Episode Transcript
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Speaker 2 (00:01):
La historia de terror que estás por escuchar está dirigida
a un público adulto y maduro. Se recomienda discreción. Sin más, comenzamos.
Mi nombre puede ser cualquiera, Blanca, Estela, Norma, el que sea.
(00:24):
Porque lo que me sucedió le ha pasado a infinidad
de mujeres. Por lo general una se queda callada porque,
en lugar de sentir el apoyo de la gente, sobre
todo de la familia, recibe críticas, acusaciones y rechazos. les
aseguro que me es muy difícil contar esta historia en 1970
(00:48):
fui a pasar una temporada de vacaciones a casa de
mis tíos ellos sólo tenían una hija mi prima de 11
años a la cual llamaré mary ya tenía como tres
años de no verla eso no había afectado en nada
seguíamos siendo muy unidas mi tío hermano de mi mamá
(01:09):
siempre había sido muy cariñoso conmigo me abrazaba y me
regalaba cosas algo que no hacía con su hija por
eso no me extraño que al llegar a su casa
me abrazara muy fuerte de hecho me dio algunas vueltas
me dijo sorprendido que ya estaba muy crecida me di
(01:30):
cuenta que tanto mi tía como mi prima me miraban
de manera extraña Por un mal movimiento al querer darme
un beso en la mejilla, como siempre lo hacía, me
lo terminó dando en la boca. No pasó de ahí,
había sido un accidente. Lo que sí noté fue su mirada.
(01:50):
Algo tenía de rara que me hizo sentir incómoda, porque
me recorría el cuerpo de arriba abajo. Así fue por
largo tiempo. Aún estando mi tía presente, me miraba las
piernas con insistencia, como nunca lo había hecho. Yo no
pasaba de los trece años, pero sabía que eso no
(02:12):
estaba bien. Después de un rato, ya estando solas, Mary
y yo noté que ella tenía muchas marcas rojizas en
el cuerpo, sobre todo en las piernas y el cuello.
En ese tiempo no supe lo que eran. Ahora sé
que son chupetones. Además, sé que se hacen con la boca.
(02:38):
De manera inocente le pregunté si estaba enferma, mientras le
apuntaba las marcas que traía. Se puso muy nerviosa. Se
cercioró que nadie nos estaba escuchando. Entonces me dijo en
voz baja que me iba a contar una cosa, pero
que no podía decirle nada a nadie. Le contesté que
(03:00):
estaba de acuerdo. Entonces, con un tono de voz que
no se me olvida, me dijo que un demonio se
aparecía por las noches en su cuarto. En medio de
la obscuridad la sacaba de su cama. La arrastraba hasta
un pequeño cuarto que tenían, y ahí la tocaba de
manera indebida, pero además la mordía por todas partes. Al
(03:24):
escuchar eso, no lo podía creer. Me sorprendió mucho y
me asusté, porque además de que sonaba escalofriante, yo a
cualquier figura del diablo le tenía miedo y asco. E
imaginármelo encima de mi pequeña prima, de verdad que me
pareció aberrante. Platicamos mucho rato sobre eso. Escuché cosas espantosas
(03:50):
que le sucedían y que le hacía ese demonio. Eran
cosas que ni siquiera me imaginaba que pudieran existir. Tan
asquerosas que no me atrevo a decir en esta historia.
Cuando terminó de contarme terminé con el estómago revuelto. Para
que creyera en sus palabras, Mary se levantó la falda.
(04:13):
Me espanté al ver que se encontraba llena de chupetones
y mordidas, además de rascuños y marcas de violencia, sobre
todo muy cerca de sus partes íntimas. Le pregunté si
mis tíos lo sabían. Me contestó que sí, pero que
(04:34):
ellos le decían que si se le aparecía el diablo
era por mentirosa y mal portada. E incluso cada vez
que les contaba le echaban la culpa a ella. alegando
que seguramente le gustaba lo que le estaban haciendo por
eso seguía diciendo mentiras para que ese demonio hiciera lo
(04:55):
indebido con ella como mi prima mary insistía entonces mi
tío la castigaba muy severamente mientras que su mamá se
hacía la desentendida como los castigos eran cada vez más
severos prefería mejor callar y soportar las agresiones en silencio
llegó a pensar que de verdad ella tenía la culpa
(05:18):
de lo que le pasaba. Escuchar todo eso me llenó
de escalofríos. Cuando se llegó la noche no solo mi
prima se encontraba angustiada, también lo estaba yo, pensando que
si se aparecía el demonio al verme ahí junto a Mary,
tal vez me haría lo mismo. Seguramente no lo podría soportar,
(05:43):
porque además yo nunca había visto a un demonio de cerca.
