Episode Transcript
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Speaker 2 (00:02):
La historia del día de hoy que están por escuchar
tiene como título Maldición Maternal. Una historia horrenda que ha
hecho una de esas mujeres una suegra maldita. si este
relato es de tu agrado me ayudaría mucho a compartirlo
(00:23):
con tus amigos para así seguir creciendo esta historia es
escrita y adaptada por la tenebrosa comenzamos Muy buenas noches
(00:47):
Alejandro y a toda la comunidad de Inframundo. Uno se
desvive por sus hijos desde el primer día en que
sabemos que estamos embarazadas. Desde la gestión estamos al pendiente.
Desde que nacen hasta que llega el momento en que
se casan para formar sus propias familias. Y por culpa
(01:11):
de sus esposas, uno queda en el abandono. en la
soledad de los recuerdos en la espera de que hagan
una visita a los domingos pero no se van y
se olvidan de su madre siempre he sido una mujer
de mucho carácter soy fuerte y no me dejo vencer
(01:36):
ante nada ni nadie No permito que cualquiera venga y
trate de llevarse lo que con tanto sacrificio he logrado.
Mi nombre es Gabriela de Hernández. Desde niña me di
cuenta que las personas no valoran lo que los demás
(01:56):
hacen por ellos. Mi madre siempre estuvo al pendiente de
las necesidades de su marido y sus hijos. Ella era partera.
Era conocida por todos, no solo por su sabiduría en
las hierbas medicinales y remedios caseros, sino también por sus
(02:16):
prácticas esotéricas. Aunque algunos le temían, muchos recurrían a ella
en busca de ayuda. Así que también estaba al pendiente
de que los embarazos de las mujeres de los alrededores
y del ejido llegaran en buen término. Pero eso sí,
(02:39):
esas mujeres humildes eran muy agradecidas. En cambio, las hacendadas
eran unas desgraciadas. Pero así les iba en la vida.
Mi madre tenía también el don de maldecir. esa señora
era de armas tomar y cuidado con ella creo que
(03:01):
herede esa parte nosotros éramos siete hijos cuatro hombres y
tres mujeres las mujeres siempre pegaditas a las enaguas de
la doña en cambio los varones eran apegados a mi
padre mi madre a medida que íbamos creciendo nos iban
(03:23):
diciendo que las mujeres aunque sean unas cualquiera siempre se
quedaban al lado de la madre pero que los hombres
se olvidan de sus madres y les importan mucho poco
estás cierto o no uno de madre se da cuenta
de ello a medida que íbamos creciendo cada uno se
(03:46):
iba casando y formando su familia cada semana mis hermanos
o hermanas llegaban a casa con sus respectivos maridos y
sus hijos eran buenos tiempos aquellos Yo me casé a
la edad de 18 años y a mis 20 tuve a mi
primer hijo, solo mi hermano Macedonio que era el Benjamín
(04:10):
de la familia. Faltaba casarse, pero eso lo hizo ya
teniendo sus 23 años de edad. para la mala suerte de
mi hermano se casó con la mujer más mula del
pueblo todos le decían que sería un dolor de muelas
para él pero prestó oídos sordos a las advertencias que
(04:34):
le hacían eso les trajo muchos dolores de cabeza a
mi hermano ya mi madre mi hermano la trajo a
casa de mis padres a vivir pues él esperaba que
algún día esa casa le perteneciera un día se agarraron
del chongo los dos con una discusión muy acalorada yo
(04:56):
estaba de visita en casa de mi madre pues ya
había nacido mi tercer hijo y se lo llevé para
que lo palan de ara mi hermano enojado se fue
al trabajo en el campo y dejó bien encabritada a
la cuñada la cual ya estaba por dar a luz
mi madre le recomendó que tuviera cuidado pues eso le
(05:19):
hacía daño a la criatura está de más decirles que
esa mujer era de lo peor que habíamos tratado pues
con su horrible carácter tenía al pobre de macedonio haciendo
lo que ella le ordenaba Mi padre que se encontraba
en el recibidor y comenzó a gritarle a mi madre
(05:39):
que fuera pronto a donde él se encontraba. Ambas llegamos agitadas,
solo para ver cómo la condenada vieja estaba pariendo agarrada
del ropero. De no ser por la pronta acción de
mis padres, la criatura se hubiese estrellado en el suelo.
