Episode Transcript
Available transcripts are automatically generated. Complete accuracy is not guaranteed.
Speaker 2 (00:02):
Lleva tu imaginación a otro nivel. Relatos calientes. Hoy presentamos
Aventuras en un pueblo pequeño,
Speaker 3 (00:15):
parte 13.¿ Qué tal te llevas con Adel, mi patrona?
Speaker 2 (00:23):
Muy bien. A veces nos juntamos Laura, ella y yo,
y nos contamos cosas picantes, jiji. Y Luisón, el hijo
de Adel,¿ le conoces bien? Pues claro, le he visto crecer.¿
Y qué os cuenta Adel de él? Que es muy
burro y que está como loco por pillar una chica, jajaja.¿
(00:48):
No te gustaría probar con él? Me atreví a preguntarle.
Si es tan burro como dice su madre, no sé,
se quedó pensando. Puedes probar una vez, y si no
te gusta, pues se acabó. No sé, se quedó de
nuevo pensativa, es que si no sabe guardar el secreto,
(01:08):
puedo buscarme un buen lío. Te aseguro que sabrá guardar
el secreto si yo se lo digo. Si te decides,
puedo proporcionaros el encuentro. Uf, tengo tantas ganas que sí
que me apetece, pero me lo tengo que pensar. Me
parece bien. Piénsatelo y si te decides, me pones un mensaje.
(01:32):
Todo acabó ahí. Cuando me fui, Pedro seguía roncando como
un rinoceronte. De camino a casa de mi patrona, estuve
pensando cómo abordar el tema con Luisón. Primero me tendría
que hacer amigo de él y ganarme su confianza. Por
otra parte, tenía el tema de Josefa y el burro,
(01:53):
tendría que llevarla esa misma noche para que examinase los
caballos y burros que tenía la condesa. Cuando llegué a casa,
sólo estaba Adel, que me recibió con su encantadora sonrisa.¿
Qué tal, malandrín?
Speaker 3 (02:09):
Te han dado bien de comer? De comer
Speaker 2 (02:12):
y de follar. Exclamé sin cortarme, y los dos reímos
a carcajadas. A esa también le va la marcha, jajaja.
Pues si decías que Laura estaba salida, deme ni te cuento.
Más risas. Eso nos ha insinuado alguna vez cuando nos
hemos juntado, pero le cuesta confesarlo, jajaja. Ya me ha
(02:36):
dicho que os lleváis bien las tres
Speaker 3 (02:39):
Sí, bastante bien.¿ Y saben lo de Luisón?¿ El qué?
Pues que si saben que te lo
Speaker 2 (02:47):
estás follando. Uf, no me he atrevido a contarlo, pero
lo acabaré haciendo, jajaja.¿ Crees que el muchacho puede guardar
el secreto? Sí, es muy tímido y apenas habla con nadie.
Estaba pensando en que se desfogase con Deme. Se la
solté a ver qué decía. Jajaja, no sé si ella querrá.
(03:13):
Seguro que acepta si parece que el tema es secreto.
Ya te he dicho que está muy salida. A mí
me da igual. Si encuentra con quien follar, pues mejor
para él. Tendré que hacerme amigo suyo. Para eso no
tendrás problema. Seguro que le encantará sentir que eres su amigo. Vale.
(03:38):
Pues como ahora viene todas las noches, ya iré hablando
con él. La cosa quedó ahí, y después de beberme
un chupito con ella sin parar de reírnos como siempre,
me fui a casa de Josefa cuando ya se hacía
de noche. Le conté que la condesa tenía cuatro caballos
y dos burros y que estaba dispuesta a invitarla a
(03:59):
alguna fiesta si le hacía una demostración. Josefa aceptó gustosa
y llamé a la condesa contándole el plan. Creo que
pude sentir cómo se excitaba a través del teléfono al contárselo.
Cuando se hizo totalmente de noche, fui a por mi
coche y los tres partimos hacia el palacete. Joaquín ya
(04:20):
se había ido, como suponía, y la puerta se abrió automáticamente.
Aparqué el coche en la parte trasera, donde me había
indicado la condesa, pues al lado estaban las cuadras. Cuando
bajamos del coche y fuimos hacia las cuadras, Genoveva ya
nos estaba esperando. Llevaba un vestido oscuro y sobrio, y
(04:41):
nos saludó con su acostumbrada seriedad. Carmen y Josefa llevaban
faldas y camisas poco eróticas, pero tampoco era necesaria la
ropa erótica. Las dos la saludaron con leves sonrisas y
una leve inclinación de cabeza como acto de sumisión. Supongo
que Roberto te lo habrá explicado todo. Tú decides qué
(05:04):
animal es el más adecuado y hoy nos haces una demostración.
Si sale bien y me gusta, vendrás otro día a
una fiesta y repetirás el acto con gente que estará mirando.¿
Crees que serás capaz?
Speaker 3 (05:18):
Pues claro. A mí no me da vergüenza na.
Speaker 2 (05:23):
Contestó Josefa con algo de orgullo. Pude ver un atisbo
de sonrisa en los fríos labios de la condesa que
no pudo disimular del todo. Por supuesto, en la fiesta
habrá comida, bebida, baile y todo lo que os apetezca.
Y si todo sale bien, os recompensaré con unos días
a bordo de mi yate para que disfrutéis del mar.
(05:46):
Las dos mujeres no disimularon su entusiasmo y caminamos tras
la condesa hacia las cuadras. Entramos y vimos como cada
animal estaba separado en cuadras individuales que daban a un pasillo.
