Episode Transcript
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Speaker 1 (00:01):
Dicen que hay nombres
que se pierden con el tiempo,
que el viento se los lleva conel primer aguacero, pero hay
otros que quedan grabados en latierra como cicatriz En el Cibao
, en medio de cafetales, caminosde lodo y gallos cantando al
amanecer.
Todavía hay quien menciona sunombre en voz baja, como si el
monte pudiera oír.
Algunos lo llaman asesino,otros lo llaman rebelde y para
(00:26):
muchos fue simplemente un hombreal que la dictadura no logró
domesticar.
Pero lo que sí es cierto es quesu historia no es una
cualquiera.
Esta es la vida y la muerte deun hombre que se convirtió en
leyenda entre los pliegues delmiedo y la pólvora.
Esta es la historia de EnriqueBlanco, el fantasma del Cibao,
(00:47):
del hombre que le sacó el dedoal dictador.
Hola, mi gente, bienvenidos asu canal Delitos de Sangre.
(01:09):
Yo soy Magaly.
Gracias por acompañarme duranteeste nuevo episodio.
Los invito a que se suscribanal canal, me dejen un comentario
, me den un like o compartaneste video para que llegue a
donde más personas.
Enrique Blanco Sosa nació el 14de enero de 1907 en una
comunidad rural llamada DonPedro de Peña, en el municipio
(01:31):
de Tamboril, provincia deSantiago, un pueblo como muchos
otros en el Cibao de la época,sin electricidad, sin agua
potable, pero con tierra fértily gente trabajadora.
Era uno más entre 10 hermanos,hijo de Eugenio Gengo Blanco, un
campesino que se ganaba la vidasembrando tabaco, y de
(01:51):
Euberdina Sosa, una mujercallada fuerte que crió su
muchachada como pudo entre rezosy fogón de leña.
La niñez de Enrique no fuefácil, pero tampoco fue distinta
a la de otros campesinos de sutiempo.
Desde pequeño trabajaba latierra, ayudaba a su padre en
los conucos y, como casi todoslos niños de la zona, fue poco a
(02:15):
la escuela.
De hecho, de adulto, él mismoadmitía que apenas sabía leer o
escribir.
Su educación vino más delmachete, el buey y el río que
del lápiz.
Lo que sabía, lo aprendió delcampo, de la disciplina, de los
amaneceres sin descanso, la fede los que rezan mientras
(02:35):
siembran y la ley del más fuerteque allá no se discutía sino
que se respetaba.
Rezaba todos los días.
Creía con devoción en la Virgende las Mercedes, en San Miguel
Arcángel y cargaba escapulariosestampitas y oraciones dobladas
en los bolsillos.
Pero también creía en cosas delotro mundo, como la brujería,
(02:58):
las malas sombras y en lo que nose ve pero se siente.
Él juraba que no todo enemigotenía carne y hueso, que había
que cuidarse de lo que uno noentendía.
Era un niño callado, perofuerte.
No era de por sí un niñorebelde, sino que era un niño
que simplemente no encajaba.
Le gustaba treparse a losárboles, corretear por los
(03:21):
campos y tenía un carácterdifícil.
Dicen que era de mecha corta,que no se dejaba humillar ni por
los mayores ni por los vecinos.
Si lo empujaban, él empujabamás fuerte y si lo miraban feo,
devolvía la mirada con el ceñofruncido.
O sea que desde pequeño senotaba que Enrique Blanco no iba
(03:41):
a ser nada fácil de dominar.
Dicen que desde niño tenía unbrillo raro en los ojos, como
quien sabe desde temprano que nova a morir tranquilo.
Y mientras otros niños jugabancon trompos o corrían detrás de
las gallinas, ya la andaba conel machete en la mano y la
mirada hacia el monte.
Esa infancia hecha de necesidad, superstición y silencio fue la
(04:06):
que le forjó el alma, la mismaque años después lo haría capaz
de desafiar al régimen másviolento que ha conocido la
República Dominicana.
Cuando creció, ya no era el niñotímido del campo.
Enrique se convirtió en unjoven alto, de mirada dura y
(04:27):
cuerpo fuerte por el trabajo,pero su carácter no mejoró.
