Episode Transcript
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Speaker 1 (00:01):
Algunas personas
nacen para vivir y otras nacen
para vivir como leyenda.
El hombre de esta historia nofue un hombre común.
Los embajadores lo temían, nopor sus ideas políticas, sino
porque sus esposas no paraban desonreírle.
Pero detrás de su sonrisa degalán internacional, este hombre
(00:23):
también tenía sombras Un JamesBond latino, tal vez Un gigolo,
con suerte, eso dicen.
Un hombre con el encanto de unCasanova y la ambición de un
general.
Esa parte, esa que vamos acontar, está la historia del
hombre, del papi chulo, delCasanova, el playboy dominicano
(00:45):
que sedujo al mundo, porfirioRubirosa.
Hola mi gente, bienvenidos a sucanal, delitos de Sangre.
Yo soy Magaly.
Gracias por compartir un pocode su tiempo conmigo esta semana
.
Como siempre, me tomo unossegundos para invitarte a que
formes parte de esta familia.
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(01:06):
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Porfirio Rubirosa Ariza nació el22 de enero de 1909 en San
Francisco de Macorís, repúblicaDominicana.
Era el hijo menor de PedroMaría de Rubirosa y Ana Clotilde
(01:27):
Aris Almanzar.
Pedro María de Rubirosa, supapá, era general del ejército
dominicano, un hombre conambición, poder y mucho carácter
.
Pero no era solo eso, porquetambién era un mujeriego
bravucón, elegante y calculador,un hombre que se movía entre la
(01:48):
espada y la sonrisa.
Su madre, ana, era mucho másdiscreta, una mujer protectora
tradicional, profundamentereligiosa, y se pasaba las
noches rezando en voz baja porsus hijos.
Estaba las noches rezando envoz baja por sus hijos, pero con
(02:12):
Rubí Rosa, ni los rosarios desu mamá pudieron contener el
hambre del mundo que cargaba.
Desde que era niño, porfiriosupo lo que era vivir entre
extremos El caos político de sutierra natal y la tranquilidad
lujosa de una infancia marcadapor viajes y diplomacia.
Desde pequeño también mostróesa mezcla peligrosa entre
carisma y rebeldía.
Tenía una mirada directa, unasonrisa que parecía promesa y
(02:35):
una habilidad asombrosa paracaerle bien a quien fuera, desde
curas hasta choferes.
Cuando Porfirio tenía sieteaños, su vida dio un giro cuando
, en enero de 1915, su padre fuenombrado agregado militar en
Francia y la familia se mudó aParís.
Un giro que cambiaría sudestino para siempre.
(02:58):
Ahora, llegar de San Franciscode Macorís a París en 1915 no
fue cualquier cosa, ni fue nadafácil.
Ruby Rosa era morenito caribeño,un niño lleno de energía, y de
pronto lo lanzaron a un mundo dedisciplina, protocolo y niños
(03:18):
que hablaban francés, entresorbos de chocolate caliente.
La ciudad también estaba enplena de Primera Guerra Mundial.
Había miedo calles oscuras porlas noches, con bombardeos y un
aire pesado de conflicto, perode día París seguía siendo París
(03:39):
, con los cabarets, los teatros,las luces, los perfumes, los
bailes.
La ciudad era un espectáculo detentaciones.
Y ahí, en medio de esacontradicción, creció Porfirio.
Ahí también fue donde el pequeñoRubirosa entró a un mundo donde
(04:00):
la moda, el champán y lossecretos diplomáticos eran parte
del menú diario.
Ahora, al llegar a París, supadre no fue bien recibido por
el gobierno francés y, aunque lodejaron actuar como cónsul, le
negaron la acreditación completacomo embajador por sus acciones
previas como militar.
(04:20):
La verdad que no sé cuálesfueron esas acciones.
Aún así, la familia se instalóen la ciudad y llevaron una vida
cómoda, aunque cargada detensión política.
Porfirio Rubirosa estudió en elLycée Janssen de Célie, ubicado
en el exclusivo Distrito 16 deParís.
(04:42):
Era, y aún es, una de lasinstituciones más exigentes y
prestigiosas de Francia.
Allí no sólo enseñabanmatemáticas y literatura,
enseñaban a caminar derecho,hablar con propiedad, a saludar
con reverencia.
Era un colegio donde losprofesores usaban guantes
blancos, donde los castigos eransilenciosos pero humillantes y
(05:06):
donde un niño latinoamericanocon acento caribeño tenía dos
opciones o lo ignoraban, o sevolvía inolvidable Y, por
supuesto, ruby Rosa eligió losegundo.