Alguno asomaba la cabeza por encima del muro que lo
separaba del citado pasillo. Josefa los miró a los cuatro,
(06:07):
dos caballos y dos burros, y, después de acariciarles la testuz,
entró en la cuadra de uno de los burros. El
animal ni se inmutó. Lo acarició por diferentes partes del
cuerpo y, al momento, se quitó la camisa, dejando sus
tetas al aire. Metió la mano bajo la panza del
(06:27):
burro y fue acariciándolo hasta llegar a la verga. Nada
más tocarla, el miembro comenzó a alargarse y Josefa se
agachó para pasarla entre sus tetas. El animal se movió
inquieto y Carmen entró para sujetarle de la testuz con
una sonrisa lasciva marcada en su boca.«¡ Vaya verga que tiene, eh, mamá!»,
(06:50):
exclamó Carmen con ironía. Es más pequeña que la del
burro de Ramiro, jajaja. La condesa se fue hasta la
entrada y trajo una silla de playa, baja y plegable.
La metió en la cuadra y se la ofreció a Josefa.
Sentada aquí estarás más cómoda. Parecía que ya lo había
(07:12):
pensado con antelación. La silla de nylon era lo suficientemente
baja para que Josefa se pudiese sentar espatarrada bajo el
burro y ésta no lo dudó. Se quitó la falda
y las bragas y se sentó abierta de piernas bajo
el animal. Yo estaba alucinando al ver cómo agarraba la
tremenda verga y se la restregaba contra las tetas. Con
(07:35):
el enorme rabo bien agarrado, fue bajándolo hasta llegar con
el capullo a la espesa mata de pelo negro y rizado.
La enormidad del miembro asustaba al pensar en la penetración,
aunque sabía que eso no iba a suceder. La dureza
y el estiramiento se hicieron patentes al ver cómo Josefa
la sujetaba con las dos manos, pajeándola contra su coño.
(07:59):
Vi cómo Carmen se llevaba una mano entre sus piernas
al observar la escena. La muy guarra se estaba poniendo
caliente viendo la masturbación, pero, claro, a mí me estaba
pasando lo mismo, y a Genoveva le brillaban los ojos
como dos carbones incandescentes.¿ Le gusta? Le susurré al oído. Uf,
(08:21):
esto es excepcional. Exclamó cautivada por la escena, y Josefa
tiene un buen cuerpo. Creo que podría sacarle partido en
las fiestas. Josefa masturbó al animal algo más deprisa y,
como si fuese una premonición, dijo. Vamos, burrito, suelta la leche.
(08:43):
La verga del animal comenzó a soltar leche como si
fuese una manguera, rociando la mata de pelo, la tripa
y el pecho de Josefa hasta dejarlo blanco. Rebusnaba como
si quisiese decir algo, y Carmen lo calmaba sujetándolo de
la testuz. Joder,¿ cómo me ha puesto el bicho? Soltó Josefa,
(09:04):
saliendo de los bajos del animal. No te preocupes, Josefa.
Ahora te puedes dar una buena ducha con agua calentita.
Ha sido genial. Replicó Genoveva, claramente entusiasmada. Subimos a la
casa y, mientras Josefa se duchaba, la condesa nos llevó
(09:25):
hasta el salón, donde había platos con jamón, queso, marisco
y vino. Una vez que regresó Josefa, limpia y vestida,
nos pusimos a cenar mientras Genoveva no dejaba de alabarla
por lo que había hecho. Volvió a repetirle lo de
las vacaciones en el barco si hacía lo mismo delante
de sus amigos, algo que Josefa no dudó en aceptar
(09:47):
sin ningún remilgo, incluso fue más allá. Con un buen
atracón de vino, me atrevería hasta con un caballo, jajaja.
Exclamó ya algo ebria. Las risas fueron estruendosas por parte
de los cuatro, pero la condesa no tenía límites. Después
de un buen atracón de comida y vino, llegaron las copas,
(10:09):
y cuando Carmen y Josefa ya iban bastante bebidas, les
preguntó con la depravación dibujada en su cara.¿ Y no
te atreverías a metértela? Ja, ja, ja, es demasiado grande,
doña Genoveva. Reímos todos de nuevo.¿ Y si fuera algo
más pequeña? insistió con los ojos inyectados de lascivia y
(10:32):
lujuria es que son así de grandes las de todos
los burros ya iban con un pedo impresionante cuando se
marcharon el whisky les había encantado y habían bebido una
gran cantidad la condesa seguía obsesionada con lo del burro
y cuando nos quedamos solos me insistió tienes que convencerla
(10:54):
para que se meta la verga Me inquirió sin poder
disimular la lujuria y la depravación que la invadía. Ya
lo ha oído, es demasiado grande. Tengo un pouni en
otro pueblo. Quizás con ese sí se atreva. No sé,
tráigalo y cuando veamos la verga que tiene, si es
(11:15):
más pequeña, quizás acepte. Hecho. Mañana daré la orden para
que lo traigan. Los dos dimos sendos sorbos a los
vasos de whisky, pensando cada uno en la situación. Yo
todavía no me podía creer lo que había pasado, bueno,
más bien todo lo que pasaba en ese pueblo. Llevo
(11:37):
poco tiempo aquí, pero me parece inverosímil lo que pasa
con las mujeres de este pueblo.¿ A qué te refieres?
Pues que sean tan activas sexualmente y que sean tantas.
Yo tampoco lo sé, pero me viene fenomenal para mis intereses.
Pero también vienen algunas de otros pueblos, ¿no?
Speaker 3 (12:00):
Sí, pero pocas.
Speaker 2 (12:03):
Realmente, son de Peñacailente la mayoría. Su respuesta me dejó
claro que, si había algo extraño, ella no estaba implicada
ni sabía el porqué de esa apetencia sexual tan desmesurada.
Ya eran las once de la noche cuando me fui.
