Episode Transcript
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Speaker 2 (00:01):
Hola a todos y bienvenidos a Ideas para Vivir Mejor.
Soy Eugenio Paya Ruiz, lector empedernido, escritor y experto en
desarrollo personal. Y hoy quiero traerte las ideas principales de
un libro que se llama El Consuelo de la FilosofÃa.
Está escrito por Alain de Botton. Año 399 a.C. Un hombre,
(00:25):
ya mayor, está frente a sus jueces. No es un criminal,
no ha robado, no ha matado, lo que ha hecho
o aquello de lo que le acusan es algo mucho peor,
corromper a los jóvenes. Ese hombre se llama Sócrates, ni
más ni menos que Sócrates. Y sus conciudadanos le ofrecen
(00:48):
una salida elegante a su problema. Dicen, pide perdón, dinos
lo que queremos oÃr y salvarás tu vida. Sócrates respira,
les mira y les dice que no. Él prefiere beber cicuta,
prefiere morir. Esta situación nos plantea la pregunta de¿ qué
(01:11):
clase de persona prefiere morir antes que decir aquello que
no piensa? En el fondo todos hemos sentido alguna vez
esa presión por encajar, ese empujón invisible que nos hace
reÃrnos de un chiste que no nos hace gracia, por ejemplo,
o que nos hace guardar silencio cuando lo que queremos
(01:31):
es gritar una verdad incómoda. Esa incomodidad pequeñita, esa incomodidad
casi imperceptible que se instala en nuestro pecho cuando no
estamos siendo del todo honestos con lo que en realidad pensamos.
Sócrates nos enseña que hay otra forma de vivir. Y, ojo,
(01:54):
Sócrates tampoco estaba defendiendo el ser impopular como deporte. Sócrates
no decÃa si estás solo tienes razón, ni mucho menos,
porque eso serÃa tan absurdo como creer que si mucha
gente piensa de una determinada manera, entonces eso tiene que
ser verdad sà o sÃ. Lo que Sócrates defendÃa con
(02:17):
su manera de vivir y con su manera de actuar
es otra cosa. Que lo importante no es cuántos opinan algo,
sino las razones que hay detrás de esa opinión. Porque
mil personas repitiendo una tonterÃa pesan mucho menos que una
sola persona diciendo algo verdadero con argumentos y con razones sólidas.
(02:41):
La ironÃa de la historia, porque la historia muchas veces
es irónica, es que Atenas, la ciudad de Sócrates, lo entendió.
Pero lo entendió tarde, lo entendió cuando quisieron reconocer su error,
cuando quisieron honrarlo. Y entonces Sócrates ya no estaba ahÃ,
Sócrates ya habÃa muerto, condenado a beber cicuta. En tu caso,
(03:03):
tú puede que no recibas honores por defender tu verdad.
Puede que incluso nadie note que lo estás haciendo. Puede ser, perfectamente.
Pero puedes quedarte con algo que es infinitamente más valioso.
Puedes quedarte con la paz interna de no vender tus
convicciones por unos aplausos baratos. Eso es lo más importante.
(03:26):
Los filósofos que vinieron después de Sócrates se encontraron con
un problema todavÃa más difÃcil. Un problema que, si lo piensas,
te acompaña desde que te suena el despertador por la
mañana hasta que te vas a dormir por la noche.
Ese problema se llama deseo. El deseo. Porque nos creemos
(03:46):
muy racionales, pero...¿ Realmente queremos lo que decimos que queremos?¿
O simplemente estamos repitiendo deseos que hemos ido copiando casi
sin darnos cuenta de otras personas, de la sociedad, de
nuestro entorno?¿ Y por qué si perseguimos cosas para ser
felices terminamos a veces con una sensación rara como de vacÃo? Imaginad... Algo.
(04:15):
Imaginad un universo paralelo, versión lujo total, en el que
vives en una casa enorme, la ciudad que la rodea brilla,
tienes ventanales gigantescos por donde entra un sol diseñado solamente
para ti y en la azotea de esa casa tienes
un helicóptero privado que está siempre listo para despegar. Parece
(04:37):
una vida perfecta sobre el papel, ¿verdad? Pues según Epicuro,
no lo es. A este filósofo griego muchos lo han
imaginado como un tipo triste, un tipo enemigo del placer,
cuando en realidad era justo la contraria. Epicuro dijo que
el placer era el bien supremo y de hecho fundó
(05:00):
una escuela para enseñarlo.¿ Y cómo era esa escuela que
fundó Epicuro? Pues no como te la imaginas. Era una
escuela llena de mesas sencillas, de pan, de aceitunas, de agua,
de conversaciones tranquilas, de silencio también. Porque Epicuro habÃa descubierto
algo que muchas veces seguimos sin entender. Somos pésimos prediciendo
(05:24):
lo que nos va a hacer felices. Pésimos, absolutamente pésimos.