Rogué a Dios para que eso no sucediera. Por el
miedo tan terrible que tenía, me era imposible dormir. Ya
muy entrada la madrugada, cerré un momento los ojos, porque
ya no podía más. Entonces me desperté por un estremecimiento
(06:06):
que tuve. Al abrir los ojos, para mi asombro miré
como alguien estaba estirando a mi prima de los pies,
mientras ella intentaba agarrarse de donde fuera. A pesar de
la obscuridad del cuarto, pude ver su cara de terror
y sus ojos llenos de lágrimas. No me enderecé como
(06:31):
no sabía que estaba sucediendo. Haciendo un esfuerzo me hice
la dormida, pero mantenía los ojos entrecerrados. Antes de que
mi prima cayera por completo al suelo, moviendo solamente los
ojos alcancé a ver unos cuernos. Me llené de terror
al entender que si era el diablo el que se
(06:52):
la estaba llevando. Al ver cómo la jalaba, me llené
de terror al creer que se la estaba llevando al infierno.
Antes de que la sacara por completo del cuarto volteé
un poco más. Ese demonio estaba desnudo, bastante gordo y
al parecer todo cubierto de pelos. Estaba tan espantoso o
(07:16):
más de como yo me lo imaginaba. durante los siguientes
minutos escuché como mary se quejaba de dolor desde mi
cama donde estaba acostada me imaginaba cosas horrorosas que seguramente
ese asqueroso demonio le estaba haciendo cosas que ella misma
(07:38):
me había contado y que me parecían repugnantes No tuve
el valor ni las fuerzas para levantarme y ayudarla, o
tan siquiera gritar para que mis tíos escucharan. Solamente me
tapé los oídos con las manos para no oírla llorar.
(07:59):
Muerta de miedo, cerré los ojos apretándolos con fuerza. Así
estuvo por cerca de media hora. Después de eso, mi
prima regresó sollozante. Detrás de ella caminaba ese espantoso demonio.
No lograba verlo claramente, pero ayudada con mi imaginación, sabía
(08:23):
que era horripilante. Bajo la mirada de ese demonio, mi
prima Mary se puso la ropa. Antes de irse, ese
asqueroso ser se detuvo y volteó a verme. No tengo
palabras para describir el terror que sentí. Gracias a Dios
se dio la vuelta y cerró la puerta. Toda la
(08:45):
noche Mary estuvo sollozando, mientras yo seguía temblando de miedo.
A la mañana siguiente mi prima tenía algunos chupetones nuevos.
No me atreví a preguntarle cómo estaba, era obvio que mal.
Extrañamente mis tíos no hicieron ningún comentario, a pesar que
(09:05):
sus marcas eran visibles. Ella actuó normal, como si nada
hubiera sucedido. Muy al contrario a todos ellos, yo estuve
nerviosa e inquieta. Durante el día le pregunté a Mary
desde cuándo le ocurría eso. Sin mirarme a los ojos,
me dijo que ya tenía como dos meses desde la
(09:28):
primera vez. Pero que, en ese tiempo, la había atacado
hasta dos veces por noche, y se tenía que dejar,
porque si no se la llevaría al infierno, y en
ese lugar sería peor, porque ahí había muchos demonios, con
los mismos bajos instintos que él. Me confesó que el
(09:51):
diablo cada vez era más violento. Al recordar cómo tenía
las piernas y el cuello, comprendí que sí había sido
agredida infinidad de veces. Quizá me miró muy consternada. Me
pidió que no dijera nada, porque si lo hacía ese
demonio en respuesta, me lastimaría a mí también, y yo
(10:13):
no tenía ni idea de lo horrible que era eso.
Me llené de espanto al saber que esa había sido
solo la primera de muchas noches que pasaría ahí. Pero¿
qué podía hacer? Mi mamá iría por mí hasta la
fecha que habíamos quedado y mis tíos no tenían teléfono
(10:33):
para llamarla. Así nerviosa e impotente de no poder hacer
nada ni por mi prima ni por mí, transcurrió ese día.
