Episode Transcript
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(00:00):
Music.
(00:07):
Devociones para inspirar su camino con Dios. He aquí su anfitrión, Félix Delgado.
Music.
Oh bendito el nombre del Señor,
(00:30):
Acompañenme al libro de Génesis en el capítulo 32 Amén.
Génesis en el capítulo 32 y vamos a comenzar a leer en el verso 22,
(00:53):
bueno ver a cada uno gloria al Señor.
Sigamos orando hermanos por la iglesia sigamos orando los unos por los otros,
estamos en guerra y vamos a ganar en el nombre de Jesús,
(01:18):
Génesis en el capítulo 32 verso 22,
en adelante dice y se levantó aquella noche hablando de Jacob y tomó sus dos
mujeres y sus dos siervas y sus once hijos y pasó el vado de Jaboc Jacob los tomó, pues,
e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.
(01:42):
Así se quedó Jacob solo y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.
Y cuando el varón vio que no podía con él luchar,
Tocó en el sitio del encaje de su muslo y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.
(02:05):
Y dijo, déjame porque esraya el alba. Y Jacob le respondió, no te dejaré si no me bendices.
Y el varón le dijo, ¿cuál es tu nombre? Y él respondió, Jacob.
Y el varón le dijo, no se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel.
A él porque has luchado con Dios y
(02:25):
con los hombres y has vencido entonces Jacob
se levantó perdón Jacob le
preguntó y dijo declarame ahora tu
nombre y el varón respondiendo dice por qué me preguntas por mi nombre lo bendijo
allí llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel porque dijo vi a Dios cara
(02:50):
a cara y fue librada mi alma.
Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol y cojeaba de su cadera.
Verso 26, perdón, verso 25,
dice, y tocó en el sitio del encaje del muslo y se descoyuntó el muslo de Jacob
(03:16):
mientras con él luchaba. Gracias.
Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol y cogiaba de su cadera.
Pero cogiaba bendecido, no derrotado,
no afligido, no haya desesperado, no sin esperanza, no ha arrepentido por lo que había sucedido.
(03:45):
Ya estaba acogiendo, pero iba convencido por causa de un toque.
¿Convencido de qué? Convencido de que había sido bendecido por Dios.
Eso vamos a hablar por un rato. Convencido por su toque.
(04:06):
Convencido por su toque. Padre en el nombre de Jesús te damos gracias Señor
por lo que has manifestado en este lugar por lo que nos has dejado sentir por
lo que has mostrado Señor en este lugar ahora Señor en estos momentos.
(04:27):
Necesitamos Señor un toque una esperanza Señor un fortalecer en nuestro hombre
interior Que traiga a nuestro corazón y a nuestra mente convencimiento de que tú eres Dios,
de que no hay otro como tú, de que somos tuyos y de que tú eres nuestro.
(04:52):
En el nombre poderoso de Jesús, te damos gloria y te damos gracias,
Señor, por esta palabra.
En el nombre de Jesús. Y alguien dice amén, gloria al Señor,
puede tomar su asiento en el nombre del Señor.
Convencido por su toque, el tacto es uno de los sentidos humanos que nos permite
(05:16):
percibir cualidades en los objetos.
Nos ayuda a percibir si algo está frío, si algo está caliente.
Nos ayuda no tan solo a percibir si está frío o caliente, sino también aún si está oscuro al tocarlo.
Podemos tener una imagen en nuestra mente de la figura o del tamaño que es ese objeto.
(05:43):
Podemos entender a través del tacto, la textura, la presión, la temperatura,
la dureza Y también es lo que nos permite sentir aún ciertos estímulos Que luego
se convierten en nosotros en placer o en dolor.
(06:05):
El tacto es un sentido clave y muy vital, así como lo es la vista o el oír.
Es un sentido que funcionaría incluso si nos privan a nosotros de la vista o del oír.
Es un sentir donde usted y yo,
(06:28):
aún cuando, por ejemplo, cuando la esposa está embarazada y el baby está ya
un poco más crecidito, los doctores mismos hablan, dicen,
declaran a su papá de que le hable,
de que se acerque a la barriga al bebé y le comience a hablar y comience a relacionarlo con esa voz.
