Episode Transcript
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(00:00):
Sí, jefe, yo me encargo. Esas son las palabras con las que decidiste que tu ano cambiaría
(00:05):
de circunferencia.
Todo parecía indicar que sería una tarea normal. Lo has visto que lo hagan otras personas.
No es más que un aire fresco de tus obligaciones clásicas. Es más, decides dejarlo para después.
Primero lo primero, lo que ya haces de manera automática y cuando tengas tiempo, pues ya
le dedicas a lo nuevo.
Sin embargo, cuando lees bien las instrucciones, no solo no te quedan claras al cien, sino
(00:28):
que es algo que lo viste en la carrera hace 20 años y no te acuerdas para nada.
Llevas una hora sentado viendo un excel y cada que pestañas quieres creer que esa tabla
se va a llenar sola. Pero no, le preguntas a sus compañeros y ninguno sabe. El chingón
para esto fue el que renunció la semana pasada y no le explicó a nadie cómo hacerlo. Pero
(00:50):
tu orgullo es más grande que tu cerebro todo estúpido. Así que lo haces como tú crees.
Solo para darte cuenta que mientras más casillas llenas con información, más errores salen,
hasta llegar al punto de que tienes a tu alrededor a media oficina viendo la catástrofe.
El tiempo se viene encima y cuando tu jefe te pregunta cómo vas, decides responder que
(01:10):
bien, pero que tal vez tardarías un poco más de lo normal.
Te queda una hora y decides volver a empezar. Le llamas al tipo que renunció y no te contesta.
Vuelves a poner la información, ahora al revés, como si se tratara de un juego de cartas.
Te atrasas tanto en entregar que ya te dicen la Guadalupe Tadeí de la oficina.
(01:31):
Y entonces viene lo peor. En vez de dar resultados, pones pretextos. Que la anterior wey dejó
un cochinero, que te dieron los datos incorrectos, que te den tiempo porque no resuelve la noche
a la mañana. Felicidades, ya no te dicen la Tadeí, ahora te dicen el AMLO. A veces tomamos
decisiones sin analizar que lo que anhelamos no está a nuestro alcance, ya sea por confiados,
(01:53):
por buscar un nuevo reto o bien por pinches tercos.
Como sea, ponerse la vara alta no es cuestión de valentía, sino de analizar el problema.
Y el día de hoy, Chumel y Osvaldo les trae este tema para que te hagas la siguiente pregunta.
¿Puedo o creo que puedo? Se dice y no se atreve a nada.
(02:20):
Hoy tenemos un tema querido Chumel. Que se llama El Osvaldo Casares, El episodio.
Nooo, claro. Me encanta, sí me encanta ponerme la vara alta, por supuesto que me
encanta. Pero chava, hay que separar esa porque estamos
en un chorro. ¿Gente que se pone la vara alta teniendo o no capacidad? ¿O gente que
(02:47):
se pone la vara alta porque le mama resolver él solo las cosas?
Sí, pero además hay dos tipos para mí. Ponerse la vara alta no significa que sea
algo que no puedes hacer. Simplemente es un reto. Es como, órale, un nuevo reto, vamos
a ver si lo logro hacer. Lo que no sabemos todavía es qué tan alto estamos escupiendo
(03:10):
hacia arriba y qué tanto nos va a caer. Sí, y hay unos casos, que estás malavareando
demasiadas pelotas. Ahí es donde, o sea, es que ahorita tocaste un punto, dos muy chingones.
Pero cuando la estás cagando porque la pusiste muy alta y te empiezas a imputar y empiezas
(03:34):
a culpar a los demás. Hace poco hubo un pedo en una estación de radio que no quería decir
nombres en el que cierto locutor le abrió en el micro y empezó a decir pendejadas,
güey. Y empezó a culpar a todo el equipo. Se los pendejó a todos y todo el mundo,
nadie le quería decir porque es un picudazo, y todo el mundo de güey, fuiste tú. O sea,
(03:55):
es cuando estás bajo mucha presión y lo primero que quieres hacer es pegarles a todos
los demás. Y quiero que acabe este episodio para que me cuente quién fue. Sí, sí, está
bueno. Pero acá el tema es que mucha de la frustración o mucho del enojo que puedes
tener al estrés en tu trabajo es simplemente porque, cabrón, estás haciendo más de lo
que puedes o de lo que sabes hacer. O aceptar a veces tareas, aceptar tareas que puede que
(04:21):
no estén ni a tu alcance. Mi pedo es, o sea, eso lo aprendimos en el 23, deja de hacer
tantas pendejas, o sea, tantas cosas, güey. Te vas a tronar y entonces estás todo cansado,
no has jeteado, siente que no estoy trabajando para nada. Cabrón, suelta dos o tres proyectitos
o pide ayuda o diles que güey, esto neta no lo puedo, güey. Esas son las dos claves,
(04:43):
creo que van a ser claves. La primera es sí pide ayuda. Sí. Sí pide ayuda porque
el orgullo de la gente a veces es más grande que otra cosa. No, yo puedo. No, yo es como
Y no significa que estés pendejo, es que estás peleando con ocho cabrones desde DUDE.
Pues pide a alguien que te eche un paro, güey. Y luego te das cuenta, me ha pasado que he
visto casos como que, güey, estás haciendo la chamba de tres personas, entonces, porque
(05:07):
ese trabajo es para tres personas, lo estás haciendo tú solo. Qué chingado. El cabrón
cuando lo aprendimos con las giras, por ejemplo, organizando una gira es un pedo, güey. ¿Te
acuerdas cuando quisimos hacer? Bueno, lo hicimos. El Blackberry. El Blackberry. Nosotros solitos.