Cuando llegué a casa de mi patrona, entré sin hacer ruido,
(12:24):
pero Adel me escuchó. Salió de la cocina para saludarme
y vi que la parte trasera de la falda se
le había quedado algo subida. Hola,¿ ya has vuelto? Sí,
y también he cenado, por si eso te preocupaba. Siempre
dejo algo, pero realmente te estaba esperando para tomarme una
(12:45):
copita contigo. Bueno, siempre es un placer acompañarte con una copa.
Ja ja ja, qué majo que eres. Nos sentamos en
el sofá después de servir un par de chupitos de orujo.¿
Qué tal con Luisón?¿ Ya se ha ido a dormir?
Speaker 4 (13:04):
Uf,
Speaker 2 (13:05):
hoy ha sido genial. Menudo polvo me ha echado, me
he corrido dos veces y casi consigue que lo haga
una tercera, ja ja ja. Eso es estupendo. Sí que
lo es. También le he hablado de tu propuesta y
se ha puesto muy contento.¿ Es que le has dicho
(13:25):
lo de follarse a alguna del pueblo? Claro,¿ no es
eso lo que me dijiste? Joder, sí, pero esperaba decírselo
en dosis pequeñas. Ja ja ja, Luisón es mi bruto
y hay que decirle las cosas de frente para que
las entienda. Le dio un sorbo al chupito mientras yo
intentaba asimilar lo que me había dicho. Me había dejado
(13:49):
claro que el chico necesitaba un lenguaje directo para entender
las cosas.
Speaker 4 (13:55):
Uf,
Speaker 2 (13:55):
qué bueno está este orujo.¿ No crees que bebes demasiado?
Antes bebía menos, pero este que hace Ramiro el viudo
es una golosina, jajaja. Además, me siento de maravilla desde
que se lo compro a él. Explícame eso de que
te sientes de maravilla. Pues que, además de estar buenísimo,
(14:18):
me dan hasta más ganas de follar, jajaja. Sus palabras
me hicieron pensar si llevaría algo el orujo.¿ Desde cuándo
se lo compras? Pues desde hace cuatro o cinco años.
Antes lo fabricaba más gente, pero Ramiro le empezó a
dar un sabor especial y casi se ha quedado solo fabricándolo. Entonces,¿
(14:41):
todo el pueblo se lo compra a él? Casi todo
el mundo. Le di un sorbo para apreciar el sabor
del que me hablaba, pero yo no era un experto
en orujo. Sabía bien, quizás más suave que otros que
había probado, pero no aprecié más.¿ No te apetece un revolcón?
(15:02):
Me sorprendió con su sonrisa encantadora.¿ Pero no te acabas
de correr dos veces con Luisón? Sí, pero me apetece más, jajaja.
Sin darme tregua, me puso la mano sobre la bragueta
y comenzó a sobarme la polla por encima del pantalón.
No me atreví a decirle que no, y al momento
(15:24):
tenía la polla fuera y su lengua lamía el capullo
de una forma deliciosa. Metí una mano entre sus grandes
tetas y comencé a sobarlas con deseo.¿ Cómo me pones, Adel?
Tú a mí sí que me pones burra con esta
verga que tienes, bandido. Dejó de chupar un instante para decirlo.
(15:45):
Llevaba una bata vieja y noté que debajo sólo estaba
la ropa interior.¿ Llevas algo bonito debajo? Claro. Un conjunto
azul clarito que le gusta a Luisón. Me dice que
con él se pone muy burro, aunque burro ya lo es, jajaja.
Le bajé levemente el pequeño sujetador y rosé los pezones
(16:08):
con los dedos para sentir cómo se endurecían. Tendrás el
coño empapado si te ha soltado una buena corrida, Luisón.¿
Qué va? Hoy me la ha soltado en el culo.¿
Cómo se ha portado bien? Le he dejado que acabara
en el ojete, jajaja. Pero me he sentado en el
(16:28):
váter y lo he soltado todo. Era imposible no reírse
cuando soltaba ese tipo de cosas con absoluta naturalidad. Le
desabroché parte de los botones de la bata y dejé
al aire sus hermosas tetas. La carne se desbordaba por
encima del pequeño sujetador y los pezones se le marcaban
poderosamente casi en el mismo borde de la tela. Yo
(16:52):
miraba su abundante carne y ella me miraba a mí.
Se levantó y se desabrochó los dos botones que faltaban.
Se quitó la bata, dejando toda su carne al aire.
El sujetador y las pequeñas braguitas la hacían bastante sexy
y no se los quise quitar. Me levanté, poniéndome frente
(17:13):
a ella, y noté que su boca deseaba que la besara.
La agarré por la cintura y le di un profundo
y húmedo beso. Sé que le gustaba que la besara,
y no voy a decir que a mí me desagradara,
más bien me ponía bastante berraco porque, mientras lo hacía,
disfrutaba de su tremendo culo con mis manos. Sobándoselo, clavando
(17:36):
los dedos en esa carne deliciosa y abriendo sus glúteos
mientras pensaba en ese estupendo ojete. Bajé con la lengua
por su cuello hasta llegar a las hermosas tetas. Ella
misma se bajó ligeramente el sujetador para descubrir los gruesos
pezones y comencé a lamerlos y chuparlos como un puto
perro salido y sediento. Los mordisqueos en la tersa y
(17:59):
dura carne la hicieron gemir y buscó con una mano
mi polla para llevarla entre sus piernas. Noté cómo se
retiraba las bragas y sentí mi capullo penetrar en la
selva negra y rizada. El calor y la humedad provocaron
que penetrara con suavidad. Un leve gemido sentí sobre mi
nuca mientras mordisqueaba los pezones cuando mi polla penetró casi
(18:22):
por completo en su ardiente coño. La vagina abrazó la
dura carne de la verga y comenzamos un baile lento
en el que mi polla salía y entraba deliciosamente. Ah,
estaría así horas, susurró con una mano tras mi nuca
y la otra apretándome el culo para hacer más intensa
la penetración. Aumenté el ritmo, y mis huevos comenzaron a
(18:45):
sonar contra sus piernas en cada embestida. Me agarré con
ganas a su tremendo culo y comencé a embestir como
un toro salvaje. Ah, sí, dame fuerte, ah, más fuerte. Ah.