(06:53):
Y comience a poner sus manos sobre la barriga de su esposa y que comience a acariciar y a tocar.
¿Para qué? Para crear ese tacto.
En el crecimiento humano el tacto o el abrazo o el tocar es muy, muy importante.
(07:16):
Quien nunca ha sido abrazado por sus padres puede experimentar esa dificultad
de poder entrar a un grupo y poder, como decir, encajar en ese grupo,
de poder aceptar ese grupo.
¿Por qué? Porque nunca recibió esa caricia, ese cariño.
(07:39):
Alguien aún enamorándose por primera vez trata de una pareja Deja mostrar cariño
en el tacto, en el abrazar, en el acercarse.
Y esa persona que nunca fue abrazada o fue tocada por sus padres siente una
incomodidad porque nunca ha tenido la experiencia que está recibiendo en ese momento.
(08:06):
Eso es muy importante para el ser humano, el tacto.
Aún usted mismo lo mira en los animales. Hay ciertas especies de animales que
de esa manera se comunican con el tacto.
Usted mira a un grupo de ballenas asesinas y usted ve que está mamá y la criatura
(08:29):
pequeña y de cada momento uno de ellos se acerca y simplemente los rosa.
No le está diciendo échate para allá que esté mi cantito de agua,
le está dando una relación,
le está ofreciendo una relación, está entrenándolo de parte o de acuerdo a ese tacto, a esa relación.
(08:51):
Usted mira un grupo o una pandilla, vamos a decir, de leones y leonas.
Usted mira que cuando el león se fue por un tiempo y volvió nuevamente,
se reciben con un pequeño cabezazo y comienzan a moverse y acariciarse del pelo
(09:12):
y aquí y allá y a tirarse encima.
¿Y dónde estabas? ¿Por qué no te habíamos visto?
Y te fuiste muchas horas y comienzan a tocar.
Y eso lo que crea es una intimidad, una cercanía, una relación entre ese grupo.
Ningún otro puede entrar a ese grupo y recibir el mismo trato.
(09:40):
Por cuanto no pertenece. O sea, mira que cuando viene un grupo de perros que
siempre han estado juntos y viene otro de otro lado,
lo primero que comienzan a mirar es, ¿y este quién es? ¿Y por qué viene para acá?
Y ahí viene el perrito a tratar de jugar y lo que está tratando de pegarse y
(10:02):
darle una vuelidita y aquí y allá, y el otro lo que está es, ¿por qué estás tú?
Yo no te conozco, porque no hay una relación.
De la misma manera con el ser humano, si el niño no te conoce,
te va a mirar con cara de como que, ¿y este quién es?
(10:22):
Usted le extiende la mano, ¿y qué hace? Se esconde detrás de mamá o papá.
Yo no te conozco, yo no sé quién eres tú.
Porque no ha habido esa relación.
No ha habido esa relación. Pero cuando hay un toque,
cuando hay una cercanía, cuando se produce ese fruto de ese tacto, de esa relación,
(10:49):
de ese toque, entonces es bienvenido a ello.
Entonces es ya más fácil poder entrar, es más fácil poder recibir,
es más fácil poder dar porque ya he sentido el toque de tu mano,
ya he sentido la cercanía de tu poder, ya he mirado, ya he podido experimentar tu amor,
(11:14):
ya he podido saber cómo eres y cómo has de tratarme.
Mí cuando Jesús después de
la resurrección se presentó a
sus discípulos la Biblia nos habla
de Tomás el cual había conocido a Jesús había estado con el Señor había caminado
(11:40):
con él por tres años y medio había estado en medio de los 12 que él había escogido
para ser ser sus discípulos,
pero sabemos que cuando se le habló de que el Señor había resucitado.
Entonces, toda esa relación quedó en pausa, quedó detenida, porque dijo,
(12:05):
si yo no lo toco, no voy a creer.
Había algo en Tomás que no quería tan solo irse por palabras.
Él quería saber, él quería estar seguro.