No se sabía si buscaba respeto,libertad o simplemente alguien
con quien desquitarse la rabia.
Lo cierto es que ya para los 18años era bien conocido en su
zona, pero no exactamente porcosas buenas.
(04:47):
Su reputación lo precedía y notodos se sentían cómodos estando
cerca de él.
A los 19 años, en 1926, enriqueBlanco cambió el machete por un
rifle y se metió al EjércitoNacional.
Vio el machete por un rifle yse metió al ejército nacional,
(05:08):
el cual todavía estaba bajo elgobierno de Horacio Vázquez,
justo antes de que Trujillotomara el poder.
Lo hizo con ayuda de un generalamigo de su papá, pedro M
Estrella, mejor conocido comoDon Piro, y al principio parecía
tener futuro.
Era disciplinado, sobre todocuando estaba sobrio.
Enrique cuidaba su uniforme,mantenía su aspecto impecable y
(05:29):
tenía buena puntería.
Pero esa buena cara duraba poco, porque cuando bebía que solía
ser casi siempre después delservicio todo cambiaba.
Se metía en juegos de azar conmujeres, peleas de cantinas en
las peleas de gallo y todo loque el reglamento militar
prohibía.
(05:49):
Tenía talento como soldado, perosu conducta lo arrastraba hasta
el punto de que sus compañerosno querían patrullar con él.
Decían que era impredecible,violento y más peligroso con un
cuchillo que con un fusil.
Uno que estuvo con él en elcentro de adiestramiento, dijo,
y cito cuando Enrique estabaserio, parecía general, pero con
(06:12):
dos tragos, parecía un demoniocon uniforme.
Aunque tenía buena puntería yuna fuerza física notable, su
conducta seguía siendo unproblema Y dicen que más de una
vez provocó desórdenes en elcuartel.
Cuando no estaba patrullando oen entrenamiento, lo encontrabas
(06:33):
en el baile.
Le gustaban mucho las fiestas decampo, esas que duraban hasta
que salía el sol, con músicostocando en vivo, sudor ron
barato y el merengue ripiaosonando sin descanso.
El merengue ripiao era sudebilidad, ese ritmo acelerado,
tocado con acordeón, tambor yguira, lo volvía loco.
(06:55):
Enrique era de los que llegabaa la fiesta con el uniforme
puesto y lo dejaba todo sudado,bailando con cuanta mujer se
cruzara.
Dicen que bailaba como siestuviera en guerra, con fuerza,
(07:22):
con rabia y sin soltar el tragoen la mano.
Ahí, enrique Blanco era feliz.
Pero también ahí empezaban losproblemas, porque cuando tomaba
más de la cuenta que era, casisiempre pasaba de alegre a
peligroso.
En lo que dura una tambora Ledaban ataques de celos, buscaba
peleas con cualquiera que lomirara mal y a veces hasta
(07:43):
sacaba un cuchillo en medio dela música.
Una vez, en una fiesta en BocaChica, hirió a varios y terminó
con la vida de uno todo por unadiscusión de borrachos que se
fue a mayores.
Lo arrestaron y lo enviaronseis meses a la fortaleza Osama.
Pero no cumplió la sentenciacompleta porque lo movieron por
(08:03):
unos cambios políticos que hubo.
Aún así, el ejército le levantóel castigo y le dio otra
oportunidad.
Volvió al servicio, pero lafama ya lo seguía, y en el
ejército la fama de hacer cosaslocas no se borra tan fácil.
El merengue ripiado siguiósiendo parte de su vida.
(08:24):
Ese era su escape, su veneno ysu adicción.
En una fiesta terminódisparando al aire y en otra,
presuntamente una bala alcanzó aun civil.
Y esa mezcla de ritmo,descontrol y violencia fue la
que, poco a poco, fue empujandoa Enrique Blanco hacia el monte,
hacia la fuga y hacia laleyenda.
(08:46):
Nunca fue condenado, pero suexpediente hablaba por sí solo
Indisciplinado, violento,impredecible Y a pesar de eso
llegó al rango de cabo.
Después de tres años el ejércitodecidió que ya era suficiente.
