Episode Transcript
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(00:05):
Manchas de sangre en el suelo. ¿Agatha Christie?
Estos relatos son contados por los miembros del club de los
martes, que se reúnen cada semana.
En la cual cada uno de los miembros y por turno expone un
problema o algún misterio que cada uno conozca personalmente y
del que desde luego sepa la solución.
Para así el resto del grupo poder dar con la solución del
problema o misterio. El grupo está formado por 6
(00:27):
personas. Misma harpal mujer ya mayor,
pero especialista en resolver cualquier tipo de misterio.
Raymond West, Sobrino de misma arpa y escritor.
Sir Henry Crying hombre de mundoy Comisionado de Scatman Dead.
Doctor Pender, anciano clérigo de parroquia.
Mrt Eric, notable abogado. Joyce en priede, joven artista.
(00:49):
Es curioso, comenzó a decir yo isla en Priere, pero casi me
siento inclinada a no contarles mi historia.
Sucedió hace mucho tiempo, hace 5 años, para ser exacta y desde
entonces me tiene obsesionada. Tanto su lado brillante, alegre
y superficial como el horror quese escondía en el fondo.
Y lo curioso del caso es que el cuadro que pinté entonces está
(01:10):
impregnado de la misma atmósfera.
Cuando se mida Por Primera Vez parece sólo el simple boceto de
una callejuela de Cornualles bañada por la luz del sol.
Pero al contemplarlo con más atención, se descubre en él,
algo siniestro. Nunca quise venderlo, pero nunca
lo miro. Está en mi estudio, en un rincón
y de cara a la pared. El nombre del lugar es atole, un
(01:31):
extraño pueblecito pesquero de Cornualles, muy pintoresco, tal
vez, demasiado pintoresco. En él se respira demasiado la
atmósfera de una antigua sala deté de Cornualles.
Tiene tiendas en las que muchachas de pelo al hogar, con
pintan a mano, leyendas sobre pergaminos.
Es bonito y original, pero se locreen demasiado.
No sé por qué será, dijo RaymondWest con un gruñido.
(01:53):
Supongo que será debido a esa maldita invasión de autocares
llenos de gente. Por estrechos que sean los
caminos que llevan a ellos, ninguno de esos pintorescos
pueblecitos se libra de ellos. Yo hice asintió.
Los que conducen a ratones son muy estrechos y empinados, como
una pared. Bien, sigo con mi historia.
¿Yo había ido a Cornualles a pasar 15 días dibujando en rato
(02:14):
le existía una antigua posada, las armas de polar White, que se
supone es la única casa que dejaron en pie los atacantes
españoles cuando bombardearon ferozmente el lugar hacia el
1500 o algo por el estilo? No lo bombardearon, REPLICÓ
Raymond Best con el entrecejo fruncido.
Procura no desvirtuar la historia joyce.
Bueno, sea como fuere, desembarcaron cañones a lo largo
(02:36):
de toda la costa y con ellos destrozaron las casas.
De todas maneras, no es esta la cuestión.
La posada era un lugar maravilloso por su antigüedad,
con una especie de porche sostenido por cuatro pilares.
Conseguí un buen apunte y me disponía a trabajar de firme
cuando un coche subió serpenteando por la colina.
Por supuesto, fue a detenerse delante de la posada, en el
(02:56):
lugar en que más me estorbaba. Se apearon sus ocupantes, un
hombre y una mujer, en los que no me fijé gran cosa.
Ella llevaba un vestido de lino malva y un sombrero del mismo
color. Es un hombre volvió a salir de
nuevo y para mi gran satisfacción llevó el coche
hasta el muelle y lo dejó aparcado allí.
Al regresar a la posada tuvo quepasar junto a mí en el preciso
(03:16):
momento en que llegaba otro coche del que sea, peo una mujer
vestida con el traje más llamativo que viera en mi vida.
Creo que su estampado consistía en ponseti, a rojas y llevaba
uno de esos enormes sombreros depaja que utilizan los nativos.
Me parece que de Cuba no es eso y que también era de un
brillante rojo escarlata. La mujer no se detuvo delante de
la posada, sino que llevó su coche más abajo, en el otro
(03:37):
lado. Luego se apeó y el hombre le
dijo asombrado. Karol, esto sí que es
maravilloso. Que casualidad encontrarte en
este apartado rincón del mundo. Hace años que no te veía.
Mar. ¿Y ahí está aquí también mi
esposa, ya sabes? Debes venir a conocerla.
