La profecia, Segunda de Tesalonicenses, primera parte.

La iglesia en Tesalónica ha sido expuesta a persecución. Es tremendo vivir bajo esas condiciones. Los creyentes piensan que Jesus esta cerca o que ya vino, es por esto que algunos dejan de hacer sus actividades diarias. Pablo les dice que cuando el les enseño acerca de los tiempos finales, habían ciertas condicionales que tienen que ocurrir antes que el Señor retorne.

Una de ellas es que la iniquidad y apostasía estén presentes en el mundo. Pablo les hace ver que vendrá un hombre, un anticristo, que se levantara y se nombrara a si mismo Dios. Este es un hombre de poder, un hombre que tiene el poder y la sagacidad de hacer la paz y de levantar a la tierra de la crisis que viene. Este se convierte en una persona agradable para la humanidad, una persona que en si posee una gran capacidad para solucionar los problemas del mundo. Trae la paz mundial, procede a mostrarle al mundo que las religiones solo han traído problemas al mundo y que todas son falsas. La humanidad vivirá en paz si esas religiones falsas desaparecen. El mundo lo acepta gracias a las grandes señales que este hombre realizara.

Pablo nos llama la atención a todos los cristianos que antes de la venida del Señor, vendrán tiempos difíciles de los cuales debemos de evitar a través de la obra de Cristo en la cruz.