Su boca emitió un grito ahogado al correrse, y sin
parar de embestir, yo también noté cómo corría el semen
(19:07):
por mi rabo. Fuertes pollazos lograron que saliera toda la leche,
una gran cantidad, por cierto, y sus piernas comenzaron a
temblar envueltas en fuertes espasmos. ¡Ah, qué cabronazo más delicioso
que eres! Fueron sus últimas palabras cuando paré, jadeante, con
la polla chorreando leche. Esa noche dormí fenomenal y me
(19:32):
costó levantarme para ir a la escuela. Menos mal que
tenía a los niños para contarles cosas y, de esa forma,
quitarme unas horas de la cabeza el tema sexual. No obstante,
cuando se ponían a hacer algún ejercicio, mi cabeza volvía
al asunto. Después de lo que me había dicho Adel
(19:52):
sobre el orujo, tenía que indagar sobre él. Después de clase,
iría a comprar una botella a casa de Ramiro y,
de esa forma, poder sonsacarle para saber cómo lo hacía.
Hasta ahora, era la mejor pista que tenía sobre la
apetencia sexual de las mujeres de ese pueblo. Quizás el
(20:12):
tal Ramiro tenía una fórmula secreta por la que las
tías se ponían tan salidas al beberlo, si realmente era
por el orujo.¿ Pero me contaría algo? Cuando acabaron las clases,
me fui hasta el bar para ver si lo veía.
Tuve suerte porque no tuve que entrar.
Speaker 3 (20:31):
Salía cuando yo llegaba y le abordé. Hola, Ramiro. Hola,
señor maestro. Me
Speaker 2 (20:41):
ha dicho Adel que el orujo que tiene lo haces tú.
Me ha gustado mucho y quería comprarte una botella. Sí, claro,
sin problemas. Le puedo vender las botellas que quiera.
Speaker 3 (20:56):
Fabricas mucho?
Speaker 2 (20:58):
Le pregunté de camino a su casa. El suficiente para
vender a casi todo el pueblo. Ya me ha dicho
Adel que tú lo haces tan bueno que el resto
que lo hacían no han dejado de fabricar. Ja ja ja,
es que el mío lleva una receta especial. Y supongo
que no se la dices a nadie. Claro que no,
(21:20):
se me jodería el negocio, ja ja ja. A mí
me gustaría saberlo como científico, la verdad es que nunca
me ha dado por fabricar licores, je je je. Es
un secreto y no se lo digo a nadie. Vale, vale,
solo era curiosidad. Como te digo, no tengo intención de
(21:40):
fabricar ningún licor ni tampoco desvelar tu secreto. Llegamos a
su casa y vi al famoso burro atado en una
especie de patio que había a la entrada. Bonito animal.
Ya se ven pocos. Me ayuda mucho y cuando estoy
solo en el campo me hace compañía. Vaya verga que tiene. Exclamé,
(22:04):
pareciendo un iluso de ciudad. Ja ja ja, pues eso
no es na, si se la vieses estirar. El problema
que tiene el animal es que no tiene pareja, supongo.
Se me quedó mirando inquisitoriamente, como si estuviese pensando algo profundo,
algo difícil de contar. Pase. Nos tomaremos una copita y
(22:27):
hablamos un poco. Mi mente se entusiasmó pensando en que
se estaba abriendo. Entramos a un pequeño salón que tenía
la casa y sirvió dos chupitos. Él se lo metió
de un trago y yo le di un sorbo. Tenía
que darle confianza para que hablara y decidí contarle mis
aventuras con Carmen y Josefa. Josefa también le compra, ¿verdad?¿
(22:53):
La conoce? Sí, le doy clases a su hija algunas tardes.¿
Y solo le da clases? Me preguntó con una sonrisa
más que pícara. Bueno, alguna cosilla más hacemos, jejeje. Menudas
son las dos, madre e hija, jajaja. Bueno, te contaré
(23:16):
un secreto que espero que quede entre nosotros.
Speaker 3 (23:20):
Claro. Yo
Speaker 2 (23:22):
hablo con poca gente. Pues ya me he follado a
las dos, jajaja. Los dos reímos y se sirvió otro
chupito que se volvió a meter de un tirón. Pues
te contaré yo otro. Yo también me las he follado
unas cuantas veces, jajaja. Reímos de nuevo. Me da que
(23:43):
les va
Speaker 3 (23:44):
mucho la marcha. Le pinché un poco.¿ Qué si les
Speaker 2 (23:49):
va? Menudas putitas están hechas las dos. Bueno, supongo que
es algo que les gusta y me parece bien que
disfruten de ello. Josefa siempre lo había sido, pero lleva
unos años que se sale. Ah, sí. Pensaba que con
la edad las mujeres iban perdiendo las ganas. Pues en
(24:12):
su caso es al contrario, con la edad está más salida, jajaja.
Su respuesta me hizo empezar a dudar de que la
culpa de esas ganas de sexo la tuviese la receta
del orujo, o simplemente que ni él mismo lo sabía.¿
Por qué lo dice? Porque llevo follándomela desde hace tiempo,
y en los últimos tres o cuatro años he notado
(24:34):
que tiene más ganas cada día. Estábamos mirándonos y ninguno
habló después de esa última frase hasta que decidió contarme
lo que no había contado a nadie. Me caes bien.
