y a esa hora siempre estaba oscuro, además
era como, había un foco en medio, era lo único que había en ese tiempo, ¿no?
(01:25:37):
Ajá.
Entonces yo voy caminando directo para tomar la combi, y del otro lado viene bajando alguien,
pero venía como gritando y haciendo ruido, como aplaudiendo y hablando fuerte, y yo me
dio voltee y lo vi, y alzó la mano y me saludó, y se siguió.
(01:26:01):
Ajá.
Y yo me quedé pensando, no, no puede ser, digo, como que se parece al del autobús,
¿no?
Sí.
Pero dije, está medio oscuro, digo, bueno, no lo vi, y ya cuando llega el autobús,
digo, a la combi, dice, no, pues no puede ser, se bajó cuatro calles antes, y bueno,
(01:26:22):
pues ya estallaron la combi, se fue, ya en el camión igual, se me volvió a olvidar,
llegamos a Wipulco, yo ahí en Wipulco tenía que caminar por la lateral hasta en frente
del Estrela Usteca, que ahí llegaba hacia base el último autobús que tomaba, ¿no?
Sí.
Entonces cuando voy caminando, pasó la clínica 7, y ya cuando iba a llegar al estacionamiento
(01:26:47):
del, de ese lado del Estrela Usteca, que ahora es un paradero, de combi, voy caminando por
él, y viene el grupo de gente que bajaba ahí en el Estrela Usteca como para Wipulco.
Entonces en ese momento viene el mismo señor del autobús, del, de la calle, y dice, bien,
(01:27:08):
en ese grupo, y pasa al lado de Díaz Rodríguez, y me saluda.
Te saluda con un gesto, con la mano o de voz?
Con la mano, con la mano, con la mano y sonriendo, y yo ahí, y yo ahí me dio miedo, y tú yo
sigo pues me creía que el show, ¿no?
(01:27:29):
Y también a los pasos volteé para ver si era cierto, y él me va a hacer más eso que
también él se voltee y me ve.
Pues igual, en esas, en esas situaciones yo nunca la entendí que me había sucedido,
¿no? Me dio miedo, me fui al camino, me subí, pero ella en el camino venía pensando,
cuando me baje donde yo vivo, se va a aparecer otra vez, porque vivo en una unidad y pues
(01:27:56):
yo me caminé hacia dentro de la unidad, ¿no? Todavía.
Y dice, no se va a volver a aparecer, pero resulta que después ya de mucho tiempo me
dio a entender que ese era el día que yo he sido el contacto de la voz que yo oía.
Oh.
Y es el que se apareció para que yo lo conociera y todo.
(01:28:20):
Ajá.
Y después de varios años lo comprendí.
¿Cómo? ¿Pero cómo llegaste a esa conclusión, amigo?
No, me lo dijeron. Si eso después de varios años me lo dijeron.
¿Quién te lo dijo?
Otros es, que se me apareció después en Los Ángeles, porque Los Ángeles se me volvió
a aparecer, cuando yo después me mudé a la ciudad de Los Ángeles,
Ajá.
(01:28:41):
cuando tenía de 18 años y medio.
Sí.
Este me fui a Estados Unidos y allá se me volvió a aparecer, pero de otra manera.
Ajá.
Y así me ha pasado, a veces me pasaron cuestiones de peligro o bueno, en esa aparición
después me dijeron, es que es tu voz, se aparece de diferentes maneras, se va a mostrar contigo de diferentes maneras.
(01:29:08):
Sí, claro.
Entonces me recordaron del momento de la escuela, que esa fue la primera, el primer contacto que yo tuve,
pero yo no lo entendí.
Ajá.
Y yo no lo comprendí en ese momento, no, no sabía.
Ajá.
Y bueno todo ese tiempo ha sido así como de que me ayudan o que a veces tengo posesiones para ayudar a personas.
(01:29:32):
Ah caray.
Me pasó una vez por sí, la primera vez me pasó en Cuernavac.
Ajá.
Yo ya pues tenía muchos problemas realmente con esto, porque ya había ido otra vez al psicólogo,
era la quinta vez que me llevaba desde niño y este…
Perdón, te llevaba porque tú le decías es que oigo una voz que me dice que me saluda o ¿por qué te llevaba?
(01:29:58):
Porque veía cosas, le decían a que veían cosas, que me aparecían gente y después desaparecían.
Ajá.
Este, entonces como a principio pensaba que yo usaba drogas, yo no uso drogas, entonces algo está mal en tu cabeza ¿no?
Sí.
Entonces, en la escuela a veces, pues no comprendía, no ponía atención porque oye esta voz que constantemente me decía cosas.
(01:30:27):
Ajá.
Te distraía.
Sí, exacto.
Oye amigo, perdón, es que ya estamos a punto de terminar, lamentablemente se fue rapidísimo el tiempo escuchando esta historia tan interesante.
Y bueno, antes me gustaría si podemos nosotros contactarte el día de mañana y continuar con la historia.
Ah, no, sí, claro que sí.
(01:30:49):
Ok, gracias.
Claro que sí, claro que sí Nacho.
Perfecto.
Gracias por llamarme.
No, al contrario, mi querido Carlos, hasta luego, buenas noches.
Y Gina, llegó el momento de despedirte.
Como siempre nos despedimos y agradecemos tu presencia y participación imitándote para que mañana estemos nuevamente juntos en esta emisión de Lo Insólito y Lo Sobrenatural.
(01:31:13):
Que descanses, que tengas excelente noche, que Dios te bendiga.
Soy Gina Áviles.
Hasta luego Gina, yo también me despido, soy Nacho Muñoz, agradecido con Dios y con ustedes porque escuchamos muy buenas historias.
Que tengan una bonita noche, que descansen y como decimos aquí, cabot.
(01:31:42):
El programa se termina, pero la investigación continúa aquí en La Mano Peluda.
Esta fue una producción de Grupo Forruda.