Bienvenidos a la segunda parte de este programa especial sobre geoingeniería. A través de los datos que hemos expuesto se puede decir que han creado un cambio en la logística de la distribución del combustible para aviación para ser utilizado en las fumigaciones clandestinas que sufrimos en todo el mundo occidental.
Repasemos otra vez el listado de Hallazgos principales:
1. Privatización de Infraestructuras Críticas de Combustibles de Aviación.
2. Control de Redes Logísticas Energéticas por Fondos de Inversión.
3. Integración de Infraestructuras Civiles bajo Órdenes de la OTAN-NSPA.
4. Habilitación Legal para Introducir Compuestos No Declarados en Combustibles.
5. Observación Directa de Estelas Persistentes Anómalas.
6. Correlación entre Patrones de Tráfico Aéreo y Modificaciones Atmosféricas.
7. Impacto Potencial en Salud Pública Documentado en Estudios Médicos.
8. Alteración de Ciclos Hidrológicos y Efectos sobre Ecosistemas.
9. Vulneración de Derechos Fundamentales de Acceso a Información Ambiental.
10. Consolidación de un Modelo de Control Ambiental Post-democrático.
Cada hallazgo será expuesto en detalle a continuación.
En esta parte hablaremos un poco de los riesgos toxicológicos y de las oscuras conexiones con la OTAN y otras agencias gubernamentales e instituciones publico-privadas que trabajan para el gobierno mundial en la sombra.
“Riesgos toxicológicos subestimados
Estudios de toxicología ambiental (Oberdörster 2005; Maher 2016) demuestran que nanopartículas de aluminio y bario atraviesan la barrera hemato-encefálica y se asocian
a procesos neurodegenerativos. La exposición crónica, incluso a dosis subclínicas, incrementa:
• inflamación pulmonar,
• estrés oxidativo sistémico,
• disfunción neurovascular.
El vacío regulatorio SAF-F-34 impide evaluar estos riesgos en población civil.”
Si partículas metálicas atraviesan la barrera hematoencefálica y llegan al cerebro, podrían generarse diversos efectos adversos dependiendo de su tipo, tamaño y concentración. Estas partículas, como las de metales pesados (plomo, mercurio o cadmio), pueden inducir neurotoxicidad, causando inflamación, estrés oxidativo y daño neuronal. Esto podría alterar funciones cognitivas, motoras o emocionales, y en casos graves, contribuir al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson. Además, la acumulación de estas partículas podría interferir con la señalización neuronal o provocar respuestas inmunitarias locales, exacerbando el daño tisular. La falta de mecanismos eficientes para eliminar estas partículas del cerebro agrava el riesgo, haciendo que su presencia sea potencialmente peligrosa a largo plazo.
“Inauditable por diseño
1. Origen disperso: la mezcla SAF se produce en refinerías o “blending hubs” privados; los aditivos se declaran sólo al loteador.
2. Logística cerrada: CEPS-NSPA distribuye el producto final ya certificado.
3. Protección militar/industrial: la composición se ampara en secreto comercial o cláusulas de seguridad OTAN.
Conclusión: la ciudadanía carece de cualquier vía práctica para analizar qué se ha añadido realmente al combustible que sobrevuela sus cielos.
Esta sección demuestra que la ventana normativa abierta por ReFuelEU y la Single Fuel Policy OTAN permite, hoy, introducir compuestos atmosféricos de forma legalmente opaca, sin control democrático ni auditoría sanitaria.
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