Creemos que queremos una casa enorme, pero lo que queremos
en realidad es paz. Creemos que queremos un jet privado,
Pero en realidad lo que queremos y lo que nos
hace felices es la libertad. Nos obsesionamos con el envoltorio
y nos olvidamos de mirar lo de dentro. Epicuro clasificó
(05:50):
el placer en tres categorÃas distintas. Están los placeres naturales
y necesarios, comer, dormir bajo un techo, abrigarte cuando hace frÃo,
lo básico. Luego están los placeres que son naturales pero
no necesarios, por ejemplo, comer bien, esos banquetes que recuerdas
(06:10):
durante dÃas. Y luego están los placeres que no son
ni naturales ni necesarios. La fama, el poder, la riqueza,
esos deseos que no nos llenan nunca, esos pozos que
no tienen fondo. Cuando dejas de perseguir esas recompensas vacÃas,
empieza a aparecer lo que él llamaba los placeres duraderos.¿
(06:32):
Cuáles son esos placeres? La amistad, la reflexión, la sensación
de que eres dueño de tu tiempo, la sensación de
que eres dueño de tu vida. Quizás seguimos buscando lo
mismo a dÃa de hoy, aunque... Lo que nos suele
pasar es que confundimos la paz con casas enormes, confundimos
(06:53):
la libertad con tener un avión privado y al final
lo que buscamos todos es mucho menos espectacular que eso,
pero muchÃsimo más profundo. Vamos ahora a Roma. El libro
también habla de otro filósofo espectacular como fue Séneca. La
esencia de la filosofÃa de Seneca es brutal en su simplicidad.
(07:16):
Es tan sencilla que cuesta incluso aceptarla. El sufrimiento humano
es algo que nace de la distancia entre lo que
esperamos y lo que ocurre. Esa brecha, ese pensamiento de
esto no deberÃa ser asÃ, es lo que desencadena nuestra infelicidad.
Y cuando lo piensas es algo evidente. Tú esperas que
(07:38):
las cosas estén en su sitio y no lo están.
Esperas que la gente sea justa y no lo es.
Esperas estabilidad y la vida te cambia las reglas a
mitad de la partida sin ningún problema continuamente. Ahà nace
la frustración. llévatelo a algo pequeño. Ayer mismo,¿ cuántas veces
(08:03):
te pudiste enfadar por una tonterÃa? Porque no encontrabas las llaves,
por ejemplo. Pero el enfado no venÃa de las llaves,
el enfado venÃa de la expectativa que tú tenÃas de
que las llaves deberÃan estar aquÃ. Pero llévatelo también a
lo grande, da igual. Normalmente,¿ qué nos pasa? Nos ponemos
enfermo el dÃa que más necesitábamos estar bien. o se
(08:27):
nos rompe ese plan que parecÃa perfecto porque pasa algo.
Es la misma grieta, solamente que esa grieta ha cambiado
de tamaño. Pero es lo mismo, es expectativa contra realidad.
Y Séneca no se quedó en el diagnóstico. Séneca buscó
una cura, la premeditatio malorum, es decir, anticipar las cosas malas.¿
(08:50):
Para qué?¿ Para vivir con miedo? No. no para vivir
con miedo, no para obsesionarte, sino simplemente para entrenar tu mente,
para suavizar el golpe antes de que ese golpe llegue.
Un minuto al dÃa, solamente un minuto para pensar. Esto
que tengo hoy, ahora podrÃa no tenerlo mañana. Esta salud
(09:13):
que tengo podrÃa fallar, esta relación podrÃa acabarse, podrÃa cambiar,
esta estabilidad que tengo podrÃa romperse. No desde el drama,
sino desde la lucidez. Y de pronto, cuando un dÃa
algo salga mal, ya no te rompe como antes. Es
como si ya hubieras estado negociando con la vida qué
(09:35):
es lo que va a pasar cuando esas cosas vayan mal.
