All Episodes

October 3, 2025 38 mins
Mark as Played
Transcript

Episode Transcript

Available transcripts are automatically generated. Complete accuracy is not guaranteed.
Speaker 2 (00:02):
Lleva tu imaginación a otro nivel. Relatos calientes Hoy presentamos
Aventuras en un pueblo pequeño, parte 15 Ella se quedó postrada
sobre la cama y yo bajé después de vestirme. Puri

(00:24):
estaba atenta y me abordó nada más llegar al salón.¿
Qué tal?¿ Lo ha pasado bien con Ana? Me preguntó
sin cortarse.¿ Para qué iba a disimular si los dos
sabíamos lo que había pasado? Ha sido genial, Puri. Contesté
dándole un beso en la mejilla.

Speaker 3 (00:45):
Uf,

Speaker 2 (00:46):
pues yo me he puesto calentita oyéndola gritar. Estaba claro
que quería hablar del tema y le di carrete para
ver hasta dónde llegaba. Pues ella se ha corrido tres
veces y creo que quería más. Menuda cerda que está hecha.
Dijo sonriendo, a la vez que se llevaba la mano
entre las piernas.¿ Le habría gustado verlo?

Speaker 3 (01:11):
Fue la pregunta clave. Verlo y probarlo, jajaja.¿ Tan caliente está?

Speaker 2 (01:19):
Estoy ardiendo. Sin cortarme, la agarré por su estrecha cintura y,
atrayéndola hacia mí, le planté un jugoso beso, al que
me correspondió enlazando sus manos tras mi cuello. Noté el
ardor y el deseo que desprendía su boca y metí
la mano bajo el vestido hasta llegar a las bragas.

(01:39):
Metí los dedos entre ellas y palpé un ligero vello suave.
La vulva estaba humedecida y emitía un calor intenso. Profundicé
con dos dedos en la raja y comenzó a devorarme
la boca como una fiera. Pasé una mano por detrás
y le agarré su pequeño y delgado culo. Después de

(01:59):
haber tenido entre las manos el culazo de Ana, el
de su madre parecía el de una niña pequeña. Bajé
la mano para acceder bajo el vestido y, metiéndola por
encima de las bragas, presioné el agujero de su pequeño
culo mientras la masturbaba con dos dedos. Dejó de besarme
para jadear aceleradamente.¿ Quieres que venga otro día a follarte?

(02:24):
Le pregunté mientras jadeaba con su boca casi pegada a
la mía. Sí, ah, sí. Mis dedos iban a gran
velocidad y el del culo lo había metido hasta la mitad.
Su mandíbula se encajaba a la vez que todo su
cuerpo se contraía. Esa mujer estaba más salida que el

(02:44):
cura y yo juntos, y ya me importaba una mierda
decirle cualquier barbaridad.¿ Me dejarás que te folle el culo
y la boca? Sí, ah, todo lo que quieras, ah.
Su último jadeo fue agónico cuando se corrió. Casi la
tenía en volandas tan solo con los dedos. El culo

(03:05):
se le había abierto bastante, por lo que pensé que
le daba buen uso, pero¿ cómo sería follarse a esa
mujer que apenas tenía carne? Fue mi último pensamiento antes
de soltarla. La volví a besar tiernamente en su boca
jadeante y me desperí con un movimiento de mano. Cuando
salí de la casa, miré hacia todos lados, pero las

(03:28):
calles estaban tan desiertas como cuando entré. Me sentí más
depravado que nunca después de lo que acababa de hacer,
pero sacudí la cabeza y seguí caminando sin rumbo. En
ese momento sonó el móvil, era el cura. Joder, tío,
ha sido increíble. La he tenido que echar de casa

(03:49):
después de haberme la follado varias veces, pues quería seguir.
Vas a tener razón con el puto orujo. Jamás me
había imaginado que Leo se pudiera poner así. Yo estaba
pensando en otra cosa.¿ En qué? En darle un poco
a la condesa para ver cómo reacciona. Joder, tío, eso

(04:12):
es muy arriesgado. Nada de eso. Se lo puedo poner
en el whisky que bebe y ni se enterará, pero
necesito tu colaboración.¿ Y qué quieres que haga yo? Tan
solo que estés conmigo cuando pase. Voy para la iglesia.
Nos vemos allí y me lo cuentas con más detalle.

