Episode Transcript
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(00:43):
Amigos de la oscuridad, bienvenidos están escuchando.
Esta noche es la número 30 de nuestras 31 noches de pánico,
(01:14):
solo nos espera una sombra, una respiración helada de nuestro
gran final de Halloween si la noche 29 los dejó sin aliento.
Prepárense para la asfixia, porque lo que viene ahora es un
(01:39):
recordatorio de que algunas cosas se queman hasta volverse
ceniza, pero nunca nunca muere. Hoy nos adentramos en un.
¿En sus audífonos y ajusten el volumen para que permitan que la
(02:13):
ceniza se filtre en sus mente, están listos?
(02:48):
Pulverizada por un incendio de hace décadas que consumió todo
el bosque circundante, dejando solo esqueletos de árboles y una
fina capa negra que cubría la costa de Río Ferreo.
(03:13):
Amelia sentía el polvo en la boca.
Un sabor a óxido y muerte que sele pegaba a las encías.
Soy interna, cortaba apenas 10 mde la opresión.
Blanchinegra buscaba el faro, unfaro olvidado abandonado después
(03:37):
de que el último guardián enloqueciera y se arrojara al
mar. Llevándose consigo la única
pista del paradero de su hermanahelara, un pequeño relicario de
plata con una inscripción grabada.
(04:00):
Finalmente la estructura se materializó un cilindro oscuro
agrietado que se elevaba como undedo quemado.
Señalando un cielo invisible, nohabía olas sobre el sonido bajo
(04:21):
y amortiguado del mar, tragando el sedimento, la Puerta de
Hierro del faro podrida por la sal y el tiempo se dio con un
gemido largo y agónico. Que rebotó en el vacío interior.
(04:45):
Adentro la oscuridad era absoluta, densa.
La ceniza comía cada escalón de caracol, cada pared de ladrillo.
Cuando Amelia encendió su linterna hacia el techo, se dio
(05:05):
cuenta de que no estaba sola. No había nadie, pero el silencio
era antinatural. Una manta que sofocaba el más
mínimo ruido, haciendo que el latido de su propio corazón
pareciera un tambor ensortecedor.
(05:29):
Comenzó a subir la linterna enfocada en la estiral oxidada
de la escalera. Con todos los escalones 2627100
en el escalón 113 el aire cambió, se volvió frío, no con
(05:54):
el frío del mar, sino con el frío de la descomposición, y fue
ahí cuando lo escuchó. Un sonido metálico y muy leve,
como si el pequeño religario de plata que buscaba hubiera caído
(06:17):
y rebotado en el metal. Justo encima de ella, Amelia se
detuvo el pulso, el crujido de la ceniza bajo sus botas.
Eso. Sobre el viento silbaba muy
suavemente un murmullo espectral.
(06:42):
El Lara preguntó y su voz sonó ridículamente alta, tengo chida.
De inmediato, por el silencio, volvió a escuchar el sonido.
Esta vez parecía provenir de la pared como algo que rasca su.
(07:04):
La costra de óxido subió más rápido.
Su respiración se hizo irregular.
El miedo comenzaba a quemar del pecho.
Un fuego frío llegó a la sala dela linterna en un espacio
(07:25):
circular amplio, dominado por elenorme cristal de la lente.
Ahora opaco y cubierto de una pátina de ceniza, el techo de
metal manchado de óxido estaba apunto de colapsar.
(07:46):
En el centro del suelo, una acumulación de ceniza formaba un
pequeño montículo perfectamente cónico y en la punta de ese
montículo allí estaba. El relicario de plata también
les acercó temblando, olvidando el miedo por un instante,
(08:11):
sumisión dominando, la estiró lamano rozando el metal frío y lo
tomó. En el reverso dio el grabado que
su hermana le había enseñado, una estrella de 6 puntas.
Fue en ese momento que la cenizase movió no sólo el montículo,
(08:37):
sino la ceniza que cubría el suelo, las paredes y el cristal
de la linterna. Empezó a girar lentamente como
un pequeño remolino negro sin fuente de viento aparente.
El remolino creció elevándose y se compartó en el centro de la
(09:02):
habitación. En segundos tomó forma.
No era una era una figura humanoide, echenteramente, de
ceniza densa, negra, inmóvil. No tenía ojos ni rasgos
definidos sobre una singularita sombría, pero Amelia.
(09:26):
Sintió su mirada fría desesperada de Lara.
Eres tú, susurró Amelia, aunque supo de inmediato que no lo era.
La figura de ceniza se acercó sin mover los pies, deslizándose
(09:52):
la luz de la linterna. No la iluminaba.
Sino que parecía ser absorbida por su negrura.
Y ahí la figura amlo. Aunque no tenía boca, el sonido
no vino del aire, sino de la ceniza que crujía en los oídos
(10:18):
de Amelia no era una voz. Sin el sonido de miles de
partículas, respaldo un susurro y articuló una sola palabra, la
palabra que me le había temido escuchar desde que entró allí el
(10:41):
nombre que conocía de la inscripción del relicario mío.
La ceniza se disparó desde el cuerpo de la figura, pequeñas
partículas abrasivas que le golpearon la cara.
(11:01):
Sintió un dolor agudo en la manoque sostenía el relicario y
hacia abajo y yo que el polvo negro se había pegado a su pie
quemándola tratando de arrancarle el objeto.
Un sonido estrangulado, que no fue más que un jadeo, soltó la
(11:24):
linterna, corrió, bajó las escaleras en espiral, tropezando
en la oscuridad absoluta. Escuchó el sonido detrás de ella
no de pasos, sino de la lluvia seca de la ceniza, cayendo a
gran velocidad persiguiéndola. En el escalón número 20 resbaló,
(11:53):
cayó con un golpe sordo, el aireescapando de sus pulmones, el
relicario salió volando y se deslizó, se puso de rodillas.
El pánico la paralizaba. El número de ceniza ya estaba en
el piso de abajo, subiendo rápido.
(12:16):
La silueta definida y hambrienta.
Amelia se arrastró, alcanzó el relicario y lo aferró, se
levantó y corrió el resto de la escalera.
Pasando por el umbral de la puerta, salió el aire en la
(12:37):
costa, frío y pesado, la golpeó.Corrió por la arena cenicienta
sin mirar atrás. Cuando por fin se atrevió a
girar la cabeza, la figura de ceniza estaba en el umbral.
No podía cruzar la línea del Faro.
(13:00):
Parecía inmóvil un tote de terror silencioso, pero antes de
que Amelia se perdiera en la niebla.
La figura levantó un apéndice informe y en el mismo susurro
as, pero que sonaba a minurios de sequía.
(13:23):
La escucho mañana regresas todo lo que te da calor es mío.
El susurro de la ceniza. Noche 30.
(13:45):
Un recordatorio helado de que loque se quema no siempre
desaparece. Amelia tiene el relicario, pero
el faro la quiere a ella y quizás a su hermana.
Estamos a un paso. Mañana es la gran final, la
(14:07):
noche de Halloween, la noche. Noche 31 de pánico hemos jugado
en las sombras por 30 noches, pero mañana, mañana, en la
oscuridad, sale a buscar algo que es mucho más que ceniza,
(14:28):
algo que se alimenta de la propia alegría, del color de la
luz de la vida. Mañana enfrentaremos una
historia para el gran final. Será nuestro final más
aterrador, nuestro último grito,prepárense, nos vemos mañana
(14:55):
cuando las fronteras entre este mundo y el otro se disuelvan por
completo si sobreviven.