October 25, 2025 • 21 mins
31 Noches de Pánico | EL RUIDO DEL SILENCIO | Gritos D Terror | Noche 25
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Episode Transcript
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(00:42):
Bienvenidos a todos los valientes que siguen caminando
con esta es la noche 25. Noches de pánico ya han cruzado
(01:08):
umbrales de manicomios, han sobrevivido a rituales en el
bosque, pero esta noche la locura no viene de una sombra o
de un cuchillo, viene de la tierra.
(01:32):
Pongan mucha atención, queridos oyentes, y escuchen mi el de
silencio, porque hoy nos adentramos en el terror de la
geografía y hostilidad activa dela naturaleza.
(01:55):
Viajamos a 100 llevadas, un pueblo costero.
Envuelto en una neblina tan densa que se puede masticar un
lugar donde lo único constante es un zumbido de baja
frecuencia, un latido monótono que ha garcomido el alma de sus
(02:19):
habitantes. Por generaciones, los doctores
lo llaman tinto. Los pescadores, con una
sabiduría más antigua, lo llamanel canto del limón, pero esta
noche ese canto se detiene y lo que queda no es un descanso,
(02:50):
sino una boca abierta. El silencio no es la ausencia de
ruido. Es la presencia voraz de lo
innombrable. Preparen sus audífonos, sientan
el frío de la bruma. Hoy el miedo tiene un eco y un
(03:15):
giro de desesperación gótica. Así que si están mis ojos.
Apaga la luz si te atreves, el ruido del silencio, El Ara no
(03:41):
recordaba un día en que el zumbido no existiera la neblina
perpetua, que los lugareños llamaban el aliento salado.
Era el único muro entre la luz yel pueblo de ciénagas, pero la
(04:03):
broma no era tan constante como el sonido, un zumbido de baja
frecuencia que se incrustaba en el fondo del cráneo, un murmullo
embrazónico. Que no se escuchaba con los
oídos, sino que se sentía con los huesos resonando en la placa
(04:27):
basal y las costillas, como si el mismísimo lecho marino
estuviera tosiendo. Este era el canto del limón y
para los pescadores de ciénegas era la única Nana.
(04:48):
Conocida el Ara, se movía por las callejuelas de manera
putrefacta con la destreza de unfantasma.
Todo aquí estaba saturado de humedad, de sal negra y de la
implacable resonancia. Las casas encorbadas y grises
(05:14):
parecían construídas no por hombres, sino esculpidas por la
paciencia corrosiva de la niebla.
El muslo marino viscoso y de un verde enfermo cubría los techos
de pizarra. Absorbiendo la luz escasa y
(05:35):
reflejando apenas el brillo amarillento de las lámparas de
gas, la gente del pueblo era el reflejo de su atmósfera.
Rostros pálidos, casi caltareos,con una mirada perpetuamente
(05:56):
tensa, como si estuvieran esperando en una conversación.
Comenzada con un grito, el cantodel limo a lo largo de las
generaciones no sólo había provocado la tintus crónica
(06:16):
diagnosticada por los escasos médicos forasteros, sino que
había reescrito la química del miedo en sus cerebros.
Estaban en el fondo, sordos a cualquier otro terror, drogados
por el ritmo monocorde del abismo.
(06:40):
El ara, a sus 22 años, era una anomalía, una mente que aún
forcejeaba una tarde mientras levendaba una red en el muelle.
La única porción de tierra que no crujía bajo sus pies sintió
(07:01):
la primera anomalía. El hombre, que siempre era un FA
sostenido, vibró distorsionándose en un sí plano.
Fue un cambio sutil, pero tan fundamental como si el sol
(07:23):
cambiara de color. El pitido en su oído interno se
agudizó hasta convertirse en unacuchilla.
Miró al viejo si las un pescadorcuya esposa había desaparecido
en la neblina hacía 20 años, si las estaba sentado fumando una
(07:50):
pipa vacía con la mirada fija. En el gris infinito, si las
susurró el ara su voz tragada por la bruma y el om no lo
sientes. El tono ha cambiado si las
(08:13):
parpadeó lentamente la humedad goteando de su gorro de lana.
Su boca se abrió revelando dientes manchados de limo.
El limo canta, murmuró con una voz que era una tos áspera.
(08:34):
Canta niña y lo que canta hoy locanta mañana.
Esa es la única verdad. Pero el Ara sabía que no era
verdad. El canto se volvió errático.