(04:36):
Ya eran las ocho de la tarde y había anochecido
por completo. No se veía a nadie cuando llegué a
la puerta de la iglesia, que estaba cerrada. Al momento
llegó Ramón y me instó a que le siguiera. Entramos
por una puerta que había en la parte trasera y
quedaba a una especie de portal que hacía de antesala

(04:56):
a su despacho. Entramos y, después de servirnos unos vinos,
le conté mi plan. Sigo pensando que es muy arriesgado.
Pero no la obligaremos a nada, tan solo espero su reacción,
y si es como me imagino, será ella la que
quiera follar. Ramón seguía dudando, e intenté aderezar más la historia.

(05:19):
Es una puta depravada que se aprovecha de todo el mundo.
Ahora pretende que Josefa se follea a un pony. No
me jodas. Como te lo cuento. Anoche nos hizo una
exhibición con un burro, restregándose la verga hasta que el
bicho se corrió. No veas cómo le ardían los ojos

(05:42):
mirando la escena, pero no contenta con eso, quiere más,
lo del pony. Finalmente accedió y nos pusimos a hablar
de otras cosas. Tienes que cuidar tus descuidos. Ya has
oído a Leo que te ha seguido, y eso te
puede pasar con cualquier otra u otro. Normalmente tengo cuidado,

(06:03):
pero ya te he dicho que Leo es muy astuta.
He estado en casa de Puri. Le dije de repente.¿
Es que la conocías? No, pero tú tampoco me habías
hablado de ella. Joder, no me ha dado tiempo de
hablarte de todas. Entonces

Speaker 3 (06:24):
hay más, ¿verdad? Afirmé. Pues sí, hay más.¿ Qué tal
la mujer de Ernesto,

Speaker 2 (06:33):
el del bar?¿ Por qué me preguntas por esa? Me
ha dicho Ana que Ernesto se pasa de vez en
cuando por su casa y he supuesto que los cuernos
serían mutuos. Pues con esa te equivocas. Es verdad que
le he lanzado el anzuelo, pero no ha picado. Ni
siquiera se ha confesado de sus deseos, tan solo me

(06:56):
ha dicho alguna vez que su marido no la hace caso.
Supongo que, teniendo un bar, no le compra Norujo a Ramiro.
Así es. Pues habrá que darle un poco para ver
cómo reacciona.¿ Y cómo lo vas a hacer?¿ Se queda
en algún momento sola en el bar? Normalmente no está

(07:18):
en el bar, tan solo va al mediodía para que
Ernesto descanse. A esas horas no suele ir prácticamente nadie.¿
Sólo va a esas horas? También va por las noches
para cerrar cuando apenas queda nadie. Es cuando Ernesto se
va a cenar.
Y después vuelve? No. Aquí no hay ningún peligro de

(07:43):
que te roben o te hagan algo. Cierra ella cuando
se va el último y se marcha para casa. Puede
ser el momento perfecto. A todo esto,¿ cómo es? Pues
imagínate el cuerpo de una niña de 12 años, pero con 40, bueno,
y con más culo y tetas que una niña.¿ Cómo

(08:05):
es para ti una niña de 12 años? Pues como ella,
pero sin culo ni tetas, jajaja

Speaker 3 (08:13):
Cómo se llama? Clara. Vale, quizás esta noche me pase.

Speaker 2 (08:21):
Joder, parece que quieres probarlas a todas. Así es, a todas, jajaja.
Reímos los dos al unísono.¿ No tienes a ninguna prevista
para ahora? Le pregunté en broma, pero para él lo
de follar a diario no era ninguna broma. Pues la

(08:41):
verdad es que estoy esperando que me llame Cándida, la
mujer de Domingo, el carnicero. Otra de la que no
me habías hablado. Esta ha sido de las últimas adquisiciones,
viene desde hace unos meses. Habrá que comprobar si le
compra orujo a Ramiro. La verdad es que me extrañó