Sí, lo miramos muchas veces como que, ay, este incrédulo cabezón,
(12:25):
Mira como que no creyó cuando el Señor lo había dicho de que iba a resucitar.
Pero míralo muy bien, porque él está actuando como un niño.
Él está actuando como que alguien. No, no, no.
Yo no me voy a llevar por lo que tú me estás diciendo. Yo tengo que estar seguro de que es él.
Tenemos que estar seguros de que es él.
(12:48):
Yo no sé ustedes, yo no sé, yo no sé si ustedes lo han creído,
pero yo cuando, yo si no lo toco, no voy a creer y no voy a estar seguro de que es Él.
¿Por qué? Porque mi mano conoce su cuerpo. Él sabe, aleluya, el tacto del Señor.
Él sabe, aleluya, lo físico de su piel.
(13:13):
Él conoce su olor. Él sabe cómo habla y el sonido de su voz.
Él sabe el olor de su fragancia y de su perfume.
Pero él mismo lo dijo, si yo no pongo mi dedo dentro de la herida,
si yo no pongo mi dedo dentro de la herida, de los manos, no voy a creer.
(13:37):
Había algo en él que quería estar seguro. No quería dejarse llevar por la emoción.
No quería dejarse por lo que otros habían dicho.
Acordémonos que están tristes, están en dificultad, están pensando que ellos
son los próximos que van a ser muertos.
(14:00):
Están pensando que los romanos van
a venir ahora a buscarlos a ellos para
también acabar con ellos se están
escondiendo toda esa dificultad está
movida y muy viva en su mente nos
están acordando que el Señor les dijo
que este templo yo lo puedo destruir
(14:22):
y en tres días lo vuelvo a edificar le
estaba hablando de que iba a resucitar que
al tercer día iba a volver ellos no
pudieron entenderlo y menos ahora que
están en la dificultad y que están en
el dilema que están tratando de esconderse
(14:42):
que están tratando de volar bajito para que ninguno pueda detenerlo para que
nadie pueda captarlo para que nadie pueda hallarlo y él quiere estar seguro
que no hay mentira alguna.
En quien se presente a
(15:04):
él pero lo que él no sabía era
hermanos que él no tenía que tocarlo él
no tenía que tocarlo para creer porque
cuando el Señor se le aparece y le dice hey Tomás ven y mete tu mano en mi costado
o mete tus dedos en mis en los huecos de mis manos o en mis pies él no lo tocó Él no hizo nada más.
(15:33):
Quién sabe, sólo se tiró al suelo y le dijo, Señor mío y Dios mío.
Él tan sólo lo miró y oyó el sonido de su voz.
Es por eso que el Señor le dice, oh, porque viste, entonces creíste.
Bienaventurado el que no vio y creyó. Aleluya.
(15:56):
Oh gloria el nombre del Señor usted y
yo hermanos podemos muy fácilmente ser
convencido por su toque ser convencido
de que Él es Dios de que Él puede con mi dificultad de que Él me puede ayudar
de que Él me puede sacar de este dilema de que Él me puede ayudar a seguir hacia
(16:20):
adelante solo tengo que reconocer de que Él me está tocando,
de que Él está haciendo algo en mí,
de que su mano está sobre mí.
Detrás de aquellas puertas cerradas.
Habían diez hombres temblando, llenos de temor.
(16:46):
No sabían lo que iba a suceder el día de mañana.
No sabían qué hacer ni a dónde ir. No tenían a nadie a quien acudir.
No podían ni tan siquiera regresar y tomar los trabajos que una vez tuvieron
por cuanto el Señor de allí los llamó, de allí los sacó para que fueran pescadores de hombres,
(17:09):
ellos muy bien habían pensado, no podemos volver atrás de donde fuimos sacados,
no podemos volver atrás de donde Él nos sacó, de donde Él nos llamó, para qué volver allá,
y allí estaban ellos mismos luchando con aquel dilema, cuando el Señor mismo se les aparece,
(17:31):
cuando el Señor mismo se deja mirar y allí comienza a hablarle a ellos y allí
comienza a tocar su corazón,
allí comienza a abrir las escrituras para que pudieran entender.
