Episode Transcript
Available transcripts are automatically generated. Complete accuracy is not guaranteed.
(00:43):
Noches, almas desveladas, cierren todo y acomoden sus
miedos. Estamos justo en la mitad de
(01:06):
nuestro ritual. Es la noche 15 de nuestra
travesía macabra, 31 noches de pánico, el maratón de octubre
que no te dejará dormir tranquilo cada día, una nueva
(01:29):
historia cada noche. Una nueva pesadilla y hoy no
sólo van a escuchar una historia, van a sentir el frío
del lente de una antigua Cámara.Vamos a explorar lo que sucede
(01:56):
cuando la desgracia no se contenta con la memoria, sino
que busca robar. La esencia misma de quien
sonríe, imaginen un objeto tan maldito, tan impregnado de
(02:16):
miseria, que puede tomar una expresión de alegría y
transformarla en un último y senencioso ritos de
desesperación. Antes de sumergirnos en la
penumbra de esta casona de la colonia Guerrero, un mensaje
(02:42):
rápido, si este maratón de terror diario te está gustando,
si te mantengo al borde del asiento y con la luz encendida,
te pido que me ayudes a crecer. Suscríbete a gritos de terror.
(03:05):
Déjame una reseña. A lo mejor aún, comparte este
episodio con un amigo al que le debas un buen sus ojos.
Con tu apoyo podré seguir abriendo los archivos más
oscuros del miedo. El obturador está listo, la
(03:33):
película está cargada, cierra los ojos y respirando.
El revelado está por comenzar, así que si están listos, apaga
(03:56):
la luz. Si te atreves, la última
sonrisa, el aire en la casona dela colonia Guerrero se sentía
(04:19):
espeso, saturado con el olor a humedad naftalina.
Y un rancio perfume de olvido, las vigas de madera crujían bajo
el peso de los años y una pátinade polvo antiguo cubría cada
(04:41):
superficie como si el tiempo mismo se hubiese estancado allí.
Gael. Un coleccionista de antigüedades
obsesionado con lo macabro, encontró la Cámara en el fondo
de un baúl forrado en terciopelocarmesí, tan desteñido que
(05:07):
parecía sangrar. Era una Kodak folding Bucket
número 3 de principios de 1900. Pesada.
Y envuelta en cuero negro, que al tacto se sentía extrañamente
(05:29):
frío y grasoso. No era el frío del metal, sino
una frialdad orgánica como de carne muerta.
En él, fuelle plegable, alguien había grabado con un objeto
(05:49):
afilado. Una única y temblorosa palabra
Vaciado, Gael sintió el costilleo en la nuca, que
siempre le avisaba cuando había encontrado algo verdaderamente
valioso o verdaderamente maldito, ignoró la advertencia
(06:17):
silenciosa. La sensación de que el objeto no
había sido abandonado, sino encerrado, pasaron días mientras
Gael limpiaba y Calibraba la Cámara encontró un carrete de
(06:37):
película Viejísimo dentro por curiosidad.
Y un impulso que él atribuía al espíritu coleccionista, pero que
era pura arrogancia, decidió usarla bajo al patio central de
(07:00):
la casona. El sol de la Ciudad de México se
filtraba apenas por las copas delos árboles, creando manchas de
luz amarillenta. Sobre el mosaico roto fué
entonces cuando la vio. Era Lupita, la nieta de la
(07:26):
Portera, una niña de unos 6 o 7 años, con el cabello trenzado y
una sonrisa radiante. Estaba jugando con una muñeca
desmembrada. Su risa cristalina, rompiendo el
silencio, Sepulcrada el patio era la inocencia hecha carne, el
(07:54):
contraste perfecto con el aire viciado del lugar.
Gael sintió un escalofrío que notenía que ver con la
temperatura, pero ya estaba ahí.Oye, pequeña.
Llamo Gael con voz forzadamente jovial, me dejas tomarte una
(08:19):
foto con mi Cámara vieja sales de inmediato en el revelado.
Lupita, curiosa y sin miedo, asintió soltando su muñeca.
Se puso erguida con las manos a los costados.
(08:42):
Y le regaló la sonrisa más grande y pura que Gael.
Había visto una sonrisa que abarcaba sus ojos y llenaba el
patio con una luz propia. Gael levantó la Cámara de la
(09:03):
desgracia. Su ojo se acercó al visor al
encuadrar a la niña tuvo. La fugaz impresión de que el
lente no era de cristal, sino unpozo de negrura, hundió el
obturador, el Flash, un estallido blanco y violento, un
(09:29):
relámpago contenido que parecía no sólo iluminar, sino arrancar
algo del entorno. Al mismo tiempo que el destello
moría, la risa de Lupita se cortó.
No fue un sobresalto, sino un cese absoluto quirúrgico.
(09:55):
La niña se quedó inmóvil mirandoa él con una expresión de
perplejidad vacía. Su sonrisa había desaparecido.
No se había borrado. Era como si nunca hubiese
existido. En su lugar había una calma
(10:17):
pálida y una quietud impropia desu edad.
Gracias pequeña, dijo Gael. Sintiendo que la garganta se le
secaba. Lupita no respondió.
Sólo se dio la vuelta, recogió asu muñeca y se marchó.
(10:44):
Sus pasos en el mosaico ya no eran saltarines, eran lentos
arrastrados. Gael subió a su rudimentario
cuarto oscuro en el sótano. El único lugar en la casa donde
la oscuridad era tan densa que se podía palpar el aire allí era
(11:10):
sofocante y el único sonido era el goteo rítmico de un grifo
defectuoso. Midiendo el tiempo con precisión
luminosa, colocó la película en el revelador.
