Episode Transcript
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Speaker 2 (00:01):
Hola a todos y bienvenidos a Ideas para vivir mejor.
Soy Eugenio Payarruiz, lector empedernido, escritor y experto en desarrollo personal.
Y hoy te traigo las ideas principales de un clásico,
Ética a Nicómaco, que ya sabes que es un libro
que está escrito nada más y nada menos que por Aristóteles.
(00:24):
Déjame llevarte muy lejos en el tiempo. ImagÃnate que Por
un momento, que somos capaces de meternos en una máquina
del tiempo y retroceder más de 2.300 años. Volvemos a un
mundo lleno de incertidumbre, de guerras, de ambiciones, de personas
tratando de entender cómo vivir. Un mundo bastante parecido al
(00:45):
de ahora, por cierto. Y en ese mundo aparece un
hombre en sandalias, un tipo que, como tú y como yo,
simplemente se pasa la vida intentando comprender qué significa vivir
bien con lo que uno tiene. Ese hombre se llamaba
Aristóteles y un dÃa se sentó a escribir un libro,
(01:06):
un tratado que seguimos utilizando incluso sin darnos cuenta. Ética
a Nicómaco, este libro que tengo por aquÃ. Lo escribió
pensando en su hijo, pero también lo escribió de alguna
forma pensando en todos los demás, aunque obviamente él jamás
podrÃa haber imaginado la trascendencia que ha tenido ese libro.
Lo revolucionario no fue el libro en sÃ, lo revolucionario
(01:28):
fue las preguntas que ese libro originó.¿ Cómo podemos vivir bien?
Esa es la primera de las preguntas. No cómo podemos
vivir perfecto, ni cómo podemos vivir sin cometer errores, ni
cómo podemos vivir sin ansiedad, sin dudas, sin miedo. No.¿
(01:48):
Cómo podemos vivir mejor? No vivir para impresionar. No. Vivir mejor. Punto. Punto.¿
Cómo se vive bien? Bien.¿ Cómo se vive bien? De verdad.
Porque hasta ese momento, en la antigua Grecia, la ética
era un juego de ideas abstractas. Era como perseguir un
(02:09):
espejismo en mitad de un desierto. Es bonito de ver,
pero imposible de atrapar. Era todo muy abstracto, muy elevado.
Y Aristóteles mira alrededor, observa el mundo real, observa cómo
viven las personas normales y comunes, personas que aman, que sufren,
que se frustran, que luchan por salir adelante y dice, vale,
(02:35):
ya hemos tenido suficiente teorÃa, ahora quiero entender y llegar
a comprender algo distinto.¿ Qué hace realmente una persona cuando
está en su mejor versión?¿ Cómo llega a esa mejor
versión y qué es lo que pasa entonces?¿ Qué cosas
repite esa persona todos los dÃas?¿ Qué cosas evita? qué
(02:58):
pequeñas decisiones van construyendo una vida que se hace cada
vez más grande, una vida que puede mirarse sin vergüenza
y que puede dar el mejor ejemplo posible alrededor. Y
de esas preguntas nace lo que hoy llamamos la ética
de la virtud. Una idea tan sencilla que parece obvia,
(03:19):
pero tan profunda que sigue funcionando a dÃa de hoy,
después de miles de años desde que Aristóteles hiciera este planteamiento.
Lo primero que hay que entender es que el bien
no es un concepto. El bien es el camino. Un
camino que se va recorriendo cuando repetimos ciertos actos. Un
camino que solamente nosotros podemos andar individualmente. No podemos hacerlo
(03:42):
en grupo. Cada persona tiene que ser responsable. Y esa
idea lo cambió todo. Se convirtió en la base de
la educación griega. Impregnó la cultura romana posteriormente. Inspiró a
diversos pensadores islámicos. Y siglos más tarde quedó incrustada en
el ADN intelectual de Europa. Eso es asÃ. Y curiosamente
(04:05):
también anticipó gran parte de la psicologÃa moderna. Antes de
que existiera la psicologÃa, antes de que nadie soñara con
esa ciencia. De hecho, mucho antes que la psicologÃa del
comportamiento nos descubriera la importancia de los hábitos, Aristóteles ya
(04:27):
nos habÃa explicado algo bastante parecido. Él decÃa que nos
convertimos en aquello que repetimos. No nos convertimos en aquello
que soñamos, desgraciadamente muchas veces. No nos convertimos en aquello
que decimos, tampoco. No nos convertimos en lo que escribimos
(04:47):
en un post con letras bonitas, ¿verdad? Nos convertimos simplemente
en lo que repetimos cada dÃa. Aristóteles ya... En aquella
época intuÃa que el carácter es como escribir, es lento,
es silencioso, es casi invisible, no consta de grandes decisiones heroicas,
(05:09):
sino que lo importante es lo cotidiano, las cosas que
eliges cuando nadie te está mirando, lo que haces cada
dÃa incluso cuando no te apetezque. en ese pequeño gesto
que parece tan insignificante, pero que al final suma y
suma y sigue sumando hasta que se convierte al final
en la historia de quién eres. Ni más ni menos.