Es un desastre desde el principio hasta el final. Mala taquilla, nuestras morras cobrando
ahí no sé qué. La fiesta fue un descagadero por el Ricky. Eso no puedo saber. Y el tema
(05:32):
ese, yo me acuerdo perfecto, de güey, lo sufrimos pero como pocas cosas hemos sufrido. Emputados
con nuestras morras, todos, todos enojados con todos. Como a las cuatro semanas, no sé
si te acuerdas de unas pinches otakus. No, pinches otakus, unas niñas otakus, aquí
les mando que nos organizaron el Metropolitán. Sí, al año siguiente. Güey, el evento
más indoloro. Así de que hola, somos Azuka y Kashuki. Y luego de repente sí, queremos
(05:57):
organizar el Metropolitán. Y Osvaldo y yo así de, bueno suerte. Y de repente sí, rueda
de prensa sin pedo, no sé qué. Hasta el laughter organizaron las culeras. Y de repente, ¿verdad?
Oye, queremos regalar un bonito para celebrar, y yo de, lo hicieron como si fuera mantequilla,
güey. Hay gente que tiene ese talento y habemos pendejos que no se nos da. No, y también
(06:19):
el hecho de que no sabíamos. No sabíamos. No sabíamos. Digo, con el tiempo hemos aprendido
con observando, preguntando, entonces ya, por ejemplo, así me dice ahorita, Osvaldo,
¿te aventas un proyecto así de un evento? Te diría sí, pero uno pequeño. Sí, claro.
Porque ya vi ahora. Y le pedo una experiencia, ya sabes a quién hablarle. Ah, le marcó
(06:42):
al Diego, le marcó a la gente. Ajá, que ya se ha dado. Exactamente. Y el tema con nosotros
es por querernos ahorrar esos 2.000, 3.000 varos de un güey que organiza y nos metimos
una macroverguiza y las niñas, o sea, yo no creo que le digan, oye, ¿te dijeron algo?
No, tú nomás, ven por favor a 45 minutos antes, te prendes el micrófono, ya está todo
(07:05):
soldado. Y yo, ¿qué? O sea, así güey. Y tengo a los organizadores en la fiesta y
nos quieren venir. No, estamos un poco cansadas, amigo. Pero disfruten. Ajá, güey. Y fue
genial. Y ahí fue contigo y con Ricardo, a lo mejor, dijimos, güey, es que hay gente
que le sabe estas mierdas. Hay gente que le sabe. Y también el segundo punto que decías
(07:26):
es importante, no solamente se trata de pedir ayuda, es también decir, ok, no voy a poder,
ni con ayuda. Y tenés que decirlo a tiempo, porque no se vale decirlo 24 horas antes de
sacar un proyecto. Porque también está tu salud mental, también está tu fuerza. Y
(07:49):
no se trata siempre de querer hacerlo por querer hacerlo, porque no te puedes poner
a hacer chambas de ingeniero cuando naciste doctor. Sí, sí, sí. No puedes. Esas son
dos cosas que no van. A mí me pasa mucho con el tema, por ejemplo, de la administración.
O sea, o es más, hasta un poquito antes, yo no sé editar. Es más, no sé colgar un
(08:11):
vídeo en YouTube. Porque mi habilidad es escribir y hacer el pendejo ahí. Y ya la
otra parte ya más técnica de cómo se manejan todos esos pasos. Cabrón, no es que no la
puedas aprender y que no esté a tu alcance. Es de güey, hay un bato que le arma para
eso. Pasa la pinche bola, güey. Y está bien. Ahora, que no...
(08:31):
¿Qué te permite especializarte en lo que ya sabes?
Permite especializarte. Y la verdad es que, o sea, yo no sé si has estado en equipo,
supongo, cuando ojalá haces la ingeniería, no quiero como echarle demasiadas flores.
Pero sí hay un güey que es experto en cierta cosa, güey. Y por ahorrarte, por ejemplo,
que eso es muy mexa, güey. Por ahorrarte los mariachis, no vas a aprender a tocar la
(08:51):
corneta, cabrón. O sea, no va a suceder, güey. A lo mejor puedes eso, soltar el pinche
niño, que eso es de lo más difícil cuando estás llegando a tu equipo. Soltar, güey.
Así que claro que lo puedes hacer. Sí, güey. No más que te vas a agotar, vas a hacer
las cosas de malas y te va a salir un mal proyecto, güey. No más por no estar... no
pasar la pinche bola, güey. Yo tengo un par de anécdotas acerca de cuando me puse la
(09:13):
vara alta y por mamón me metí en un pedo. La primera, yo trabajé un tiempesillo en
un estudio de grabación musical en Mérida, pequeño, no sé qué. Y tuvimos invitados,
de repente iban invitados uno que otro famosillo. Cool. Chido, ¿no? O sea, qué buen pedo,
(09:34):
no sé qué. Una vez llegó y mi chamba era edición de audio, pero te estoy hablando
de hace 25 años que era todo casi en cintas, análogo, era que cortas acá, no sé qué.
Y de repente ya habíamos trabajado con un software y nos actualizan, dijeron, ya no
vamos a trabajar con este, ahora tienen este. Ya no más lo vi y dije pam pam pam, ya lo
(09:57):
sé. I got this. I got this. Y te dijeron, güey, vamos a estar un experto mejor. Y yo
dije, no, no lo traigan, yo me la viento. Va a no estar el mío, por favor. Porque dije,
la tengo, la tengo. Se me puso la vara alta. ¿Por qué digo que me puse la vara alta?
No porque creía que ya sabía, sino porque era otro software completamente. No le sabías.
