Episode Transcript
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Speaker 1 (00:00):
Hay crímenes que
quieren y hay otros que dejan
cicatrices tan profundas que,aunque pasen décadas, siguen
ardiendo.
Y este fue uno de ellos.
Es la historia de un crimencometido contra una niña de 13
años, quien fue secuestrada,brutalmente atacada y a quien su
(00:20):
vida le fue cruelmentearrebatada por dos hombres que
no merecen el olvido.
Puerto Rico entero seestremeció y fue tanta la rabia,
el dolor y la vergüenza que elEstado los colgó literalmente.
Esta es la historia del crimencontra Guillermina Rodríguez
(00:41):
Morales y de cómo terminaron enla horca Arochi Clemente.
Hola mi gente, bienvenidos a sucanal.
(01:04):
Delitos de Sangre.
Yo soy Magaly.
Gracias por acompañarme duranteeste nuevo episodio.
Los invito a que se suscribanal canal, me dejen un like, un
comentario, compartan el videopara que llegue a donde más
personas.
(01:24):
Guillermina Rodríguez Moralestenía apenas 13 años.
Vivía en Caguas con sus padres,rafael Rodríguez Martínez y
Claudina Morales Montañez.
Su papá era agricultor y sumamá era ama de casa.
Esta niña apenas cursaba elquinto grado en la escuela
elemental.
Era una nena de campo educada,trabajadora, respetuosa, una de
esas niñas que ayudan en la casa, que estudian con esmero y que
(01:46):
no molestan a nadie.
Su vida era sencilla perotranquila.
El 20 de febrero de 1924,después del almuerzo,
Guillermina salió rumbo a laescuela, como siempre lo hacía
después de comer en su casa.
Esa era su rutina diaria.
Pero esa tarde ocurrió algodiferente que hizo que
(02:09):
Guillermina nunca regresara a sucasa después de la escuela.
Al final del día, guillerminausualmente llegaba a su casa a
eso de las cuatro de la tarde,pero ese día, cuando su padre
vio que pasaban las horas y suhija no llegaba, caminó hasta la
escuela Y ahí fue donde seenteró de algo que le congeló la
(02:33):
sangre.
Guillermina nunca llegó aclases esa tarde, o sea, no
regresó a la escuela.
Después del almuerzo.
Don Rafael, sin perder tiempo,comenzó a buscar a su hija por
todos los caminos.
Se metió en los cañaverales, enlos montes, en cada rincón
donde pensaba que ella podíaestar, pero no lo encontró por
(02:57):
ningún lugar.
Esa noche, por la mismadesesperación, no durmió y
tampoco pudo comer.
No descansó ni un solo minuto.
Al amanecer del día siguientesalió nuevamente, pero esta vez
iba acompañado de sus hijos.
Y fue en ese segundo día que seencontraron con lo impensable
(03:20):
Encontraron el cuerpo sin vidade Guillermina.
Fueron los propios hermanos deGuillermina quienes la
encontraron.
Estaba en un cañaveral en lazona de Cepero, entre Río
Piedras y Trujillo Alto.
La habían atacado con unaviolencia absurda.
Tenía golpes en todo el cuerpo.
Habían abusado de ella y lahabían estrangulado con su
(03:43):
propio cinturón cuerpo.
Habían abusado de ella y lahabían estrangulado con su
propio cinturón.
El médico forense, el doctorLuis Pereira Leal, confirmó que
Guillermina murió por asfixiamecánica.
Le apretaron el cuello contanta fuerza que no pudo gritar,
no pudo pedir ayuda.
Después del ataque, estosasesinos salvajes intentaron
(04:04):
esconder su cuerpo, pero no laenterraron, sino que solo la
ocultaron entre la caña como sifuera un objeto que ellos
recogerían más tarde porque,como dos cobardes, tuvieron
miedo que alguien los viera ylos reconociera y abandonaron el
cadáver como si no valiera nada.
(04:24):
Reconociera y abandonaron elcadáver como si no valiera nada,
pero Guillermina sí valía y sumuerte sacudió a toda la isla de
Puerto Rico.
No pasó mucho tiempo cuando losvecinos del área le dijeron a
la policía que habían visto a unhombre merodeando por la zona,
y este hombre era JacintoClemente Echevarría.
Jacinto Clemente Echevarríanació en Río Piedras en 1900 y
(04:49):
ya tenía un historial criminal.
No era un ciudadano ejemplar,era un jornalero de caña, casado
desde 1921 con una mujerllamada Rosa Febres Córdoba.
