31 Noches de Pánico | LA ESTACIÓN OLVIDADA | Gritos D Terror | Noche 21

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Episode Transcript

(00:43):
Buenas noches, queridos sobrevivientes.
Si están escuchando esto significa que superaron, no
trajo nada, pero no celebren aúnaquí.

(01:03):
La oscuridad no pide permiso, solo lo exige, tienen miedo y
como siempre tienen toda la razón, están escuchando.

(01:28):
Hemos entrado en la recta final de nuestra macabra peregrinación
anual. Hoy es la noche número 21 de 31
noches de pánico. El aire es más frío, las sombras
son más largas y la noche nos recuerda que no hay escapatoria.

(01:57):
Asegúrense de que nadie más estádetrás de ustedes porque esta
noche vamos a descender, vamos atomar la última línea de ese
vagón, esa que solo corre en la pesadilla, Esa que te lleva un

(02:21):
andén donde el tren nunca llega.Un lugar sellado en el subsuelo,
olvidado por todos, pero recordado por lo que absorbió un
endendo de las maldosas. Tienen un color, un color opaco

(02:47):
profundo que no puedes confundir.
El color de la sangre seca y el silencio que encontrarán allí
ese silencio no es la ausencia de ruido.
Es la prueba de que los que desaparecieron siguen siendo los

(03:10):
únicos y eternos pasajeros. Ponte tus audífonos.
Y sujétate que comenzamos en la noche 21.
Así que están listos, apagan alumnos si te atreves, marcaba

(03:48):
la. 2:41 H de la mañana y el aire del ande era una sopa densa
de ozono quemado y humedad estancada.
La luz, ese maldito neón blanco y enfermizo no iluminaba, sólo

(04:11):
conseguía que las sombras parecieran más sólidas y
profundas. Como grietas negras en la
periferia de tu visión, estás completamente solo el eco de tus
propios pasos sobre el cemento pulido regresa inmediatamente

(04:35):
amplificado por la bóveda del túnel, sonando más a pasos
ajenos que a los tuyos. No es la soledad de la noche.
Es esa soledad que muerde la quete recuerda que en el corazón de
la ciudad hay lugares donde el asfalto y la gente no tiene

(05:00):
jurisdicción. El tren llegó un tubo de metal
mugriento su interior tan desierto como el andén.
Subes al vagón donde el aire acondicionado emite un gemidor
rítmico y la escasa luz interiorparpadea con una frecuencia que

(05:25):
raya en la tortura. Los asientos de plástico duro
están fríos y al apoyar la cabeza en el cristal sientes la
vibración del metal y la tierra.El metro avanzó y al pasar las

(05:47):
últimas estaciones conocidas. ¿Sentiste familia ir rápido?
Golpe de la máquina tomando velocidad debería ir directo al
depósito. Debería ignorar cualquier parada
hasta el final de la línea, perono lo hizo.

(06:10):
Un chirrido metálico, áspero y agónico anunció una desacelación
antinatural. Las luces del vagón se apagaron
por un instante, dejándote envuelto en una oscuridad
perfecta sobre Roda por el fulgor Estrodoscópico de las

(06:31):
chispas que saltaban sobre los rieles luego.
La luz, lo agresor más tenue y amarilla que antes el tren se
había detenido frente a TI se abrió la puerta.

(06:57):
El cartel de la estación estaba roto.
Solo una placa de metal oxidado donde alguna vez hubo un nombre.
Pero no necesitabas verlo para saber que habías llegado a la
estación, que no existe. Lo primero que te golpeó fue el

(07:20):
frío, no el frío del metal, sinoun frío antiguo, como si el aire
que respirabas hubiera estado atrapado bajo tierra durante
siglos. Lo segundo.
Fue el color. El andén estaba pavimentado con

(07:42):
baldosas. No eran rojas ni rojizas.
Eran de un rojo oscuro, mate y opaco, con una pátina terrosa y
seca que absorbía la poca luz. Era el color inconfundible de la
sangre seca. Eran azulejos que habían sido

(08:06):
manchados, lavados y manchados de nuevo capa tras capa, hasta
que la propia arcilla de la Baldosa había adoptado el tono
pesado y profundo de la hemoglobina coagulada.
El silencio aquí no era la ausencia de ruido, era un vacío.

