Episode Transcript
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(00:43):
Y a la continuación de nuestras 31 noches de pánico, hola de
nuevo valientes. A la noche 18 de nuestro maratón
(01:03):
de horror, la mitad de octubre ya se ha desvanecido en la
penumbra y con cada noche que pasa, el miedo se vuelve más
personal, más íntimo. Hasta ahora hemos explorado lo
(01:26):
que hay afuera, sombras. Monstruos no inexplicable, pero
esta noche el terror viene de adentro que hablamos de la
acrofobia, no ese nerviosismo inofensivo al asomarte por un
(01:49):
balcón, sino el pánico ancestralque te inmoviliza en el bote,
ese susurro traicionero. Que te invita a soltarte, a
abrazar. El vacío es el miedo de que la
tierra te abandone y esta noche la tierra lo hará en la noche
(02:19):
18. La gravedad se acuerde una
mentira retorcida. ¿Sentiremos el terror de las
alturas perdidas a través del laagonía de Manuel, un hombre
atrapado en el piso 47 en un rascacielos, justo cuando el
(02:42):
universo decide cambiar las reglas?
Prepárense para sentir el aire enrarecido, la náusea del
vértigo y el horror visceral de la caída cuando no existe una
bajo al cual aferrarse. La descripción es gráfica y se
(03:09):
los prometo les pondrá los pelosde punta.
Antes de que empecemos a caer juntos en este abismo, si esta
comunidad del horror te mantienedespierto, ayúdame a que 31
noches de pánico se convierte enuna tradición inequitaje
(03:35):
comparte este episodio con ese amigo que sabes que amar no
dormiré. Deja tu reseña donde nos
escuches para que nos amas, encuentre en el camino a la
obscuridad, ni si quieres llevarun pedazo de esta pesadilla con
(03:58):
estilo. Mi cita, mi espacio secreto de
la prenda. Cada símbolo ayuda a encender
(04:29):
las luces. ¿Están listos?
Apaga la luz si te atreves. El grito, Manuel odiaba las
(04:57):
alturas. No era un simple nerviosismo.
Era acrofobia pura el pánico de que la tierra esa base firme y
traicionera. En cualquier momento se
disolvería bajo sus pies. Su terror iba de la mano con el
(05:20):
fenómeno de la barranca, esa perversa necesidad de acercarse
al borde de inclinarse un poco más, como si una mano invisible
les susurrará. Déjate ir.
Soy un empujoncito y se acaba elvértigo.
(05:43):
Irónicamente, vivía en el piso 67 de la torre insignia, una
ironía cruel que él mismo había provocado como un drogadicto que
se inyecta su propio veneno. Desde su penado de diseño
(06:03):
minimalista, la Ciudad de Méxicose extendía como un mar oscuro y
eléctrico. Una capa de luciérnagas y smog
bajo un cielo opaco era la noche18 de octubre.
(06:24):
La medianoche se acercaba desde hacía 3 semanas.
Los noticieros hablaban de una anomalía gravitacional.
Al principio eran bromas sobre personas que tropezaban con más
fuerza a monedas que rebotaban más alto.
(06:46):
Luego el silencio. Los científicos se quedaron
mudos y sólo quedaban los murmullos en Internet hablando
de una fecha específica, 1 hora.Manuel estaba parado frente a su
(07:07):
ventanal con la nariz casi pegada al triple cristal
templado. La vista era aterradora.
Las avenidas eran heridas brillantes.
Las nubes bajas parecían algodóncontaminado, tan cerca que su
(07:27):
mente gritaba que podía caer sobre ellas.
Un sudor frío le perlaba la frente.
El corazón le golpeaba las costillas con la fuerza de un
martillo. El reloj digital de la cocina
marco las dos en.no fue un temblor.
(07:53):
Fue un cambio. La sensación fue instantánea y
abrumadora. Manuel.
Sintió que la planta de sus piesya no estaba abajo, sino en un
punto muerto flotando el piso nohabía desaparecido, pero su peso
(08:15):
se había vuelto. Una farsa era ligero, incómodo,
como si estuviese a punto de exhalar por completo de sus
pulmones en su mesa de centro. Un vaso de agua se inclinó
lentamente, pero el líquido no cachó, sino que se arrastró por
(08:39):
la madera, formando una burbuja viscosa que subió y explotó sin
hacer ruido. La gravedad va a cambiar, pensó
Manuel. Y el pensamiento no fue
terrorífico, sino liberador. Luego llegó la segunda fase, la
(09:04):
del pánico. La atracción desapareció y
regresó en un ángulo perverso. De repente, la fuerza que lo
mantenía en el suelo no venía desus pies, sino de la ventana del
abismo. Manuel gritó, pero el aire en la
(09:27):
habitación, ahora raro y enrarecido, parecía amortiguar
el sonido robándole la voz, simplemente exhalaba un jadeo
desesperado, se aferró a la pared con sus uñas, dejando
rayas blancas en el fin, estuco afuera.
