TOP 7： Las cosas más aterradoras jamás contadas por psicólogos

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Episode Transcript

Speaker 2 (00:00):
Mi libro de cuentos de horror ya está considerado como
el más terrorífico publicado en 2019. Se halla disponible en casi
todos los países hispanoparlantes y si no, está el ebook.
Atrévete a leerlo. Sé que me buscarás para comentar las

(00:21):
partes más grotescas. Son los doctores de la salud mental.¿
Y adivina qué? Si alguien tiene cosas perturbadoras que contarnos,
son ellos. Se paran en la cuerda floja, relatando qué

(00:42):
hicieron estos mórbidos pacientes, ya que, por juramento profesional, no
deberían hacerlo. Así que prepárate muy bien, porque estas son...¡
Las estrellas! Siete cosas más aterradoras contadas por psicólogos. Número 7

(01:05):
Estás viendo la guardia de un hospital rumano. Como los
doctores no encontraban nada malo con esta señora de 65 años,

(01:26):
salvo que estaba en un estado de agotamiento físico y
mental peligroso, la derivaron a un psicólogo. El profesional de
la salud mental quedó asombrado, pues tan solo pudo determinar
lo básico, que se trataba de un mal en su cabeza,
pero no por qué se producía.¿ Ves al señor que

(01:51):
la acompaña? Él aseguró que esta abuela llevaba

Speaker 3 (01:57):
una

Speaker 2 (01:58):
semana así.

Speaker 3 (02:00):
Música Música Música Más allá de que el señor en

(02:29):
la camilla de al lado se hallaba más impresionado que molesto,
los doctores

Speaker 2 (02:48):
Como dije antes, determinaron que la señora estaba muy agotada
y seguramente con la garganta lastimada. El psicólogo no tenía
idea de por qué no podía parar, por más que
la pobre mujer lo intentase. Este caso es sumamente obscuro.

(03:11):
Casi no se consigue este video y poco se sabe
qué fue de ella. Quizás son las situaciones precarias de
aquel hospital rumano lo que hizo que no se pudiera
diagnosticar adecuadamente un mal tan extraño. Número 6

Speaker 3 (03:29):
Gente, seamos de mente abierta para gustos y colores

Speaker 2 (03:59):
No hay nada escrito. Pero,¿ qué decir sobre una persona
quien le calienta sobremanera un coche? Oh, sí, se le
llama mecafilia. Y este paciente en particular, oye bien porque

(04:21):
es desopilante, estaba en el registro nacional de agresores sexuales
por atacar camiones, coches y motocicletas. Este tipo no tenía
atracción hacia mujeres, hombres ni derivados. Lo suyo eran los vehículos.

(04:47):
Como su caso es muy especial, ningún profesional de la
salud mental quería tratarlo. Todos se sentían abrumados por un
sujeto con una parafilia tan extraña, que era llevada de
la mano con un comportamiento psicótico incontrolable. Hasta que un día,

(05:11):
un psicólogo decidió dar el paso al frente y, de
manera gallarda, servir como ejemplo para sus colegas. El tratamiento comenzó.
El problema es cuando, una noche, el doctor va al
estacionamiento con la intención de marcharse a casa y... El

(05:43):
mecanofílico se hallaba en el asiento trasero. En su mente,
de alguna manera, estaba teniendo sexo con el auto. Indignado,
después de todo el papeleo y la policía de por medio,
quien se llevó al tipo preso, se enteraron que desde

(06:04):
hacía días el sujeto había fecundado la fantasía de tener
relaciones con el auto de su psicólogo. Al subirse para
ir a casa, pensando en llevarlo al taller para arreglar
el vidrio de atrás que había roto para poder acceder
al auto y luego mandarlo al autolavado, se sentó sobre

(06:29):
uno de los tantos charcos de semen dejados por el tipo.
Y tuvo que aguantar la sensación de estar sobre eso
hasta llegar a casa. Número 5 Obvio, las historias más terroríficas

(06:54):
que psiquiatras y psicólogos cuentan vienen de pacientes con enfermedades graves.
En el caso de esta chica de 25 años, era un
severo caso de trastorno bipolar mezclado con una fase muy
fuerte de hipersexualidad. A un psiquiatra de 60 años le tocó

(07:22):
hacer la guardia nocturna. Lo último que el tipo escuchó
es que corrían tras él.¿ Te acuerdas de la tipa
de la que empezamos a hablar? Le saltó por detrás,
envolviendo hábilmente su cabeza. con la ropa íntima que se
había quitado un minuto antes, gritándole que debía olerlo y

(07:46):
que estuviera preparado porque lo iba a obligar a montarla
sexualmente el resto de su vida. Hay que añadir que, además,
la ropa íntima estaba completamente empapada en sangre menstrual. Se
requirió de tres personas para poder sacársela de encima. 4.