Una vez más, cuando se llegó la noche, el demonio
se metió a nuestro cuarto. Después de estar toqueteando a
Mary por un rato vino, e hizo lo mismo conmigo.
(10:56):
Sobre las colchas, me agarraba las piernas y los pechos
con cuidado de no despertarme. Mientras lo hacía, jaleaba de
una manera asquerosa. No apestaba a sufre como contaba la gente,
pero sí tenía un olor muy penetrante a sudor. Al
tercer día, ya estaba viviendo una pesadilla. Me comenzó a
(11:19):
decir cosas sucias al oído mientras me tocaba. Así pasaron
cuatro noches. Me acuerdo que contaba los días para que
mi mamá ya fuera por mí. Mientras tanto, ese maldito
demonio se propasaba cada vez más conmigo. Cuando se cansaba
de tocarme, se llevaba a Mary arrastrando. Después de mucho tiempo...
(11:42):
Mary regresaba sin ropa y llorando. Hubo ocasiones que después
de regresar de estar con mi prima, venía a olerme,
a besarme los brazos y el cuello. Una noche presentía
algo raro. No sabía por qué sentía que me ahogaba.
Conforme se acercaba la hora de dormir, mis nervios aumentaban.
(12:07):
Nada más de pensar que ese demonio estaría cerca de
mí otra vez, me daban escalofríos. Para que todo se
volviera más tétrico, esa noche estaba llena de relámpagos y truenos,
anunciando una terrible tormenta. De nueva cuenta fue más mi
miedo que mi sueño. Además, los truenos estaban tan fuertes
(12:30):
que me hacían estremecer. Por eso me encontraba despierta cuando
ya por la madrugada escuché cuando se fue abriendo el
cuarto lentamente. El ruido que hacía la puerta ya me
provocaba escalofríos. Primero alguien asomó la cabeza, luego entró a
(12:51):
nuestro cuarto. Con la luz de los relámpagos, pude ver
con terror que era ese demonio. Lo reconocí porque sus
cuernos casi pegaban en el marco. Cerró con cuidado y
le puso el seguro. Yo cerré los ojos y me
hice la dormida. De vez en cuando los abría un
(13:12):
poco para ver qué sucedía. Ese demonio dio unos pasos
y se paró a un lado de la cama junto
a mi prima. Esta vez me extrañó que no la
tocó después de unos segundos de contemplarla. Cuando esperaba que
agarrara de los pies a mi prima para llevársela, como
(13:34):
lo había hecho las noches anteriores, se pasó hasta mi
lugar y me descobijó lentamente. Nunca había tenido tanto miedo.
Me empezó a oler todo el cuerpo. Lo podía escuchar
como se extasiaba. Esa noche me había acostado con falda.
Con una mano acariciaba mi cabello y con la otra
(13:56):
recorrió mis piernas. Sentí como una descarga de electricidad, seguido
de un terrible escalofrío. Hice muchos esfuerzos para no gritar,
por no levantarme y salir corriendo. de hecho tuve la
intención de defenderme pero que podría hacer yo contra un
demonio de ese tamaño mejor me quedé sin moverme comenzó
(14:21):
a decirme que un día me haría aquellas cosas que
tanto asco me daban me sentía paralizada por el miedo
al saber que el diablo me estaba tocando sin voltear
a verlo estiré la mano buscando la colcha para volverme
a tapar Pero ese demonio me lo impidió. Ya no
(14:42):
pude más. Cuando sentí su lengua en mis piernas, tiré
unas patadas y me soltó. Entonces escuché que se metió
debajo de la cama. Luego todo quedó en un silencio inquietante.
Me volví a tapar y me pegué junto a mi prima.
Estaba temblando de miedo al saber que el diablo estaba
(15:04):
debajo de nosotras. En ocasiones escuchaba que se quejaba y
jadeaba como un animal. Minutos después ese demonio se arrastró
pesadamente por todo el cuarto. Cuando llegó a la puerta
se levantó. Ahí estuvo varios minutos haciendo no sé qué
cosas en medio de la oscuridad. Luego así de repente
(15:27):
se fue. No supe si mi prima no se dio
cuenta o se hizo la dormida. Me acuerdo que me
levanté porque me había dejado mucha saliva en mis piernas.