(10:18):
No le sabía. Ya no más dije, pues aquí está la tijerita, acá está el pegamento,
cortar pegar, cortar pegar, así lo hacemos. No te voy a hacer el cuento largo. Termina
la grabación, me mandan todo, lo termino y de repente borré los archivos. No, pendejo.
Borré. Borré la. Y era una persona que había venido de México. ¡Hijo de la boda!
(10:43):
Y borré los archivos. Hemos estado ahí. Sí, todo lo ha pasado y es culerísimo. Borré.
Bueno, una cosa es para. Pasó hace tres semanas. Pero una cosa es no, volar a esta persona. Todo
el día trabajó, todo el día grabó, según él, las mejores voces, carreras, no sé qué. Y nos van a
(11:05):
cazar y de que pe, pe, pe, pegar. A cabrón, pegar. Bueno, deshacer. ¿Y qué hago? Todavía no le sale.
Y de repente creció el sistema. Ay, la verga. Mira. No, llegué directamente y les dije ¿dónde
renuncio? ¿Dónde renuncio? Porque la cagué, me dijeron, ok, no te vamos a despedir, no te vas
(11:26):
a pagar, obviamente, porque la cagaste. Porque a lo mejor tu jefe era tantito como el Pedro decía,
a todos nos ha pasado esa mamada. Sí, y además. Yo una vez perdí todas las muestras del laboratorio,
todas. O sea, pero te quiero poner una bien verga, wey, de cómo era mi jefe en la maquila. Ese
vato lo admiro bien cabrón, wey. Era un vato un poco más grande que yo, pero lo otro la traían
(11:46):
pinchileras, buen verga. Lo que hacía el cabrón era un bully de mierda y lo amo por eso. Ponían
los proyectos de todos los ingenieros y tú te atorabas solito. Y ya sabía quién le gustaba atorarse,
además Chomel Torres y varios más. El vato sabía hacer míjale más rápido que yo. Hazte cuenta que
el pizzeros te dice en cuánto te puede hacer una pizza. Tú como dos horas y es de bebé. Salas media,
(12:09):
no mames. O te estás mamando 34 horas esto. En fin. Si no lo haces pendejo. No lo haces pendejo,
eso está bien verga. Tuve la fortuna de que el vato era un jefe chingón. Y eso conté que te decía
14 de agosto, wey. Ahora, me decía no mames, wey, dámelo el 9 si puedes. Bueno, hacías tus timetables
solito, tu organizabas tu equipo, te puedes hacer el pinche Starbucks, no hay pedo. El vato no te chinga nada.
(12:31):
Llegaba el 9 de agosto, wey. Y te la metía pero hasta el hipogloss, tío. O sea, porque era, o sea,
te hacía sentir pendejo porque lo eres de cabrón. Tú te pusiste la fecha, tú faltaste la chambita de
no sé qué y la chinga. Y ahora que es la fecha. Tú te pusiste la vara. Tú te atoraste, wey. Entonces,
o sea, y a mí me pasaba que como yo era medio joven maravilla, así, que me gustaba mucho jalar un
(12:54):
chingo y si ahora decía que estaba no sé qué, me decía, wey, te estás poniendo fechas muy cortas,
no más para quedar bien conmigo a nadie le importa. Si te dejan, wey, el deadline es este, wey,
no hay forma, no más se está saturando. Y en una de las veces, wey, tengo que tener unas cosas bien
vergas, me invitaron a una madre de ir a Roma y le decía, oye, wey, este, me invitaron un mes a Europa
(13:19):
y me dice, si te vas a Roma un mes y no te busco, ya no vuelvas, wey. Y yo, holy shit. Y es de ti la razón.
Y entonces el peor fue, con eso que dices tú de los nuevos sistemas también, de, llegó un nuevo
equipo de medición que está bien cabrón. Era un microscopio robotizado, está ultra verga, wey,
(13:43):
que hace mediciones, no se cuenta. Hace como vectores y puedes medir cosas. Nadie le sabía,
en toda la empresa. Lo había mandado los gringos porque somos unas vergas. Llegué mi día,
uno de practicante y me dijo, lee todos los manuales. Dice, porque estos pendejos nomás saben ponerle
así, clic, clic. Dice, esa mía es una maravilla, pero nadie lee los putos manuales. Y entonces es lo que no te
dijeron a ti de, wey, eso no es un programa, cagate a esta pinche bibliografía, wey. Sí, pero, o sea,
(14:07):
pero porque los mexas no lo hacemos. ¿Qué es lo primero cuando llega tu lavadora, wey? El manual a la
verga, wey. Si el manual es para jota. Eso, y entonces, wey, me puso todo un día a leer los putos
manuales y eso me conservó la chamba. Mis expertos en esa chingadera, viajé por todo el puto mundo
nomás por haber leído esas pendejadas. El tema es cuando llegó ese equipo, todos los ingenieros
(14:28):
iban, ah, está pelada, sí, ya entendí, plim, plum, clac. Y esa madre puede hacer cosas así ultra verga
nomás por leer las pendejadas. O sea, lo que te quiero decir es, si tu jefe hubiera sido tantito más
visión, diría, o sea, no está tan pelada este, es más, ni sabemos qué tan pelada esté, please,
chingate esto. Tómate dos días y acuérdate. Creo que dieron mucho mi confianza. Sí. O sea, era como que dije, está pelada, wey.
(14:52):
Te supiste vender, wey. Esas son son, wey, son, wey, son, wey, entonces dijeron, órale, pues este wey sabe, yo no le sé a esta parte, si él sabe y dice que ya no podía, y era, no, era al contrario, ya no eran tantas cintas, ya era más un archivo de audio que
cortar, pegar cosas que sí, o folies, ya era otra cosa. Y no, don Berger, se le hizo. Oye, y si nos vamos a, no tanto la chamba, sino si el tema es ponerle la barra alta, ¿qué pasa con los papás?