Subieron juntos la empinada calle en dirección a la posada y
(03:58):
vi que la otra mujer acababa de salir a la puerta y se dirigía a
ellos. Cuando pasaron ante mí pude
echar un vistazo a la mujer llamada Carol, lo suficiente
para ver una barbilla muy empolvada y una boca muy roja.
Y me pregunté, solo me pregunté si mari se alegraría mucho de
conocerla. A Mari no la había visto de
cerca, pero así de lejos me pareció muy formal, estirada y
(04:19):
poco maquillada. Bueno, desde luego, no era
asunto mío, pero a veces se ven pequeños retazos de la vida y no
puedes evitar especular sobre ellos.
Desde donde estaba, podía oír fragmentos de su conversación.
Hablaban de ir a bañarse. El marido, cuyo nombre al
parecer era Denis, deseaba alquilar un bote y remar por la
costa. Había allí una cueva famosa que
(04:39):
merecía la pena ver a cosa de una milla de distancia, según
dijo. Carol deseaba verla también,
pero sugirió la idea de ir andando por los acantilados y
verla desde la costa. Dijo que odiaba los botes.
Al fin lo acordaron así. Carol y andando por el camino
del acantilado y se reuniría conellos en la cueva.
Mientras Denis y Maddy Cogerían una barca y re Marian hasta
(05:00):
allí. Al oírles hablar de bañarse, me
entraron ganas a mí también. Era una mañana muy calurosa y no
adelantaba apenas mi trabajo. Además, imaginé que la luz de la
tarde daría al lugar un efecto más atrayente, de modo que
recogí mis bártulos y me dirigí a una pequeña playa que había
descubierto en dirección completamente opuesta a la
cueva. Tomé un delicioso baño allí y
(05:20):
con mi lengua enlatada, y 2 tomates.
Volviendo por la tarde a continuar.
Mi apunte llena de entusiasmo y confianza.
A todo rato le parecía dormido. Había acertado al imaginar la
luz del sol por la tarde, las sombras resultaban mucho más
sugerentes las armas de polar White eran el tema principal de
mi apunte. Un rayo de sol caía oblicuamente
sobre la Tierra ante la posada yproducía un efecto curioso.
(05:42):
Supuse que los bañistas habrían regresado felizmente, ya que 2
trajes de baño, uno rojo y otro azul oscuro estaban tendidos en
el balcón secándose al sol. Había algo que no me salía bien
en una de las esquinas de mi apunte y me incliné unos
instantes para arreglarlo. Cuando volví a alzar la vista
había una figura apoyada en uno de los pilares de la posada, que
parecía haber aparecido por artede magia.
(06:04):
Vestía ropas de marinero y supuse que sería un pescador.
Además, llevaba una larga barba negra y si hubiera buscado un
modelo para dibujar a un malvadocapitán español no lo hubiera
podido encontrar mejor. Me puse a trabajar con
entusiasmo antes de que se marchara, aunque a juzgar por su
actitud, parecía dispuesto a sostener el pilar por toda la
eternidad. Sin embargo, al fin se movió.
(06:26):
Afortunadamente, yo ya había obtenido lo que deseaba.
Se acercó a mí y empezamos a charlar.
Como hablaba aquel hombre. Ratón es un lugar muy
interesante, me dijo. Yo ya lo sabía, pero aunque se
lo dije, eso no me salvo. Tuve que oír toda la historia
del bombardeo, quiero decir, de la destrucción del pueblo y como
(06:46):
el propietario de las armas de Polaroid murió en el mismo
umbral de su puerta, atravesado por la espada de un capitán
español y que su sangre manchó el suelo y nadie consiguió
limpiar la mancha durante 100 años.
Todo aquello concordaba admirablemente con la lánguida
pesadez de la tarde. La voz del hombre era muy suave
y, no obstante, al mismo tiempo,resultaba un tanto amenazadora.
(07:06):
Sus modales eran obsequiosos, pero comprendí que en el fondo
debía de ser un hombre cruel. Me hizo comprender el papel de
la Inquisición y el horror de todas las cosas que habían hecho
los españoles mejor de lo que nunca lo hubiera hecho.
Mientras me estuvo hablando, continué mi trabajo y de pronto
me di cuenta de que, distraída, escuchando su historia, había
pintado algo que no estaba allí.Sobre el blanco suelo en el
(07:28):
lugar donde el Sol caía ante la puerta de las armas de polar
with había pintado manchas de sangre.