(08:23):
Estás viendo a Mario Augusto Poggi, un excéntrico y muy
famoso psicólogo peruano que falleció en 2016. Este sujeto causó una
polémica colosal en su país. La historia es así. En

(08:44):
el año 1986, las autoridades recurren a él como última esperanza.¿
Por qué? Porque la policía, gracias a sus mañas, sabía
que finalmente tenían al culpable. Pero si no confesaba, legalmente

(09:05):
habría que dejarlo libre por falta de pruebas. Estamos hablando
de un monstruoso asesino serial. Ángel Antonio Díaz Balbín, cuyo
halagador nombre en los medios fue el descuartizador de Lima.

(09:28):
Se le acusó en su momento de matar a más
de 20 personas, que se sepa, entre ellas, niños. Ángel Antonio
hacía pedazos a la gente y las metía en bolsas
negras para desecharlas después como basura. Detectives, amende autoridades de

(09:50):
alto nivel, esperaban en el pasillo mientras María Augusto Poggi
interrogaba al psicópata. Las horas pasaban y cuando Poggi emergió
por la puerta tenía una sorpresa para toda Perú. pero
no la que se esperaba. El tipo había hecho justicia

(10:14):
por mano propia. Asesinó él mismo al descuartizador de Lima.
Pasa que Ángel estaba atado de manos. El psicólogo lo
tiró al piso y rápidamente le rodeó el cuello con
un cinturón. Le puso el pie en la nuca y

(10:35):
lo ajustó hasta asfixiarlo. Unos lo llaman héroe, otros loco.
Lo cierto es que Poggi afirmó que, luego de conversar
con el degenerado por un rato, estaba seguro de que
había librado a la sociedad de un monstruo. Número 3 Era

(11:05):
un hospital psiquiátrico para pacientes complicados. Ocurría en el turno
de la noche. Llovía copiosamente. Las puertas a las recámaras
debían estar cerradas con llave. Pero una enfermera se da
cuenta de que hay sangre escurriéndose lentamente debajo de una

(11:26):
de esas puertas. Al mirar por la ventana, observa unas
piernas allá abajo y un charco de sangre. Sea lo
que fuera que estaba pasando, la persona se hallaba sentada
con la espalda apoyada del otro lado. Se trata de
una emergencia, así que no puede evitarlo. Grita llamando a

(11:48):
las enfermeras y a la psiquiatra del turno de la noche.
Una mujer veterana. La jefa de enfermeras abre la puerta
nerviosamente manoseando las llaves. La enferma mental no se va
de espaldas para atrás, sino que se queda sentada con
las piernas cruzadas en religiosa armonía. Los codos apoyados sobre

(12:12):
sus rodillas y un ojo en cada mano. Se los
había sacado. La psiquiatra no responde. La jefa de enfermeras
le habla sin aval.¿ La razón? La doctora estaba sufriendo

(12:35):
un ataque al corazón. Las enfermeras chillan por el pasillo.
Los pacientes de los otros cuartos se despiertan y empiezan
a gritar. Una señora llama al psiquiatra suplente, un chico
demasiado joven, totalmente crudo, un novatillo buscando curtirse en ese hospital.