(05:33):
Déjame ponerte una imagen. Piensa en una gota que va
cayendo sobre una roca, una vez, otra vez, otra gota,
otra gota. Una gota sola no hace nada, ¿verdad? Pero
un millón de gotas va a cambiar la forma de
la piedra. Pues asà nos dice Aristóteles que funciona el carácter.
Nuestro carácter es una acumulación, es una sedimentación de gestos
(05:57):
pequeños que un dÃa de pronto te convierten en una
persona capaz de decir esto no lo quiero, esto sÃ
lo quiero, hasta aquà puedo llegar, quizás lo voy a
intentar otra vez. Cosas asÃ, ¿no? Cosas que te hacen
preguntarte¿ Qué es realmente el éxito, por ejemplo? El éxito
(06:22):
para Aristóteles no son dÃas sueltos. El éxito es la
tensión entre lo que eres ahora y lo que podrÃas
llegar a ser algún dÃa. Entonces, medir el éxito por
el resultado es como, por ejemplo, juzgar una novela por
una frase. Lo importante no es ese dÃa brillante que
(06:44):
todos tenemos... ni ese dÃa asqueroso que todos tenemos también.
Lo importante es la dirección. Lo importante es si te
estás acercando, te estás alejando o estás construyendo algo importante
que te lleva a donde tú quieres. Tu vida no
va a cambiar por lo que dices en voz alta.
Tu vida no va a cambiar por lo que sueñas
(07:05):
en silencio. Tampoco va a cambiar por las promesas que
haces en Año Nuevo, ahora que nos estamos aproximando a
las fechas anteriores. clave de la Navidad. Tu vida cambia
por aquello que haces. Y no solamente que haces una vez,
sino que repites otra vez y otra vez y otra vez,
hasta que sin dar cuenta se convierte en un hábito.
(07:27):
Y ese hábito va a forjar tu carácter. Y esa
forja de tu carácter te va a llevar a un
destino o a otro. Las buenas intenciones no te llevan
a ningún sitio, no te van a llevar a ninguna
parte las buenas intenciones lo que tienen que hacer es
servirnos como mapa pero mirar ese mapa no va a
(07:49):
mover el coche verdad puedes pasarte horas puedes pasarte dÃas
diciéndote que quieres cambiar y que quieres ser de tal
manera o de tal otra manera que quieres ser más
disciplinado o puedes decir que te vas a poner ya
en serio con tu vida fantástico maravilloso es lo que
tienes que hacer como primer paso pero el universo tiene
(08:12):
una paciencia infinita. El universo escucha tus planes y no
pasa nada, simplemente espera.¿ Espera a qué? Espera a que
hagas algo. Porque lo que va a cambiar tu vida
no es que tengas un mapa claro de lo que quieres,
sino que tomes esa decisión de girar la llave de contacto,
(08:33):
de arrancar y de empezar a moverte. Y da igual
que avances un metro o que avances cien. Lo importante
es que no dejes de moverte nunca. Y cada gesto
que hagas, cada cosita pequeña que hagas va a dejar
una huella. Va a dejar una huella. Va a dejar
(08:55):
el terreno un poco más firme para mañana o un
poquito menos firme. Cada acto que hagas egoÃsta lo que
va a hacer es soltar una pequeña tuerca interna. Y
no te vas a dar cuenta porque esa tuerca no
se oye, no vas a ver que nada se caiga
al suelo, no te va a aparecer un mensaje de
advertencia cuando hagas eso, pero tienes que saber que la
(09:20):
tuerca se va a aflojar. Y si mañana no aprietas
esa tuerca, esa tuerca se irá aflojando un poquito más.