Me limpié con lo que pude, le puse el seguro
a la puerta y me acosté. Aunque sabía que el
demonio si se lo proponía, nadie lo podría detener. Estuve
(15:52):
sin poder dormir con el temor de que se apareciera
de nuevo. Como quince minutos después, se escuchó que intentaban
abrir la puerta. Movían la manija con insistencia. Lo intentaron
por varios minutos. Como no pudieron entrar, le dieron un
fuerte golpe a la puerta y se retiraron. Por la
(16:17):
mañana nos miramos a los ojos pero no comentamos nada.
Aunque tenía toda la intención de pedirle a mi tía
que me dejara dormir en otra parte. Me daba cosa
dejar a mi prima sola, a expensas de ese cochino demonio.
También correría el riesgo que me agarrara a mí sola.
(16:40):
Ya por la tarde mi tío nos preguntó quién le
había puesto seguro a la puerta. Al contestar que yo
me dijo que no lo volviera a hacer porque si
una noche necesitábamos algo no nos podrían ayudar. La siguiente
noche sucedió lo mismo, solo que a pesar del miedo
(17:00):
que tenía y tal vez por el cansancio de no
haber dormido las noches anteriores, nada más al cerrar los ojos,
ya no supe de mí. Desperté porque un aliento caliente
y fétido me daba en la cara. No abrí los ojos.
Aún en mi inconsciencia supe que era ese demonio de nuevo.
(17:25):
Me dijo que se había llegado la hora, que no
me resistiera porque lo iba a conocer. De un solo
movimiento me destapó y me comenzó a tocar con sus
manos frías. Esta vez se propasó mucho más, al grado
de casi lastimarme. Tenía tanto miedo, estaba tan tullida que
no podía oponer resistencia. Me llené de espanto cuando me
(17:48):
agarró de los tobillos, luego me comenzó a estirar, como
lo hacía con mi prima. Sabiendo lo que me podría
pasar ahora, si abrí los ojos, entonces lo miré. Aquel
ser que me arrastraba estaba de veras horrible. Tenía toda
la cara arrugada, unas grandes orejas picudas, una enorme nariz,
(18:11):
sus ojos desorbitados, con cuernos y todos los dientes de fuera.
ahora era yo quien intentaba agarrarme de las cosas quise
gritar pero no me salió ningún sonido de la garganta
antes de que me metiera aquel cuarto solo y obscuro
me armé de valor y empecé a resistirme de hecho
(18:33):
me agarré del marco de la puerta pero nada pude
hacer Me aventó sobre un viejo colchón que olía horrible.
Entonces cayó sobre mí con todo su peso. Fácilmente me inmovilizó.
Me atacó de manera violenta. Me resistí lo más que pude,
lo juro. Pero el miedo, el asco y la fuerza
(18:56):
del demonio me vencieron. Así sucedió aquello que nunca he
podido olvidar. Se apartó de mí cuando todo terminó, dejándome
casi inconsciente por todo el esfuerzo que había hecho por defenderme.
A duras penas me levanté, aunque estaba toda adolorida. En
(19:17):
ese momento me sentí sucia, llena de saliva del diablo
y sangre mía. Corrí al baño para vomitar y limpiarme
un poco. A pesar del ruido que hice, nadie se
levantó para ver qué sucedía. Lloré en silencio para que
mi prima no se diera cuenta. Estaba aterrada. Nunca me
(19:40):
imaginé que el diablo me hiciera una cosa así. Yo
me portaba bien, era obediente y no decía mentiras ni
malas palabras. Quería correr a contarle a mi tío, seguramente
él me protegería. No sé por qué no lo hice.
(20:01):
Al día siguiente mi tío fue muy cariñoso. De hecho
nos sacó a pasear. Aunque eso me ayudó un poco,
no podía ocultar el miedo y el asco que todavía
tenía por lo que había pasado. Pero además me pasaba
algo extraño. No entendía por qué no soportaba que mi
tío se me acercara. Por alguna razón le tenía rechazo.
(20:27):
Esa noche volvió a suceder. La pasé terrible porque todavía
seguía adolorida de la noche anterior. En las partes que
cubría mi ropa me dejó llena de chupetones. Fue tan
horrible que, muchos años después, seguía teniendo pesadillas con las
cosas que me hizo. Las siguientes noches fueron todavía más espantosas.
(20:51):
El demonio se olvidó de mi prima. Se venía directamente conmigo.