Pero detrás de esa fachada dehombre trabajador y hombre de
familia, había un historial deacoso.
(05:09):
Una mujer incluso logró escaparde él cuando intentó
secuestrarla.
Fue arrestado e interrogado y,después de intentar negarlo y de
varias contradicciones que hizo, jacinto confesó, admitió haber
participado en el crimen contraGuillermina de tan solo 13 años
(05:32):
.
Y no solo eso, sino que tambiénseñaló a su cómplice otro
hombre de nombre Carlos ArochoGuzmán.
Carlos Arocho Guzmán nació enCiales, puerto Rico, el 29 de
agosto de 1904.
Tenía 20 años al momento delcrimen.
Al igual que Clemente, erajornalero de caña.
(05:55):
No hay registros que lo ligarana otros delitos antes de este
caso, pero con su participaciónen la muerte de Guillermina
demostró una frialdad y unacobardía incomprensible.
Ambos fueron arrestados y ambosenfrentaron cargos como
coautores del crimen.
Y la justicia no tardó enllegar.
(06:17):
Y la justicia no tardó enllegar.
Pero antes de hablarte deljuicio y la ejecución de Aroche
Clemente, creo que vale la penamencionar de dónde venimos como
sociedad cuando se trata decastigo.
(06:39):
Puerto Rico, bajo el dominioespañol, usó por décadas un
método de ejecución que hoysuena casi medieval el garrote
vil.
Este aparato era una silla demadera con un poste en la
espalda y un collar de hierroque lo colocaban alrededor del
cuello del condenado.
También vale la pena decirteque la historia se pone un
poquito fuerte al describir estaparte, pero el garrote no solo
terminaba con la vida de lapersona.
(07:01):
El garrote apaga el cuerpo porcompleto.
Apaga el cuerpo por dentro.
Cuando el verdugo giraba lamanivela, una punta de hierro se
incrustaba directo en el cuello, rompiendo las vértebras altas
desde la C1 hasta la C5.
Y ahí es donde nace el nervioque mueve el diafragma.
(07:23):
O sea, si ese nervio se daña,el cuerpo deja de respirar,
aunque la persona siga viva.
Eso hacía el garrote rompía elcuello y bloqueaba la
respiración al mismo tiempo Y lapersona moría por asfixia.
Dicen que era rápido, pero porsupuesto que si algo salía mal y
muchas veces salía mal elcondenado se quedaba consciente,
(07:46):
sin poder respirar, sin podermoverse, sin poder gritar, y
hubo muchos casos en los que losejecutados se retorcian durante
minutos.
Y este método usó en Puerto Ricopor siglos.
De hecho, en el siglo XIX, almenos 144 personas fueron
ejecutadas por garrote en laisla.
Uno de los casos más conocidosfue el de Marcos Ciorro, un
(08:10):
esclavo acusado de conspiraciónen 1821.
Y aunque no llegó a serejecutado, su nombre quedó
ligado a ese tipo de justiciabrutal.
Ahora, cuando Estados Unidosllegó a Puerto Rico en 1898, el
garrote fue eliminado, pero node inmediato.
(08:30):
En el año 1900, al menos cincopersonas fueron ejecutadas,
todavía con ese método, porqueera lo único que había
disponible.
Todavía con ese método, porqueera lo único que había
disponible.
Fue entonces cuando la horcapasó a ser la nueva forma
oficial de aplicar la pena demuerte.
Y con ese método fue que sesentenció a Carlos Arrocho
(08:57):
Guzmán y a Jacinto ClementeEchevarría.
Desde el primer día, el juiciocaptó la atención de la prensa.
Los periódicos cubrían cadaaudiencia, cada palabra, cada
expresión.
Y el pueblo mi gente, el puebloquería justicia, no querían
dudas, no querían tecnicismo,querían ver a esos dos hombres
pagar por lo que le habían hechoa Guillermina.
El juicio no fue largo.
(09:19):
Los fiscales presentaron laconfesión de Clemente,
presentaron los testimonios delos vecinos que los vieron cerca
del lugar de los hechos y laevidencia forense que confirmaba
que el ataque fue premeditado,violento y cruel.
Las defensas intentarondesacreditar la confesión,
alegaron coacción, trataron depintar a Arrocho como un
(09:42):
muchacho ingenuo arrastrado porClemente.