Dijo ya tratándome de tú, te contaré algo que no
he contado a nadie y espero que mantengas el secreto.
(24:54):
Sé mantener un secreto. Un día vino a casa a
comprar orujo y al entrar vio que al burro se
le estaba poniendo tiesa. Empezamos a hacer comentarios sobre la
verga y acabó haciéndome una apuesta.¿ Qué tipo de apuesta?
Pregunté demostrando interés. No te lo vas a creer, pero
(25:16):
me dijo que se apostaba dos botellas de orujo a
que hacía que el burro se corriera en menos de
un minuto. No jodas. Como te lo cuento. Tendrías que
ver cómo manejaba la verga. Tuve que sujetar al burro
porque se encabritaba y la muy puta consiguió que se
corriera en menos de un minuto. Joder, tuvo que ser
(25:39):
la hostia ver eso. Y tanto que lo fue. En
la puta vida había visto nada así. Me lo estaba
contando como si hubiese alucinado ante esa escena. Cada vez
estaba más convencido de que no sabía nada sobre la
reacción que producía en las mujeres el orujo que fabricaba. Increíble.
(26:02):
Dije haciéndome el sorprendido a la vez que le daba
otro sorbo al orujo. Joder, qué bueno está esto. Volví
al tema. Después de ver cómo me miraba, reflexionando durante
unos segundos, volvió a hablar. Sé que no lo vas
a fabricar, ni que tampoco se lo dirás a nadie,
(26:22):
así que te contaré el secreto. En la fermentación le
añado el jugo de unas raíces que descubrí en una cueva.
Eso es lo que le da ese sabor tan especial. Va,
estoy bien así. Me gusta este pueblo y mi forma
de vida.
Speaker 3 (26:40):
No necesito más.¿ Has probado a echar ese jugo en
otras bebidas? No. Solo
Speaker 2 (26:48):
fabricó orujo. Llegaba el momento clave para probar a ver
si le sacaba un poco. Me gustaría probarlo con whisky,
para ver qué gusto le da. A mí no me
gusta el whisky, pero si quieres te doy un poco
para que lo eches en una botella. Eso sería estupendo.
(27:09):
Acabo de comprar una botella de buen whisky, creo que
sería una buena ocasión para probar la mezcla. La cantidad
adecuada es de 5 gotas por litro para que le dé
ese sabor especial. Gracias, lo tendré en cuenta. Ya había
conseguido lo que quería, y además sabiendo que no tenía
ni idea del efecto que producía en las tías. Bueno,
(27:34):
hablemos de cosas más interesantes.¿ Sólo te follas a Josefa
y a su hija, o hay alguna más? Ja ja ja,
ya veo.¿ Quieres saber a quiénes les va la marcha?
Speaker 3 (27:47):
Claro.
Speaker 2 (27:49):
Acabo de llegar y necesito echar un polvo de vez
en cuando. Qué salao que eres. Pues si no te
importa la edad, últimamente hay algunas que andan salidillas, ja
ja ja. Claro que no me importa la edad.
Speaker 3 (28:05):
Un
Speaker 2 (28:06):
coño es un coño. Ja ja ja, bien dicho. Pues
hay más de una que se pirra por un buen rabotazo.
La mujer del alcalde anda como una perra por ahí
buscando rabos, y lo que más le va es que
la empalen por el culo, ja ja ja.¿ Y quién más?
También está la angelita, aunque es algo mayor, pero lo
(28:28):
mejor de ella es que se quita la dentadura postiza
para chupártela, y eso es la leche, ja ja ja.¿
Se quita la dentadura? Me hice el sorprendido. La muy
guarra sabe que así nos gusta más, jajaja. Vi que
se iba animando y que de vez en cuando se
metía un chupito para el cuerpo y aproveché para seguir sonsacándole. Joder,
(28:54):
pues sí que hay tías con ganas. Continué
Speaker 3 (28:57):
para animarle a que siguiese. Pues hay más, jajaja. No
me jodas, más. Están Puri y su hija Ana. Esas
no las conozco.
Speaker 2 (29:11):
Viven aquí cerca, pero salen poco. Puri solo va a
la tienda para enterarse de los chismorreos, y tú eres
uno de ellos, jajaja. Ya me ha preguntado por ti,
pero le he dicho que no te conocía. La hija
apenas sale a algún recado y poco más. El marido
regenta la tienda de ultramarinos y se pasa casi todo
(29:34):
el día allí.¿ Y no van a misa? Eso sí
que lo hacen, las dos juntitas, aunque a la hija
le da vergüenza porque está un poco gordita, todo lo
contrario que la madre, que está como un palo. Pero
si te las follas,¿ cómo lo haces? Porque vienen a
comprar orujo, o a veces me llaman y voy a llevárselo,
(29:57):
y es cuando les doy un poco de cera, jajaja.
De esas no me había hablado el cura, algo que
me sorprendió. La verdad es que había más gente en
el pueblo de las que no me había hablado. Mi
mente estaba muy activa y seguí preguntando. Supongo que el
marido no sabrá nada. No lo sé, pero si lo
(30:19):
sabe tampoco dice nada. Ya te digo que se pasa
el día en la tienda, pero me da la impresión
de que se las folla a las dos y eso
le impide protestar, jajaja.¿ A la hija también? Bueno, realmente
no es hija suya. Cuando Ignacio se casó con Puri,
Ana ya tenía 20 años. Puri tuvo a Ana estando soltera
(30:43):
y nadie sabe quién es el padre.¿ Y cuántas botellas compran?
Pregunté para saber cuánto podrían beber para estar en ese
estado de excitación. Entre una y dos a la semana.¿
Y te las follas todas las semanas? todas, y alguna
hasta dos veces. Me gusta follarme a la hija, me
(31:06):
vuelvo loco con toda esa carne que tiene, pero me
deja seco, pues parece que nunca tiene bastante.