Parece extraordinario que el subconsciente pudiera jugar
semejante treta a mi mano, más al mirar de nuevo hacia la
posada tuve un segundo sobresalto.
Mi mano había pintado únicamentelo que veían mis ojos, gotas de
sangre en el blanco suelo. Las mire durante unos instantes.
(07:49):
Después, cerrando los ojos, dijepara mis adentros, no seas
tonta, allí no hay nada en realidad.
Los volví a abrir y las manchas de sangre seguían allí.
De pronto me di cuenta de que nopodría soportarlo.
E interrumpí con una pregunta, el torrente de palabras del
pescador. ¿Dígame, le dije, no?
Tengo muy buena vista. Eso que se ve en el suelo son
(08:09):
manchas de sangre. Me miró con benevolencia.
¿No hay manchas de sangre hoy endía, señora?
Le estoy contando lo que ocurrióhace casi 500 años.
Sí respondí, pero ahora en el suelo.
Las palabras se ahogaron en mi garganta.
Sabía, me daba cuenta de que él no veía lo mismo que yo.
Me puse de pie y con las manos temblorosas, empecé a recoger
(08:32):
mis cosas y entonces observé queel joven que había llegado en
coche a aquella mañana salía de la posada mirando a ambos lados
de la calle con perplejidad. En el balcón apareció su esposa
para recoger los trajes de baño.Hecho a andar hacia el coche,
pero cambió de idea y cruzó la calle hacia el pescador.
¿Hoy va buen hombre, le dijo, Sabe usted si la señora que
llegó en el otro coche a regresado ya?
(08:54):
Una señora con un vestido floreado.
No, señor, no la he visto. Esta mañana se fue hacia la
Cueva por los acantilados. Lo sé, lo sé.
Nos bañamos todos juntos y luegonos dejó para volver a casa y no
hemos vuelto a verla desde entonces.
No es posible que tarde tanto. ¿Los acantilados no serán
peligrosos, verdad? Depende de por donde se vaya.
(09:18):
Lo mejor es ir con alguien que conozca el lugar.
Era evidente que se refería a símismo y se disponía a seguir
hablando más. El joven le interrumpió sin
ninguna clase de ceremonias y volvió de nuevo a la posada
gritando a su esposa que estaba en el balcón.
Oye Mar Yari Karol no ha regresado todavía.
¿Es extraño, no te parece? ¿No?
¿Y la respuesta de Margarita? Pero su esposo continuó
(09:41):
diciendo. Bueno, no podemos esperar más.
Tenemos que continuar hasta bendita.
¿Estás lista? Iré a sacar el coche.
Hizo lo que decía y enseguida semarcharon juntos.
Entre tanto, yo había esperado ansiosa el momento de probar lo
ridículo de mis imaginaciones. Cuando el automóvil se hubo
alejado, fui hasta la posada para examinar de cerca el suelo.
(10:04):
Desde luego, allí no había manchas de sangre.
No todo había sido producto de mi exaltada imaginación.
Y eso, en cierto modo, todavía resultaba más aterrador.
Fue entonces mientras permanecíaen pie, como clavada en aquel
lugar, cuando hoy la voz del pescador que me miraba con
curiosidad. ¿Usted creyó ver manchas de
sangre aquí, EH, señora? Asentí.
(10:27):
Es muy curioso, muy curioso. Aquí tenemos una superstición,
señora. Si alguien ve esas manchas de
sangre. Hizo una pausa.
Y bien. Le animé.
Continuó hablando, con su voz melosa, con una entonación
inconfundiblemente Cornualles, pero suave y educada en el
acento, completamente libre de todos los giros y peculiaridades
(10:48):
del habla de Cornualles. Dicen, señora, que si alguien ve
esas manchas de sangre habrá unamuerte antes de 24 horas.
Que terrible. Sentí que un estremecimiento
recorría mi espina dorsal. Él continuó en tono persuasivo.
Hay una lápida muy interesante en la iglesia acerca de una
muerte. No, gracias, le dije, decidida.
(11:09):
Y girando sobre mis talones echea andar calle arriba hacia la
casita donde me hospedaba. Cuando llegué VI a lo lejos, a
la mujer llamada Carol, que venía corriendo por el camino
del acantilado. En contraste con el color gris
de las rocas parecía una venenosa flor roja.
Su sombrero era rojo como la sangre.