Pero el daño ya estaba hecho yla isla ya había emitido su
veredicto moral antes que elmismo jurado, junio de 1926,
carlos Arocho Guzmán y JacintoClemente Echevarría, sin
(10:02):
titubeos, sin debates, sinapelaciones morales, fueron
declarados culpables y lasentencia fue clara Pena de
muerte por orca.
Tras la condena, los abogadosdefensores intentaron apelar.
Querían que se anulara lasentencia de muerte y que se
conmutara por cadena perpetua.
(10:25):
El caso llegó hasta subir a laCorte Suprema de los Estados
Unidos, lo cual no era común,pero el crimen había sido tan
notorio y la pena tan extremaque los jueces aceptaron
revisarlo.
¿y el resultado?
La Corte confirmó la mismasentencia.
La pena de muerte seguíavigente.
(10:46):
En este tiempo todavía, esetipo de castigo seguía siendo
legal.
Dijeron que habían seguidotodos los procesos legales, que
las pruebas eran irrefutables yque la magnitud del crimen
justificaba la pena máxima.
La orden fue emitida mesesdespués y en ella decía, con
(11:07):
palabras frías y contundentes,que los reos serían entregados
al jefe de la penitenciaria deSan Juan para que, con todas las
garantías legales, fueranejecutados por ahorcamiento.
El día llegó, 20 de julio de1927.
El reloj marcaba la madrugada yen el presidio de la princesa
(11:31):
en el viejo San Juan, defuncionarios, testigos
autorizados y periodistasestaban esperando el acto final.
(11:51):
Pero eso no era todo.
En el exterior del presidiohabía una multitud que comenzaba
a congregarse hombres, mujeres,algunos con rabia, otros con
curiosidad y muchos con sed dejusticia.
Era tal la desesperación porpresenciar lo que ocurría que
(12:12):
hubo quienes rompieron la verjadel penal para entrar.
A las seis de la mañana en punto, los custodios trajeron a
Carlos Sarocho Guzmán y JacintoClemente Echevarría.
Ellos vestían ropa sencilla ytenían la mirada fija y, según
se dice, caminaban sinresistencia.
(12:32):
Ya sabían que no había vueltaatrás.
Antes de subir al caldalso,ambos recibieron la última
confesión religiosa.
Un sacerdote los acompañó y,cuando se les dio la oportunidad
de decir unas últimas palabras,pidieron orar.
Uno de ellos algunos dicen quefue clemente le pidió al verdugo
(12:55):
que le permitiera terminar derezar antes de morir y el
verdugo se lo concedió.
No hubo discursos, no hubogritos, solo un silencio total y
una cuerda tensa lista parahacer su trabajo.
A las seis y quince de lamañana, los cuerpos de Arocha y
Clemente caían en la horca.
(13:17):
Murieron colgados dentro de losmuros del presidio, lejos de la
niña a quien le arrebataron lavida y lejos de cualquier
redención.
La justicia, según el estado, sehabía cumplido, pero el país ya
no era el mismo.
Ese día, puerto Rico no soloenterró a dos asesinos, sino que
(13:41):
también comenzó a enterrar lapena de muerte.
En los primeros 30 años delsiglo XIX, 27 personas fueron
ejecutadas en Puerto Rico bajola administración estadounidense
.
No era algo que pasara todoslos meses, pero cada ejecución
era pública y era humillante ymuchas veces celebrada por la
(14:04):
población como justicia.
Pero la sociedad estabadividida.
Algunos querían mantener lapena de muerte para usarla como
castigo ejemplar, pero otros yacomenzaban a verla como una
práctica cruel y fallida.
Y el caso de Guillermina ocurriójusto en ese momento de tensión
(14:26):
.
Era un crimen tan horrendo, taninjustificable que la ejecución
de sus autores fue vista pormuchos como que era necesaria.
Pero al mismo tiempo fue lagota que derramó el vaso.
La indignación colectiva nosolo fue por el crimen, sino
también por la brutalidad detener que llegar al punto de
colgar a dos hombres para sentirque se hizo justicia.
(14:49):
Y es que, en el fondo, algocambió en el corazón del pueblo,
porque, mientras Guillerminaera llorada, también se empezaba
a cuestionar si matar en nombrede la ley era realmente la
solución.
Pero la historia no terminó conArocho y Clemente.
Meses después, puerto Ricovería una última ejecución.
(15:10):
Ese mismo año también fueejecutado Pascual Ramos.
Pascual Ramos fue condenado ala pena de muerte al ser hallado
culpable después de terminarcon la vida de un mayordomo de
la hacienda Sabater en Guayamaen medio de una disputa laboral.