(15:20):
Uuuu. ¿Verdad? Uuuu. ¿Tienes amigos así, wey? Sí, sí. O sea, mis jefes por lo general eran un buen pedo, wey. Si, digo, si me exigían y no había tanta bronca, porque Emilio y yo éramos medio, vamos, no nos iba mal, no había ese problema.
Tengo primos, wey, tengo compas que sus papás los ahorcaron. El de diez o nada. Eso, wey. O que no ganan primero, que de, ¿qué pasó? Ese cabrón, tiene nueve años, wey, la competencia de adaptación es culero, wey.
(15:47):
¿Sabes qué pasa con esas personas? Crashean en el sistema laboral. Sí. O sea, llegan con una presión tan alta de que no pueden tener ni un error en sus vidas ni en nada. Correcto.
Que a la hora de chambear, te va a pasar que la cagaste, wey. Y no lo saben. Sí. No saben procesar ese fracaso. Y la pasan bien mal. Y lo aplican también con sus parejas. Sí.
(16:12):
Que tienen un error con su pareja y para ella se cayó el mundo. Es como, no wey. ¿Sabes qué pasa? Un ejemplo muy positivo. Mi jefe no tenía tantos en ese sentido, pero, porque era un poco más rudón, era más norteño.
Siento que ahorita lo que está pasando con los jefes, ahí acá dando su paternidad, es que le celebran el cuarto lugar. Tampoco es de celebrarlo, ¿sabes? Como de, ah, bien, te mejoras esfuerzos.
(16:35):
Como de que no hay pedos si pierdes. Entonces, ¿por qué? A mí me cagaron, me gustaba mucho el karate, mis clases, me cagaron los torneos. Porque era, o sea, yo era wexican y venía del club deportivo.
Sí, tú eras, ¿cómo se llamaba el karate? Sí, karate. Ah, Daniel San. Y de repente iban los del Deportivo Churubusco. O sea, no mames, wey.
(16:56):
Y yo decía, ese niño no tiene ocho, wey. O sea, parecía pinchi. Ya tenía barba. Dígame mi tombo. Y me ponían unas berguisas, wey.
O sea, pero yo de miedo ni siquiera entraba al combate. O sea, no mames, todo el mundo como defendiente. Sí, sí, nomás me salía yo solo, así la verga.
Y en uno de los momentos mi papá nos llevó por pizza cada torneo.
(17:17):
Y él se me ponía feliz. Decía, ah wey, me van a poner una berguisa, pero ahorita me gira pincher pie por pizza. Eso no era celebrar que me partieron los picos, pero era como de wey.
Ya me quitaba el miedo de ir a pelearme con Haki Mala Yehuan. Sí, esco. Mi mamá la referencia hasta NBA de los 90.
Es que wey, es que tú, tú, ¿te acuerdas de los niños de la guay, por ejemplo? Ah, sí.
Todo, eran malandros wey. Digo todo el máximo respeto a la gente. Pero wey, o sea, el torneo que teníamos moritos así, el pizca, el hacha de cal y vaca. Sí, o sea, sí, la gente muy para.
(17:48):
Y lo que me pasó a mí con mi jefe es que ya no sentía tan gacho ir con el ojo morado.
Y tener una amistad que no solamente se puso la vara alta en sus relaciones o en su escuela, se puso la vara alta en la vida.
Pero una vara alta a nivel de yo tengo que ser wholesome, tengo que trabajar y también tengo que viajar por el mundo.
(18:16):
Qué chido punto tocas. Entonces empezaba a ser de desesperante, desesperante porque se ponían las metas demasiado fuertes de 15 años tengo que conocer toda Europa.
Y es como. O 10.
Sí, cuál es la prisa? Si no, no conozco la paz, porque todavía me falta conocer África.
(18:37):
Le dije. Conocer dos países de África.
Como que gran diferencia en eso.
Hay una cultura del no sé si es entre no sé si es entrepenur.
Yo le digo Shark podcast.
Ya sabes que en el que la gente está como de despierta de las 13 y media de la mañana.
Bañate en hielo, se dice wow wow wow wow. O sea, porque tienes que sufrir.
(18:59):
Exacto, yo una vez fui a la madre del master Buñost, te acuerdas.
Chumelillo nos despertamos a las 13 y media de la mañana y yo.
Vende.
Nueve en la mañana, renges, tímpi, plato de cereal.
O sea, también relaja la raja.
O sea, cuando ves a Elon Musk en Molly en Los Cabos, es de güey.
Y también es el güey que crea Tesla.
(19:21):
O sea, como que estamos celebrando un buen el sufrir la vida.
Sí, mi mejor amigo.
Cuando regresa al gym siempre le digo lo mismo.
No regresa al gym, regresa a las 13 y media de la mañana.
Shake de proteínas de güey.
Luego le estás sufriendo güey.
O sea, y luego te va a cagar porque no somos los fitness Joe.
(19:42):
Pero güey, pues hazla rica güey.
Exactamente, porque hay gente que sí lo va a disfrutar.
Pero si lo vas a disfrutar, no creo que lo vais a disfrutar a las cinco de la mañana.
No, no creo que lo hagas.
Entonces siento que hay una culpa.
No, yo es un poquito, perdón, nada más como lo de...
Ahorita está de moda este término como del positivismo tóxico.
O sea, que es como de que tipo, no sé, la caga, no pasa nada, agradece.
(20:05):
Todo está increíble.
Ah, sí.
El nuevo especial de South Park lo dice muy bien.
Los ricos tienen, ¿cómo se llama la inyección que tienen?