A partir de aquello, mi madre comenzó a mantener a
(06:03):
raya a las esposas de mis hermanos, de manera que
no dañaran a la familia, sin importar lo que sus
nueras quisieran. la actitud de algunas de ellas me hizo
tomar la decisión de que yo no pasaría por ese
tipo de situaciones no no lo permitiría pero no todo
(06:26):
es igual a las experiencias de los demás pues años
después yo tendría mis propios problemas no sólo con las
nueras sino con mis propios hijos ya habían pasado 20 años
y mis hijos estaban en tiempo en que se iban
casando uno a uno en sus noviazgos las chicas eran
(06:50):
muy lindas quizás por quedar bien con la suegra pero
nada más se casaron y sacaron las uñas las muy
malditas Poco a poco, mi esposo y yo nos íbamos
quedando solos. Ni siquiera en los momentos de enfermedad de
él llegaban a visitarnos. Yo comencé a notar que, entre ellas,
(07:15):
conversaban diciendo lo molesto que era tener que venir a vernos,
pues no soportaban el olor de la medicina, del alcohol
y los menjurjes que yo usaba para los partos. recuerdo
las risitas al decir que yo era una vieja bruja
pero bien les iba a demostrar cuán bruja era y
(07:39):
ahora harían lo que a mí me viniera en gana
muy caro pagarían por andar de habladoras pues eso colmó
mi paciencia Un día fui al mercado muy temprano a
comprar lo que me hacía falta para mis trabajos y
la comida. Cuando regresé a casa, estaba mi hijo Rafael,
(08:02):
estaba todo rascuñado, incluso golpeado. no sólo las mujeres reciben
maltrato físico y verbal sino los hombres también y rafael
era prueba de ello fue en esos momentos que mi
carácter prácticamente explotó y le haría pagar a esa mujer
(08:22):
la humillación a mí no me importaba si la amaba
o no esa hembra estaría bajo mis talones lamiéndome los
pies y haría lo que yo le mandara esa misma
noche me puse manos a la obra en mi embrujamiento
que le hice no había manera de que se lo
(08:43):
tumbara no teniendo la enterrada en mi casa mancita como
corderito harás lo que yo ordene lo decrete y eso
ha pasado hasta el día de hoy no le ha
vuelto a poner una sola mano a mi hijo encima
no ha vuelto a hablar de mí y si trata
(09:05):
de hacerlo rápidamente comienza a ahogarse como si fuera un
pez fuera del agua y no sólo ella sino también
las otras dos como madre ninguna de ellas valía que
fueran las esposas indicadas para mis muchachos ni aunque les
parieran sus hijos esas mujeres sacaron lo peor de mí
(09:30):
y la sed de venganza se hizo presente Con eso, quizás,
me volví amargada e intolerante ante ellas. Lo referente de
la mala suegra se lo hice realidad. Para que no
sospecharan lo que les estaba preparando, siempre me mantenía con
una actitud serena y discreta, observando en silencio cada movimiento,
(09:56):
cada cosa que les hacían a mis hijos, a mis nietos.
Entre ellas mismas me di cuenta que apenas se toleraban.
Así que para saber lo que pensaban o decían cada
una de sus respectivos maridos, hasta de mí, hice un
trabajo para que me tuvieran al tanto de sus habladurías
(10:18):
entre ellas mismas. Al cabo, ya tenía a una pisándola
con el talón, así que pronto traería a las otras dos. Isabel,
que es la que está casada con mi hijo mayor,
era especialmente cruel con Fidel. Lo ridiculizaba delante de las
(10:41):
demás y lo acusaba de ser un inútil. Martina, por
su parte, controlaba cada aspecto de la vida de Plutarco,
el segundo de mis hijos, haciéndolo sentir como un prisionero
en su propia casa. Y Araceli, la más joven, quien
despotricaba contra Rafael por cualquier cosa, lo más mínimo, socavando
(11:07):
su autoestima y lo agredía físicamente. Mi paciencia tenía un límite.