Al principio se sentía bastanteincómodo, aislado hasta burlado
por el color de su piel másoscura y por su manera de hablar
.
Los otros niños usaban relojesde bolsillo, hablaban de
(05:29):
caballos y se reían con frasesque él simplemente no entendía.
Pero Ruby Rosa aprendió rápido.
Tenía una memoria fotográficapara lo que sí le interesaba,
como los nombres de personasimportantes, los gestos de
cortesía y los códigos sociales,así que copió su acento, dominó
(05:50):
sus gestos y comenzó a destacar, no por sus notas en la escuela
, sino por su presencia.
En vez de aprender historia,memorizaba las reglas de
protocolo de la nobleza europea.
Sabía cuándo besar una mano,cómo servir vino, cómo mirar a
los ojos sin parecer atrevido,aprendió a hacer reverencias sin
(06:13):
parecer débil, a discutir sinarsar la voz y, sobre todo, a
vestirse como si cada día fuerauna aparición en sociedad.
Fue en ese colegio donde RubyRosa adoptó para siempre el uso
impecable del traje, el cuidadoobsesivo de los zapatos y el
arte de nunca mostrar que estásincómodo aunque lo estés.
(06:35):
Como dicen en inglés fake ittill you make it.
Sucede que cuando Porfirio eraniño en la República Dominicana,
su madre, ana Clotilde, loobligaba a siempre usar
pantalones cortos todo el tiempo, incluso cuando ya no era tan
niño de madurez en aquella época, y él seguía vestido como lo
(07:09):
que para él era, o lo hacíasentir como un niño, con las
rodillas al aire y medias altas.
Para su madre era una manera demantenerlo un niño un poco más,
una forma de proteger suinocencia y asegurarse de que no
se creyera hombre antes detiempo.
Ruby decía que su madre lohacía vestir como niño, pero que
la vida lo había obligado aconvertirse en hombre mucho
(07:29):
antes.
Para él eso era una tortura yse le quedó grabado ese complejo
.
Por eso es que, cuando por finpudo elegir su propia ropa en
París, ruby Rosa abandonó parasiempre los pantalones cortos y
nunca volvió a usarlos enpúblico.
Desde los 14 años en adelante,usaba traje completo hasta para
(07:52):
ir al café, compraba pantalonesa la medida, se peinaba como
adulto y hablaba con tono gravede voz de quien quería parecer
más grande de lo que era.
Pero desde ese entonces suestilo nunca se fue, aún cuando
regresó a la RepúblicaDominicana, cuando estuvo en
Berlín, en Roma o en Nueva York,el niño de pantalones cortos en
(08:16):
París se convirtió en el hombreque podía entrar a cualquier
sala en cualquier país y hacerque todos quisieran saber quién
era.
Y no, no necesitaba tenerdinero, bastaba con que abriera
la boca.
Ya a los 15 años sabía bailar,seducir, vestirse con clase y
(08:36):
desaparecer antes de quellegaran los celos.
Eso no se aprende en libros.
Mi gente con eso se nace.
No se aprende en libros, migente con eso se nace.
Estudió en varios colegios enParís, pero nunca fue un alumno
destacado.
Era más de andar con losmuchachos del barrio, de meterse
en líos, de escaparse a mirarlos cabarets de Montmartre desde
lejos y luego desde cerca.
(08:58):
Se colaba a los bares, tomabatraguitos de la cava de su papá
y se escapaba de noche a bailarel Charleston en los salones de
moda.
Él mismo describió cómo una vez, con apenas 13-14 años, se
paraba en la entrada de uncabaret olía el humo del
cigarrillo, el perfume de lasmujeres, el sudor de los músicos
(09:19):
y para él eso era como entrar aun mundo prohibido y le
fascinaba.
La escuela quedó en segundoplano.
Reprobó, se colgó de la escuelasuperior, o como muchos le
llaman, el bachillerato tresveces Y finalmente su padre,
quien ya se había regresado a laRepública Dominicana, lo mandó
(09:39):
a llamar.
En una carta con muy pocaspalabras decía y cito vuelve, ya
hiciste suficiente de año allá.
Y así fue como cuando regresó ala República Dominicana a los
17 años, su vida ya no cabía enuna isla.
Cuando Porfirio Rubirosaregresó a la República
Dominicana a los 17 años, ya noera un adolescente cualquiera.