Y pasado mañana, otro poquito más. Hasta que, de repente,
un dÃa, pueden pasar años, de repente... Tu vida empieza
a ir mal por motivos que no entiendes y no
(09:40):
sabes por qué y no sabes de dónde viene el ruido,
no sabes de dónde viene la enfermedad, no sabes de
dónde viene la falta de propósito. Pero es que viene
de ahÃ, de ese milÃmetro de desvÃo que has repetido
durante años y años y años. La gente no se
derrumba de golpe. La gente se va desviando despacio del
(10:03):
camino que en realidad quiere seguir. Una concesión otra concesión,
una excusa, otra excusa, hábito tras hábito, cosas que nos
parecen muy inocentes, hasta que de golpe ya no nos
parece tan inocente. Aristóteles nos dice algo que nos cuesta
(10:26):
muchÃsimo aceptar como seres humanos. Nos dice que las emociones
no están en nuestra contra, que las emociones no son
unos demonios internos que llevamos todos, no son fallos de
nuestro sistema como seres humanos. No son enemigos. Las emociones
no hay que encadenarlas. No hay que taparlas, no hay
(10:47):
que atarlas. Las emociones son nuestra materia prima, una materia prima.
Son energÃa. Son señales, si quieres. Pero claro, sin dirección,
sin lÃmites, sin entrenamiento, esas emociones se desbocan. Piensa, por ejemplo,
(11:11):
en la ira. La ira sin control es dinamita, una
chispa y explota todo. Todos lo conocemos, ¿no? Esa presión
en el pecho, ese calor en la cara, esa urgencia
por soltar lo primero que se nos pasa por la
cabeza cuando estamos en ese momento de ira. La ira
impulsiva es Arrasa con todo, no es racional, no piensa,
(11:36):
no pregunta antes de actuar. El que está sujeto a
la ira no calcula el daño que va a hacer
a los demás. Pero esa misma ira, cuando la pasamos
por el filtro de la razón, cambia de forma. Entonces
es una ira templada.¿ Y en qué se convierte? En valentÃa,
por ejemplo, o en dignidad. Se convierte en una fuerza
(11:59):
interna que nos permite decir Esto no. Aquà no. Conmigo no.
Esto es un lÃmite.¿ Se entiende? La ira sin razonamiento destruye.
La ira con razonamiento protege. Pasa lo mismo con todas
las emociones. Con el deseo también pasa lo mismo. El
(12:20):
deseo no es un enemigo del ser humano. El deseo señala.
El deseo invita. El deseo nos apunta hacia algo... que
podrÃa hacernos bien en principio. Pero si el deseo es
el que manda y le damos total carta de libertad,
(12:41):
si el deseo es lo que va a decidir por
ti o si va a exigir que tu conducta sea
X o Y, entonces ya no te está guiando. Entonces
el deseo te está esclavizando. Todas las emociones, todas, tienen
dos caras. Pueden elevarte o pueden hundirte. Pueden construir o
(13:02):
pueden destruir. Y la diferencia no está en sentir esa
emoción o no sentirla, está en cómo gestionamos esa emoción.
La diferencia no es si la escuchas o no, la
diferencia es si la obedeces o no. Aristóteles decÃa que
cada virtud es una cuerda tensada entre dos extremos. El exceso,
(13:28):
tenemos el extremo del exceso, que es muy seductor, y
la El defecto que es muy cómodo. Vamos con otro ejemplo.
El coraje. La gente cree que ser valiente es no
tener miedo. Claro, quien no teme nada no es un héroe.
(13:48):
Es un inconsciente. Es un peligro. Es una chispa a
punto de incendiar un bosque. Alguien que no tiene miedo
a nada es un peligro. Claro, nos vamos al otro extremo.
Quien teme a todo... no es una persona prudente, es
una persona que vive encerrada en una jaula que ella
misma mantiene cerrada. Entonces,¿ dónde está la virtud aqu�¿ La
(14:12):
verdadera valentÃa cuál es? Pues es sentir miedo y aún
asà hacer lo que corresponde. A veces eso que corresponde
será enfrentarte con alguien, a veces eso que corresponde será
apartarte de alguien, a veces habrá que decir sà cuando
todo en ti dice no, o habrá que decir que
(14:32):
no cuando todo el mundo espera que digas que sÃ,
va variando, va cambiando. Va cambiando. Nunca el centro se
va moviendo. Cada dÃa, con cada persona y con cada situación.