Me domine. La verdad es que estaba
obsesionada por la idea de la sangre.
(11:31):
Más tarde oí el ruido de su coche y me pregunté si también
ella se dirigía a peritar, pero tomó la carretera de la
izquierda en dirección contraria.
Observé como desaparecía por la colina y respire un poco más
tranquila. Ratón le volvía a aparecer
dormido una vez más. Si eso es todo, dijo Raymond
Best cuando yo y se detuvo para tomar aliento, daré mi dictamen
enseguida. Indigestión.
(11:54):
Hace ver manchas ante los ojos después de las comidas.
Eso no es todo, replicó Joyce. Tienes que oír el final. 2 días
más tarde lo leí en el periódicocon este titular, baño fatal en
el mar. ¿El artículo contaba como msd?
Aque esposa del capitán, Denis Drake, se ahogó desgraciadamente
en la ensenada del ande, a poca distancia de donde yo me
(12:15):
hallaba, siguiendo la línea de la costa.
Ella y su esposo se encontraban hospedados en el hotel del lugar
y expresaron su intención de bañarse, pero comenzó a soplar
un viento helado y el capitán daque declaró que hacía demasiado
frío y por ello se fue en compañía de otros huéspedes del
hotel a las pistas de golf cercanas al lugar.
No obstante, Mhz da que dijo queella no tenía frío y se marchó
(12:35):
sola a ensenada. Como no regresaba su esposo
empezó a alarmarse y bajó a la playa acompañado de sus amigos.
Encontraron sus ropas junto a una roca, pero ni rastro de la
infortunada esposa. Su cadáver no fue hallado hasta
casi una semana más tarde, cuando el mar lo arrojó a la
playa, bastante más lejos del lugar del suceso.
Tenía un gran golpe en la cabezaque debió recibir antes de morir
(12:57):
y la opinión general fue que al zambullirse en el mar se había
golpeado contra una roca. Por lo que pude averiguar su
muerte debió de ocurrir 24 horasdespués de que lloviera las
manchas de sangre. Protesto, dijo Sir Henry.
Esto no es un problema, sino unahistoria de fantasmas.
Evidentemente mis le impide, es una médium.
(13:17):
Mr teri, que mi tio, su acostumbrada tosecilla.
Me sorprende una cosa, dijo. El golpe en la cabeza.
Creo que no debemos descartar laposibilidad de que su muerte
fuese violenta, pero no veo que tengamos dato alguno en que
basarnos. La alucinación o visión de mis
le impide, desde luego es interesante, pero no comprendo
que quiere que digamos. Indigestión y pura coincidencia,
(13:39):
dijo Raymond. De todas formas, no puede estar
segura de que fueran las mismas personas.
Además, la maldición o lo que fuera sólo podría afectar a los
habitantes de ratones. Yo tengo la impresión, dijo Sir
Henry de que el siniestro pescador tiene algo que ver en
esta historia. Pero estoy de acuerdo con Mr.
Prediquen que mis le impide, nosha dado pocos datos.
(13:59):
Joy se volvió hacia el doctor Pender, que negó con la cabeza.
Es una historia muy interesante,dijo, pero estoy de acuerdo con
Sir Henry Enrique en que son muypocos los datos que nos ha dado.
Joyce miro a mis Marcal, que le sonrió.
Yo también considero que eres unpoco tramposa.
Joyce, querida, le dijo. Claro que para mí es distinto.
(14:21):
Quiero decir que nosotras por ser mujeres sabemos apreciar la
importancia que tienen los vestidos y por lo tanto no creo
que sea justo presentar un problema así a un hombre.
Debió de cambiarse con inusitadarapidez.
Que mujer más perversa. Y él es todavía peor.
Yo isla miraba con ojos muy abiertos.
La tía Jane. Le dijo, quiero decir misma
(14:43):
harpal, creo que me parece que ya sabe usted la verdad.
Sí, querida, dijo misma harpal. A mí que estoy sentada
tranquilamente, me ha resultado mucho más sencillo que a TI.
¿Y eso que por ser artista eres muy sensible a tu entorno, no es
cierto? Sentada aquí con mi labor de
punto puedo ver los hechos con claridad.
(15:04):
Las gotas de sangre cayeron desde el balcón del traje de
baño, ya que al ser rojo los mismos criminales no se dieron
cuenta de que estaba manchado desangre.
La pobrecilla pobrecilla, infeliz.
¿Perdóneme? ¿Misma pie?