Speaker 3 (31:13):
Ja ja ja.¿ Y a la madre? Ah,
Speaker 2 (31:18):
puri. Esa se conforma con menos, unos cuantos rabotazos y
la dejo rendida, ja ja ja. Aunque a veces temo
que de uno de esos rabotazos la parta por la
mitad por lo poco que pesa, jajaja. No sabía cómo
era Puri, pero Ramiro era tan alto como yo y
el doble de ancho. Me había quedado unos instantes pensando
(31:41):
en todo lo que me había dicho hasta que me
sorprendió con una pregunta.¿ Quieres que te las presente?
Speaker 3 (31:48):
En otro momento. Hoy ya es tarde y tengo que
irme a comer.¿ Qué tal con Adel?¿ Te llevas bien
con ella? Volvió a sorprenderme de nuevo. Sí. Es una
mujer encantadora.¿ No te la habrás follado?
Speaker 2 (32:09):
Preguntó de nuevo con la picardía dibujando su rudo rostro.¿
Por qué me preguntas eso? Ja, ja, ja, porque yo
me la follé una vez, aunque no ha querido más.¿
Te la follaste? Un día que vino a comprar orujo
estaba muy caliente y empezamos a tontear hasta que acabé
follándomela contra esa mesa, jajaja. Me dijo señalando a una
(32:33):
mesa alta del salón. Pues no. Mentí, hasta ahora nuestra
relación es de huésped y patrona. Finalmente me despedí después
de haber quedado como unos buenos amigos, vamos, como si
nos conociésemos de toda la vida. Nos pasamos los números
de móvil para seguir en contacto, pues Ramiro era una
(32:55):
gran fuente de información. Comí en casa de Adel con
ella y su marido y me marché con rapidez a
ver al cura. Estaba deseoso de contarle que había descubierto
el secreto de por qué había tantas mujeres salidas en
el pueblo. Como de costumbre, me lo encontré en el
despacho de la iglesia. Al entrar, vi que tenía un
(33:17):
plato con restos de comida en un lado de la mesa. joder, tío,¿
es que comes aquí? Le pregunté nada más entrar. A
veces en el bar, otras en la casa, la que
ceden al párroco y en la que vivo, y otras aquí.¿
Y la comida?¿ Quién te la trae? Cuando como en casa,
(33:40):
o aquí, me la hace Leonor, que es la que
cuida la casa del párroco y a los párrocos que
han pasado por aquí en los últimos años. Me quedé
mirándole con perspicacia. Otra que te follas, supongo. No te creas,
es de las pocas que parece no estar salida. Ya
(34:00):
sé por qué. Exclamé para sorprenderle
Speaker 3 (34:03):
y lo hice.¿ Cómo que lo sabes?¿ A que no bebe?¿
Te refieres a alcohol? Sí.
Speaker 2 (34:14):
Pues la verdad es que nunca la he visto bebiendo.
He descubierto por qué hay tantas tías que tienen ganas
de follar, es el orujo. Venga ya.
Speaker 3 (34:26):
Exclamó incrédulo. Es el orujo de Ramiro el viudo.¿ Pero
cómo va a ser el orujo?
Speaker 2 (34:34):
Seguía sin entenderlo. Ramiro le echa algo para darle sabor
y eso es lo que les produce ese efecto. Joder,¿
y qué coños le echa? No me lo ha dicho. Mentí,
parece que es su fórmula secreta para darle ese sabor especial,
pero no tiene ni puta idea del efecto que produce. Joder,
(34:57):
pues vaya invento más cojonudo. Y tan cojonudo. Además, tengo
una idea para hacernos con el control.¿ Y cuál es?
Ya te lo contaré, pero primero tengo que probarlo con
alguien que no beba orujo para estar seguro de ello.¿
Qué tal si probamos con Leonor?
Speaker 3 (35:18):
Pero si no bebe,¿ cómo lo vamos a probar?¿ Seguro
que no bebe nada? Bueno, vino sí que bebe. Con
eso me vale. Le echaremos un poco de orujo en
el vino a ver qué pasa. Volví a mentir. Lo notará.
Notará
Speaker 2 (35:39):
un sabor diferente, pero nada más. Voy a comprar una
botella a la tienda y nos vamos para tu casa.¿
Puedes hacer que vaya? Sí, claro. Es muy servicial, en
el momento que la llamo acude de inmediato. Vale, pues
acompáñame a comprar la botella y de paso la llamas
(36:00):
para que vaya. A propósito,¿ qué tal está
Speaker 3 (36:05):
Es muy vieja?¿ Qué va? Tiene 45 años y un
Speaker 2 (36:11):
buen cuerpo, el problema es que es muy comedida. Mejor,
así podremos comprobar cómo funciona el efecto con gente normal.
Compramos la botella mientras Ramón llamaba a Leonor y cuando
llegamos a la casa del cura, ya estaba esperando en
la puerta. Hola, Leo. Mira,
Speaker 3 (36:32):
te presento a Don Roberto, el nuevo maestro. Encantada, Don Roberto.
Lo mismo digo, Leo.¿ Para
Speaker 2 (36:42):
qué me necesita? Le he dicho que preparabas unas croquetas
deliciosas y las quería probar. Supongo que quedan algunas en
el congelador. Sí. Sabe que siempre hago bastantes. Pues me
encantaría que nos prepararas unas cuantas para tomarlas con este
vino que trae. Sí, claro. Ahora mismo me pongo a freírlas.
(37:09):
Como había dicho Ramón, Leo tenía un buen tipo, aunque
apenas lo lucía con el vestido negro que llevaba. Se
había quedado viuda hace cinco años, pues se había casado
con un tío bastante mayor que ella. Era rubia, y
a pesar de tener un pelo bonito, lo llevaba recogido
en un moño. Iba sin pintar, y se podía apreciar
(37:32):
su piel excesivamente blanca que apenas había visto el sol.