No hay una fórmula establecida perfecta. No hay un manual. OlvÃdate.
(14:58):
Pero hay que entender esta idea. Aunque no haya fórmula,
Hay que entender esta idea de los dos extremos. Hay
que estar siempre bailando entre esos dos extremos. Otro ejemplo
te pongo, la generosidad. Si te vas al extremo de
dar demasiado, te vas a quedar seco, te vas a
quedar sin nada. Pero si das demasiado poco, te conviertes
(15:21):
en una persona mala. La virtud es un baile, es
un equilibrio inestable, continuo. Por eso... La vida es un
trabajo artesanal. Como un arquero que afina su arco milÃmetro
a milÃmetro. Pues lo mismo pasa con la virtud, que
(15:44):
es un oficio. No es una ideologÃa, no es una
norma que si la sigues entonces vas a ser virtuoso.
Es un entrenamiento en la vida. Y el libro también
habla de la felicidad. Nos dice que la felicidad no
es un lugar al que tú llegas, No es un
premio que consigues después de haber hecho no sé qué,
(16:05):
ni un trofeo que te dan cuando has cumplido determinadas cuotas.
Tampoco es una llave secreta. Simplemente la felicidad, nos dice,
es una forma de vivir y sobre todo, sobre todo,
la felicidad es una decisión personal. Una decisión personal y
una decisión diaria. La felicidad no depende de cómo te
(16:26):
sientes cada dÃa. Porque ya hemos dicho, las emociones van
y vienen. Son un poco como el clima, ¿no? Hoy
toca sol, mañana toca tormenta y pasado mañana, pues quién sabe,
a lo mejor tocan nubes o a lo mejor vuelve
a hacer sol. Pero la felicidad es algo que permanece
(16:48):
cuando tus decisiones permanecen. Cuando haces las cosas que sabes
que debes hacer aunque no tengas ganas de hacerlas. Por
eso es tan importante la disciplina. Porque la vida no
te lo va a poner fácil. Eso es asÃ. A
(17:09):
nadie se lo va a poner fácil. La comodidad no
es felicidad, olvÃdate. La euforia tampoco es felicidad, aunque mucha
gente los confunda. Y sobre todo el placer no es felicidad.
Ojo con estas tres cosas que se confunden mucho con
la felicidad. La felicidad, según Aristóteles, nace de algo más profundo.
Nace de un carácter estable de una persona que intenta
(17:34):
actuar bien no hace falta que sea un héroe no
hace falta que surjan fuegos artificiales a su alrededor por
supuesto que no no hace falta que el público le
aplauda simplemente de una persona que hace lo correcto lo
correcto¿ qué pasa? que en vez de perseguir hacer lo
(17:56):
correcto perseguimos el placer porque pensamos que Eso nos va
a dar felicidad. Y ese placer se convierte en nuestro amo.
Pero el tiempo tiene un talento extraordinario. Nunca se apresura.
Cuando eres joven, ese tiempo te perdona casi todo. Casi
(18:16):
cualquier exceso. Y te deja improvisar. Y te da un
margen para experimentar. Te da un margen para equivocarte. Para
caerte y para levantarte, etc. Pero cuando vas... cumpliendo años,
cuando vas acumulando decisiones, cuando vas acumulando consecuencias también, el
tiempo empieza a exigir de ti otra cosa. Y esa
(18:39):
cosa es coherencia. Coherencia, ojo, coherencia no es perfección, porque
nadie es perfecto, simplemente coherencia. Una vida virtuosa, aunque esté
llena de errores, termina ordenándose sola. Cada elección... encuentra su sitio.
(19:00):
Cada herida cicatriza y cada cicatriz se vuelve una fortaleza.
Y cuando la miras desde lejos, a esa vida virtuosa,
aparece un patrón. Siempre aparece un patrón, un dibujo, si
lo quieres llamar asÃ, un sentido. Por eso Aristóteles decÃa
algo tan incómodo pero tan verdadero. Nadie deberÃa llamar feliz
(19:24):
a alguien o infeliz antes de que la historia ocurra.
termine antes de que su vida termine. Porque mientras sigues
vivo todo puede girar y todo puede cambiar. La virtud
con el paso del tiempo puede flaquear. Los hábitos pueden
romperse también. Por supuesto, lo hemos visto muchas veces en
muchas personas. Las circunstancias te pueden cambiar varias veces en
(19:48):
una semana. Es que es asÃ, la vida es asÃ.