(12:58):
La situación lo supera completamente y tiene un ataque de
nervios al ver toda aquella escena. Esta historia, que es real,
ejemplifica una noche caótica en el ala de enfermos mentales
de gravedad. Número 2 Incluso ella, una psiquiatra veterana de 35 años

(13:28):
en la profesión, eminencia donde las haya, no estaba preparada
para lo que vería al atravesar la puerta. Una cosa
es hacerse el sabio y decir que sin importar el
estatus o la edad, siempre hay espacio para aprender algo nuevo.
Otra es que lo que verdaderamente aprendería esta veterana es

(13:54):
que una mente auténticamente enferma nunca jamás dejaría de escandalizar
ni siquiera a una mujer como ella, quien casi lo
había visto todo. Estaba en la cama, un paciente con

(14:15):
todos los miembros amputados Pero eso era lo de menos.¿
Había sufrido un accidente? No. Este sujeto padece de una
enfermedad mental llamada desorden de identidad de la integridad corporal.

(14:36):
Consiste en alguien que encuentra un deseo irresistible de amputarse
las extremidades sanas de su cuerpo. Y este había sido
el caso más grave que vio en su vida. El
tipo empezó por los dedos, luego la mano, pero más

(14:56):
allá de ese punto requirió de ayuda. No era un millonario,
pero sí un sujeto pudiente y soltero, cosa que obviamente
lo ayudó. increíblemente a través de un sitio llamado Craigslist, consiguió,
a cambio de módicas sumas de dinero, asistencia para amputarse todo.

(15:20):
Tuvo que ir a México con un doctor que se
lo hizo clandestinamente. Y mientras el tipo atravesó el penoso
camino de su destrucción corporal, los doctores, a pesar de
que hicieron la denuncia a la policía, nada pudieron hacer.
El Estado no ha creado leyes para personas como él.

(15:41):
Al menos, no en su país de origen, Estados Unidos.
Y si estaba recibiendo atención psiquiátrica, era porque su propio
abogado se lo había exigido. El sujeto ya no le cobraba,
simplemente arregló todo para que recibiera ayuda psiquiátrica estatal a
cambio de que él mismo, o sea, el abogado, accediera

(16:04):
a contratarle un ayudante para sus labores diarias.« Hago esto
porque se me exige», le dijo a la psiquiatra,« pero
no me arrepiento de nada. Por primera vez en mi vida,
soy feliz». Número 2 Número 1 La historia que ocupa el primer

(16:34):
lugar ocurrió en un psiquiátrico, más precisamente en el pasillo
de los pacientes con Alzheimer. Era las 2.30 de la madrugada
y un psiquiatra de 57 años hacía las rondas junto a
la enfermera. Debemos entender que la diferencia entre psicólogo y psiquiatra,

(16:57):
expresado de manera simple, es que el psiquiatra estudia medicina
y se especializa en enfermedades mentales. Un psicólogo se especializa
en salud mental, pero no puede o no debe recetar medicamentos.
Y como este sujeto, psiquiatra, lo había hecho, ahora se

(17:19):
aseguraba de que sus pacientes estuvieran descansando. Nunca supieron si
aquella mujer de 83 años había logrado deshacerse de la pastilla
o si quizá más bien no le había hecho efecto.
Aunque eso sería rarísimo. Pero el hecho es que gracias

(17:43):
a la luz de afuera la pudieron distinguir en la
semi-oscuridad mirando a la ventana. Estaba despierta. Entraron a la
recámara y le preguntaron si tenía problemas para dormir. La
mujer giró la cabeza para mirar al doctor y le dijo, Querido,

(18:06):
ya vienen por ti. El psiquiatra la arropó mejor. Ella
lo miró y le dijo, Voy a extrañarte mucho luego
de que ellos te lleven aquí. Aquello había ocurrido un
viernes a la madrugada. El lunes, el doctor no se

(18:33):
presentó a trabajar. Te habrás podido imaginar la cara de
la enfermera cuando le dieron la noticia. El sujeto había
sufrido un infarto agudo de miocardio y falleció el sábado
a la mañana. Algunas personas dirán que fue coincidencia, pero

(18:58):
la enfermera que estuvo ahí está segura de que no.
Número 1 Si el video te gustó, por favor dale pulgar
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(19:21):
muy interesante todos los días a través de mis espacios
oficiales en Facebook, Twitter e Instagram. Por favor, búscame y únete.
Envío un agradecimiento a Toby Ezequiel, ya que la idea
de este top vino de él. La ambientación musical ha

(19:42):
sido obra del talentoso Repulsef. Por favor, visítalo. Te habla
Don Dros y te deseo buenas noches.