¿Intervino Sir Henry, pero ustedsabe que sigo todavía en la más
completa oscuridad? Usted y mis limpie parecen saber
(15:25):
de qué están hablando, pero nosotros, los hombres, seguimos
ignorantes de todo. Ahora les contaré el final de la
historia, dijo la joven. Ocurrió un año más tarde.
Yo me encontraba en un pueblecito de la costa, pintando
cuando de pronto experimenté la extraña sensación de presenciar
algo que ya había ocurrido antes.
Ante mí, tenía 2 personas, un hombre y una mujer, que
(15:45):
saludaban a 1/3, una mujer vestida con un traje estampado
con ponce tias rojas. Carol, esto sí que es
maravilloso. Que casualidad encontrarse
después de tantos años. ¿No conoces a mi esposa?
Joan, te presento a una antigua amiga mía, mi jardín.
Reconocía al hombre al instante.Era el mismo Denis que había
(16:06):
visto en ratones. La esposa era distinta, es
decir, se llamaba Joan en vez demarger, pero era el mismo tipo
de mujer joven, bastante sencilla y corriente.
Por un momento creí que me habíavuelto loca.
Empezaron a hablar de irse a bañar.
Les diré lo que hice, dirigirme directamente al puesto de
policía. Pensé que lo más probable era
(16:26):
que me tomasen por loca, pero nome importaba y todo salió bien.
Encontré allí a un hombre de Scatman Dead, que había acudido
precisamente por aquel asunto. Al parecer o es horrible hablar
de esto. La policía sospechaba de Denis
Duke. No era su verdadero nombre, se
lo cambiaba según las distintas ocasiones.
Acostumbraba a hacer amistad conmuchachas sencillas que no
(16:47):
tuvieran muchos parientes ni amigos, y después de casarse con
ellas aseguraba sus vidas por grandes sumas y luego.
¿O es horrible? La mujer llamada Carol, era su
verdadera esposa y juntos llevaban a cabo siempre el mismo
plan. Así es como llegaron a
atraparlo. Las compañías de seguros
empezaron a sospechar. Acudía a algún lugar de veraneo
(17:08):
con su nueva esposa. Allí se encontraba con la otra
mujer y se iban a bañar juntos. Entonces asesinaban a la esposa
y Carol, poniéndose sus ropas, regresaba en el bote con él.
Más tarde abandonaban el lugar después de preguntar por la
supuesta caroli al llegar a las afueras del pueblo, Carol
regresaba con sus ropas llamativas y su extremado
maquillaje para marcharse de allí en su propio coche.
(17:30):
Averiguaban en qué dirección ibala corriente y la supuesta
muerte ocurría en el próximo pueblo que quedase en esa misma
dirección. Carol hacía el papel de esposa y
se iba sola a alguna playa solitaria para dejar las ropas
de esta junto a una roca y ella se marchaba con su traje
llamativo a esperar tranquilamente que su esposo
fuera a reunirse con ella. Supongo que cuando asesinaron a
la pobre madre parte de la sangre, debió empapar el traje
(17:52):
de baño de caroli al ser de color rojo no lo notaron.
Tal como dice Miss Marple. Más atenderlo en el balcón
cayeron algunas gotas al suelo. Uf.
Se estremeció. Todavía puedo verlas.
Claro, exclamó Sir Henry. Ahora lo recuerdo muy bien.
Su nombre verdadero era Davis. Había olvidado que uno de sus
(18:13):
muchos alias fue Drake. Era una pareja extraordinaria.
Siempre me sorprendió que nadie descubriera su cambio de
personalidad. Supongo, tal como dice misma
harpal que sería porque los trajes se identifican más
fácilmente que los rostros. Pero fue un plan muy
inteligente, ya que, aunque sospechábamos de Davis, no fue
fácil de tenerlo, pues siempre parecía tener una coartada
(18:35):
impecable. ¿La tia y ine dijo Raymond, como
lo haces? Has llevado una vida apacible y
nada parece sorprenderte. No hay nada nuevo en este mundo,
replicó Miss Marple. Ahí tienes a Mr Green, ya sabes,
la que enterró a 5 niños, todos con la vida asegurada.
Y bueno, naturalmente una no puede dejar de sospechar.
(18:57):
Meneó la cabeza. Hay mucha perversidad en la vida
de un pueblecito y espero que vosotros, los jóvenes, no
lleguéis a saber nunca lo malvado que es el mundo.
Fin.