Durante las siguientes horas se elevó, se hundió crepitó como
(08:59):
1000000 de insectos enterrados en el cielo.
Los pocos perros del pueblo, normalmente mansos y apáticos,
comenzaron a aullar hacia el maren tonos de dolor puro.
El ara sintió un pánico gélido, el aun era la cortina de ruido
(09:25):
que había velado en la realidad de ciénegas.
¿Si se alteraba, qué pasaría conlo que ocultaba?
A medianoche, el Ara estaba despierta en su pequeña
habitación, donde la pared interior aún olía a salmuera.
(09:50):
El Hom Vibraba ahora con la intensidad de un generador a
punto de reventar. Presionó sus manos contra sus
sienes, sintiendo como los tímpanos palpitaban con la
presión. Estaba a punto de gritar, de
(10:12):
correr, de hacer cualquier cosa para liberarse de la tiranía
sónica. Y entonces sucedió.
No fue un descenso gradual. Fue un corte, un pago limpio y
absoluto. El zumbido, el canto del niño,
(10:35):
el FA sostenido que había sido el pulso del pueblo desde su
fundación se tuvo el silencio. No era un vacío, no era la
simple ausencia de sonido, era una presencia.
Era físico y voraz. El Lara se quitó las manos de la
(10:59):
cabeza sintiendo que el aire se había vuelto denso, como la
gelatina, cada Mota de polvo, cada brizna de niebla se
convirtió en una entidad visualmente gritona.
El TIC TAC de un reloj invisiblese hizo ultible, no por el oído.
(11:23):
Sino por la comprensión instantánea y espantosa de que
el tiempo mismo continuaba sin el ritmo de fondo que lo había
sostenido el naranja de oro en ese silencio Aniquilador o yo lo
que el había enmascarado durantesiglos.
(11:47):
El sonido era el del roce, no elroce de madera con.
Contra madera, sino de algo basto y húmedo, arrastrándose
sobre el lecho de roca, el sonido de la fricción de una
quitina inmensa contra el basalto sumergido y más cerca,
(12:11):
hace unos metros, escuchó el sonido de la niebla si la niebla
hacía ruido. Era un susurro seco y
articulado, como si millones de partículas de sal estuvieran
hablando entre ellas con lenguasmicroscópicas.
(12:35):
Se levantó paralizada y miró porla ventana hacia el muelle.
La neblina, antes un velo ahora parecía moverse con propósito
bajo ella. El suelo de madera crujió bajo
un peso inimaginable. Y lo peor de todo, oyó el
(13:02):
silencio. Abrir su boca no era un sonido
que viniera del exterior ni del mar.
El Lara se dio cuenta con un. Por tan frío que congeló la
sangre en sus venas de aquel silencio absoluto era sólo el
(13:23):
acto de dejar de respirar y de escuchar.
El om había sido una sintonización constante, una
protección sónica que obligaba al cerebro a ignorar la verdad
de la geografía. El hecho de que estaban
construidos sobre el caparazón de algo que dormía, pero el
(13:52):
silencio que ahora lo aplastaba era la propia conciencia del
vacío, era la verdad última, cósmica y no atenuada, se
arrastró lejos de la ventana. Con el corazón, golpeándole la
garganta. Pero el golpe era silencioso, lo
(14:17):
sentía, no lo oía. Y entonces, mientras miraba el
reflejo pálido de su rostro en el espejo Roto de su tocador, la
comprensión final la golpeó comoun Rayo de hielo, el canto del
(14:37):
limo. No había sido el Arroyo del
monstruo. Había sido el último vestigio de
su propia sanidad, un ruido artificial que su cerebro
colectivo había creado generación tras generación para
no tener que escuchar la realidad subyacente.
(15:02):
El hon era una prisión acústica.Y el silencio que ahora resonaba
no venía de fuera, venía de dentro.
El Lara llevó su mano temblorosaa su boca sintiendo el aliento
(15:23):
caliente y en ese silencio dondecada Ros era el León Leviatán.
Se dio cuenta de por qué el silencio era la boca abierta,
porque el innombrable no estaba en el mar esperando a ser
(15:44):
despertado. El innombrable era la cosa que
permanecía cuando el sonido de la humanidad se apagaba.
Era el vacío primordial y lo queella escuchaba ahora.