El ozempic.
Los ricos tienen ozempic, los pobres tienen el body positive.
Exactamente güey.
El positivismo tóxico en toda la vida.
O sea, porque es como de...
Sí, no importa, el hielo y todo es de la chingada.
Y es como, no güey, está de la chingada.
(20:26):
Sí, está de la chingada, está de la chingada.
No todo tiene que estar bueno.
No todo está bueno güey.
O sea, no somos Lego Movie de...
Ahora amigos, cosa.
Es más, esa gente hasta me preocupa tantito.
Le dio seguridad de salud, claro.
Lo que pasó con ese amigo, bueno, con una vez la vi hace unos años.
Y le dije, oye, ¿cómo te fue con tu proyecto de todo Europa?
Y no sé qué.
(20:48):
Al principio me empezó a contar bien, pero ya después de tres vinos.
Sí.
Ya empezaba a decir que, güey, fue una pendejada de ponerme una vara así tan ridícula porque
todo Europa no significa que sí me vas a tener París.
Te va a tocar Bosnia y Herzegovina güey.
Sí, claro, sí, sí.
Entonces como te va a tocar Lituania que es como...
Cracovia.
Sí, es como que, ah, qué padre, estoy en...
(21:09):
Sí, sí, sí.
Lanadas, en guerras.
Pero porque se puso una meta que ni siquiera tenía sentido, que era para ella.
Y nadie le dijo, oye, qué chido, porque nadie la aplaudió.
O sea, no...
Eso, eso es lo que yo digo.
A nadie le importa, güey.
Tenemos un cuate...
Digo, si la hiciste y la disfrutaste, bien, pero si la sufriste, ¿y quién fue el burro?
(21:31):
Tenemos un brother que se puso de meta a ver una película diaria por un año.
Dices tú, cool man.
Después se convirtió en un pedo en su vida, güey.
O sea, porque ya tiene, no se pareja, ya tiene...
Ah, porque le da prioridad a eso.
Ajá, porque era de...
Ah, sí, pero ya sí.
A huevo, es de...
Entonces acabas el año y es de, hice esto y todo es de, cool bro.
(21:52):
Y...
No, y él mismo se mete una presión de si se atrasa un día, tiene que haber dos días.
Pero cuando cuentas eso dices tú, cool story bro.
Tengo una...
Conocida...
Ah, esto no es lo que tiene.
Es que luego pasa que quieres presumir una historia que la verdad es que a todo el mundo le da idéntico.
Ajá.
Tengo una amiga muy querida, güey, que su jefe hizo un putazo de lana, ¿no?
(22:13):
Su papá, o sea, bien, legal, todo así.
Y mi amiga está, es artista, güey.
Y le va chingoncillo, pero dice güey, es que yo me quiero al DF.
Está en un estado ahí medio...
Me dio un culerón.
Dice yo me quiero al DF, pero me quiero ir por mis medios y yo pagarme uno pedo de un peso a mi papá.
Le dije güey, a nadie le importa.
Aunque lo hagas sola, vas a llegar a la reunión y dice, yo me traje solo y me dices de...
(22:35):
Bien, alguien quiere más cerveza.
Así güey.
Digo, si tu papá ya tiene güey y te está diciendo, porque le insiste, es hija, yo te ayudo cabrón.
Me acabo de romper los higos para darte acá.
No sé, o sea, a ver.
Yo digo con 50-50.
Sí, a ver, entiendo que, por ejemplo, puede ayudarla con...
Te puedo contar, buscá un DEPA y te pago las dos meses alta en lo que te alivianas y le agarras.
(22:56):
Claro, eso está bien.
Eso está bien.
No es de, ay, papá, es que no puse cualquier restreo.
Es un piche huevón.
Mi tema es que le decía yo, cuando llegues al DF, que te va a tomar...
Cuatro años más y cuente esa historia, todo mundo va a decir de...
Nice.
Así, nice.
Gracias, señora.
Me deja pasar al metrobús, por favor.
Exacto.
No por eso.
(23:17):
No por eso.
Igual te va a hacer mejor actriz.
Eso.
No, y ni te va a invalidar, güey.
O sea, ese es el problema acá.
No se trata de no pedir ayuda.
Siempre lo que pienso cuando me toca ese tipo de juicios, digo, la otra persona ve por mí
y si la respuesta sí, excelente.
Yo lo veo, especialmente en este arte de la actuación.
Por eso los Nepobabies son tan buenos actores, en muchos de los casos.
(23:41):
Sí, sí.
Porque tienen el tiempo y tienen las habilidades y tienen la gente cercana que le va a decir,
güey, acá tienes al mejor maestro, basta, te lo estoy pagando yo.
Y vete por aquí, vete por allá.
Y vete por acá, porque ya saben cómo funciona, ya saben cuál es el caminito para llegar allá.
Sí, pero en ese pensamiento que hay faneros y de que, a mí me va a ayudar, es de, güey,
pues está costando más.
No tiene nada de loable, créeme.
(24:03):
Y ¿sabes qué pasa? Es estratégico.
O sea, es como si Napoleon peleara solo.
Güey, seguro ni disparaba chido, güey.
Pero el tema es que el güey tiene esa habilidad de que sabe armar equipos, por ejemplo.
¿Sabes con qué situación también me pasa mucho?
Con el tema de, así como las películas, los que leen libro, pero por cumplir una meta de,
no sé, 25 libros.
(24:25):
Mi compañero no vino al episodio de los libros, pero platicamos acerca de eso.
Sí, sí, eso.
Me refiero.
Es algo que pasa.
Pero ya pasa que si lo disfrutan, obviamente, porque obviamente disfrutas leer.
