Los números son los ladrillos del universo. Todo el universo es matemático y está construido con números. La elite psicopatocratica nos lleva algunos miles de años de ventaja en estos temas y por eso todo lo que rodea al poder está plagado de simbología numérica.
Yo contaba esto en mi primer libro, Blasco Ibáñez desvelado, en referencia a la construcción de la realidad.
“La historia no es algo lineal, ni casual. Una frase ampliamente reconocida que refuta la versión
dominante, es la que pronunció el escritor George Orwell, autor del libro 1984: “La historia la escriben los vencedores.”, o la del galardonado con el Nobel Winston Churchill que escribió su propia versión de la segunda guerra mundial añadiendo: “La historia será generosa
conmigo, puesto que tengo la intención de escribirla.”
La historia escrita es una construcción, de la misma manera que se construyen ciudades y edificios, todas ellas con las mismas bases ritualisticas. Tal vez por ello, es fundamental el papel de la masonería, que en honor al origen etimológico de la palabra masón, maestro
constructor, tiene toda la relación con el aspecto constructivo; “la historia se construye como todo se construye.”
Los constructores de “todo”, tienen una forma ritual de obrar, con patrones definidos del pasado, que se van superponiendo por capas en los tiempos modernos, y que son los mismos, una y otra vez. Y se construye de manera ritual, trabajan con patrones del pasado que se superponen. Y sobre estos se superponen patrones nuevos. Nuevos que se van construyendo.
Se trabaja con proporciones, con cifras y con símbolos.
Con todos esos flujos de energía que provienen de las sociedades a su vez construidas, con toda esa lógica livinidoso-agresiva de las sociedades que en un momento dado se activan o desactivan. Se catalizan o se polarizan.
Ya saben, el famoso solve et coagula.
Nosotros no conocemos bien como funcionan esos mecanismos ni el porque de repetirlos una y otra vez vivificando la mitología y la adoración a triadas de dioses de la antigüedad pero sabemos que el número tres “en la cábala judía significa la transmutación de la Energía Creadora y el éxito material y espiritual”.
Tan solo podemos acercarnos a reconocer los mecanismos de este engranaje, como funcionan y el porque se repiten; saber como se utilizan es una incógnita. Se aprecian con claridad algunos patrones recurrentes, por ejemplo la vivificación de la mitología, la adoración de las triadas de dioses de la antigüedad, el uso de los ciclos de muerte (13) y resurrección (14) o la utilización de líneas ley.”
Hoy, 21 de abril, es el día del aniversario de la fundación de Roma, y a mediodía se produce un mágico momento en el Panteón de Agripa: la luz penetra por el óculo, un agujero justo en la parte superior de la cúpula y desciende hasta la puerta de entrada, donde el emperador esperaba a ser iluminado para remarcar así su condición divina.
Como dice Hector del hilo rojo:
“Hoy, 21 de abril de 2025, no es un día cualquiera. Es el aniversario de la fundación de Roma, la cuna del poder imperial y espiritual que ha marcado a Occidente durante más de dos mil años.
Un día como hoy, en el 753 a.C., Roma fue fundada con un propósito claro: dominar. Ese espíritu conquistador evolucionó con los siglos, transformándose en poder político, militar y luego espiritual a través de la Iglesia.
Hoy, en esta misma fecha cargada de simbolismo, muere el Papa Francisco. ¿Casualidad? Para quien conoce lo