Con ese vestido apenas se apreciaban sus curvas, aunque no
podía disimular unas tetas de gran tamaño ni tampoco el
pedazo de culo que tenía. Cuando se fue a la
cocina a prepararlas y Ramón se subió a quitarse la sotana,
aproveché para abrir la botella de vino y echarle las
(37:53):
cinco gotas que me había recomendado Ramiro. El problema es
que me falló el pulso y cayeron siete. No le
di importancia, al fin y al cabo eran dos gotas más.
Cuando salió de la cocina con las croquetas, Ramón ya
había bajado vestido con camisa y pantalón, aunque negros y
con alzacuellos, para guardar las apariencias. La invitó a que
(38:17):
se sentase a comer con nosotros y le sirvió el vino.
Yo no había notado que el orujo me produjese ningún
efecto y supuse que con el vino pasaría lo mismo.
La conversación se fue animando al segundo vino y Leo
se empezó a soltar contándonos su maltrecha vida. Se había
casado con un tío 20 años mayor que ella y no
(38:40):
habían tenido hijos. Ramón se sorprendió cuando la oyó hablar
por primera vez de sexo. Al principio lo intentamos bastante,
practicábamos casi todos los días, pero nada, no me quedaba embarazada. Después,
poco a poco fue perdiendo el interés y ya casi
ni hacíamos el amor. El problema es que eso a
(39:02):
mí me había gustado, y ahora me tenía que aguantar, bueno,
no del todo, jajaja, me hacía y me hago mis pajillas.
Estás irreconocible, Leo. Eso nunca me lo habías contado. Respondió
Ramón con asombro. No suelo contar mis cosas, pero no
sé por qué hoy me apetecía desahogarme, jajaja. Además, no
(39:27):
suelen presentarme a hombres tan guapos todos los días, jajaja.
Leo se estaba desatando y supuse que era el efecto
del vino edulcorado. Le volví a rellenar el vaso a
la vez que le respondía a su halago. Muchas gracias, Leo.
Usted también es muy guapa y tiene una figura estupenda,
(39:49):
pero debería ponerse algo más de color. Lleva razón, don Roberto,
llevo demasiado tiempo guardando luto por fuera, aunque no por dentro, jajaja.
Más risas y otro trago de vino.
Speaker 3 (40:04):
Eso qué significa, que la ropa interior no es negra?
Preguntó Ramón. Claro que no, padre. Jajaja. Me gustan los
colores calientes,
Speaker 2 (40:17):
como el rojo, el granate, el fucsia. Hoy llevo un
conjunto granate, aunque solo lo vea yo, jajaja.¿ Y usted
lleva los calzoncillos negros como el traje? Jajaja. Pues no
son negros, pero si nos enseñas tu ropa interior, yo
te enseño la mía. Se atrevió a proponerle el cura.
(40:41):
La piel blanca de sus mejillas se ruborizó mínimamente y
dio otro trago antes de contestar. Vale, pero empiece usted primero.
Ramón alucinaba, pero yo aún más. Aquella mujer recatada que
llevaba años sin estar con ningún hombre se estaba desinhibiendo
de una forma asombrosa. La pregunta era,¿ hasta dónde sería
(41:05):
capaz de llegar? Ramón no se cortó y al momento
se bajó los pantalones, mostrando sus boxers azules. Tampoco son
muy coloridos, jajaja.¿ Es así como les gusta a sus
feligresas más adeptas?¿ De qué hablas? Preguntó sorprendido. Ja ja ja,
(41:27):
sé que se beneficia a unas cuantas, don Ramón. Pero
nunca me habías insinuado nada. No me atrevía, aunque tengo
que reconocer que sentía algo de envidia, pero no sé
qué me pasa hoy que me siento capaz de hablarlo
sin tapujos, ja ja ja. Entonces,¿ tienes deseos de yacer
con un hombre? Ja ja ja, qué palabra más sofisticada.¿
(41:52):
A sus feligresas no les habla así cuando se las folla?
Ahora el que se puso colorado fue Ramón.¿ Es que
me has visto? Muchas veces, en su oficina y en
esa casa apartada donde se las lleva para mostrarles al
Espíritu Santo, jajaja.¿ Cómo sabes lo de esa casa? Preguntó
(42:14):
más asombrado. Le seguí una vez, y fue cuando descubrí
que la utilizaba de picadero, jajaja. Eso no me lo
habías contado
Speaker 3 (42:24):
cabrón. Le susurré a Ramón. Calla, joder. Bueno, ahora te
toca a ti
Speaker 2 (42:32):
enseñarnos la ropa interior. Cambió con rapidez de tema el cura.
Leo se levantó y, con mirada pícara, se bajó la
cremallera lateral del vestido. Su cara había ido cambiando a
cada minuto que pasaba y ahora no parecía la misma.
Su sonrisa tímida se había convertido en una sonrisa abierta
(42:54):
con ciertos matices sensuales. Tiró de las sombreras para sacárselas
por los brazos y dejó que lentamente la tela escurriera
por su cuerpo hasta caer al suelo. Ahora sí podía
apreciar su hermoso cuerpo, unas tetas grandes y ciertamente empinadas
que llevaban muchos años sin que nadie las tocara. El
(43:15):
pequeño sujetador apenas las tapaba y los pezones se marcaban
poderosamente bajo la tela. La cintura se estrechaba para abrirse
de nuevo formando unas amplias caderas. Las braguitas granates hacían
más deliciosa esa parte de su cuerpo. Levantó un pie
y después el otro para deshacerse del vestido. Los zapatos
(43:38):
de tacón mediano le daban esbeltez a sus amplios y
bien contorneados muslos de piel blanca y fina. Se deshizo
el moño y movió la cabeza para dejar que su
bonita melena rubia ondeara sobre sus hombros. Les gusta mi
ropa interior. Dijo con algo de sorna y una sonrisa perversa.