El capitán de su compañía noquiso saber más de él.
Lo botaron del ejército porviolar los reglamentos, por
(09:10):
andar bebiendo, peleando ycreando tensión entre los
soldados.
Y así como entró, salió, volvióal campo con sus padres, pero
solo por un tiempo.
En 1929, cuando él tenía solo22 años su madre Obardina
falleció.
Ese fue uno de los primerosgolpes que lo sacudió.
(09:31):
De verdad, dicen que desde esemomento Enrique cambió, que ya
no tenía con quién desahogarse,que ya no había nadie que lo
llamara al orden, que esa mujerque lo aguantaba todo ya no
estaba.
Y ahí él empezó a endurecerse.
Sin su mamá, enrique se volviómás frío, más impulsivo y más
(09:52):
peligroso.
No fue de inmediato, pero eseduelo se le quedó pegado en el
alma Y algunos dicen que esapérdida fue lo que terminó de
empujarlo hacia el camino quenadie pudo detener.
Después Lo peor estaba porvenir.
Y aquí es donde hay que haceruna pausa para entender el
(10:12):
panorama.
Y quiero dejar claro que esto nose trata de política.
Yo en la política no me metoporque no la entiendo.
En realidad no sé nada ni hablode política, pero para darle
contexto a la historia, porqueestamos hablando de los años 30,
cuando Rafael Leonidas Trujilloya era dueño y señor de la
República Dominicana.
(10:33):
Su dictadura, que comenzó en1930 y se extendió por más de
tres décadas, no era solo ungobierno autoritario, era un
régimen de control total, dondenadie hablaba más alto que el
jefe.
En el país no se movía una hojasin su permiso.
(10:53):
La policía le respondía a él,el ejército le era fiel, la
prensa publicaba sólo lo que élautorizaba y hasta las iglesias
tenían que andar con cuidadoQuien desobedecía desaparecía.
Trujillo creó un sistema dondeser oposición era igual a ser
enemigo del estado.
(11:13):
Y cuando alguien como EnriqueBlanco, que ya tenía historial
de indisciplina, que había sidomilitar, que sabía usar un arma
y que se negaba a agachar lacabeza, se negaba a obedecer, se
volvía una amenaza, no unacualquiera, sino una amenaza
personal para el dictador.
La gota que derramó el vaso fuecuando Enrique intentó
(11:36):
reingresar al ejército a los 23años, en 1930, ya bajo el
régimen de Trujillo, lo enviaronal centro de entrenamiento en
el kilómetro 9 y luego fue otravez a la fortaleza Osama.
El dictador ya había tomado elpoder y consolidado su aparato
represivo.
Enrique, quizás por necesidad opor falta de rumbo, quiso
(11:59):
volver, pero en 1931 se repitióel patrón con la cantina, las
peleas y los tiros.
Enrique Blanco se vioinvolucrado en un grave
incidente Durante una pelea enuna taberna de juegos en la
parte alta de la ciudad deTrujillo.
Varios soldados participaron enuna riña que incluyó el uso de
(12:20):
bayonetas y armas de fuego.
Enrique Blanco disparó surevólver matando a un barbero e
hiriendo a un cabo gravemente.
Tras este evento desertó elejército para evitar las
consecuencias legales, peroexiste otra versión que sugiere
que desertó después de que ungrupo de oficiales y soldados
(12:42):
intentara arrestarlo porsupuestos vínculos con
opositores al régimen queplaneaban un complot contra
Tujillo.
Ahí fue que él decidiódesaparecer.
Sabía que si se quedaba, lomataban o lo enterraban en una
celda, así que él agarró su armay se fue al monte Y desde ese
(13:02):
momento el ejército dejó de sersu uniforme y se convirtió en su
perseguidor.
Se llevó su fusil, se internó enel monte y nunca más volvió a
la vida común.
Desde entonces fue consideradoun prófugo, un enemigo del
régimen, y lo empezaron aperseguir como si fuera una
bestia salvaje.
Empezaron a perseguir como sifuera una bestia salvaje, pero
(13:24):
él no se escondió del todo.
