Episode Transcript
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(00:44):
Es la noche 16 de nuestro maratón, 31 noches de pánico y
estamos justo en el punto donde la adrenalina se convierte en
paranoia. Bienvenidos a otra noche más de
(01:15):
olvídate de los fantasmas que conoces esta noche vamos a tocar
la fibra más oscura, el miedo más íntimo y profundo.
La traición de lo familiar nos adentramos a la Sierra de
(01:42):
Puebla, donde el frío no es clima, es una presencia.
Allí la gente susurra sobre los nahuales, no son hombres globo
de fantasía. Son tus vecinos gente de carne y
(02:05):
hueso que en la medianoche se despoja de su piel humana como
si fuese un abrigo sucio para convertirse en una bestia de
colmillos, hambre y ojos crueles.
(02:28):
¿Piensa en esto? ¿El único refugio que encuentras
en medio de la niebla es la cabaña de un anciano bondadoso,
pero qué pasa cuando te das cuenta de que la amabilidad es
sólo la máscara de pie que el monstruo deja tirada en el
(02:53):
rincón? Te pido.
Te ajustes tus audífonos, te recuestes y que cierres bien tus
puertas. Pero sobre todo no confíes en el
silencio que viene del exterior porque esta noche, en gritos de
(03:22):
terror, el terror es más profundo, más frío.
Y está aquí, así que están mis todos.
Apaga la luz si te atreves, la máscara de piel, la cabaña de
(03:55):
don Fausto no se encontraba en un pueblo.
Sino en la boca del olvido. Estaba encajada en las faldas
del nevado, donde la tierra aún conserva el olor a leña quemada
y a viejos rituales. La noche había caído como un
(04:19):
costal de piedra y con ella un frío que no era natural.
Que te cala hasta los huesos y parecía tener dientes.
Santiago, un joven geólogo, se había refugiado allí porque su
(04:43):
camioneta había muerto al pie dela barranca Don Fausto, un
anciano respetado por todos en la región.
Le ofreció cobijo con una sonrisa tranquila, pero sus ojos
de un gris casi blanco no parecían reflejar la luz.
(05:11):
Esa noche el ambiente era opresivo.
La niebla se había pegado a las únicas dos ventanas como algodón
sucio dentro. La única fuente de calor era una
chimenea que, por más que le alimentaban con troncos secos,
(05:34):
solo emitía un calor perezoso insuficiente para combatir el
aire que se colaba por las grietas.
Este frío no es de Dios hijo, muro Fausto.
Sentado, ensumecedora llevaba una manta de lana sobre las
(06:00):
rodillas, pero Santiago notó queel anciano no temblaba.
De hecho, parecía absorber la quietud.
Realidad. El misterio empezó sutilmente en
(06:21):
la cena. Notó que a Fausto le faltaba un
dedo meñique de la mano izquierda horas después,
mientras el viejo Dormitaba Santiago encontró en un rincón
oscuro bajo un petate, un trozo de piel gruesa y negra que olía
(06:44):
a tierra mojada y azufre. Era demasiado grande para hacer
de un perro y demasiado áspera para hacer de un borrego.
A la medianoche, Santiago no podía dormir.
(07:04):
Estaba echado en un catre improvisado con el corazón,
golpeándole las costillas. El silencio absoluto afuera era
interrumpido sólo por un sonido constante y espeluznante.
Un raspar venía de afuera de la pared pegada a su cabeza.
(07:33):
No era el viento, era el sonido de algo afilado y pesado,
arrastrándose sobre la piedra y la tierra.
Moviéndose en círculos lentos, cada vez más cerca de la única
puerta de madera, se levantó temblando y caminó despacio
(07:58):
hacia la mecedora de don Fausto.Estaba vacía.
El pánico le golpeó el pecho. La puerta principal seguía
asegurada por dentro con una tranca de hierro imposible de
abrir sin hacer ruido. Si el anciano no estaba en la
(08:23):
mecedora y la puerta estaba cerrada como había salido,
Santiago se giró y miró a la ventana.
La neblina seguía pegada, presionó la nariz contra el
vidrio frío intentando ver a través de la espesa cortina
(08:47):
blanca. No veía nada, pero el sonido se
hizo más intenso. Ahora estaba justo al lado de la
ventana. Parecía que la criatura afuera
estaba olfateando el vidrio. De repente, una sombra enorme,
(09:11):
mucho más grande que la de un hombre, se proyectó en la
neblina. No era la sombra de Fausto, era
la de un cuadrúpedo inmenso con el homarqueado y patas
desproporcionadas. Santiago lo supo el terror del
(09:34):
Nahuatl. El que se despoja de su piel
humana para convertirse en bestia lo inundó el rasparse.
Eso hubo un silencio breve, terrible, sólo roto por la
respiración entrecortada de Santiago y luego un golpe seco y
(10:00):
potente impacto en la pared. Seguido de un gruñido húmedo que
resonó en la pequeña cabaña, el aire ya frío, se desplomó aún
más. Santiago sintió el vaho del
animal filtrándose por la grietade la ventana con un olor a
(10:25):
sangre vieja y humedad pantosa el nahual.