(10:03):
Hablaba un francés perfecto,vestía con la elegancia de los
hijos de embajadores y sabíamoverse con soltura entre los
gestos de la alta sociedad.
Pero a pesar de eso, su regresono fue nada fácil y fue como
llegar a otro planeta.
Casi no había carros, el calorera sofocante, no había cabarets
(10:24):
ni luces.
En su pueblo natal, sanFrancisco de Macorís, también lo
veían como un muchacho raro.
Hablaba como europeo, se vestíacomo millonario y no encajaba
ni con los muchachos del barrioni con los hombres del campo.
(10:47):
Algunos se burlaban de él por sumanera de caminar o por su
acento afrasensado, y losconservadores lo veían como un
joven engreído que se habíaolvidado de sus raíces.
Pero Ruby Rosa, lejos deesconderse, empezó a afilar su
encanto.
Él trató de adaptarse.
Daba clases privadas de francés, montó un pequeño ring de boxeo
donde cobraba dos centavos porentrada y andaba de serenata en
serenata.
(11:07):
Las muchachas se desmayaban consu acento francés y los
muchachos querían ser como él.
Comenzó a destacarse en eldeporte ecuestre, y el polo,
donde su elegancia era más bienuna ventaja en una debilidad, se
convirtió rápidamente en unpersonaje magnético.
Era buen jinete, era guapo yera refinado, y con algo que
(11:32):
ninguno de los demás tenía Elsabor de Europa con el cuerpo
del Caribe.
Su padre, pedro María Rubirosa,murió poco tiempo después de su
regreso a la RepúblicaDominicana, en 1930.
Y con esa muerte se fue elúnico freno que Porfirio tal vez
tenía.
Así fue como este joven depantalones cortos en París,
(11:53):
criado entre bombas y champaña,regresó a una tierra donde el
poder tenía otra cara y dondeestaba a punto de cruzarse con
el hombre que marcaría el restode su vida, el jefe Rafael
Leonidas Trujillo.
Porque sabemos que la historiade Porfirio Rubirosa no se puede
contar sin hablar de RafaelLeonidas Trujillo, el dictador
(12:17):
que gobernó República Dominicanacon mano de guerra durante más
de tres décadas, el hombre que,con una sonrisa fingida y una
metralleta en el bolsillo,convirtió al país en su finca
personal.
En ese entonces, la RepúblicaDominicana estaba en plena
transformación política, conRafael Leonidas Trujillo
consolidando su poder tras elgolpe de Estado en ese mismo año
(12:42):
.
Rubirosa conoció a Trujillo en1931, cuando apenas tenía 22
años.
A Ruby Rosa no le interesabapara nada la vida militar.
Su mundo era el de los tragos,las mujeres, el polo y las
fiestas.
Pero un día de 1931 todo cambió.
Trujillo, que ya llevaba un parde meses consolidando su
(13:06):
dictadura, organizó una de susfamosas fiestas en la capital.
Ahí estaba Ruby Rosa en una deesas partidas de polo, en el
club hípico de Ciudad Trujillo.
Trujillo lo vio montar.
Era educado, hablaba francés,jugaba polo y tenía ese aire
(13:26):
sofisticado que lo hacía parecermás europeo que caribeño.
Pero este no fue cualquierencuentro.
El joven Ruby impresionó aldictador desde el primer momento
.
Era alto, seguro, hábil, sinuna gota de esfuerzo.
Trujillo era temido, perotambién sabía rodearse de
(13:46):
quienes lo hacían brillar.
Y Rubirosa era exactamente esoun diamante bien pulido.
Trujillo, quien adoraba rodearsede símbolos de poder, lo miró y
vio potencial, como quien dice,este muchacho puede
representarme.
Y sin saber que lo estabanobservando muy de cerca porque
(14:07):
Trujillo lo había fichado desdeantes.
Aunque venía de familia declase media alta, ruvilosa se
movía como pez en el agua entrelos ricos y los políticos.
Era justo el tipo de personaque Trujillo quería reclutar Un
joven culto, bien parecido, concontactos y la capacidad de
(14:27):
ganarse a todo el mundo.
Esa noche, entre medio de lamúsica y los tragos.
Trujillo lo llamó aparte y ledijo algo así como «Usted tiene
futuro, rubirosa, pero lo estádesperdiciando.
¿por qué no se pone al serviciode su país».
Y al otro día, sin darle muchotiempo para pensarlo, lo citó
(14:48):
directamente en su oficina en elPalacio Nacional.