No podía soportar ver a mis hijos sufrir a manos
de mujeres tan crueles como sus esposas. De por sí
la vida es cruel y los tiempos no fueron muy
buenos en su niñez. No permitiría que sus matrimonios fueran
(11:28):
un calvario. Aparte que mis nietos no tenían por qué
darse cuenta de lo que hacían sus padres. Como sabía
que el trabajo brujeril caducaba cuando la sacara debajo de
mi talón, decidí preparar tres pequeñas muñecas de trapo, representando
a cada una de ellas. Así que les avisé que
(11:52):
ese fin de semana iría a casa de cada uno
de ellos. Ahí necesitaba una prenda de mi nuera. de
hecho lo hice por tres semanas en lo que me
hacía de las prendas no cualquier prenda déjenme decirles no
comía absolutamente nada de lo que ellas preparaban pues no
(12:15):
podía darme el gusto de una ingesta por parte de
éstas no podía hacerlas caer en desgracia pues mis hijos
también caerían con ellas Así que, con sumo cuidado, una
noche de viernes 13, les cosí trozos de las prendas de
(12:37):
cada una en el interior de las muñecas. Las hierbas
recogidas en el monte y en el mercado. Realizando el
ritual con invocaciones a las mismas deidades que mi madre
llamaba en cada uno de sus ritos. Con una mirada
fija y feroz, clavé tres agujas en cada uno de
(13:00):
los fetiches, una por cada mujer. Que sientan en carne
propia lo que es ser despreciado, el abandono, los falsos
que levantan en contra de su suegra. Así como lo
había hecho con la esposa de Rafael, así enterré a
(13:21):
cada una de mis nueras en lo profundo de las macetas,
al final del corredor del cuarto de los telebrejos. Nadie
entraba en él, pues todos tenían miedo de tan siquiera
voltear a ver ese pasillo, pues aseguraban que había una
sombra oscura, que el solo verla les causaba pavor. ese
(13:46):
era el guardián de mi familia y de todo lo
que les pedía no sabía el motivo si no se
portaba bien como yo quería se tenía que sosegar o
de plano enfermarla para que muriera y que no me
diera la lata e hiciera sufrir a mi pobre muchachito
(14:07):
las semanas pasaron y las mujeres se portaban bien eran
abnegadas y serias pero comencé a notar que a ellas
les faltaba ese brillo esa luz de alegría en sus
ojos se les notaba lo desgraciadas que eran ahora en
sus matrimonios ya no se arreglaban con el entusiasmo de
(14:30):
antes ahora duraban con sus prendas de vestir por días
hasta a sus hijos se les notaba su ropita percudida
pero eso sí mis hijos como siempre a la línea
y bien vestidos guapos con los sombreros de vestir de
vaqueros se iban a los bailes solos pues sus esposas
(14:55):
no tenían ánimos su deber era quedarse en casa al
estar pendiente de sus hijos y a la hora en
que llegaran sus maridos Así estuvieron por un tiempo, pero
como les comenté, la que yo sabía que me iba
a causar problemas me los causó. Un día llegó muy alterada,
(15:19):
gritándome que era una bruja, que cómo se me había
ocurrido hacerles brujería. Yo, obviamente a mi edad y como
todos me conocen por aquí, como una buena mujer, puse
mi cara de inocencia, preguntando de qué hablaba. Ella me
dijo que había acudido con una amiga que echaba las
(15:42):
cartas y le aseguró que yo la tenía bien trabajada.
Yo comencé a llorar fingiendo que me estaba levantando un falso.
Que cómo se le ocurría eso, si apenas podía dar pasos.
Además que ya sabía que tanto mi madre como yo
(16:02):
nos dedicábamos a traer niños al mundo. Aparte levantar la
mollera y sobar a los enfermos. Pero que nunca practicamos
brujería alguna. por un momento se notó que su semblante
era de vergüenza yo le dije que su amiga le
tenía envidia de lo afortunada que era por tener una
(16:26):
familia ya que esa era sólo una vieja solterona ella
se dejó caer de rodillas y comenzó a llorar yo
como buena suegra le di consejos le dije que mi
hijo la amaba mucho y además que recordara que yo
jamás he sido una suegra metiche y que solo me
(16:49):
dedicaba a mi esposo y el poco trabajo que me
llegaba ella me pidió perdón por lo que me había
dicho le dije que no se preocupara y que se
olvidara del asunto además que no se lo diría fidel
para no crear problemas con él ella se tranquilizó y
(17:10):
se fue a su casa Obviamente que yo tenía que
hacer algo, pues esa mujer no se quedaría quieta y
en cualquier momento me echaría de cabeza, y yo no
estaba dispuesta para hacer otro trabajo a esas tres idiotas.
No me preocuparía tanto de la amiguita esa, pero sí
(17:34):
le hice su trabajito para taparle la boca. No fuera
que siguiera calentándole la cabeza a mi nuera. una tarde
llegó plutarco muy serio y me hizo preguntas una de
ellas era preocupación para él me dijo que no entendía
por qué algunas madres maldecían a sus hijos después de
(17:58):
que éstos hacían sus vidas aparte él sabía que tanto
yo como su abuela teníamos el don de maldecir él
me dijo que también lo había heredado y se había
dado cuenta que yo los había maldecido al hacerle trabajos
de dominación a sus mujeres le aseguré que en ningún
(18:20):
momento hice tal cosa pero no podía engañarlo porque él
aprendió a sobar los sustos y los daños aunque no
lo ejercía del todo a medida que avanzaba la plática
el ambiente se volvía más tenso la situación se me
estaba escapando de las manos isabel la prepotente esposa de
(18:44):
fidel comenzó a tener pesadillas terribles ella me contó que
soñaba con sombras que las echaban y la perseguían dejando
la exhausta y paranoica en todo momento su cuerpo cambió
drásticamente dejó de gritar y humillar a fidel temerosa de
(19:06):
que las pesadillas volvieran por las noches pues éstas se
disiparon con un tónico que le prepare si por fin
la domine Martina, quien tenía un control férreo sobre Plutarco,
empezó a sufrir inexplicables dolores de cabeza y mareos. Estos
(19:27):
ataques la debilitaban tanto que ya no tenía la energía
para vigilar cada movimiento de su esposo. Mi hijo a
pesar de tener el mismo don que mi madre y yo.