Surgiéndola en el líquido agrio y caliente, espero su pulso
(11:38):
latiendo fuerte contra sus costillas 3 minutos, luego el
baño de paro cuando sacó la copia a un húmeda y planta y le
expuso a la luz roja de seguridad.
El nudo frío en el estómago se hizo un témpano.
(12:04):
Al principio la imagen era Lupita, estaba perfectamente
enfocada los colores de su vestido vividos bajo el flash.
Ahí estaba su rostro inocente enel instante exacto antes del
disparo. Su boca estaba abierta en esa
(12:28):
risa franca, pero a medida que el químico hacía su trabajo, la
fotografía comenzó a mutar. Fue sutil al inicio como un
defecto en la emoción, la luz enlos ojos de la niña, ese brillo
(12:53):
de vida que toda buena foto captura.
Se atenuó, se apagó dejando dos sobres opacos como de canicas
viejas. Luego la sonrisa no se
desvaneció, sino que se torció. Los músculos faciales se
(13:19):
tensaron, no hacía la alegría, sino hacia una contracción
involuntaria. Violenta, las comisuras de su
boca se estiraron hacia los lados y hacia abajo, no en
tristeza, sino en un perictus depánico absoluto, mudo y eterno.
(13:44):
Las encías se tensaron dejando ver dientes pequeños, apretados
por el terror. El cuello, que 1 segundo antes
parecía flexible, se veía estirado como si un peso
invisible lo estuviera arrastrando.
(14:07):
La desesperación se coaguló en la película, ya no era Lupita,
era la máscara grotesca y monstruosa de la agonía.
Él sintió un vómito agrio, subirle por la garganta la
imagen de la niña, había robado algo más que luz, había extraído
(14:34):
la esencia de la alegría, la había succionado y la había
depositado en la placa, dejándola transformada en la
representación más pura del desamparo.
Un grito desgarrador resonó en el patio rompiendo la quietud de
(14:58):
la tarde en el grito de un niño asustado, sin el alarido animal
de una madre, Gael, con el corazón martilleándole el cráneo
subió corriendo las escaleras. Encontró a la portera doña
(15:20):
Eulalia Arrodillada junto al pozo seco del jardín, sujetando
al pita. La niña no estaba muerta, pero
algo en ella se había roto. Su mirada estaba perdida, fija
(15:41):
en un punto más allá del cielo, su rostro.
Aquel que había sido una fuente de luz ahora era una hoja de
papel arrugada. Estaba pálida, con una textura
mustia, como si se hubiera deshidratado en segundos, y sus
(16:05):
labios, sus labios estaban contraídos en el mismo pánico
mudo que Gael acababa de ver revelado en la fotografía.
Doña Eulalia Genia, sacudiendo ala niña preguntando qué le
sucedía. Lupita no emitía sonidos.
(16:30):
Sólo un leve temblor recorría supequeño cuerpo como un mito
tardío del Flash. Lo peor de todo.
Lupita había perdido la capacidad de reír.
Habían sido vaciada, le habían robado su último vestigio de
(16:52):
inocencia y la habían encapsulado en un cuadrado de
celulolte. Gael se desplomó contra el
hurón. La fotografía húmeda pegada a su
mano, vio la palabra grabada en la Cámara.
(17:13):
Vaciado y comprendió que esa no era una advertencia, era una
etiqueta. Esa noche Gael Quemó el Baúl, el
terciopelo, el cuarto oscuro y todo lo que pudo, pero no pudo
(17:38):
quemar la Cámara. Estaba hecha de algo más denso
que la materia, impregnada de una miseria que se negaba a
arder. El último carrete, sin embargo,
lo arrojó a un aljibe. Cuando despertó la Cámara estaba
(18:04):
de nuevo en su mesa de noche, élpiso.
Ese pozo negro lo estaba observando.
Gael se miró en el espejo. Su reflejo era el de un hombre
agotado, pero notó algo más sus ojos, antes, llenos de la chispa
(18:28):
de la vida, se veían un poco másopacos.
Y cuando trató de sonreír ahí, su rostro se sintió rígido, como
el de una máscara. El vacío estaba por comenzar.
La Cámara sola había tomado la imagen.
(18:50):
Ahora estaba esperando la segunda y sabía que cuando
llegara su propia sonrisa se convertiría.
En un rectus de terror impreso para siempre, el doctorador se
(19:18):
ha cerrado por ahora, en último rectus de desesperación de
Lupita quedará impreso no sólo en esa vieja placa.
Sino en el fondo de tu mente. No te mires en el espejo
(19:38):
demasiado tiempo esta noche. No vaya ser que notes ese brillo
tengo en tus propios ojos ese indicio de que algo se ha
vaciado. Hemos llegado al final de esta
noche 15. De nuestro maratón, 31 noches de
(20:04):
pánico. Si lograste cruzar el umbral del
miedo conmigo, te espero mañana sin falta para la noche 16,
donde la oscuridad nos traerá nuevo horror.
Un relato más profundo y más frío.
(20:28):
Apoyo es el que mantiene vivo este maratón y lo que me permite
seguir abriendo estas viejas casonas y hombres olvidados
llenos de historia. ¿Si quieres que la Comunidad
siga creciendo y quieres que esta voz continúe resonando, por
(20:51):
favor comparte este episodio? Que el pánico se propague de
boca en boca. Esto fue gratis hasta entonces y
te aconsejo que duermas con un ojo abierto y la luz encendida
(21:18):
porque la noche es larga. Pero el miedo, el miedo.
En.