Allí Trujillo le ofreció unaposición como oficial del
ejército, diciéndole que no solosería un honor, sino que
también sería una forma deentrar de lleno en el poder
político y social del país.
Rubirosa aceptó, no porquesoñara con ser soldado, sino
(15:08):
porque él entendía el juego.
Entrar al ejército significabaestar cerca del poder.
Entendía el juego.
Entrar al ejército significabaestar cerca del poder y eso era
más tentador que cualquieruniforme.
Así fue como lo nombraronteniente Lo enviaron a la
escuela militar de Jaina y allícomenzó una carrera que duraría
décadas, aunque siempre entreuniformes a medias y fiestas
(15:29):
completas.
Le dio un uniforme nuevo y leabrió la puerta del Palacio
Nacional, porque Rubirosa teníalo que Trujillo no tenía clase,
idiomas, carisma natural y elrespeto de los círculos
diplomáticos en Europa.
Trujillo lo vio como uninstrumento útil y Rubirosa vio
(15:52):
en Trujillo su trampolín almundo.
Una vez dentro del ejército,rubirosa comenzó a escalar a
velocidad récord, pero no porsus méritos militares, fue por
su habilidad para conectar conla gente que tomaba decisiones.
Y entre todas esas conexiones,la más peligrosa y poderosa fue
(16:15):
Flor de Oro Trujillo, la hijamayor del dictador.
Flor no era cualquier hija depapá Era culta, hablaba varios
idiomas, tocaba piano y habíavivido también en Europa.
Era hermosa, pero sobre todoambiciosa como su padre, pero
(16:36):
sobre todo ambiciosa como supadre.
Cuando Flor conoció a Rubirosa,ya, él era conocido por su
estilo, su manera de hablar y susonrisa de película.
Él, por su parte, vio en ellala llave maestra para entrar en
la élite nacional einternacional.
Cuentan que la conoció sinsaber quién era, que una noche
de gala, en una de esas fiestasopulentas del régimen, lubirosa
(16:57):
vio a una joven con un vestidosencillo pero elegante, unos
ojos oscuros con malicia y unasonrisa de esas que te invitan
al desastre, y la invitó abailar.
Y ella aceptó, sin decir sunombre, sin advertirle que era
Flor de Oro Trujillo, la hijamayor del jefe.
Él quedó deslumbrado.
(17:18):
Desde el primer instante, Flortambién se sintió cautivada por
aquel oficial joven, educado enEuropa, buen conversador, con
ese acento francés y ese descaroencantador.
Pero cuando Trujillo se enteróde que su hija se estaba
enredando con un cadete se leprendió el moño y quiso hasta
(17:38):
borrarlo del mapa.
Rubirosa fue expulsado delejército sin explicaciones
públicas.
Internamente el mensaje eraclaro con mi hija no.
De ahí lo enviaron a SanFrancisco de Macorís, aislado
como un perro castigado.
Pero eso no fue suficiente,porque Flor insistió, le
(17:58):
escribía cartas, lo llamaba yuna noche incluso huyó a un
baile donde sabía que él estaría.
Bailaron, se besaron, hablaronen francés.
El escándalo era inevitable.
Trujillo, furioso, lo desterróde nuevo, esta vez a una finca
lejana rodeada de coco ysilencio.
Parecía que era el final de lahistoria.
(18:20):
Pero aquí es donde Flordemostró ser más Trujillo que su
mismo padre.
Ella fue quien se enfrentó aldictador.
Le dijo que si no la dejabacasarse con Porfirio, se iba del
país.
Y Trujillo, aunque con rabia,aceptó la boda.
Puede que haya sido porque Florera su hija favorita, o tal vez
(18:41):
porque creía que Porfirio eraun controlable.
Y así, en 1932, porfirioRubirosa y Flor de Oro Trujillo
se casaron en la CatedralPrimada de América en una
ceremonia vigilada por medioejército y por todos los ojos
del país.
Amor, quizá Por conveniencia?
(19:04):
sin duda, porque al casarse conla hija de Trujillo, luirosa no
solo selló su posición en elpoder, sino que también aseguró
protección, recursos y prestigiointernacional Y al principio
todo parecía ser de cuento.
Trujillo le devolvió su rangomilitar, lo nombró edecán
(19:25):
presidencial y luego lo mandócomo diplomático a Berlín, parís
, roma.
El mundo era suyo, peroRubirosa no era de nadie.