Según la historia, desde losmontes del Sibao comenzó a
atacar patrullas, a emboscarsoldados y a moverse de finca en
finca como una sombra.
Nadie podía atraparlo.
Sabía dónde dormir, por quéveredas caminar, a quién
sobornar y de quién cuidarse.
(13:45):
Era, en palabras de loscampesinos, un fantasma armado.
Durante este tiempo se leatribuyeron múltiples crímenes
contra personas vinculadas alrégimen de Trujillo, lo que
llevó a catalogarlo como uncriminal peligroso.
Algunos lo veían como unvaliente opositor a Trujillo,
(14:06):
mientras que otros loconsideraban un bandido asesino
que mantenía al país en zozobra.
Y ahí nació la leyenda.
Desde el momento en que Enriquese internó en el monte con su
fusil, trujillo lo marcó.
Lo que al principio parecía unadecepción más se convirtió en
(14:26):
un desafío al poder absoluto.
Y eso, mi gente, eso no seperdonaba.
El régimen no solo lo declaróprófugo, lo convirtió en enemigo
público número uno en la regiónnorte.
Se emitieron órdenes de captura, se ofrecieron recompensas por
su cabeza, vivo o muerto, ycomenzaron los operativos.
(14:50):
Peinaban las montañas, los ríos, las veredas, los cafetales.
Soldados mal entrenados, ymuchos de ellos con miedo, eran
enviados a buscar a un hombreque conocía el monte mejor que
nadie, que sabía moverse sin servisto y que, si era necesario,
disparaba primero y preguntabadespués.
(15:11):
Ahora a Enrique le atribuíantodo que había matado guardias,
que secuestraba campesinos, queasaltaba para comer, pero en
muchos casos no había testigos,ni pruebas, ni cuerpos.
Eran solo rumores.
Lo que sí está documentado esque terminó con la vida de al
menos un sargento del ejército,posiblemente Teodolberto Blanco
(15:36):
o Teodolberto Castro,dependiendo de la fuente.
También se decía que habíaajusticiado a un supuesto brujo
haitiano después de haberlehecho un trabajo de protección
en el que, supuestamente, elbrujo le dijo ahora solo dos
personas pueden terminar con tuvida Dios o yo.
Pero la línea entre realidad yleyenda se empezó a borrar.
(15:58):
Muchos campesinos comenzaron averlo como un Robin Hood criollo
, como alguien que no se dejabadel jefe y que era capaz de
hacer lo que nadie se atrevía.
Y eso enfureció aún más alrégimen.
Y aquí fue entonces cuandoTrujillo decidió apretar.
Si no podían atraparlo a él,entonces iban a hacerle daño por
(16:19):
donde más duele su familia.
A finales de 1936, empezaron lasrepresalias, uno por uno.
Algunos los mataron ensupuestos enfrentamientos, a
otros simplemente los ejecutaron.
Se sabe que eran nueve en total, incluyendo a Enrique, y al
(16:42):
menos tres de ellos fueronasesinados directamente por el
régimen de Trujillo.
Ramón Eugenio y Jesús MaríaBlanco fueron los primeros.
Los sacaron de sus casas, losinterrogaron y nunca más se supo
de ellos.
El 24 de octubre de 1936, esoscuerpos de sus hermanos, ramón
(17:03):
Eugenio y Jesús María Blancocuerpos de sus hermanos Ramón
Eugenio y Jesús María Blancoaparecieron tirados en unos
matorrales en las afueras de lavereda en Tamboril.
Estaban ya descompuestos yhabían sido abandonados.
Los habían asesinado sincompasión y los dejaron allí
como si fueran nada, pero lo másbajo, lo más inhumano.
(17:24):
Vino después, cuando losvecinos y familiares intentaron
darles una cristiana sepultura.
El régimen no lo permitió.
Les prohibieron hacerles unfuneral, no los dejaron
llevarlos a la iglesia niponerle una cruz.
¿y por qué?
porque ese mismo 24 de octubreera el cumpleaños de Rafael
(17:45):
Leonidas Trujillo, y eso no sepodía ensuciar la celebración
con el entierro de los hermanosde un rebelde, así que los
familiares fueron obligados acallarse y a esconder su dolor.