Además se olvidó de la delicadeza. Llegó un momento en
que ya no intentaba gritar. No tenía caso además quién
me iba a ayudar. Por eso solamente cerraba los ojos
para no verlo, y así evitar vomitarme. Él desataba conmigo
(21:14):
toda su lujuria. Era un alivio cuando me soltaba. Así
pasaron casi quince días. una noche antes de que fuera
mi mamá por mí fue más violento que nunca e
incluso me golpeó en el estómago para que dejara de
luchar esa vez mordió todo mi cuerpo hasta dejar marcas
(21:36):
cuando terminó de atacarme se burló de mí me llenó
de insultos y me hizo sentir una basura en lugar
de marcharse se volvió a montar sobre mí mientras me
agredía de nuevo me amenazó con aparecerse Todas las noches
en mi cuarto sí le contaba a mi mamá. Eso
me pareció extraño. Otra cosa rara fue que se llevó
(21:58):
mi ropa interior, como si supiera que no me volvería
a ver. Por una sospecha que tenía, me levanté como
pude y caminé sigilosamente detrás de él. Sin que se
diera cuenta, lo seguí hasta la sala. Ahí supe que
no era ningún demonio. Ante mi sorpresa se quitó una máscara.
(22:22):
así me di cuenta de que el que me hacía
tanto daño era mi tío aquel que había sido tan
amoroso conmigo de primero fue más mi sorpresa que mi
miedo o mi coraje al entender que hacía lo indebido
con su propia hija mi prima mary aguantándome las náuseas
(22:46):
me fui a mi cuarto por unos minutos no supe
qué hacer desperté a mi prima para decirle que ya
no tuviera miedo porque su agresor no era el para
mi asombro me dijo que sabía que ese demonio que
la atacaba por las noches era su papá pero que
(23:06):
no podía ni iba a hacer nada porque entonces si
se le aparecería el demonio en persona y se la
llevaría al infierno Por más que intenté convencerla para que
le dijera la verdad a su mamá, me dijo que
no tenía caso porque ella también lo sabía. Era evidente
(23:27):
el terror que les tenía a mis tíos. Esa vez
lloré toda la noche al saber que me había dejado
engañar e incluso me sentí culpable. Cuando por fin amaneció,
no salí de mi cuarto hasta que llegaron por mí.
Ni siquiera me despedí de mis tíos. Antes de que
(23:49):
nos subiéramos al autobús, aguantándome la vergüenza, le confesé todo
a mi mamá. Para variar, no solo no me creyó,
me juzgó de mentirosa, alegando que su hermano era incapaz
de una cosa así y amenazó con castigarme llegando a
la casa por inventar semejante cosa. Cuando llegamos a la casa,
(24:14):
para convencerla de que le decía la verdad, le enseñé
todas las marcas que traía. Entonces me golpeó, diciendo que
si mi tío me había hecho algo, era porque seguramente
yo me le había insinuado. Me cuestionó el por qué
no grité, por qué no me salí de esa casa
y muchas cosas más. Me gritó que estaría castigada muchos días.
(24:42):
Esa noche dormí temerosa, a pesar que mi agresor no
había sido el diablo. No pude dormir, imaginando que de
pronto abriría la puerta para arrastrarme y hacerme todas aquellas
cosas tan horribles. Tal vez sugestionada con eso, escuchaba que
alguien estaba debajo de mi cama, que reía y jadeaba,
(25:06):
como lo hacía el demonio de mi tío. Muchas veces
desperté en medio de la noche aterrada por haber sentido
que me iban arrastrando de los pies, e incluso muchas
veces me caí de la cama. Por muchas noches sufrí
de pesadillas donde en ese cuarto oscuro el demonio se
(25:28):
subía arriba de mí para morderme en todo el cuerpo.
desde ese día sufro de claustrofobia además le temo a
la obscuridad y no soporto que me toquen crecí con
un trauma horrible que me impidió casarme y formar un
hogar como lo hicieron todas mis amigas y familiares hasta
(25:51):
la fecha les tengo rechazo a los hombres Claro que
le tengo miedo al maligno, siempre se lo tendré, pero
más miedo le tengo a los hombres que se les
mete el diablo y causan tanto daño con su lujuria.
Como han escuchado, esta no es una historia de terror paranormal,
(26:13):
sino una historia de terror psicológica. Agradezco a Inframundo que
me haya dado el espacio de contar mi anécdota. Muchas
gracias por escucharme.