(09:01):
ese primer día que fue a confesarse y me soltó
las ganas que tenía y que su marido no la
hacía caso. Se había confesado multitud de veces, pero nunca
había sacado el tema. Pues me da que va a
ser el orujo, jajaja. Reímos los dos de nuevo.¿ Y
qué tal es? Está bastante bien para sus 50 años. Es alta, delgada,

(09:28):
con buen tipo y siempre va muy bien vestida y
de forma elegante. Y siendo como me la pones,¿ por
qué el marido no la hace caso? Claro que la
hace caso, pero no todo lo que ella quiere. Con
esa me tengo que emplear a fondo para que se
vaya a gusto. Menudo vicio tiene, aunque ahora lo entiendo,

(09:49):
debe ser el puto orujo.¿ Entonces me voy? No, quédate.
Si llama, le diré que estás aquí a ver si
quiere que os presente. Hoy Leo me ha dejado para
el arrastre.¿ No me digas que no puedes con otro polvo?
Volví a bromear. Claro que puedo, pero no con lo

(10:13):
que pide Candy, cada día está más salida y pide más.
Como si nos estuviera escuchando, el móvil del cura comenzó
a sonar y era Candy. Hola, Candy. Sí, estoy en
mi despacho, pero con Roberto, el maestro. Bueno, es que
no le puedo dejar

Speaker 3 (10:35):
Sí, claro, es muy discreto.

Speaker 2 (10:39):
Pongo la mano en el fuego por él. Vale, pues
en diez minutos nos vemos donde ya sabes. Ramón colgó
y me dedicó una amplia sonrisa. Tiene ganas de conocerte,
si eres discreto, jajaja. Otra vez reímos ostensiblemente. Bueno, pues

(10:59):
ahora conocerás el picadero que me cedió la condesa para
que hiciese desmanes. Joder, a mí no me ha dado ninguno.
No tardará en hacerlo. Ella es la que

Speaker 3 (11:11):
más discreción quiere. Oye,¿ qué bebe Candy? La suelo ofrecer vino.¿
Ha

Speaker 2 (11:19):
quedado del que llevé

Speaker 3 (11:20):
a

Speaker 2 (11:21):
tu casa? Sí, media botella. La otra media se la
ha trincado Leo, jajaja. Más risas conjuntas. Pues pasamos primero
por mi casa y cogemos la botella.¿ Cuánto tiempo tenemos?
Un par de horas por lo menos. Estos ya habrán cenado.

(11:45):
Candy sale después con la excusa de darse un largo paseo,
y según me cuenta, cuando vuelve, su marido ya está dormido.
Salimos de la iglesia y, después de recoger la botella,
fuimos al picadero. Una pequeña casita aislada del resto, donde
ya no había farolas y apenas se divisaba a unos metros. Joder,

(12:07):
pues sí que está apartada. Esa es la intención. Por
aquí no pasa ni Dios cuando se hace de noche.
Pero si enciendes las luces,¿ no se verá de lejos?
Están las ventanas totalmente cerradas y no se ve luz
desde fuera. Entramos y puso la botella sobre la mesa.

(12:29):
Para que no se agotase el vino, sirvió de otra
botella que tenía para nosotros en espera de que llegara Candy.
No tardó, a los cinco minutos, oímos llamar a la puerta. Realmente,
Candy era una tía elegante. Llevaba una falda cruzada que
le llegaba hasta las rodillas y una rebeca de punto

(12:50):
cubriéndole los hombros. Una camisa clara dejaba ver un tímido escote,
pero lo suficiente para que se notasen unas tetas aparentes.
El pelo castaño caía sobre sus hombros en forma de
bucles y sus ojos claros, tirando a verde, emitían una
mirada intensa. Boca amplia con labios sensuales, ni finos ni gordos,

(13:13):
lo justo, dejaba ver una tímida sonrisa. La nariz, quizás
algo grande, con matices aguileños, pero lo que se veía
de sus piernas era digno de mirar. Los zapatos, de
tacón mediano, la estilizaban aún más. Ramón hizo las presentaciones,
embutido en su traje negro y siempre con el alzacuellos.