No hubo misa, no hubo velorio.
Los enterraron escondidas ensilencio, sin campana, sin luto,
(18:12):
sin Dios.
Luego cayó Julio Antonio, alque le decían Chingo.
Lo mataron en lo que parecía unoperativo armado, pero la
versión más creíble es que fueun asesinato ordenado
directamente desde arriba.
Poco después su padre, eugenioBlanco, también fue asesinado.
Los vecinos contaban que ungrupo armado lo buscó de
madrugada y que salió con lasmanos en alto sin saber que esa
(18:36):
sería su última noche.
En menos de un año Trujillo lehabía desaparecido a medio clan.
La intención era claraquebrarlo.
Pero no fueron los únicos.
A los otros.
Los desaparecieron, losencarcelaron o los hostigaron
brutalmente.
Los pocos hermanos quesobrevivieron tuvieron que huir
(18:58):
del Sibao, cambiar de nombre ovivir escondidos, y nadie podía
ayudarlos, porque todo el que lediera techo, comida o
simplemente solidarizara corríael riesgo de terminar igual.
El régimen no solo buscabamatar a Enrique, buscaba
aislarlo, dejarlo solo, destruirtodo lo que lo hiciera sentir
(19:18):
humano.
Y si había alguien que lo amara, que lo recordara, que lo
defendiera, lo convertían enenemigo también.
Fue un acto de crueldad pura,una forma de decirle al pueblo
miren lo que pasa con los que seatreven.
Y eso, más que el mismoasesinato, fue lo que convirtió
ese crimen en una herida abiertapara una comunidad.
(19:41):
Y aunque Enrique era terco comouna piedra, ese dolor se le
metió en los huesos.
Ya, no era el mismo.
Seguía escondiéndose, pero larabia y la pena le pesaban más
que el bulto que cargaba en laespalda.
(20:08):
Protegieran Los campesinos, losgallineros le daban comida, lo
escondían en sus fincas y cuandolos soldados llegaban
preguntando por él, bajaban lacabeza y decían que no sabían
nada.
Gente sencilla del campo quepor respeto, miedo, compasión lo
ayudaban o le dejaban dormiralgunas horas, pero también lo
traicionaban.
Algunos lo delataban a cambiode una bolsita de arroz o unos
(20:29):
pesos.
Y él lo sabía.
Por eso nunca dormía dos vecesen el mismo sitio, nunca se dejó
ser visto en el mismo lugar,nunca confiaba plenamente.
Se hablaba de que tenía unaamante secreta que le llevaba
noticias.
Otros decían que era un almasolitaria, que solo hablaba con
(20:50):
el machete, con la escopeta ycon sus muertos, que vivía
pensando en sus hermanos, en supapá y en su madre, que ya no
vería, que cargaba dolor comoquien carga piedras en los
bolsillos piedras en losbolsillos.
(21:10):
Con el tiempo su cuerpo empezóa rendirse Las piernas le dolían
, las tenía hinchadas de tantocaminar, le sangraban los pies,
tenía heridas sin curar, pero nose detenía, porque detenerse
era morir.
Vivía con el oído puesto en elmonte Si un perro ladraba, si
una rama crujía, oído puesto enel monte si un perro ladraba, si
una rama crujía, si un gallocantaba a una deshora, sabía que
(21:37):
algo venía.
No usaba reloj.
Su tiempo lo marcaba el miedo.
Era un hombre caminando entrelo humano y lo salvaje, ni libre
ni preso, ni vivo ni muerto, yaún así nunca se entregó.
Cargaba encima amuletos,rosarios y un revólver Smith
Wesson que cuidaba como oro.
Vivía entre la fe, lasuperstición y la atención.
(21:59):
Se decía que se ponía la ropainterior al revés para que no lo
encontraran, que se encomendabaa la Virgen de las Mercedes
todas las noches y que jurabaque no se iba a entregar, pero
tampoco iba a morir solo.
Fue entonces, cuando dicen, quedecidió su propio final.
Una versión cuenta que le pidióa su amigo Delfín Álvarez que
(22:23):
le disparara, que cobrara larecompensa y que dijera que fue
él quien lo atrapó.