A los 23 años, rubirosa pasó deser un cadete más a convertirse
en el yerno del dictador, y coneso empezó la verdadera vida de
(19:46):
Porfirio Rubirosa.
Rubirosa no tenía una carreradiplomática tradicional, pero
tenía algo que pocos en esemundo podían igualar La
habilidad de entrar y salir decualquier salón, hablar con
reyes, seducir a primeras damasy salir ileso de rumores que a
otros le costarían la carrera.
(20:07):
Luego de su matrimonio con Flor, trujillo lo nombró consejero
de la Embajada Dominicana enParís.
Él no tenía que ir a guerra niluchar en campaña, solo tenía
que lucir bien, sonreír yrepresentar a la dictadura en
los salones elegantes delextranjero, y lo hizo con
excelencia.
Ese era su mundo.
Rubirosa volvió a su ciudadfavorita, pero esta vez no como
(20:31):
estudiante confundido, sino comouna figura pública con
inmunidad diplomática.
Y allí comenzó su verdaderacarrera como embajador, playboy
y espía informal.
En cada país al que lo enviabancomo embajador, como Argentina,
alemania, francia, roma, italia,cuba, rubirosa no solo cumplía
(20:58):
funciones oficiales, tambiéndejaba una impresión imborrable.
Tenía un talento que era único,que sabía adaptarse a cualquier
entorno.
Podía estar en una noche en unarecepción en la embajada
alemana hablando de comerciointernacional y a la mañana
siguiente aparecer en una fiestaen Saint-Tropez rodeada de
actrices, aristócratas ydiplomáticos.
Todos querían estar a su lado,y no era solo porque era guapo
(21:18):
que lo era, ni por su vozprofunda o su acento encantador
Simplemente era su presencia, suesencia.
Rubirosa era el tipo de hombreque hacía que los demás
quisieran ser como él y que lasmujeres quisieran que se quedara
de su lado, aunque solo fuerauna noche.
Pero mientras su carreraascendía como la espuma, su
(21:38):
matrimonio con Flor comenzaba aagrietarse.
Porque, aunque la hija deldictador tenía un apellido
poderoso, no era ningunamarioneta, flor de Oro también
era moderna, era educada y decarácter fuerte.
Y Rubirosa Era Rubirosa, unmujeriego fiestero y encantador
(21:59):
hasta los errores.
Pero llegó el tiempo en el quelos choques entre ambos se
hicieron constantes.
Ella no soportaba susinfidelidades Y él no soportaba
tener que fingir fidelidad.
Y eso que al principio muchospensaban que Rubirosa se había
ganado la lotería casándose conella.
Lo que no sabían era que detrásde ese apellido había un padre
(22:22):
posesivo, celoso del honor de suhija y un matrimonio que
parecía más una transacciónpolítica que una historia de
amor, hasta que Flor empezó aquejarse con su padre y Trujillo
, que al principio protegía aRubirosa como yerno ideal,
comenzó a cansarse de susescándalos.
(22:43):
Flor y Rubirosa discutían, sedejaban, volvían y Flor, aunque
al principio lo toleró, comenzóa perder el control.
Una noche, en un ataque decelos, flor sacó una pistola y
le gritó que le iba a disparar ala correa, que lo arrastraba al
pecado.
Literalmente, ella quería unesposo y él quería libertad.
Y lo peor es que todo el mundolo sabía Y aunque nunca hubo una
(23:07):
denuncia formal, hay fuertesindicios y testimonios de que
Ruby Rosa fue violento con Florde Oro Trujillo durante el
matrimonio, particularmentehacia el final.
Algunos exfuncionarios delrégimen y personas cercanas al
círculo íntimo de Trujillocontaron años después que Ruby
Rosa maltrataba física yverbalmente a Flor, sobre todo
(23:30):
cuando consumía alcohol y semolestaba por celos o por
sentirse limitado en su libertad.
Incluso hay informes nooficiales, como cartas de
exiliados políticos y fuentesorales recogidas por
historiadores dominicanos, queaseguran que Trujillo lo supo y
lo perdonó, lo cual es muyrevelador, considerando que el
(23:52):
dictador no tenía fama depermitir que alguien tocara a su
hija Hasta que finalmente Floren 1938, se rindió Dijo ya no
puedo más.
Regresó a la RepúblicaDominicana sin rubirosa y de
allí pidió el divorcio.
Tras seis años de tensiones,escándalos y silencios incómodos
(24:17):
, el divorcio fue final.
El divorcio se dio en privado,sin escándalo, pero con tensión.