(43:58):
Los dos permanecíamos con la boca abierta, yo sentado y vestido,
y Ramón de pie y con los pantalones bajados. Es
muy bonita.
Speaker 3 (44:09):
Dije finalmente. Sí, es, preciosa. Pudo articular Ramón sin llegar
a cerrar la boca. Ahora le toca a usted,
Speaker 2 (44:19):
don Roberto. Dijo mirándome lascivamente. No me lo esperaba y
me quedé congelado unos segundos con la mente algo difusa.¿
Qué pasa? Le da vergüenza. Insistió, sacándome de esa nube
en la que me había sumido. No, claro que no.
(44:40):
Dije con rapidez. Me levanté y desabroché el botón y
la cremallera. Tiré de los pantalones hacia abajo y asomaron
mis boxer a cuadros rojos y negros. Ante la escena
que nos había proporcionado Leo, mi polla había cogido cierta
erección y ya se marcaba claramente. Vi cómo sus ojos
(45:01):
se abrían, clavados en el bulto, y se acercó lentamente
hasta nosotros. Se puso frente a mí y me miró
a los ojos. Llevo años sin que nadie me bese.
Casi susurró con sus labios a escasos centímetros de los míos.
Alargué una mano, retirando el pelo de su cara, a
(45:22):
la vez que le acariciaba la mejilla. Su piel era
suave como la seda, y sus labios honrosados destacaban sobre
el blanco de su cara. Acerqué mi boca a la
suya y la besé con dulzura, pues es lo que
me pareció que deseaba, pero al momento sentí su lengua
devorando el interior de mi boca. Perdí la noción del
(45:42):
tiempo y el espacio en ese largo y jugoso beso.
La agarré por la cintura y ella puso un brazo
alrededor de mi cuello y el otro lo bajó para
tocarme el bulto que no cesaba de crecer. Sentí como
me sobaba la polla a través de la tela hasta
que la metió por encima de los boxer para agarrar
la carne que se había endurecido. Sus labios temblaron y
(46:05):
los despegó de los míos. Me miró de nuevo a
los ojos y, con un susurro apenas perceptible, me dijo.
Llevo tantos años sin sentir las manos de un hombre
que ahora estoy ardiendo. Ramón se había pegado a su
espalda y podía oír su respiración agitada mientras le sobaba
el culo a dos manos. Leo se había retirado lo
(46:28):
suficiente para que, bajando la mirada, pudiese ver sus hermosas tetas.
La besé en las mejillas y bajé por el cuello,
impregnándolo de saliva hasta llegar a ellas. A la vez,
pasé una mano por delante, buscando el centro de sus muslos.
Al tocar las bragas calientes y ya algo húmedas, emitió
(46:50):
un leve gemido. En ese momento pensé cómo estaría ese
coño después de tantos años sin que le metieran una polla.
Bajó la otra mano que tenía en mi cuello y
tiró de los boxer hacia abajo sin soltarme la polla
que mantenía agarrada con la otra. Como si estuviésemos compenetrados,
noté como Ramón tiraba a la vez de las bragas,
(47:12):
bajándolas por debajo del culo. Su caliente vulva quedó al
aire y pude sentir sus labios vaginales con los dedos.
Su respiración se hizo más sonora, y cuando profundicé con
los dedos entre la raja, noté cómo apretaba más el
tronco de mi polla. Apenas me dio tiempo a saborear
(47:32):
su vulva con los dedos, pues retiró mi mano para
apuntar la polla entre la raja. Su movimiento pélvico hizo
que penetrase al instante. Con media polla dentro, me agarró
de los glúteos con las dos manos y comenzó a
mover las caderas, provocando la penetración en un mete y
saca delicioso. Ah, llevo
Speaker 3 (47:53):
años deseando esto. Fóllame. Fóllame. Exclamó con un estado
Speaker 2 (48:01):
de excitación apabullante. Me acoplé a su ritmo y, al momento,
mi polla penetraba profundamente. No sabía qué hacía Ramón, aunque
me daba la impresión de que quería metérsela por el
culo sin conseguirlo. Su excitación era brutal, y aferrada a
mi culo, clavándome las uñas, sus movimientos se descompasaron cuando
(48:23):
se corrió con la boca abierta y jadeante. Su vagina
apretaba mi polla como si la quisiese aplastar, pero la
penetración continuó con unos pollazos tremendos. Su boca no paraba
de jadear, de gemir, de babear, y cuando el semen
recorrió mi polla y empapó lo más profundo de su vagina,
su cuerpo dio fuertes estertores y se volvió a correr.
(48:47):
Sus manos seguían engarfiadas en mi culo, pero logré separarme
para caer sentado sobre el sofá. En ese momento, Ramón
le presionó la cabeza para hacer que se inclinara, y
pude ver cómo la empalaba por detrás, llenando de nuevo
su mojada vagina. Su cara dibujaba la lujuria en plena pureza,
y los pollazos que le dio fueron tremendos hasta que
(49:09):
se corrió. Los tres acabamos sentados y jadeantes sobre el
sofá y yo me apresuré en vestirme para marcharme.¿ Ya
se va? Me preguntó Leo con algo de desconsuelo. Sí,
es que tengo prisa. No dije más y me marché.
Mi mente rebosaba de la sibia, pensando en el efecto
(49:32):
de esa puta pócima. Aquello era algo increíble
Hasta aquí llegó el capítulo de hoy.
Speaker 3 (49:41):
Hasta la próxima.