El conflicto, según reportes dela época, escaló y Pascual,
(15:32):
quien estaba fuera de control,atacó al mayordomo con un
machete, causándole la muerte deuna manera brutal.
Pero, a diferencia de losanteriores, pascual Ramos se
encontraba en un estado de saludmuy deteriorado Estaba
padeciendo de sífilis, lo que lohabía debilitado tanto que no
podía ni caminar y tuvo que serasistido físicamente para subir
(15:57):
los escalones de la horca.
Antes de ser colgado, pascualpidió recibir confesión y
cuentan que les rogó al verdugoque le permitiera terminar de
orar antes de que se cumplierala condena.
Sus últimas palabras fueron unaoración y luego el silencio.
(16:17):
Con su muerte, puerto Rico cerródefinitivamente la etapa de
ejecuciones públicas.
La etapa de ejecucionespúblicas.
El caso de Guillermina fue unpunto de inflexión.
Dos años después, en 1929, laAsamblea Legislativa de Puerto
Rico aprobó la abolición de lapena de muerte y cuando se
redactó la Constitución delEstado Libre Asociado, se
(16:39):
incluyó una cláusula clara,tajante y firme En Puerto Rico
no existirá la pena de muerte.
Hoy, mirando hacia atrás, nosdamos cuenta de que el crimen de
Guillermina Rodríguez Morales ylas ejecuciones que le
siguieron no solo marcaron unaépoca, sino que la cerraron para
siempre.
Pero esta historia no es solosobre leyes, ni verdugos, ni
(17:08):
sobre castigos.
Es sobre una niña de 13 añoscon una vida interrumpida, una
inocencia destruida, una niñaque fue atacada sin razón, sin
defensa y sin misericordia.
Guillermina Rodríguez Moralesmerecía crecer, merecía estudiar
, merecía llegar a enamorarse,tener una familia y no lo tuvo.
Y merece ser recordada con sunombre, con su rostro y con su
(17:29):
historia.
No hay justicia completa si nose recuerda a quien sufrió.
Guillermina no puede seguirsiendo una nota al pie de la
historia penal de Puerto Rico oen la historia de Adorocho y
Clemente.
Ella merece ser el centro.
Esta historia deja una marca,porque no es solo un caso viejo,
(17:49):
es una herida que nunca sanódel todo.
Y ahora que conoces la historia,te pregunto yo a ti ¿crees que
la justicia hizo lo correcto alcolgarlos?
¿O solo fue otra forma de laviolencia disfrazada como ley?
¿O solo fue otra forma de laviolencia disfrazada como ley?
¿Puede la ejecución de doshombres borrar el verdadero
dolor de una familia?
(18:10):
¿Puede devolver la vida de unaniña?
¿Tú qué opinas?
¿Estás de acuerdo que PuertoRico haya abolido la pena de
muerte?
¿O crees que para casos comoestos, crímenes como estos,
debería existir?
Y, lo más importante, mi gente?
¿por qué el país, y no solo enPuerto Rico.
(18:34):
Esto ocurre en todos lugares.
Recuerda el nombre de losculpables, pero olvida el nombre
de las víctimas, en este casoGuillermina Déjamelo, en los
comentarios.
Vamos a hablarlo, porque lamemoria también es resistencia.
Contar su historia no es morbo,es memoria, es educación, es
justicia.
Y si tú, que estás viendo estevideo, te conmoviste, si
aprendiste algo, si sentisterabia, tristeza o indignación,
(18:58):
entonces este video cumplió supropósito.
Porque solo cuando recordamos alas víctimas realmente
aprendemos del pasado.
Y si has llegado hasta aquí yconoces esta historia mejor que
yo, porque solo cuandorecordamos a las víctimas
realmente aprendemos del pasado.
Y si has llegado hasta aquí yconoces esta historia mejor que
yo, no solo digas las cosas nofueron así o tú no sabes de lo
que hablas.
Di como tú conoces la historia,porque yo no soy experta, ni me
lo creo.
(19:18):
Yo también puedo aprender deustedes, sin que me quieran
guindar a mí.
Gracias por acompañarme durantela tan pedida historia.
Pero primero de Guillermina,pero que, tristemente, es más
conocida como Arochi Clemente.
Mi gente, los quiero mucho.
Nos vemos en el próximo video.
Hagan bien sin mirar a quien.
Delitos de sangre.
Bye.