(13:37):
Nos sentamos y Ramón le ofreció vino, que ella aceptó gustosamente.
Eso me relajó, pues sin ese vino con una alta
dosis del brebaje de Ramiro, sería difícil que aceptara cualquier
cosa nada más conocerme. Comenzamos una conversación tranquila y vi
a Candy muy relajada. Era una mujer culta y se

(13:58):
podía mantener una charla interesante con ella. En un momento dado,
nos pasamos los móviles con la excusa de estar en
contacto y poder charlar incluso por teléfono. Después de un
par de vasos de vino, me empecé a mosquear porque
no daba signos de intenciones sexuales, eso sí, creo que
a los dos nos puso cachondos con sus cruces de piernas.

(14:22):
Eres muy guapo. Soltó en un momento dado sin que
viniera a cuento. Gracias, tú también eres guapa y elegante.¿
Te gusta mi conjunto? Me preguntó levantándose y girándose sobre
sí misma. Aquello parecía que se animaba y la alabé
sin restricciones. Es muy bonito, pero lo mejor es la percha.

(14:48):
Ja ja ja, ya veo que eres un salamerto. Tan
solo digo lo que veo.¿ Y te gustaría ver más?
Eso sería interesante. Bajó las manos lentamente desde la cintura
hacia abajo, pasándolas con mucha parsimonia por sus redondeadas caderas.¿

(15:09):
Te gustaría verme las piernas? Dijo al llegar al final
de la falda. Ya te las estoy viendo. Intenté vacilarla.
Me refiero a la parte más alta, la que llega
hasta las bragas.¿ Me piensas enseñar las bragas?¿ Te gustaría verlas?

(15:30):
Ya no sabía quién estaba vacilando a quién. Si son bonitas,¿
por qué no? Todo lo que me compré es bonito,
pero si quieres verlas, tienes que decir, enséñame las bragas, zorra.
Miré de reojo a Ramón y vi que se había
quedado tan pasmado como yo. Aquello no estaba previsto en

(15:51):
el guión, o por lo menos no como yo lo
había imaginado. La que dominaba la situación era ella, y
no nosotros. No obstante, le seguí el rollo, haciendo hincapié
en lo que quería que dijera.¿ De verdad quieres que
te diga eso? Si quieres verme las bragas, esa es

(16:12):
la frase apropiada. Necesito un trago antes de seguir,¿ tú no?
Le dije, alargando con una mano su vaso de vino,
mientras con la otra sujetaba el mío. Estoy de acuerdo.
Un trago siempre viene bien. Se bebió medio vaso de
un trago y lo dejó sobre la mesa baja para

(16:34):
volver a su posición desafiante. Yo di un pequeño trago
al mío y me recosté sobre el sofá, preparándome para
soltar la frase. Bueno, ¿qué?¿ Lo vas a decir o
me vuelvo a sentar? Tragué saliva y, con un tono
bajo de voz, lo solté. Enséñame las bragas, zorra. Apenas

(16:58):
te he oído. No parece que tengas mucho interés. Me
retó a que levantara el tono de voz. Enséñame las bragas, zorra.
Esta vez casi grité. Eso está mucho mejor. Cogió la
falda con ambas manos por la parte baja y, con

(17:19):
la misma parsimonia, comenzó a subirla. Desde luego, había logrado
nuestra atención, si es eso lo que quería. Los dos
mirábamos con ojos de búho cómo iba subiendo la tela,
dejando sus hermosos y bonitos muslos al aire. Debieron ser
unos segundos, pero se me hicieron eternos, hasta que prácticamente

(17:40):
se la subió a la cintura y descubrió sus partes
más íntimas, tapadas por unas pequeñas braguitas negras. Como si
nos hubiesen programado, los dos nos pasamos inconscientemente la mano
por la bragueta. El triángulo que formaban las pequeñas bragas
entre sus muslos tapaba lo justo para que la imaginación volara,

(18:01):
dibujando el resto. Los labios vaginales se le marcaban levemente
bajo la tela y mis ojos atisbaron, intentando ver más
de lo que se podía ver. Ella siguió hablando conmigo
como si Ramón no estuviera.—¿ Te gustan?— Son. muy, bonitas, balbucee,