Como tú haces lo tuyo, yo hagolo mío.
Y si el mundo sigue creyendoque tú representas lo mejor de
la República Dominicana, todosganamos.
Y ahí sí que Trujillo perdió lapaciencia.
Justo después del divorcio,trujillo, furioso por cómo
(24:40):
Rubirosa trató a su hija, lodeclara una persona no grata y
le quita su estatus diplomáticoy su pasaporte oficial,
básicamente lo exila.
Después de haberlo perdido todoel amor de Flor, el respeto de
Trujillo y su estatusdiplomático.
Rubirosa estaba por el piso sinsus chelitos, sin uniforme, sin
(25:04):
un apellido que lo protegiera.
Pero como siempre, el hombresabía moverse Y donde otros
veían tragedia, él veíaoportunidad.
Y fue entonces que aparecióManuel Fernández Alda, un joyero
español exiliado de la guerracivil.
El hombre tenía un problema yRubirosa, con su pasaporte
(25:28):
diplomático aún activo en Europay su talento para el engaño,
parecía ser la solución perfecta.
Y la historia era la siguienteAlda había dejado escondido un
tesoro en su tienda de Madridjoyas carísimas rubíes,
diamantes, zafiros y perlasvaluadas en una fortuna.
(25:49):
Pero como no podía volver,necesitaba que alguien lo
hiciera por él y que lo hicieracon estilo, sin levantar
sospechas.
Ruby Rosa aceptó el encargo sindudar.
A cambio de una jugosa comisión, por supuesto, pero no fuecio
turbio, tal vez un testigoincómodo que quería recuperar
(26:16):
una caja fuerte con dineroescondido.
Y aquí es donde todo se ponemedio sospechoso.
Según Rubirosa, iban por lacarretera cerca de Madrid y
fueron emboscados por bandidosarmados.
Y lo que él contó es digno depelícula.
Les dijo que una lluvia debalas les cayó de repente y se
(26:36):
bajaron corriendo del carro porsus vidas.
Cuando todo terminó, rubirosaregresó al carro solo Y el
polaco se había desaparecido,desaparecido en el medio del
campo y sin dejar rastro.
Años después nunca se volvió asaber del polaco.
Nunca hubo denuncia, cadáver ninada.
(26:58):
Y mientras tanto Rubirosaregresó a Francia con una
sonrisa y una maleta pesada.
Alda recibió parte del botín,pero enseguida notó que algo
como que no cuadraba.
Pero enseguida notó que algocomo que no cuadraba.
Faltaban joyas, y no pocas.
Según él, rubirosa se habíaquedado con la tajada más gorda
(27:25):
Le faltaban más de 180 mildólares en piedras preciosas,
que hoy día serían valoradas enmás de 5 millones de dólares.
Pero no tenía pruebas, soloeran sospechas.
Y Rubirosa era Rubirosa.
Lo cierto es que de repenteaquel hombre que había caído en
desgracia volvió a ser el rey dela noche en París Comprando
(27:45):
champaña, daba propinas bastanteexageradas, se comía unas cenas
lujosas, andaba en carrosnuevos.
Todo eso regresó como por artede magia y nadie pudo explicar
de dónde salió ese dinero.
Para algunos fue un golpemaestro y para otros fue un
crimen perfecto.
Y para Trujillo fue unaoportunidad porque desde la
(28:10):
distancia el dictador habíaestado vigilando.
A finales de los años 30, rubyRosa recibió una llamada que no
esperaba, desde la RepúblicaDominicana, y era Trujillo.
El mensaje era que Doña MaríaMartínez, la esposa de Trujillo,
y su hijo Ramfis se iban deviaje a Francia y Trujillo
(28:34):
quería que Porfirio se encargarade recibirlos, que los
acompañara y se asegurara de quetodo saliera perfecto.
Imagínense el dilema ¿Qué creenustedes?
¿Qué harían ustedes?
El mismo hombre que lo habíabotado como un trapo viejo ahora
le pedía un favor.
Pero Rubirosa, con ese olfatoafilado para detectar trampas,
(28:57):
lo pensó bien ¿Era esta unaoportunidad real o una emboscada
?
Aún así, dijo que sí, y lo hizocon la misma elegancia de
siempre.
Recibió a la esposa y al hijodel dictador, como si nunca
hubieran pasado los desplantesni el castigo.
Les mostró lo mejor de París,los llevó a los lugares más
(29:19):
exclusivos, los trató comorealeza.