(08:32):
Era un sonido negativo, una presión en los tímpanos que
hacía doler el oído interno, como si cada sonido de la
ciudad, cada voz, cada gota de agua hubiera sido aspirado y
engullido por el concreto. Mientras caminabas viste los

(08:56):
detalles, no había basura. No habían latas, no había
graffitis modernos. En su lugar, el polvo fino
cubría la pared y el suelo, y sobre este polvo grabados
profundamente en la roca viva del túnel y en el borde de los

(09:21):
rieles había glifos círculos entrelazados.
Cruces invertidas en formas de huesos esquematizados que
brillaban débilmente con una sustancia negrusca.
La leyenda que corren susurros entre los operarios del metro

(09:46):
dice que esta estación, conocidasólo como el bajo cero, es el
punto de encuentro de la cofradía del vacío.
Una secta que precede a la propia ciudad.
No desaparecen a las personas por accidente.

(10:10):
El metro no llega porque no se le permite.
La cofradía cree que el metro, con su red de túneles bajo la
tierra, es la vena arterial perfecta para drenar la energía
vital de la superficie. Y al mismo tiempo, el canal

(10:32):
ideal para invocar a la entidad que duerme en lo profundo de la
corteza terrestre, el portador del silencio.
Las baldosas color sangre seca son un altar permanente.
Una vez al mes, la cofradía detiene un tren.

(10:55):
No para matarlos, sino para absorber su capacidad de hacer
ruido, de tener alma. El ritual no es violento, es
útil. Necesitan la pureza del miedo y
el silencio absoluto para que latransferencia de energía sea

(11:17):
efectiva. De pronto, un sonido rompe la
pesadez, viene del túnel Obscuro.
El opuesto al tren es un sonido sordo, rítmico y lento.
No son pasos, es un golpe de metal contra piedra y luego un

(11:44):
murmullo colectivo, profundo y grotesco.
Que no forma palabra, sino que es la forma de la desesperación.
¿Te das cuenta de la verdad escalofriante?
El silencio que has Estado sintiendo es la prueba de que

(12:07):
los que desaparecieron siguen siendo los únicos pasajeros de
ese vagón. Están aquí.
Sus conciencias atrapadas en lasparedes, sus voces selladas en
el concreto. El murmullo es su canto de

(12:27):
angustia. Una prueba eterna de que sus
almas se han convertido en la resonancia de la estación.
El tren comienza a moverse sin aviso.
La puerta se cierra con un zirguido.
Mientras el vagón se arrastra, lejos alcanzas a ver una última

(12:51):
imagen en la oscuridad de un golpe de metal.
Era un hombre vestido de negro arrodillado ante los rieles, sus
manos cubiertas de la misma sustancia oscura que brillaba en
los libros. ¿Y mientras el tren acelera

(13:16):
rompiendo el silencio con su propio estruendo, sientes que
algo te persigue? Ya no es el frío, es una
ausencia de calor. Sabes que aunque salgas de la
estación, el silencio del bajo cero te ha marcado.

(13:41):
No sabes por qué. Pero sales de ahí, ahora eres 1
de los pocos que conoce el colorexacto de la sangre seca y, peor
aún, el sonido real de la nada. El tren sigue su ruta, pero la

(14:05):
sensación de ese silencio absoluto, esa presión en los
tímpanos, se queda con el. Hasta el amanecer, de alguna
manera inexplicable, amaneces entu casa.
Sabes que no tiene sentido contar lo que experimentaste y

(14:29):
fuiste testigo. Sabes que hay algo más detrás de
todo esto y sabes muy bien el fondo.
Que esta misma noche estarás de regreso para sacrificar y
ofrecer a tu siguiente víctima. Así concluimos la noche 21 de

(15:03):
este maratón, 31 noches de pánico.
Si esta historia les recuerdo que es mejor caminar por la
superficie o si te gustó saber el color exacto de la sangre
seca del concreto, ayúdame a quemás sobrevivientes se unan a

(15:27):
nuestra cofradía. Compartan este episodio, Déjame
tu reseña y comentario en tu plataforma favorita.

(15:57):
Y. Mañana será la noche número 22
de nuestro maratón y vamos a cambiar de escenario.
Ascendemos a una casa en el campo, una reliquia de secretos.

(16:21):
Vamos a revisar los fragmentos de un ritual satánico que salió
demasiado bien. Les convivimos que a veces la
posesión no es un accidente, sino el resultado de una
invitación activa y desesperada.¿Qué ocurre cuando el huésped

(16:48):
toma tu cuerpo? No solo es malvado, sino que tú
secretamente lo habías Estado esperando.
No van a querer estar solos cuando escuchen el nombre de
esta entidad. Prepárense, pongan ya vean las

(17:11):
puertas que mañana la oscuridad entra hasta la cocina.
Gracias por escuchar soy su anfitrión.
Y recuerden que la noche siempreescucha.