En la absoluta ausencia del no era el sonido de la quiquina
(16:05):
arrastrándose era el sonido de la saliva, su saliva cayendo por
la garganta, la saliva que ella misma tragó en un acto reflejo
de pánico. Al tragar el roce sesor se quedó
(16:29):
inmóvil. Mirando su reflejo en la boca
entreabierta, sintió el frío subiera desde su estómago la
geografía hostilera. De hecho, su propio cuerpo
escuchaba cada sonido de su interior, su sangre, fluir, su
(16:53):
estómago, moverse. Un recipiente construido sobre
el cielo del pavor. El silencio absoluto se quebró
solo una vez con un sonido que nadie más en ciénegas.
Hoy día, el crujido lento y delicioso de la articulación de
(17:17):
su mandíbula al relajarse el silencio no era la boca que se
abría. El Ara era la boca y al cesar el
Om la boca se había abierto lista para consumir el vacío.
(17:39):
Su rostro reflejado se estiró enuna sonrisa tan amplia y
profunda que sus ojos por fin sevolvieron tan ciegos como los de
Silas el Ara. La última persona, consciente de
ciénegas, acababa de unirse al coro silencioso de la geografía.
(18:04):
El canto del mimo había terminado y solo quedaba el
apetito. Hemos cruzado el umbral del
silencio absoluto, donde la geografía es la boca abierta y
la propia conciencia es la última trampa.
(18:30):
Gracias por adentrarse con en elpavor sónico de Ciénegas y
gracias por sobrevivir a esta. La noche 25 de nuestras 31
noches de pánico. Si el canto de limo ha carcomido
(18:57):
su sanidad, te invito a recuperar el aliento, pero no a
bajar la Guardia, porque el terror no solo recibe en las
costas brumosas mañana. La amenaza es mucho más cercana,
mucho más íntima. Mañana exploraremos el eco de la
(19:24):
séptima carpeta. Es la historia de la
recuperación de algo que se pensaba olvidado.
Es un clic de 10 segundos. Que no muestra un recuerdo del
(19:45):
pasado, sino el rostro de la persona que te está mirando en
este mismo momento. Prepárense para sentir el frío
detrás de sus pantallas. Únete a nosotros mañana para la
noche 26. Y Averingo.
(20:08):
¿En qué sucede cuando la vigilancia no es una teoría,
sino una presencia real? No olviden suscribirse y
compartir su pánico con otros valientes.
Una pesadilla continua hasta entonces, que tus pantallas no
(20:33):
se enciendan solas.
Bienvenidos a todos los valientes que siguen caminando
con esta es la noche 25. Noches de pánico ya han cruzado
(01:08):
umbrales de manicomios, han sobrevivido a rituales en el
bosque, pero esta noche la locura no viene de una sombra o
de un cuchillo, viene de la tierra.
(01:32):
Pongan mucha atención, queridos oyentes, y escuchen mi el de
silencio, porque hoy nos adentramos en el terror de la
geografía y hostilidad activa dela naturaleza.
(01:55):
Viajamos a 100 llevadas, un pueblo costero.
Envuelto en una neblina tan densa que se puede masticar un
lugar donde lo único constante es un zumbido de baja
frecuencia, un latido monótono que ha garcomido el alma de sus
(02:19):
habitantes. Por generaciones, los doctores
lo llaman tinto. Los pescadores, con una
sabiduría más antigua, lo llamanel canto del limón, pero esta
noche ese canto se detiene y lo que queda no es un descanso,
(02:50):
sino una boca abierta. El silencio no es la ausencia de
ruido. Es la presencia voraz de lo
innombrable. Preparen sus audífonos, sientan
el frío de la bruma. Hoy el miedo tiene un eco y un
(03:15):
giro de desesperación gótica. Así que si están mis ojos.
Apaga la luz si te atreves, el ruido del silencio, El Ara no
(03:41):
recordaba un día en que el zumbido no existiera la neblina
perpetua, que los lugareños llamaban el aliento salado.
Era el único muro entre la luz yel pueblo de ciénagas, pero la
(04:03):
broma no era tan constante como el sonido, un zumbido de baja
frecuencia que se incrustaba en el fondo del cráneo, un murmullo
embrazónico. Que no se escuchaba con los
oídos, sino que se sentía con los huesos resonando en la placa
(04:27):
basal y las costillas, como si el mismísimo lecho marino
estuviera tosiendo. Este era el canto del limón y
para los pescadores de ciénegas era la única Nana.
(04:48):
Conocida el Ara, se movía por las callejuelas de manera
putrefacta con la destreza de unfantasma.