(09:52):
El paisaje se volvió una pesadilla.
Las luces de la ciudad no cambiaron de posición, pero la
sensación óptica era la de estarviéndola desde un ángulo de 90°,
un objeto pesado, quizás un aireacondicionado de un edificio
(10:13):
vecino, se soltó. Un momento flotó perezosamente
como una medusa metálica. Luego la gravedad perversa lo
reclamó. El bloque no cayó, sino que fue
disparado en diagonal, reventando contra la fachada de
(10:35):
un rascacielos a 100 m de distancia.
El. Pacto, fue una explosión sorda,
silenciosa y humedad. Manuel sintió que la presión
atmosférica bajaba sus oídos, gimieron su nariz.
Empezó a sangrar de la presión interna.
(10:59):
Entonces lo dio el miedo manifestado.
Su cuerpo, ahora ingrávido y desorientado, obedecía a la
llamada de la barranca. Era la fuerza que siempre había
tenido, pero ahora era real. Tirando de él hacia el vidrio,
(11:24):
se deslizó por el suelo patinando sobre su propio sudor
de lado y la sangre nasal a sus ojos, el suelo de mármol se
convirtió en un techo. Y el vasto negro vacío del
exterior se convirtió en el único suelo posible.
(11:47):
El pánico le impedía usar la razón.
Su mente sólo veía el precipicioperdido, un lugar donde los
cuerpos se vuelven culpa. Al colisionar la ventana se
encontraba ya a solo el metro. Intentó gritar, pero solo logró
(12:10):
exhalar el poco aire que le quedaba en un chillido seco.
Vio su reflejo en el cristal, ojos inyectados en sangre, la
boca abierta en una mueca de agonía y luego vio más allá de
sí mismo. Una persona flotando era un
(12:34):
vigilante de la torre. Aquí es a un vecino que había
sido arrancado de su balcón. Su cuerpo se golpeaba lentamente
en el vacío, los brazos y piernas extendidos en una forma
antinatural. De repente, el vigilante fue
(12:56):
atraído por una nueva fuerza gravitacional, esta vez vertical
pero mucho más intensa. El cuerpo aceleró en un instante
y, en lugar de caer al asfalto, se estrelló directamente contra
(13:16):
el piso 30 de la torre de enfrente.
Manuel vio la masa oscura. Golpeará el vidrio que estalló
en millones de fragmentos. Pero la colisión no terminó ahí.
La inercia con. Terminada con la gravedad
cambiada, hizo que el cuerpo se esparciera, dejando la Mancha
(13:41):
carne. Sí, en el concreto interior,
como si una bolsa de órganos y huesos se hubiera reventado
contra una pared. Fue un golpe de carne y cristal,
nudo y horrendo. El gobierno había paralizado
(14:03):
tanto tiempo que ahora la única dirección que le quedaba era
hacia la fuente de su terror. Se encontró flotando de espaldas
a unos pocos centímetros del ventanal.
En el aire se hizo tan fino que cada inhalación era una tortura,
(14:26):
un puñal en los pulmones. Estaba suspendido entre 2
atracciones, la fuerza que lo sujetaba a la ventana y el
terror que le obligaba a mirar hacia abajo hacia el vacío
caótico, donde los autos volabany se estrellaban contra los
(14:48):
puentes, cerró los ojos esperando el final.
Pero en la noche 18 le preparabasu tortura final.
La fuerza lo tomó y lo azotó. No una caída, no un empujón,
(15:10):
sino una ruptura. Manuel sintió que cada vértebra
se alineaba con la dirección delcristal, el último pensamiento
que cruzosamente. En un idioma tan desesperado
como él fue, no hay piso, no hayabajo.
(15:33):
El impacto fue demoledor. El cristal se reventó con un
sonido que por fin apareció resonar en el aire enrarecido.
La fuerza fue tal que el cuerpo de Manuel.
No atravesó la ventana limpiamente.