Otra versión, la oficial, dicenque lo mataron durante una
regada.
Lo cierto es que murió ennoviembre de 1936, acribillado.
Cuando finalmente lograronmatarlo, ya fuera por balazos de
(22:44):
un campesino o por un operativodirecto, trujillo no se
conformó con el reporte oficial.
No, él necesitaba unespectáculo, porque esto no era
solo capturar a un prófugo, eradarle una lección pública al
país entero, a los que pensabanen desafiar su poder, a los que
escondían fugitivos, a los quecreían poder burlar al Estado
(23:08):
desde los montes.
¿y qué hizo Trujillo?
Lo paseó.
Asimismo, el cadáver de EnriqueBlanco fue exhibido como si
fuera un trofeo de guerra.
Lo montaron en un camiónmilitar y lo llevaron por los
pueblos del Cibao, mostrando sucuerpo maltrecho, lleno de
balazos, a plena luz del día.
(23:30):
Por Santiago, por Moca, la Vega, san Francisco, la gente se
aglomeraba a los lados de lacarretera, unos con morbo, otros
con miedo y muchos con rabiacontenida, y los soldados
gritaban aquí está el bandido,el asesino.
Miren cómo terminó.
Dicen que le amarraron uncartel al pecho que decía este
(23:52):
fue Enrique Blanco.
Otros aseguran que el propioTrujillo ordenó tomarles fotos,
desnudo, colgado por los brazos,para enviarlas a los
destacamientos rurales comoadvertencia, una humillación
final, una ejecución extendidamás allá de la muerte.
Y en los periódicos de la época, todos controlados por el
(24:14):
régimen, se publicaron titularescomo cae el bandido del monte,
se restaura la paz en el Cibao.
Paz, decían ellos.
Pero para muchos lo que sehabía matado era la última
chispa de rebeldía que quedabaviva entre los cafetales.
Porque, más allá de que EnriqueBlanco fuera o no un héroe, más
(24:35):
allá de si mató por odio o pordesesperación, el mensaje era
uno solo Nadie, absolutamentenadie podía desafiar al jefe y
salir con vida.
Lo mataron pero no pudieroncallarlo, porque cuando un
hombre se convierte en símbolo,ya no vive ni muere como los
(24:56):
demás.
A veces la realidad no bastapara explicar lo que una persona
provoca Y en el caso de EnriqueBlanco, la realidad se quedó
corta, porque su historia nosolo se escribió con sangre,
también se escribió con miedo,con rumores y con cuentos
susurrados al oído.
Y ahí, entre la verdad y laimaginación del pueblo, fue que
(25:20):
nació la leyenda.
Uno de los mitos más famososera que Enrique Blanco podía
convertirse en tronco de árbol,así como lo oyes.
Decían que cuando los soldadoslo buscaban en el monte, él se
quedaba quieto pegado a un paloseco y que nadie lo veía.
Que un guardia podía pasarlepor el lado y jurar que no había
nada ahí.
(25:40):
Y era él ahí, respirando bajito, confundido entre las ramas,
como si fuera parte del bosque.
Otros decían que tenía un pactocon el Brujo del Norte y que
podía volverse invisible porsegundos, que cuando los
rodeaban él desaparecía Y cuandolos soldados lo iban a agarrar
sentían una brisa y después nadaSolo tierra, hojas y una huella
(26:04):
que se desvanecía.
Solo tierra, hojas y una huellaque se desvanecía.
Un rumor contaba que una veztres soldados lo acorralaron en
una quebrada, dispararon albulto y no dieron con él.
Al otro día lo vieron en elpueblo como si nada sentado,
comiéndose un dulce de coco.
(26:25):
También estaba el cuento de quelos perros no ladraban, que él
tenía algo encima un amuleto, unpolvo, una cruz al revés que
los animales no detectaban.
Un comandante dijo que habíallevado cinco perros entrenados
a rastrearlo y que ninguno ladró.
Era como si no lo olieran.
Decía no-transcript rezar, quese encomendaba todos los días,
(27:17):
que lo único que pedía era morirsin ser traicionado.