Y cuando Doña María regresó ala isla, le contó a su esposo,
con una mezcla de sorpresa yadmiración, lo bien que Rubirosa
la había tratado.
Y ese pequeño gesto,aparentemente simple, lo cambió
todo.
A las pocas semanas, trujillo ledevolvió su título diplomático.
(29:42):
Así, sin ceremonia niexplicación pública, el exiliado
volvía al ruedo.
Rubirosa había hecho lo quepocos lograban salir del exilio
político sin suplicar, sinarrodillarse y sin perder el
estilo.
Suplicar, sin arrodillarse ysin perder el estilo.
Regresó a la diplomacia con máspoder que antes y ahora.
(30:11):
Además, cargaba con un auracasi mítica.
Ya, no era sólo el exyeno deldictador, sino que era el hombre
que sobrevivía a los caprichosde Trujillo y regresaba aún más
fuerte.
Y con eso, porfirio, rubirosavolvió a ser el Rubirosa que el
mundo conocía, el que dominabalos salones, los caballos, las
mujeres y los secretos.
Porque si hay algo que nadiepodía negar, era su talento como
(30:32):
imagen del país.
Donde Rubirosa iba, lo recibíancon brazos abiertos Y eso, en la
geopolítica caribeña, tenía untremendo valor.
Era su ficha en el tablerointernacional Y mientras no lo
desafiara, trujillo podía seguirusando su encanto para
beneficio del régimen Libre.
Por fin, rubirosa se lanzó delleno a vivir su versión más
(30:56):
auténtica.
Empezó a moverse con libertaden París, donde se sentía como
un pez en el agua.
Ruby Rosa salió del matrimoniomás conocido, más elegante, más
peligroso y completamente suelto, solo libre y mundial.
A partir de ahí, el mundo fuesu escenario y todo lo que
(31:19):
vendría después, como losescándalos, las millonarias, los
espías, los secretos, losFerraris, las embajadas, las
traiciones y los rumores, seríanparte de la construcción del
mito.
Porque si hasta este puntoRubirosa era un diplomático con
fama de mujeriego, a partir desu divorcio con Flor se
(31:41):
convirtió en algo más, en unaleyenda que caminaba entre los
dominicanos.
Y así fue como lo mandó devuelta al terreno internacional,
pero esta vez con más poder,más responsabilidades y más
libertad para moverse.
En 1939 fue enviado a Berlín,mientras Europa se preparaba
(32:02):
para la Segunda Guerra Mundial.
Se movía entre París, roma yBerlín.
Tenía inmunidad diplomática yvivía con una combinación
peligrosa de elegancia,contactos y discreción, y
discreción.
Durante este tiempo asistía aescenas diplomáticas de nivel
(32:24):
alto, se relacionaba conaristócratas y millonarios y
comenzó a atraer la atención demujeres influyentes, entre ellas
su futura esposa.
Su primer gran destinodiplomático fue Alemania nazi y
Ruby Rosa fue designado comosecretario de la delegación
dominicana en Berlín justo en elmomento en el que Adolfo Hitler
(32:45):
preparaba los Juegos Olímpicos,para mostrarle al mundo la
grandeza del régimen.
¿y qué pintaba?
un dominicano moreno, elegantey encantador, entre las filas
del Zezel Reich?
Exactamente eso ser diferente,ser llamativo, ser útil.
Se cuenta que Ruby Rose asistióa más de una recepción donde
(33:10):
estuvo a solo metros de Hitler,no por ideología, sino porque
era diplomático y porque sabíamoverse entre lobos sin parecer
una presa.
Era el único latinoamericano envarios eventos oficiales y no
pasaba por desapercibido, ni porsu físico, ni por su estilo, ni
(33:31):
por su manera de acercarse alas personas más poderosas del
mundo con la seguridad dealguien que ya lo había visto
todo.
Pero mientras por el día secodiaba con ministros nazis, por
la noche se sumergía en elverdadero Berlín, en el de los
burdeles secretos, los clubes dejazz, las apuestas, el whisky y
las mujeres que venían de mediaEuropa Luvirosa.
(33:54):
Podía llevar un traje deetiqueta al mediodía y perderlo
en la madrugada entre cuerposdesnudos y conversaciones
peligrosas.
Y no lo hacía por vicio.
Lo hacía porque ahí, en looculto, estaba la verdadera
información.
Y esa era su segunda laborrecoger rumores, nombres y
(34:15):
secretos.
