Ser agradecidos con Dios

No dejar que la gracia de Dios se desperdicie.

Episode Transcript

(00:01):
Qué impresionante invitación y exhortación nos hace San Pablo
no echar su gracia en saco roto.Qué triste es cuando uno echa la
gracia a Dios en saco roto. ¿Hay una frase por ahí que el
que paga apaga verdad? Es decir, cuando dejan prendido
1/4 dices, ay, se ve que no les cuesta, Ah sí lo apagas.

(00:22):
No están echando en saco roto lagracia, es decir, el trabajo que
que a lo mejor ustedes hicieron porque cualquier persona hizo.
No valorar lo que uno tiene comoregalo es signo de ingratitud y
con Dios pasa lo mismo. Cuando uno echa su gracia en
saco roto está diciéndole, a finde cuentas, no valoro todo lo
que me ha regalado. ¿Cuántas gracias podemos echar

(00:45):
en saco roto a nosotros en nuestra vida?
¿Cuántos momentos estamos echando en saco roto cuando, por
ejemplo, ignoramos esos llamadosinteriores de Dios que te está
diciendo llama y saluda? Pero me cuesta mucho, pero me
aburre, pero no tengo tiempo. Llama y saluda.

(01:05):
¿Y cuántas veces lo dejamos pasar?
Echar en saco roto la gracia de Dios, cuando tal vez nos
acostumbramos a una cierta exigencia espiritual, pero que
termina siendo una mediocridad espiritual.
Porque claro, a lo mejor lo que para otros estás viniendo a misa
entre semana es, guau, es un santazo para ti.

(01:26):
Ya es londo mal. Y se quedó ya en una mediocridad
espiritual. ¿Es como los que corren, verdad?
El que corre 1 km con respecto aque no corra nadie, dice,
híjole, cómo le haces 1 km, perocorrer 10, correr 50, correr
100, mediocridad es quedarse conformes con lo que tenemos.

(01:47):
Y la gracia del espíritu es que siempre puede ir.
Amar no es como el cuerpo que tiene un límite, el espíritu no
tiene límites, porque el límite es la inmensidad de Dios.
O tal vez cuando vivimos como sino fuéramos amados por Dios y
por lo tanto, no confiando en Dios, estamos echando en saco
roto el amor inmenso de Dios queme dice, confía en mí,

(02:08):
abandónate en mí. O cuando no respondemos al
llamado que nos hace comprometernos un poquito más en
un apostolado, estamos echando en saco roto la gracia de Dios.
¿Qué estás dejando pasar tú en estos en esta época?
¿Qué no estás aprovechando diciéndole a Dios que quieres de

(02:30):
verdad hacer lo que él te pida? Dile que sí y nunca te quedes
con una invitación de él a medias.
Así si.