Allí tocó su corazón, el convencer de su toque comenzó a trabajar en el corazón
(17:55):
de aquellos que habían creído a las mujeres que habían ido al sepulcro,
ya nada los iba a convencer de que el Señor estaba muerto,
ya nada los iba a hacer cambiar de opinión de que lo que él había declarado lo llevó a cabo,
(18:16):
de que él acaba de resucitar, lo hemos visto declararon algunos Con nuestros
propios ojos lo hemos visto,
lo hemos visto, aleluya, y hemos sido convencidos de que Él, aleluya, es el Señor.
Él es quien dice ser. Él es, aleluya, la fuerza de nuestro ser.
(18:39):
Él es la esperanza viva de nuestro corazón.
Él es quien puede hacer todas las cosas mucho más abundantemente.
Aleluya. No hay nadie como Él. No hay otro como Él. No hay nada que Él no pueda hacer.
Él me ha convencido. Aleluya. Él me ha convencido. Gloria al Señor.
(19:03):
Cuando su mano se le posó sobre mí, fui convencido, fui convencido,
aleluya, de que Él me arrancó del pecado, de que Él me sacó de tinieblas y me
puso en su luz admirable,
fui convencido, fui convencido de que Él puede cambiar el corazón.
(19:24):
De que Él puede librar la mente, fui convencido tan solo por su toque,
cuando su palabra entró, oh ese toque, aleluya, comenzó a obrar,
comenzó a convencer mi corazón de pecado, comenzó a llevarme al arrepentimiento,
comenzó a llevarme a entender que no hay ninguno como Él, que no hay otro como
(19:50):
Él, que no hay quien pueda compararse a Él, que no hay otro amor en el universo como el de Él,
que no hay otro igual a Él, que no hay otro Jesús en todo el universo que me pueda amar,
aleluya así como Él me ama que me pueda ayudar así como Él me lleva que me pueda
(20:12):
ayudar a entender todas las cosas,
porque las multitudes se regocijaban por la muerte de Jesús.
Y eligieron un asesino antes que el dador de la vida Le gritaron a todos sin justa causa,
(20:33):
crucifíquenle, crucifíquenle, como si él fuera cualquier cosa,
como si él hubiera sido un bandido en medio de un pueblo falso.
Y los discípulos aún sintieron que Él los había dejado,
(20:55):
que Él los había abandonado, que los había tirado en medio de la incertidumbre,
pero en medio de la dificultad, en el momento menos esperado.
Allí entra él sin tocar la puerta sin abrir la puerta traspasa la pared y le dice paz a vosotros,
(21:23):
imagina como habrán quedado todos paralizados por un momento,
Mientras Él les enseña las pruebas de que es Él.
He aquí mis manos, he aquí mis pies.
No temáis, yo mismo soy quien ha venido a vosotros.
(21:48):
Se imaginan, gloria al Señor. Aleluya, la incertidumbre había tomado control
de ellos. y cuando Jesús aparece, la atmósfera entera comenzó a cambiar.
¿Quién sabe? Se comenzaron a mirar el uno al otro.
Estás mirando lo que yo mismo estoy viendo. Estás viendo lo mismo que yo.
(22:10):
Veo huecos en esas manos.
Veo huecos en los pies.
Veo un costado herido. Aleluya. Una cicatriz en el costado. Pero la voz es la misma.
El rostro es el mismo.
Acuérdese hermanos la última vez que vieron a Jesús dijo Isaías que ni tan siquiera
(22:31):
su rostro podía ser reconocido de los golpes que le habían dado del abuso que habían hecho al Señor,
ellos simplemente en su mente tenían ese último rostro destruido,
ya pensaban no iban a volverlo a ver igual y ahora están mirando el rostro que
(22:51):
habían visto antes el roso que hizo milagros,
el roso que les habló del reino de Dios,
el roso que los llevó, aleluya, a ver milagros y señales y a ver las maravillas
de Dios y ahora está delante de ellos,
hubo fiesta en aquel lugar.