Por eso la felicidad no puede ser un estado constante.
La felicidad tiene que estar en el ritmo. Tiene que
estar en la melodÃa constante que te va acompañando no
solamente en los grandes momentos, sino en las cosas pequeñas.
Y cuando por fin llegue el final, el final verdadero,
(20:11):
la muerte, entonces solamente nos va a quedar una pregunta
real que hacernos.¿ He expresado lo mejor de mà mismo
todo lo que he podido? La pregunta no es si
fuiste perfecto, La pregunta no es si te admiró la
gente más o menos. La pregunta no es si nunca
(20:32):
te equivocaste o si nunca te caÃste. No.¿ Fuiste honesto
cuando era más fácil engañar a otra persona? Sà o no.¿
Fuiste valiente cuando tenÃas miedo? Sà o no.¿ Fuiste Ãntegro
cuando nadie miraba? Sà o no.¿ Cuidaste a la gente
(20:53):
que dependÃa de ti, sà o no?¿ Actuaste con justicia
incluso cuando no te convenÃa actuar con justicia, sà o no?
Estos son el tipo de preguntas que nos dice si
alguien es virtuoso o no. No el instante brillante. La
felicidad es un relato coherente en una vida. Un relato
que cuando se cierra el telón puedes mirar con cierta
(21:14):
dignidad y decir, oye, ha sido una buena vida. Ha
sido una vida que merece ser contada. Eso es vivir bien,
según Aristóteles. Que, por cierto, no escribió este libro para héroes.
No lo escribió para santos tampoco. Lo escribió para personas reales.
Lo escribió para personas que tenÃan una vida y tenÃan
(21:37):
miedo y tenÃan defectos y tenÃan sueños. Personas como tú
y personas como yo. Y ese mensaje sigue siendo revolucionario 2300
años después. Tu destino no está escrito. Tu carácter no
está fijado. Tu vida no está decidida. Cada dÃa, con
cada gesto, con cada decisión, con cada milÃmetro de ajuste
(22:01):
o de desajuste, puedes acercarte a la persona que deseas
ser o puedes alejarte de la persona que deseas ser.
Pero no esperes tener claridad absoluta. No esperes a estar motivado.
No esperes a que la vida te empuja. No, porque
no es que no lo va a hacer. No te
va a empujar. Simplemente arranca ese coche gira la llave
(22:25):
de contacto y empieza. Empieza porque la vida buena no
va a llegar de la nada. La vida buena la
vas a tener que practicar. Momento a momento la vas
a tener que practicar, hábito a hábito y dÃa tras dÃa.
Hasta que un dÃa descubras que ya no estás haciendo
lo correcto, sino que te has convertido en alguien que
(22:47):
es lo correcto. Y ese momento... Ese momento es lo
que nos dice Aristóteles que nos lleva a experimentar la
mayor sensación de libertad que un ser humano puede conseguir. Bueno,
espero que este episodio te haya inspirado y que te
(23:08):
lleves al menos una idea, una, para poner en marcha
hoy mismo. Y si quieres seguir profundizando en todo esto
y en más cosas, pues déjame contarte que tienes disponible
el volumen 1 de mi nueva colección de libros. Se llama
Secretos para vivir mejor y es un compendio de las
ideas y de las herramientas prácticas que tocamos en este
(23:29):
podcast para que puedas tenerlas por escrito, para que puedas repasarlas,
para que puedas aplicarlas en tu dÃa a dÃa y
para que empieces a dar pasos reales hacia esa vida
que deseas. Lo tienes ya disponible y te dejo el
enlace directo en la descripción para que le puedas echar
un vistazo sin ningún tipo de compromiso. Gracias de verdad
(23:51):
por estar al otro lado. Si este episodio te ha
aportado valor, te pido que por favor lo compartas con
alguien a quien también pueda ayudar. SuscrÃbete al canal, por supuesto,
y sigue al podcast en Instagram. Y ahora sÃ, me despido.
Un fuerte abrazo. Y hasta la próxima.