Pero el tema de, o sea, hasta sube a redes de llevo estos libros.
Sí, están sus goodreads, así, mostrando cuánto van sus avances.
(24:46):
Y los califican y todo, que está padre, seguramente los disfrutas en el proceso,
pero igual y hasta se pierden con lo mismo que dijimos, a nadie le importa.
A nadie le importa.
Y el tema es de el hecho que los has percibido tanto, siento que te cala, güey.
Es como de güey.
Lo están haciendo por un post de Instagram.
Post de Instagram y porque creen que leer libros te hace.
Más inteligente y intelectual y sea más que tú.
(25:08):
O sea, yo siempre digo de repente comete una pizza, güey.
O sea, no hay pedo, estás bien mamada y todo.
Dele unas bolas.
Yo que decía, Óscar, létele el código Da Vinci.
También se vale.
Sí, ajá.
También se vale.
Parking Comics, güey.
Sí, me pasa.
O sea, ahora te pusiste el ejemplo del güey que se puso a las mil películas.
Las mil películas.
(25:29):
Ok.
Yo tengo una lista que es mi plan.
Planeo verlas el resto de mi vida.
Eso es muy distinto.
Es un 5, aproximadamente es como 5 mil películas que planeo que tengo.
Cabrón.
Que me interesa ver todas las películas.
Ok.
Hace ocho años eran nueve mil.
Y no te voy a decir que vi cuatro mil.
(25:51):
Le reduje.
Sí.
Porque muchas de las películas, porque dije, por qué quiero ver esto.
Os vas a cinco mil de algo, su mberco.
Y no, tal vez no lo logre.
Ajá.
No lo logre.
Pero es como, ah, mira, cinco mil películas que me interesan ver el resto de mi vida.
Más las que se vayan metiendo.
El resto de mi vida, un poco coincido.
Sí, no.
O sea, al promedio son aproximadamente unas 200 películas al año.
A ver.
(26:12):
Tal vez no lo logre.
Porque hay semanas donde no me voy a ver ninguna.
Y hay semanas donde digo, tengo el día libre completo, me voy a entar dos.
No sé, pero ni siquiera es por una meta.
Porque yo disfruto el cine.
Sí.
Y son las películas que me interesa ver.
Le bajé porque dije, ah, es nada más es mamar.
Es nada más es mamar.
Como que, ahí fue que dije, no sé, es mi meta.
De hecho, nadie lo sabía porque no me guste ni siquiera contar porque es mi pedo.
(26:35):
Y que, ¿estás burnoutado a veces?
Eh, con trabajos, sí.
En la escuela también.
O sea, a mí lo que me pasó fue, sobre todo en el 2023.
O sea, que sí me llené de lunes a lunes.
Que tenemos la gira, el podcast, el stand up, el libro, la obra.
(26:58):
O sea, y luego ya, wey, de plano, ya no el pulso.
Ya no lo había llegado, wey.
O sea, y entonces me acuerdo muy bien.
Y me decía el Joaquín López, me dice, ya conociste tu límite superior.
Es de aquí para abajo, wey.
Entonces dije, wey, sí, porque a nadie le importa.
Y se oculta, se acusa, se cae de dud. Relájate, wey, tienes tres meses sin ver a tu pinche hermano y tus sobrinitos, no haces nada, wey.
(27:23):
Tengo una anécdota de cuando me puse la barra alta y la cagué.
Igual, estaba yo chavo y tenía que unos 20 años, estuve en Mérida.
Y estaba yo con unos amigos y dijimos, hay que organizar conciertos.
Dijimos, ¿qué tan difícil puede ser poner unas bocinas? ¿Qué tan difícil puede...
(27:44):
¿Con Pelanada o qué?
No, no, no, no.
Siento que es algo que Pelanaria.
Sí, Pelanada, si hubiera conocido a Pelanada en ese tiempo sí.
Vendrán unos boletitos.
Vendrán unos boletitos.
Se ve fácil, wey. O sea, se ve.
Y trajimos, no voy a decir la pobre banda porque de neta la pasaron muy mal.
Sí, no, no, no.
Bueno, ¿los conocemos?
Sí, sí los conoces.
(28:06):
Y dijimos, vamos a tener esa mierda.
Y ya como que pusimos un acuerdo, la chingada.
Y pues, digo, no era una banda muy famosa, pero pues le entraron.
Dijeron, ah, pues vamos a hacer, 200 boletos la armamos.
El problema es que todos sabían cómo hacer el RP.
Todos sabían cómo vender los boletos.
Porque conocíamos a la gente que quería ver esa banda.
(28:29):
Ese no fue el problema.
Pero no fue cuando llegó la banda y dijo, ¿dónde está Ryder?
¿Dónde está todo?
El hotel.
¿Dónde está?
Sí, tenían un hotel, pero no lo pensamos.
Sí, todo el operativo y lo de ingeniería.
Lo pensamos a medias.
Porque era lo que veíamos, porque nunca habíamos estado atrás de un escenario.
(28:51):
Verga, güey.
Fue un caos total.
Conociéndose y buscándole a todos.
Que necesita esto, esto.
Perdimos dinero, obviamente.
Porque ni siquiera le calculamos bien el boleto.
Fue un caos completo.
Pleitos.
Pero éramos cuatro organizadores, dos a la mitad y dijeron, ¿sabes qué?
I'm out.
Nos quedamos dos a terminar el proyecto.
(29:13):
Y como tú dices, no sabíamos.
No teníamos idea.
Y se nos hizo muy sencillo decir, mira, qué tan difícil puede ser hacer un concierto.
Es muy complicado, amigos.
Es muy complicado.
Yo hice una para no hacer servicio social en la universidad.