Como si hubieras aceptado que no todo está bajo tu control,
porque no todo está bajo tu control. Seneca decÃa que
somos como perros atados a un carro en marcha. Ese
carro en marcha es la vida. Tú puedes moverte un poco,
pero da igual, el carro sigue adelante. Entonces,¿ qué es
(09:59):
lo que pasa? Si tú como perro tiras en dirección contraria,
te ahogas. Si aceptas el movimiento del carro, si caminas
con cierta elegancia dentro del pequeño margen que tienes porque
te deja el carro, entonces descubres que cierta parte sÃ
que depende de ti. A dÃa de hoy no vivimos
(10:21):
en una época tranquila. Vivimos con prisa, vivimos con incertidumbre,
tenemos muchos sobresaltos. Por eso la filosofÃa de Seneca sigue viva.
Esa filosofÃa no nos pide ser invencibles. Nos pide ser
humanos sin apegarnos a aquello que no podemos controlar. Pero, evidentemente,
(10:44):
no somos esa versión perfecta, racional e impecable de persona
que a veces idealizamos. Somos humanos, todos. Y eso implica ruido,
implica que caemos en contradicciones, implica que tenemos miedo, implica
que caemos en el deseo. La razón no puede ni
debe tampoco controlarlo todo. El control absoluto es un espejismo
(11:07):
y además es un espejismo que nos cansa y que
nos agota. Cuando aceptas que como ser humano tienes grietas,
tanto emocionales como mentales como fÃsicas, entonces te estás dando
permiso para ser como tú en realidad eres. Cuando bajas
el volumen de ese juicio, cuando sueltas esa exigencia de
perfección con la que llevas años cargando... Ser humano en
(11:32):
realidad es eso, ¿verdad? Es tener cicatrices, es dudar, es tropezar,
es ser un poco raro y convivir con todo ello
sin castigarte por eso. Es reÃrte de tus rarezas en
vez de intentar esconderlas. Es entender que esa mezcla caótica
de luces y sombras es en realidad lo que te
(11:55):
hace real. Vamos a otro filósofo, Montaigne. Él recurrió a
Europa como quien observa un cuadro. Y descubrió algo que
le llamó mucho la atención y que dejó por escrito.
Lo normal no existe. Lo normal, lo que llamamos normal,
es una costumbre, nada más. Una costumbre que va cambiando
(12:18):
de paÃs a paÃs, que cambia de familia a familia,
que cambia incluso de persona a persona. Lo que para
ti es lógico y normal, para otra persona puede ser absurdo.
Lo que aquà en este paÃs parece elegante, en otro sitio,
pues será ridÃculo. La forma de hablar, la forma de
amar incluso, la forma de cocinar, la forma de reÃr,
(12:41):
todo cambia dependiendo de dónde mires, incluso de en qué
momento mires.¿ Qué significa eso? Que aferrarse a esto es
lo normal, en realidad es construir un castillo sobre humo,
es construir un castillo sobre ningún sitio. Y lo hacemos,
lo hacemos muchÃsimo, porque lo familiar nos da seguridad, porque
(13:05):
lo que es distinto nos inquieta, porque es más fácil
señalar que preguntarse por qué en este sitio, en esta
cultura esto es asÃ. Ahà está el riesgo, cuando confundimos
costumbre con moral, cuando confundimos hábito con verdad y cuando
confundimos tradición con superioridad. La belleza, en cierta manera, está
(13:27):
en lo distinto, está en lo raro, está en aquello
que rompe nuestras expectativas, en lo que al principio no
entendemos bien. Entre todos los misterios que nos propone la vida,
Hay uno que siempre vuelve una y otra vez, ¿verdad?
Tengas la edad que tengas, estés en las circunstancias que estés,
(13:49):
haya salido bien o no las veces anteriores. Ese misterio
es el amor. El amor, el libro también habla del amor.
Y para hablar del amor nos trae la figura de Schopenhauer,
que decÃa que el amor era una moneda lanzada al
aire que siempre cae del lado que duele. Para él,
para Schopenhauer, los problemas del corazón no eran culpa de nadie.