En su forma de gran sabueso negro, representaba una
pesadilla esquelética con faucesdemasiado grandes.
No estaba tratando de entrar confuerza bruta.
(10:49):
Estaba jugando. Santiago retrocedió hasta la
chimenea. Sus ojos se fijaron en la manta
de lana. Que don Fausto había usado al
Levantarla encontró debajo con náuseas, no el dedo faltante,
(11:14):
sino una piel humana arrugada, doblada cuidadosamente aún tibia
por el calor que el nahual se había llevado consigo, era la
piel del anciano. De un color cetrino y con un
(11:34):
agujero sangriento donde deberíahaber estado el menque el animal
con una ferocidad contenida de un golpe final a la puerta, la
tranca de hierro, aunque sólida,se dobló con un chillido
metálico. Santiago supo que no tenía
(11:59):
tiempo. Tenía que salir de allí antes de
que la bestia lograra arrancar la puerta.
Un atizador de hierro de la chimenea.
Ahí, sin pensarlo dos veces, rompió el cristal de la ventana.
El sonido fue ensordecedor, el agua rugió fuera.
(12:24):
Un sonido que mezclaba el aullido de un lobo con la voz
ronca de un hombre anciano. La criatura se apalanzó contra
la puerta rota. Santiago saltó por la ventana,
cayendo en la tierra mojada y cubierta de escarcha.
(12:44):
El frío lo quemó mientras rodabapara incorporarse.
Alcanzó a ver el monstruo a través del agujero de la puerta,
un perro negro enorme y demacrado.
Con costillas marcadas y ojos que brillaban con una
(13:04):
inteligencia cruel y antigua, reflejaba la inteligencia de don
Fausto. Santiago corrió corrió sin mirar
atrás con el raspar de las garras, en la cual sobre la
piedra persiguiéndole no sólo elmiedo a morir devorado.
(13:30):
Sino el horror de saber que la bondad y el respeto de un
anciano eran sólo una máscara depiel que se quitaba para cazar
en la lejanía. En lo profundo de la neblina de
la Sierra, el rugido del Náhuatlse convirtió en una risa seca,
(13:54):
como el crujido de huesos al romperse.
Santiago supo que el cazador ya no era un anciano.
Era una sombra hambrienta que conocía su nombre y el olor de
su miedo. Y ese miedo, ese miedo no iba a
(14:17):
desaparecer nunca. El joven GEO loco sonrió.
Una expresión fugaz y gélida abrió el candado de la puerta
principal por fuera, lo suficiente para que la bestia
(14:38):
negra pudiera regresar y desaparecer en la forma de un
cuerpo humano arrugado. Santiago no corrió, caminó hacia
donde había dejado su mochila. Sintió el calor de su sangre
(14:59):
fresca y joven. Se ajustó el abrigo, tenía la
máscara perfecta, un rostro inocente con ojos asustados por
su escape, listo para ser acogido.
(15:20):
Se dirigía a la próxima villa, el próximo pueblo o la próxima
ciudad. En la neblina de la Sierra, El
rugido del Náhuatl se convirtió en la risa seca del viento.
Santiago el verdadero nahuatl sehabía puesto su mejor disfraz y
(15:47):
viajaba. Para encontrar a su siguiente
víctima, él era el cazador. La piel cetrina arrugada que
encontró era la piel de su víctima anterior y la bondad de
(16:09):
don Fausto y el anciano era exactamente lo que el nahual
Santiago buscaba. Él no estaba huyendo del
monstruo. Estaba reemplazándolo, el
anciano que vimos oír en el relato, en el pobre don Fausto y
(16:35):
el Nahuatl. Ahora tiene un disfraz nuevo, un
rostro fresco, inocente para viajar.
En este momento, mientras tú me escuchas, Santiago está en la
carretera dirigiéndose a su próximo destino para encontrar
(16:59):
refugio y su próxima piel. Cuidado con el forastero que
llega sin equipaje y te pide Posada.
Si creías que el miedo era sólo lo que te has echado en la
(17:22):
oscuridad esta noche, aprendistela verdad.
A veces el verdadero horror es la piel que se abandona justo al
lado de tu cama. Hemos sobrevivido a la noche
número 16, pero el pánico apenasestá calentando.
(17:48):
Aún nos queda la mitad de 31 noches de pánico y quiero que
este terror se extienda como la niebla por la Sierra.
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este episodio con ese amigo que sabes que amar, no poder dormir.
(18:14):
Déjame tu review y subscríbete en tu plataforma favorita.
Ayúdame a que se convierta en lapesadilla favorita de todos.
No te confíes porque mañana el terror se vuelve claustrofóbico
(18:39):
y personal. En la noche 17 nos vamos a las
carreteras desoladas a esa hora en que la niebla es tan espesa
que no puedes ver tus propias manos.
Es una historia sobre un conductor que nunca llega a su
(19:02):
destino, pero la gente jura que lo ha visto en algún momento.
Cuando se dan cuenta es demasiado tarde.
Lo único que la radio sintoniza son sus propios gritos.
(19:26):
No te muevas, no enciendas la luz y, por favor, revisa tu
propia sombra. Nos escuchamos mañana.
Para otro Cristo de.