Hicimos una, como un America's Got Talent, pero de la uni.
(29:34):
Era como gente, se llamaba concierto, estaba bien chingón.
Yo todavía sigue, güey.
Ajá.
Lo inventamos el pendejo El Pechán y yo.
Literal para no hacer servicio social.
Que nos da huevo ir al vacío.
Pero pues güey, hiciste algo mejor.
Sí, no, no estuvo chido, güey.
Y el tema es que lo estamos organizando.
Y eso, el PR, los posters, que eran cabrones, el concepto, no sé qué.
(29:55):
A la hora del show, nos dice un señor, este, Espino.
Le dijo a El Pechán.
Le dice, esto va a pasar, hijo.
Dice, tu evento es el viernes a las cinco.
Tú vas a llegar a las cuatro y media.
A las dos horas va a llegar el equipo de audio.
Van a llegar sin nada.
O sea, le empezó a decir todo lo que iba a estar mal.
(30:16):
Güey, tal cual.
Me hubiera encantado haber tenido una persona que me dijera eso.
Ajá, pero como que el güey nos dijo así de, sí, peladas.
O sea, no pensé que le dijo, vas a llegar tú y no va a haber nadie.
Y iba a esperar una hora y media al primer técnico.
Y se dice, qué pasó, jefe? Y yo, te dije a las ocho.
Ay, ya sé, perdón.
Eso pasa siempre.
Es lo que da la pinche experiencia.
Así te lo voy a poner.
Le perdimos hasta las chelas.
(30:38):
Es rica, güey.
Hasta las chelas no supimos medirles.
¿Y dónde vergas?
Porque ni había lo suficiente y las pusimos a un precio demasiado accesible,
que no le ganamos.
Ya que se había acabado, por suerte llegó.
Porque no pedimos ningún permiso.
No teníamos permiso.
Es rica, güey.
O sea, era para que nos metan a la cárcel.
Sí, sí, güey.
No, no, no, no, no, no.
La cagaste, güey.
Pero también he tenido momentos que me puse a la vara alta
(31:01):
y lo he logrado.
Ajá.
Porque también he sabido decir,
OK, va.
Tengo dos ejemplos que me acuerdo perfecto que han sucedido estos años.
El primero, suena muy sencillo para muchos,
pero es mi TEDx.
Hice un TEDx hace cuatro años.
Yo no soy una persona que le dé lo suficientemente fuerte
(31:22):
para estar frente a un micrófono.
Digo, así es, señorita.
Pero es diferente que siempre lo que haces contigo.
Pues después de mucho rato ya no.
Pues en mucho rato.
Porque una cosa es, ah, OK.
Amo que yo soy la esposa de Osvaldo y lo conozco perfecto.
Siéntate y platica sobre tu tema.
Porque dije, el tema sí lo conozco.
Hablé sobre poloesistema política y dije, lo conozco.
Lo he vivido, lo estoy viviendo.
Conozco sexenio.
Pero a ver, apréndete un texto.
A ver, apréndete a pararte, apréndete en no sé qué.
(31:46):
Entonces empecé a ver a mucha gente incluyéndote cómo lo hacen.
Y es como, ah, OK.
Y dije, al principio dije,
me estoy poniendo la vara demasiado alta.
Esto no va a jalar.
Esto no va a jalar.
Creo que es tiempo de cancelar.
Es tiempo de decirme.
Ay, güey.
Y si fue dos semanas, porque me paraba,
me metía al espejo,
practicaba y era de, no.
(32:07):
Híjole.
No lo voy a dar.
Y estoy muy orgulloso de haberlo logrado.
¿Qué te hizo no cancelar?
Que era un reto,
un reto personal para empezar.
Y no sientes que es una cosa que se llama,
que ya estaba cantado.
O sea, es de güey.
Descubrí una cosa de mí.
Descubrí que en ese tiempo
(32:28):
estaba teniendo un fuerte problema de confianza en mí.
Cuando me quité esta barrera de la confianza
y dije, este evento sabes el tema,
tú lo puedes hacer.
Lo logré.
Y estoy muy orgulloso de haberlo logrado,
de haber visto, de...
Digo, no me atrevería ni a verlo ahorita
porque me daría cringe verme.
(32:49):
Seguramente porque, según estaba yo nervioso
en los primeros minutos.
Pero ya que me tranquilicé, dije,
you got this, you got this.
Y disfruté el proceso, disfruté el momento
y es algo que me gustó mucho.
Y algo que igual me acuerdo que en su momento
tomé la vara y no sabía qué estaba haciendo
fue cuando tomé Deportología.
¿Ajá?
(33:10):
Deportología, para mucha gente que no escuche,
era un programa que teníamos...
En un inicio eran otras personas.
Era un equipo y era otro concepto de programa.
Era literalmente noticias, deportes, tipo pulso.
Y no pedo.
Y un día me dijiste, este proyecto es tuyo.
Y yo...
Y dije, ¡ah, qué padre! Voy a producir.
(33:32):
¿Qué es producir?
Ajá.
No tenía idea.
Pero afortunadamente conté con un gran equipo
en su momento.
Es que ese es el pedo, güey.
Conté con un gran equipo que entre todos aprendimos.
Ajá.
Entre todos.
Ajá.
A mí lo que me pasó...
Perdón, me acabo de...
No, me acuerdo, para terminar.
Le aprendí a O'Farrill, le aprendí a Zanasi,
le aprendí a Alex Fernández...
Y perdón, pero con el cariño y el amor que le tengo.
(33:55):
Controlar a esos tres cabrones...
Verga, güey.
O sea, O'Farrill con Fernández, con Zanasi, güey.
Era un mambo, güey.