El archivo del FBI,desclasificado en años recientes
, sugiere que Ruby Rosa era unactivo informal del Servicio de
Inteligencia Militar Dominicano,es decir diplomático oficial y
espía no oficial.
Recogía información paraTrujillo, especialmente sobre
(34:39):
otros exiliados dominicanos quevivían en Europa y Estados
Unidos.
Y aquí entra un detallegravísimo que pocos mencionan En
1935, rubirosa había estadoimplicado en un intento de
asesinato político en Nueva York, el cual el objetivo era el
exministro de RelacionesExteriores Ángel Morales, quien
(35:01):
era crítico de Trujillo y vivíaexiliado.
El plan, según documentos delFBI, consistía en que Rubirosa
llevaba consigo una suma grandeen efectivo, le entregara el
dinero a su primo, luis de laFuente, quien era un desvividor
vinculado a los secretosdominicanos, y éste ejecutara el
(35:22):
crimen.
Pero escuchen esto El primo seconfundió de persona y le
disparó al hombre equivocado, yluego huyó a Puerto Rico.
O sea, la operación fracasó,pero esto dejó claro que
Rubirosa no solo servía copas enrecepciones diplomáticas, sino
que también cargaba sobresmanilas con misiones oscuras.
(35:44):
Y eso no fue un caso aislado.
Durante su estancia en Berlín,rubirosa vendió visas
dominicanas a judíos ricos quehuían del régimen nazi Y sí les
ayudaba a escapar, perocobrándoles bien caro.
Era una mezcla de oportunismo,sobrevivencia y astucia.
Ayudar, sí, pero con factura.
(36:07):
Cuando estalla la guerra, laembajada dominicana se trazada a
Vichy, en el sur de Francia, yallí se instaló el gobierno
colaboracionista francés,mientras los nazis ocuparon
París.
Colaboracionista francés.
Mientras los nazis ocuparonParís.
Ruby Rosa sobrevive entre losnazis colaboracionistas y un
pueblo francés que empezaba adespertar su furia contra los
(36:29):
traidores.
Pero él, como siempre, caminabapor la línea fina sin tropezar.
Y en medio de todo este caosvuelve a contraer matrimonio Su
esposa, su nueva esposa, laactriz francesa Danielle Derbux,
una estrella de cine famosa,hermosa, sofisticada y con
(36:51):
rumores de haber colaborado conel régimen nazi.
Y aunque nunca se le pudocomprobar, la sombra de la
sospecha los persiguió a ambos.
A principios de los años 40,mientras el mundo se sacudía con
la guerra, rubirosa se paseabaentre París, roma y Berlín como
si fuera intocable.
(37:12):
Y en cierto modo lo era, porqueera diplomático ex-yerno, un
seductor internacional y aliadosilencioso del régimen
dominicano.
Pero su fama ya no le servía aTrujillo, sino que lo opacaba.
Y fue entonces cuando eldictador hizo lo mejor que sabía
hacer castigar sin balas, perocon poder.
(37:33):
Le quita nuevamente el títulode diplomático.
Así, un día, sin previo aviso,rubirosa recibe una orden
directa Se le retira su cargo ysu pasaporte diplomático.
Trujillo lo despoja de suinmunidad, lo saca del cuerpo
diplomático y lo deja allá a laderiva en Europa.
(37:54):
¿por qué?
Porque ya no lo controlaba,porque Rubirosa ya no era su
hombre y porque los rumoressobre sus infidelidades, fiestas
y aventuras con mujeresmillonarias estaban llegando a
los oídos de los embajadoresaliados.
Y eso, para un dictador quevivía de su imagen, era una
(38:14):
traición sin palabras.
Pero Rubirosa no se inmutó.
Ni dio una declaración, ni unreclamo, ni una carta de súplica
, nada.
Rubirosa, con su eleganciaintacta, se quedó en Europa por
su propia cuenta y siguióhaciendo lo mismo Viajando,
jugando polo, viviendo conmujeres que lo mantenían y
(38:38):
alimentando el mito de que eraun hombre que no necesitaba país
, ni bandera, ni dictador.
O sea, le quitaron el título,pero no el poder, porque en ese
punto Rubirosa ya era más grandeque la república que lo formó y
que el dictador que intentócontrolarlo.
Y hasta aquí, mi gente, lesllego con la historia de hoy
(38:59):
porque la voy a dividir en dospartes, porque es muy larga.
Ok, así que nos vemos mañana.
Mañana mismo sale el próximovídeo.
Ok, mis amores, nos vemos, unratito bye.