Decían que, incluso después demuerto, su espíritu seguía
rondando los caminos de Tamboril, vigilando como cuidando los
suyos, y que si alguien mentíasobre él, se le aparecían los
sueños para reclamar periódicos.
(27:43):
Pero nunca pudieron matar lo queel pueblo se inventó para
seguir hablando de él.
Porque cuando un hombre comoEnrique Blanco vive como vivió
él, entre la injusticia, lafuria, la resistencia y la
soledad, no basta con enterrarlo, hay que olvidarlo.
Y eso, eso nunca pasó.
Lo mataron en 1936, lo pasearoncomo trofeo y durante años su
(28:13):
nombre fue usado para metermiedo, para justificar
operativos, para limpiar laimagen de un régimen que no
perdonaba la desobediencia.
Pero con el tiempo la historiacambió de dueño, porque Enrique
Blanco dejó de ser prófugo y sevolvió en mito.
Y luego se volvió en canción.
Décadas después de su muerte, elmerengue popular lo rescató.
(28:35):
Grupos como los Beduinos,wilfrido Vargas y otros músicos
del pueblo le dedicaron versos,lo convirtieron en protagonista
de corridos, lo nombraron elconquistador de la montaña.
En esas letras no era unasesino, era un símbolo, un
hombre que no se dejó que se leplantó al jefe, que vivió y
(28:57):
murió sin arrodillarse.
Santo Domingo hay una avenidacon su nombre, aunque muchos
caminan por ahí sin saber aquién están recordando.
También fue personaje decuentos.
Juan Bosch, el escritor yexpresidente, se inspiró en su
figura para escribir historiassobre hombres del monte alzados,
(29:20):
figuras que no cabían en elmolde que Trujillo quería
imponer.
Y en los campos del Cibao sunombre no se olvida.
Todavía.
Hay viejos que lo mencionan conrespeto, con miedo o con
orgullo.
La historia oficial lo llamódelincuente, asesino, enemigo
del estado, pero la historiaoral, la que se cuenta de boca
(29:43):
en boca, los recuerda como unhombre al que le quitaron todo
menos el coraje.
Mató y huyó también, pero paramuchos lo que hizo fue
sobrevivir a un país que loquería desaparecer.
Y aunque los archivos digan unacosa y los militares digan otra
, el pueblo se encargó deconvertirlo en algo más grande
(30:05):
que su expediente, en un símbolo, porque hay muertos que no
descansan, que siguen caminandopor los montes donde se
escondieron.
Enrique Blanco fue más que unprófugo, fue un eco del país que
no quería callarse Y por eso,aunque quisieron borrar lo de la
historia, sigue ahí, en cadahistoria como esta, en cada
(30:27):
palabra dicha con respeto, encada rincón donde alguien se
niega a obedecer por miedo,porque hay balas que matan
cuerpos, pero nunca, nunca lasleyendas Y hasta aquí les llego
mi gente con la historia deEnrique Blanco¿.
Conocías esta historia?
gracias a la persona que me larecomendó.
(30:48):
La verdad que no me acuerdo elnombre ahora mismo, pero
muchísimas gracias, te loagradezco.
Me encantó esta historia yentiendo que él no era un héroe,
no tenía una causa, no hizocosas buenas, pero se levantó,
hizo algo que otros no seatrevieron a hacer, nos
atrevieron a hacer.
Gracias por acompañarme duranteeste episodio.
Gracias a la persona que merecomendó esta historia.
Le dije que la iba a buscar Yaquí te la traje.
(31:10):
En las otras estoy trabajandotambién.
Nos vemos en el próximo video.
Los quiero mucho.
Hagan bien sin mirar aquí.
Delitos de sangre, bye.
Speaker 2 (31:21):
La historia
dominicana algún día recordará a
un hombre que en cuerpo y almaluchó por su libertad.
Era un simple hombre de campo,un experto tirador.
Se llamaba Enrique Blanco y fuetodo ejemplo de audacia y valor
(31:45):
.
Se llamaba Enrique Blanco y fuetodo ejemplo de audacia y valor
.
Se llamaba Enrique Blanco Y fuetodo ejemplo de audacia y valor
.