Hubo celebración en aquel lugar, hubo negocio en aquel lugar,
(23:15):
El toque fue tan grande que todos fueron convencidos, todos fueron convencidos en aquel lugar.
Es Él, es Él, es Él. El Maestro ha resucitado porque fueron convencidos por un toque.
Que lamentablemente algunos,
(23:38):
algunos piensan que Dios solo se le muestra a los justos, de que Dios solo te
presenta a los justos, a quienes le sirven,
pero la necesidad del hombre lleva a Dios aún a.
Demostrarse y a mostrarse lugares que ni ni tan siquiera usted y yo pensamos
(24:04):
que Dios se va a manifestar ahí.
¡Oh, gloria al Señor!
Me alegra que Dios no hace excepción de personas, que Dios no mira nuestra condición,
porque cuando éramos pecadores, a su tiempo murió Jesús por nosotros.
(24:26):
Aleluya, no andábamos allá con un manto encima bendiciendo a todo el mundo, no.
Andábamos hablando sapos y culebras por la boca.
Andábamos pensando lo que no debíamos pensar, mirando lo que no debíamos haber mirado,
aleluya pero Pablo dijo así vivían vosotros así vivían alguno de vosotros,
(24:51):
aleluya pero después del toque después de haber sido convencido,
ya no sois, ya no sois como erais antes ya no vives como eras antes aleluya,
ahora vivimos para la gloria de Dios ahora vivimos
para la alabanza del altísimo ahora vivimos para ayudar a otros aleluya ahora
(25:15):
vivimos para darle gloria y honra y alabanza al que merece toda la gloria y
el honor y ese es Jesús estoy terminando hermanos,
el señor habló palabras como que porque donde hay dos o tres congregados en
(25:36):
mi Mi nombre, ahí estaré yo,
ahí estaré yo en medio de ellos.
Pero no está hablando de cualquiera, porque más de dos están en el estadio.
Pero él no está allí como debería estar, porque Dios lo ocupa todo.
(25:57):
Dios está en todo lugar. No hay lugar que usted y yo nos podamos esconder,
dijo David, que Él no nos haya allí, que su presencia no nos alcance.
Ustedes están en el estadio ya, Dios está allí, pero no como debiera de estar,
porque está siendo reemplazado por otro Dios.
(26:18):
Pero cuando Él dice, porque donde hay dos o tres congregados en su nombre.
No está hablando de cualquier cosa. No está hablando de cualquier gente.
No está hablando de cualquier corazón.
(26:39):
Está hablando de algo convencido. Está hablando de algo que totalmente ha sido
convencido por el toque y la unidad.
Porque pueden haber dos pero cada uno pensando en lo que quiere pueden haber
(26:59):
tres pero dos pensando en lo mismo y el otro está perdido por allá,
están juntos en el mismo lugar pero no unidos el secreto de ello hermanos es
que Dios no crea la unidad el corazón del hombre crea la unidad,
(27:19):
pero.
Perdía unos cuantos, pero aquí voy.
¿Se acuerda la torre de Babel? Dios no estaba en medio de ellos, pero allí hubo unidad.
Dios no creó ese tipo de unidad, porque si Dios hubiera creado ese tipo de unidad,
la hubiera creado en contra de sí mismo.
(27:43):
Porque ¿qué fue lo que? Hey, construyámonos una torre, una torre que nos lleve a la cima del cielo.
¿Para qué quiere ir a la cima del cielo? Si de allí fue quitado Satanás,
fue para librarse del juicio, de que el juicio no llegara a ellos,
(28:03):
de que Dios no pudiera alcanzarlos.
Estaban más cerca de Dios. Se van al último piso, están más cerca que los que están en el piso.
Pero aquella unidad fue creada porque tenían un mismo nombre y tenían un mismo lenguaje.
(28:24):
Aquello fue lo que creó la unidad en aquel lugar, el mismo nombre y el mismo lenguaje.
De eso mismo hablaba Jesús cuando dijo, porque dos o tres congregados en mi
nombre, el mismo nombre y el mismo lenguaje.
¿Para qué hemos venido aquí?