Pero al mismo tiempo era otra manera de trabajar.
Diferencia la de nosotros.
Sí, entiendo. Ajá.
Porque nosotros llegamos así...
¡Eh, hola!
Chiste de pedo, no sé qué.
Era ocho horas de grabación de eso.
Cuando Deportología era...
(34:16):
No salió.
Hagamos otra vez este sketch.
Ahora con esto.
Ahora así.
Y ahora...
El desarrollo de personajes aprendí mucho a Alejandro,
a Alex Fernández.
Y cosas así...
Dije, miren, ya se está produciendo, ya está.
Sí, sí.
¿Qué necesitan, chicos?
¿Qué necesitan?
Ya está saliendo.
Y me pongo muy orgulloso cuando me dicen...
Alguien me dice, ah, qué chido Deportología es.
(34:37):
Y es como, güey, fue mi bebé.
Sí, sí.
Que vi cómo creció.
Luego lo guardé.
Y explotó, cabrón.
Explotó, cabrón.
Y es algo que a mí me puso nervioso.
Y me puse hasta aquí.
O sea, era tan popular que cuando le vendimos la capsulita a Fox Sports,
no sé si sabías esto, lo metían en un programa esos güeyes.
Los fans ya sabían a qué hora iba y no más tiene el pico rating ahí, güey.
(35:00):
Lo tuvieron que mover random para que la gente se chutara medio el programita
de tan bien que estaba esa madre.
Sí, fue un gran...
A mí lo que me pasó mucho con...
Fue no sólo con el pulso, porque realmente es una cosa que quiero mucho,
sino máquina en sí. O sea, me acuerdo cuando yo intenté vender el pulso
a la pública cuando empecé a todas las televisoras,
(35:21):
que hice muy buena amistad con un güey de Televisa, con Sergio.
Y le pichaba proyectos y en un punto le vendía Portología
y no lo quisieron.
Le dije, güey, te va a pasar como con el pulso, cabrón.
Que te vendía algo que estaba bien chido y no lo velaste.
Y ahorita ya está tal cual, güey.
Y después, güey, güey, es el deporte, ¿cómo está?
Y digo, te lo vine a traer, cabrón.
(35:43):
O sea, el tema es un poquito como a veces pasa que tú tienes una muy buena cosa,
pero a la otra persona le falta visión.
A mí cuando siento que me puse la vara muy alto y salió,
han sido los libros, güey.
O sea, que era un terreno completamente desconocido,
que como que se nos hacía buena idea, parece sencillo, güey.
(36:04):
Y a mí lo que me pasó es que yo me senté insuficiente,
pero como dices tú, el resto del equipo empezó a jalar
y ya estábamos muy en la orilla como para hacerme para atrás.
¿Sabes cómo?
Y entonces, de repente, le fue en cabrón, vendió súper bien,
tuvimos las ferias de los...
Y fue una cosa que de verdad hasta la fecha no creo que lo hayamos logrado.
Creo que lo tomamos muy...
Porque está físico, güey. O sea, eso está cabrón.
(36:27):
Sí, hay veces que voltean y dicen, güey, tenemos dos libros.
Sí, güey. No, no, no.
Tenemos dos libros.
O sea, ansia un putazo de cosas que luego pasa que aún no se lo olvidan, güey.
Porque como para ti en ese momento fue un reto,
cuando lo acabas es el descansar y no oler a pensar en eso en un rato.
Pero si es como de, brother...
Si ve la respuesta...
Ajá.
Orale, eso está cabrón, güey.
(36:49):
O sea, a mí lo que se me hace es que sí, como conclusión es,
te puedes poner la vara alta, obviamente vas a sentir que no llegas.
Y nomás pensar dos cosas, güey.
Uno, a nadie importa.
Y sí puedes pedir ayuda a piel.
Sí puedes hacer ayuda a piel.
O sea, algo que yo veo mucho con los morros, nomás para cerrar este,
(37:10):
en las conferencias de la universidad, a los 19, a los 20 no tienes ni puta idea de qué vas a hacer, güey.
Es más, ni yo, güey.
Sin generarías, pues a mí me veo cool.
Y luego dije, pero siempre me gustó hacer estas mamadas, güey.
Va a pasar alguna frase que le gusta mucho mi terapeuta.
A veces pensamos, no sé si te lo he practicado esto, que el presente es demasiado tarde.
(37:32):
¿No te he dicho mi teoría esa?
Está ahí en verga.
Adelante.
Y pensamos que el presente, es el día de hoy, ya es demasiado tarde.
O sea, la edad que tienes tú, dices, no mames, ya ni de pedo voy a poder aprender canotaje, güey.
Ya ni de pedo voy a poder bajar 5 kilos, no sé qué.
Sí.
Dejas de pensar eso, güey.
Empiezas a actuar en consecuencia.
Cuando nosotros empezamos el pulso, yo tenía 31 años, güey.
(37:55):
Y era como de, estás muy rico para hacer YouTube, güey.
Porque todos mis amiguitos eran el weber que tenía 19,
y yo ella que tenía 14, güey, o sea, Gio que tenía 89.
Pero el rollo es que, güey, si yo hubiera dicho,
no estaríamos pasando la vida en verga aquí, güey.
Entonces ahora lo que pienso a mis 42,
digo, pues no es demasiado tarde para, puta, escribir una película,
(38:17):
dirigir algo, cabrón.
Porque ese mindset ya no lo tengo porque te quitas esa telarañita, ¿no?
Sí.
Está padre eso, ¿no?
Me gusta, me gusta.
Lo voy a probar.
Esto fue por Les Habra Muy Alta, Se Dice No Pasa Nada.
Nos vemos la próxima semana.
¡Adiós!