(14:13):
no eran culpa de nadie, eran simplemente el efecto de
una fuerza interior ciega que tenemos todos, que es la
voluntad de vivir, una especie de motor que empuja a
la vida a continuar a través de nosotros. Y eso
es lo que según Schopenhauer nos hace enamorarnos, nos hace desear,
nos hace elegir a alguien. No porque lo hayamos decidido libremente,
(14:37):
sino porque la vida quiere seguir. Y le da igual
a la vida si sufrimos por el camino o si
no sufrimos. La vida lo que quiere es que la
especie continúe. Y para él ahà estaba la trampa. nos
promete felicidad, pero lo que te entrega, tarde o temprano,
es sufrimiento y es desamor. Eso decÃa Schopenhauer. Suena muy duro,
(15:00):
pero también tiene cierta belleza trágica. Tiene esa misma fuerza,
es decir, esa misma fuerza que nos hace sentir vivos
puede hacernos daño por dentro. Entonces, si el desamor es inevitable,
entonces no tenemos que verlo como un fracaso personal, sino
como un hecho humano, simplemente como eso, como algo tan
(15:22):
humano como respirar. cada ruptura, cada pérdida, cada decepción, dejan
un vacÃo, evidentemente. Y en ese vacÃo empiezan a crecer
cosas que antes no veÃamos. Empieza a crecer más claridad,
autoconocimiento incluso, humildad, fuerza. A veces incluso empieza a crecer
(15:43):
de ese vacÃo una versión de nosotros mismos que ni
siquiera podÃamos imaginar. Asà que cuando el amor se acabe,
porque se acaba, no te culpes tampoco, no te escondas,
no digas que no vales, no digas que no deberÃas
haber sentido tanto, que no deberÃas haber dado tanto, que
no deberÃas haber puesto tanto. Sostén ese dolor, mÃralo y
(16:08):
date cuenta de lo que significa.¿ Qué significa? Que estás vivo,
que eres capaz de sentir, Y piensa que ese golpe
te va a hacer crecer, te va a hacer más
grande por dentro y te va a hacer probablemente más
sabio también. En realidad todo lo que hemos recorrido hoy,
si te das cuenta, todo lo que nos habla el libro,
(16:31):
habla de una misma cosa, de cómo vivir una vida
que sea verdaderamente tuya. De eso va la filosofÃa, como
te he dicho más de una vez. Sócrates nos enseña
que la integridad tiene un precio, pero también nos enseña
que tiene una recompensa. Ese precio, pagas ese precio y
recibes una recompensa. Epicuro nos recuerda que estamos persiguiendo jets
(16:54):
privados y helicópteros cuando en realidad lo que anhela el
alma de verdad es simplemente un poquito de paz. Seneca
nos muestra que el sufrimiento nace de pelear contra aquellas
cosas que en realidad no dependen de nosotros. Montaigne nos
abre los ojos a la belleza de lo diferente. Schopenhauer,
que es un pesimista todo lo que tú quieras, nos
(17:16):
deja claro que hasta el desamor Peor es una prueba
de que seguimos vivos. Quizá la filosofÃa, toda la filosofÃa,
se reduce a algo tan sencillo como aprender a vivir
con un poquito más de conciencia, aprender a vivir con
un poquito más de elegancia, si quieres, con un poquito
(17:37):
más de humildad también. Asà que... Si te quieres quedar
con algo de este episodio, para mà lo más importante
es esto. No estás aquà para encajar en nada. Estás
aquà para entenderte, estás aquà para aceptarte y estás aquÃ
para construir paso a paso una vida que no necesites justificar.
(17:59):
Una vida que cuando mires atrás en un momento determinado
puedas decir, oye, no fue perfecta, pero fue mÃa. Bueno,
espero que este episodio te haya inspirado y que te
lleves al menos una idea que puedas poner en marcha
hoy mismo. Si quieres seguir profundizando en todas estas ideas,
(18:19):
pues te cuento que tienes disponible el volumen 1 de la
colección de libros. Se llama Secretos para vivir mejor y
es un compendio de las ideas y de las herramientas
prácticas que tocamos en este podcast para que puedas tenerlas
por escrito, para que puedas repasarlas y para que puedas
aplicarlas en tu dÃa a dÃa y empezar a dar
pasos reales hacia esa vida que deseas. Lo tienes ya
(18:42):
disponible y te dejo el enlace directo en la descripción
de este episodio para que le eches un vistazo sin
ningún compromiso. Gracias de verdad por estar al otro lado.
Si este episodio te ha aportado valor, pues compártelo con
alguien a quien también pueda ayudar. SuscrÃbete al canal y
sigue al podcast en Instagram. Y ahora sÃ, me despido.
(19:04):
Un fuerte abrazo y hasta la próxima.