(28:45):
Primeramente, tengo que preguntarte, ¿has sido convencido del toque de Dios
o todavía te falta un poquito más para poder llegar a ese punto.
Porque si no has llegado a estar convencido todavía, quiero animarte,
sigue buscándolo, sigue buscando,
(29:06):
sigue buscando hasta que tu corazón,
tu alma totalmente esté convencida de
que hay un Dios en los cielos y que su nombre
es Jesús y que Él puede hacer todas las
cosas y que no hay nadie como Él
y que si Él está conmigo quien podrá contra mí de que nadie podrá detenerme
(29:29):
en su camino que voy a poder lograr llevar a cabo todas las cosas porque estoy
en Él tengo su nombre y estoy hablando mismo lenguaje.
Para terminar si las historias de la Biblia como muchos las llaman historias los cuentos de la Biblia,
(29:50):
Si los relatos bíblicos no te convencen, quiero invitarte a acercarte a Él y tú tocarlo a Él.
Tú tocarlo a Él. No esperes que Él te toque a ti. No, tú tocarlo a Él.
¿Pero qué voy a hacer con tocarlo? Vas a llamar su atención.
(30:14):
Entonces, Él te va a dejar saber si son bochinches o si son cuentitos de hadas
o si verdaderamente hay poder en esa palabra.
Amén, hermanos. Tenemos que ser sinceros con Dios, porque de acuerdo a cómo
yo crea esta palabra, de ese modo voy a vivir. decidir, si he sido totalmente
(30:39):
convencido por esta palabra, ¿sabe qué?
Voy a hacerlo todo por amarlo a él, no, no, no, pastor no me tienes que decir
nada de eso porque yo lo voy a hacer, no porque usted me lo pide,
no porque usted lo ha puesto, no porque usted lo busca en mí, no, porque es que lo amo,
discípulos hicieron todo, no porque Él les dijo, lo hicieron por amor.
(31:06):
Otros, ¿qué le dijeron? No, no, no, yo te voy a seguir, yo te quiero seguir,
pero deja que entienda a mi papá primero.
¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto tiempo te voy a esperar?
Jesús en ningún momento le dijo, no, está bien, échale.
No, le dijo, deja que sus muertos, los muertos entierren a sus muertos y tú ven y sígueme.
(31:35):
No era para después, el toque era para ahora, para este instante.
Vamos, usted y yo tenemos que despertar a la realidad que cada vez que yo me acerco a Dios,
Dios está listo para tocarme y cada vez que yo voy a ir en oración,
Dios está listo para escuchar y llevar a cabo lo que estamos hablándole a Él,
(32:01):
Él no está, no, no me has convencido todavía,
dale a ver, alza la voz, a ver, llora un poco más, a ver si me,
no, Él está listo, Él está listo hermano, Él nos conoce a cada uno de ustedes,
a cada de ustedes, a mí, a todos nos conoce, si ustedes como yo,
yo soy llorón, cada vez que yo oro, yo estoy ahí plegado como María Magdalena.
(32:26):
Pues porque lo amo no me avergüenzo en llorar delante de hay otros que le da
duro para llorar Dios lo sabe,
eso que hace no hablan con él tal vez eso es lo que usted necesita hermano.
(32:46):
Tirársela una ahí y ese toque te va a convencer,
Entonces, ¿qué voy a hacer? Simplemente a rogar de que alguien se acerque y le toque.
Que no se detenga hasta tocarlo a él.
Que no deje que la duda lo detenga. Que no deje que los fracasos en la memoria
(33:11):
lo detengan. Que no deje que las circunstancias en tu pensamiento te detengan.
Presiona, extiende la mano, tócalo a Él.
La Biblia nos enseña, hermanos, que Dios está más cerca de nosotros de lo que
nosotros mismos pensamos.
(33:32):
Está más cerca de nosotros de lo que usted y yo mismo pensamos.
Está tan cerca que muchas veces ni nos damos cuenta cuando nos lleva cargado
los brazos, porque mi pensamiento está en lo que estoy pasando.
(33:53):
Music.