sintió la libertad por primera vez en años empezó a
recuperar su confianza a imponerse también en su relación le
(19:51):
enseñó únicamente en lo que un sanador hace aún no
está preparado para invocar deidades no tiene la fuerza para
ello pero su hijo miguel sí ese niño es malo
se le nota en todo su ser araceli la más
joven y arrogante experimentó una serie de eventos desafortunados perdía
(20:16):
objetos importantes tropezaba constantemente y sus planes siempre salían mal
la inseguridad y el miedo le hicieron reconsiderar su actitud
hacia rafael volviéndose más dependiente y menos autoritaria además a
partir de los años se volvió más insegura de lo
(20:37):
que hacía casi no sale de casa mejor al menos
sé que no anda buscando problemas mis nueras son más
sumisas y respetuosas hacia sus suegros mi marido no sabe
lo que he hecho y es lo mejor Sé que
el día que él me falte me quedaré completamente sola,
(20:59):
pero eso no sucederá. Ya han pasado 13 años desde aquellos problemas.
Nunca acepté del todo a las esposas de mis hijos,
porque para una madre... ninguna mujer es lo suficientemente buena
para sus hijos cada noche me encierro en mi habitación
donde tengo un altar lleno de mis santitos y mis
(21:23):
vírgenes amuletos que para muchos son extraños flores y veladoras
allí pido a mis antepasados que me guíen en el
camino de la paz y la tranquilidad Porque, aunque no
lo crean, en ocasiones me remuerde la conciencia de lo
que he hecho, pero sigo sin doblegarme. aunque con los
(21:48):
años la paz volvió a los hogares de mis hijos
estoy satisfecha con el resultado pero no deshago ni los
hechizos ni las maldiciones en caso de que una de
ellas quiera dejar a su marido así es un matrimonio
hasta que la muerte lo separe el casarse es para
(22:09):
toda la vida para bien o para mal Las pocas
personas que ya quedan que les conocieron cuando eran unos
niños nos dicen que tuvimos muy buenos hijos y que
se casaron con buenas mujeres. No saben los dolores de
cabeza que me dieron en un inicio, ni todo lo
(22:30):
que tuve que hacer para mantener a la familia unida.
La verdad, no sé si esto sea parte de una
maldición de una madre, atar por conveniencia los matrimonios de
sus hijos, pues estos aparentan felicidad, se toleran por sus hijos,
pero algún día me agradecerán por lo que hice por
(22:52):
ellos y sus esposas. sé que lo harán y mientras
tanto siguen los fetiches en las macetas que están en
aquel pasillo oscuro ya no me importa si me tienen
como la peor de las suegras yo la recibí con
miles de bendiciones en mi familia por amar a mis
(23:13):
hijos ahora soy vieja estoy cansada y enferma soy una
maldita anciana una achacosa y que se queja por todo
Soy eso para mis nueras. No me importa si no
vuelven a poner un pie en mi casa. Mientras me
sigan visitando mis hijos y mis nietos, eso es más
(23:36):
que suficiente. Aún no les quito ni les quitaré los
trabajos de brujería, ni a ellas ni a mis hijos.
Si lo hago, ellos se irán y nuevamente quedaré sola.
Sin un perro que me ladre. el chantaje de que
la maldición de una madre es más poderosa que todo
(23:59):
los ha mantenido a mi lado no importa lo que
digan los demás son mis hijos y yo veo por
ellos no por los demás comunidad que opinan al respecto
de esta horrenda maldición maternal Esta historia que, por tener
(24:20):
atados a sus hijos, esta mujer hizo brujería. Los leo
en los comentarios. Me despido, no sin antes invitarlos a
que compartan el video con su amigo o su amiga.
Y me hagan llegar a otros dispositivos a quienes les
guste el terror. Muchas gracias por su apoyo. Les deseo
(24:44):
dulces pesadillas y hasta la próxima.