(15:55):
Fue más bien una deflagración cárnica.
Sus vísceras, mezcladas con fragmentos de vidrio, se
proyectaron hacia el exterior, dejando la pincelada de rojo
oscuro y blanco. Por eso, a lo largo del
alféizar, la sangre. Al entrar en contacto con el
(16:21):
aire a saltura, se congeló y vaporizo casi al instante,
formando una escarcha rojiza. La noche 18 terminó con un eco
silencioso. Manuel ya no existía, sólo una
(16:44):
masa uniforme colgaba del marco roto.
Ahora en paz, porque me lo hacíadonde la gravedad es una
mentira. No hay arriba ni abajo y sin
abajo ya no hay vértigo. Sólo la fría, espantosa y total
(17:08):
soledad de la caída eterna amaneció.
Pero no fue la luz cálida de la Ciudad de México, fue un gris
opaco filtrándose a través del smoke, ahora mezclado con una
(17:29):
neblina rojiza. Las calles vistas desde los
pocos edificios intactos parecían un cementerio de
juguete. Los autos no estaban
estrellados, estaban fusionados con los puentes o flotaban
(17:53):
informaciones quietas a media altura como ofrendas metálicas a
una fuerza muerta en el piso 67 de la torre insignia.
El juegos que había sido la ventana de Manuel era un agujero
negro contra el amanecer. Los equipos de rescate no
(18:18):
subieron, no se atrevían a usar los elevadores y el esfuerzo de
trepar por las escaleras de emergencia con la nueva y
torcida gravedad que obligaba a caminar ligeramente inclinado
hacia el oeste, era insoportabledesde abajo.
(18:43):
Tarizos, son en la fachada. Lo que vieron fue el horror
estético. El contorno de un hombre pintado
en un arco grotesco de vísceras secas y fragmentos de cristal
parecía un moral abstracto, un vitenóleo sobre la torre de
(19:06):
acero y vidrio. Lo peor no era la destrucción
visible. Sino el nuevo miedo.
La gravedad había vuelto a la normalidad, pero la normalidad
era ahora oblicua. La gente caminaba con una ligera
(19:29):
inclinación, como si el centro de la Tierra se hubiera movido
unos cuantos grados. Los niños señalaban al cielo no
con asombro. Sino con una nueva y terrible
comprensión. El aire ya no era inocuo, el
(19:50):
aire era el abismo. Y en el interior del Apartamento
4701, donde el silencio era la única certeza, el vaso de agua.
Que había explotado lentamente sobre la mesa de centro se había
(20:12):
reformado. La burbuja viscosa del líquido
se había solidificado en una esfera perfecta inmóvil, un
monumento cristalino a un instante en que el universo
había olvidado su ley más cuásica y Manuel.
(20:36):
Había encontrado y perdido su paz eterna en su mayor miedo.
Y así concluimos la noche 18. El cuerpo destrozado de Manuel
(20:57):
queda como un recordatorio brutal de que a veces el
perabismo no está fuera, sino enla mentira de la estabilidad.
¿El miedo a las alturas nos enseña que la caída es
inevitable, pero cuando la gravedad misma se tuerce, a
(21:21):
dónde podemos mirar para encontrar refugio?
Esa es la pregunta que se queda flotando.
Como los restos del vaso de aguaen el piso 67 de la torre
insignia. Gracias por haber aguantado el
(21:45):
vértigo conmigo esta noche. Si este escalofrío te ha gustado
y si quieres que 31 noches de pánico se mantenga como esta
hoguera encendida hasta el finalde octubre.
Tu ayuda es crucial. Cada vez que compartes este
(22:05):
episodio con alguien que crees que se atrevería a escucharlo,
nos aseguras que tendremos suficiente combustible para
seguir excavando. El horror explora las opciones
que te dejo en la descripción deeste episodio.
(22:26):
No hay tiempo para descansar. El calendario no perdona y la
oscuridad de mañana es diferente.
En la noche 19 no le temeremos alo que vemos afuera, le tememos
a lo que vemos en el espejo. Imagina que tu vida en redes
(22:52):
sociales, tu huella en los servidores ya no te pertenece.
En el momento en que descubres que esa versión pulcra imnotable
de TI mismo tiene voz propia y te está mirando y te está
esperando para tomar tu lugar, no te lo pierdas, Únete a mi
(23:20):
mañana para la noche 19. Hasta entonces no confíes en tu
reflejo, esto fue.