Todo aquí estaba saturado de humedad, de sal negra y de la
implacable resonancia. Las casas encorbadas y grises
(05:14):
parecían construídas no por hombres, sino esculpidas por la
paciencia corrosiva de la niebla.
El muslo marino viscoso y de un verde enfermo cubría los techos
de pizarra. Absorbiendo la luz escasa y
(05:35):
reflejando apenas el brillo amarillento de las lámparas de
gas, la gente del pueblo era el reflejo de su atmósfera.
Rostros pálidos, casi caltareos,con una mirada perpetuamente
(05:56):
tensa, como si estuvieran esperando en una conversación.
Comenzada con un grito, el cantodel limo a lo largo de las
generaciones no sólo había provocado la tintus crónica
(06:16):
diagnosticada por los escasos médicos forasteros, sino que
había reescrito la química del miedo en sus cerebros.
Estaban en el fondo, sordos a cualquier otro terror, drogados
por el ritmo monocorde del abismo.
(06:40):
El ara, a sus 22 años, era una anomalía, una mente que aún
forcejeaba una tarde mientras levendaba una red en el muelle.
La única porción de tierra que no crujía bajo sus pies sintió
(07:01):
la primera anomalía. El hombre, que siempre era un FA
sostenido, vibró distorsionándose en un sí plano.
Fue un cambio sutil, pero tan fundamental como si el sol
(07:23):
cambiara de color. El pitido en su oído interno se
agudizó hasta convertirse en unacuchilla.
Miró al viejo si las un pescadorcuya esposa había desaparecido
en la neblina hacía 20 años, si las estaba sentado fumando una
(07:50):
pipa vacía con la mirada fija. En el gris infinito, si las
susurró el ara su voz tragada por la bruma y el om no lo
sientes. El tono ha cambiado si las
(08:13):
parpadeó lentamente la humedad goteando de su gorro de lana.
Su boca se abrió revelando dientes manchados de limo.
El limo canta, murmuró con una voz que era una tos áspera.
(08:34):
Canta niña y lo que canta hoy locanta mañana.
Esa es la única verdad. Pero el Ara sabía que no era
verdad. El canto se volvió errático.
Durante las siguientes horas se elevó, se hundió crepitó como
(08:59):
1000000 de insectos enterrados en el cielo.
Los pocos perros del pueblo, normalmente mansos y apáticos,
comenzaron a aullar hacia el maren tonos de dolor puro.
El ara sintió un pánico gélido, el aun era la cortina de ruido
(09:25):
que había velado en la realidad de ciénegas.
¿Si se alteraba, qué pasaría conlo que ocultaba?
A medianoche, el Ara estaba despierta en su pequeña
habitación, donde la pared interior aún olía a salmuera.
(09:50):
El Hom Vibraba ahora con la intensidad de un generador a
punto de reventar. Presionó sus manos contra sus
sienes, sintiendo como los tímpanos palpitaban con la
presión. Estaba a punto de gritar, de
(10:12):
correr, de hacer cualquier cosa para liberarse de la tiranía
sónica. Y entonces sucedió.
No fue un descenso gradual. Fue un corte, un pago limpio y
absoluto. El zumbido, el canto del niño,
(10:35):
el FA sostenido que había sido el pulso del pueblo desde su
fundación se tuvo el silencio. No era un vacío, no era la
simple ausencia de sonido, era una presencia.
Era físico y voraz. El Lara se quitó las manos de la
(10:59):
cabeza sintiendo que el aire se había vuelto denso, como la
gelatina, cada Mota de polvo, cada brizna de niebla se
convirtió en una entidad visualmente gritona.
El TIC TAC de un reloj invisiblese hizo ultible, no por el oído.
(11:23):
Sino por la comprensión instantánea y espantosa de que
el tiempo mismo continuaba sin el ritmo de fondo que lo había
sostenido el naranja de oro en ese silencio Aniquilador o yo lo
que el había enmascarado durantesiglos.
(11:47):
El sonido era el del roce, no elroce de madera con.
Contra madera, sino de algo basto y húmedo, arrastrándose
sobre el lecho de roca, el sonido de la fricción de una
quitina inmensa contra el basalto sumergido y más cerca,
(12:11):
hace unos metros, escuchó el sonido de la niebla si la niebla
hacía ruido. Era un susurro seco y
articulado, como si millones de partículas de sal estuvieran
hablando entre ellas con lenguasmicroscópicas.
(12:35):
Se levantó paralizada y miró porla ventana hacia el muelle.
La neblina, antes un velo ahora parecía moverse con propósito
bajo ella. El suelo de madera crujió bajo
un peso inimaginable. Y lo peor de todo, oyó el
(13:02):
silencio. Abrir su boca no era un sonido
que viniera del exterior ni del mar.
El Lara se dio cuenta con un. Por tan frío que congeló la
sangre en sus venas de aquel silencio absoluto era sólo el
(13:23):
acto de dejar de respirar y de escuchar.
El om había sido una sintonización constante, una
protección sónica que obligaba al cerebro a ignorar la verdad
de la geografía. El hecho de que estaban
construidos sobre el caparazón de algo que dormía, pero el
(13:52):
silencio que ahora lo aplastaba era la propia conciencia del
vacío, era la verdad última, cósmica y no atenuada, se
arrastró lejos de la ventana. Con el corazón, golpeándole la
garganta. Pero el golpe era silencioso, lo
(14:17):
sentía, no lo oía. Y entonces, mientras miraba el
reflejo pálido de su rostro en el espejo Roto de su tocador, la
comprensión final la golpeó comoun Rayo de hielo, el canto del
(14:37):
limo. No había sido el Arroyo del
monstruo. Había sido el último vestigio de
su propia sanidad, un ruido artificial que su cerebro
colectivo había creado generación tras generación para
no tener que escuchar la realidad subyacente.
(15:02):
El hon era una prisión acústica.Y el silencio que ahora resonaba
no venía de fuera, venía de dentro.
El Lara llevó su mano temblorosaa su boca sintiendo el aliento
(15:23):
caliente y en ese silencio dondecada Ros era el León Leviatán.
Se dio cuenta de por qué el silencio era la boca abierta,
porque el innombrable no estaba en el mar esperando a ser
(15:44):
despertado. El innombrable era la cosa que
permanecía cuando el sonido de la humanidad se apagaba.
Era el vacío primordial y lo queella escuchaba ahora.
En la absoluta ausencia del no era el sonido de la quiquina
(16:05):
arrastrándose era el sonido de la saliva, su saliva cayendo por
la garganta, la saliva que ella misma tragó en un acto reflejo
de pánico. Al tragar el roce sesor se quedó
(16:29):
inmóvil. Mirando su reflejo en la boca
entreabierta, sintió el frío subiera desde su estómago la
geografía hostilera. De hecho, su propio cuerpo
escuchaba cada sonido de su interior, su sangre, fluir, su
(16:53):
estómago, moverse. Un recipiente construido sobre
el cielo del pavor. El silencio absoluto se quebró
solo una vez con un sonido que nadie más en ciénegas.
Hoy día, el crujido lento y delicioso de la articulación de
(17:17):
su mandíbula al relajarse el silencio no era la boca que se
abría. El Ara era la boca y al cesar el
Om la boca se había abierto lista para consumir el vacío.
(17:39):
Su rostro reflejado se estiró enuna sonrisa tan amplia y
profunda que sus ojos por fin sevolvieron tan ciegos como los de
Silas el Ara. La última persona, consciente de
ciénegas, acababa de unirse al coro silencioso de la geografía.
(18:04):
El canto del mimo había terminado y solo quedaba el
apetito. Hemos cruzado el umbral del
silencio absoluto, donde la geografía es la boca abierta y
la propia conciencia es la última trampa.
(18:30):
Gracias por adentrarse con en elpavor sónico de Ciénegas y
gracias por sobrevivir a esta. La noche 25 de nuestras 31
noches de pánico. Si el canto de limo ha carcomido
(18:57):
su sanidad, te invito a recuperar el aliento, pero no a
bajar la Guardia, porque el terror no solo recibe en las
costas brumosas mañana. La amenaza es mucho más cercana,
mucho más íntima. Mañana exploraremos el eco de la
(19:24):
séptima carpeta. Es la historia de la
recuperación de algo que se pensaba olvidado.
Es un clic de 10 segundos. Que no muestra un recuerdo del
(19:45):
pasado, sino el rostro de la persona que te está mirando en
este mismo momento. Prepárense para sentir el frío
detrás de sus pantallas. Únete a nosotros mañana para la
noche 26. Y Averingo.
(20:08):
¿En qué sucede cuando la vigilancia no es una teoría,
sino una presencia real? No olviden suscribirse y
compartir su pánico con otros valientes.
Una pesadilla continua hasta entonces, que tus pantallas no
(20:33):
se enciendan solas.
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