(18:23):
intentando controlar mis instintos para no lanzarme contra ese coño
que imaginaba. Soltó la falda hasta dejarla caer a su
posición inicial y se giró hasta quedarse de espaldas a nosotros.
Se inclinó levemente y, con la misma lentitud que lo
había hecho antes, comenzó a subirla de nuevo. Sus muslos

(18:44):
fueron apareciendo por segunda vez y casi nos inclinamos hacia
adelante cuando comenzó a mostrar el culo.¡ Qué culo, Dios mío!
Era casi perfecto, redondito, elevado, de una dimensión mediana, ni
grande ni pequeño. Creo que los dos ya nos tocamos
la polla con descaro por encima del pantalón. Aquello se

(19:08):
estaba poniendo muy caliente y esperábamos ansiosos que hiciese efecto
el vino. Después de menear el culo sinosamente durante unos segundos,
volvió a soltar la falda y se giró para mirarnos
de frente. Bueno, por hoy ya os he divertido un poco.
Me voy a mi

Speaker 3 (19:27):
casa. Que paséis buena noche. Los dos nos quedamos

Speaker 2 (19:32):
pasmados.¿ Qué coños había pasado? Cuando cerró la puerta al marcharse,
nos miramos con cara de tontos, sin entender qué era
lo que había ocurrido. Joder, es la primera vez que
la veo comportarse así. Comentó Ramón. No sé, pero me

(19:52):
da que no le ha hecho efecto el brebaje. Pues
la cabrona nos ha puesto como una moto para después
dejarnos tirados. No esperaba que nos pusiéramos a follar nada
más conocernos, y menos con los dos a la vez,
pero nos ha vacilado de una forma, no sé, me
siento hasta ridículo.¿ Y dices que cuando has follado con

(20:13):
ella realmente le gustaba? Pregunté, como si no acabara de entenderlo.
No es que le gustara, es que disfrutaba como una
loca y me pedía más. Después de darle unas cuantas
vueltas a la cabeza, llegué a una conclusión.¿ Sabes lo
que creo? Pues no, dímelo. Pues que este brebaje hace efecto,

(20:38):
pero las mujeres siguen siendo dueñas de sus actos. Está
claro que les despierta un deseo atroz, pero pueden reprimirlos
si en ese momento no quieren follar con quien estén.
Supongo que estás pensando en la condesa y en que
tu plan se acaba de ir al traste. Replicó Ramón.

(20:58):
Es posible, pero hay que probarlo. Con las mujeres nunca
se sabe. Eran las nueve de la noche, aquello había
durado poco, pero nos había dejado empalmados.¿ Es pronto?¿ Quieres
venirte a cenar a mi casa? Leo siempre me hace
comida de sobra. Le miré con una sonrisa cachonda. Y

(21:22):
después nos hacemos unas pajillas, ¿no? Respondí con sorna. Los
dos reímos a carcajadas y Ramón me contestó. Siempre podemos
llamar a alguna.¿ A estas horas?¿ Crees que alguna estará
dispuesta a follar con los dos? Pregunté con incredulidad. Angelita

(21:45):
siempre está dispuesta a hacer una mamada.¿ Tendrá fuerzas para
chuparnosla a los dos? Mazorna. Para eso y para más, jajaja.
Las risas cada vez eran más extensas. También tenemos a
Ana y su madre. Ya me he dado un buen

(22:06):
baño de carne con Ana, pero estoy pensando en Deme,
la mujer del alcalde. Si la llamo, seguro que viene.
Con lo salida que está, no se perdería una fiesta
a tres, jajaja. Estoy pensando en algo mejor, en invitar
también a Luisón.¿ Crees que eso es una buena idea?

(22:28):
Si el muchacho se desmanda, se puede liar una gorda.
Se portará bien. Me voy a cenar a casa de Adel,
y luego te llamo. Tú, de momento, llama a Deme
a ver si está dispuesta. Si lo está, me pones
un mensaje. Me fui a casa de Adel, pensando en

(22:49):
cómo decírselo a Luisón, aunque realmente su madre ya se
lo había adelantado. Cuando llegué, estaban acabando de cenar, pero
Adel me puso un plato rápidamente en la mesa. Siéntate.
Te he dejado un poco de cena. Sancho se subió
a dormir nada más terminar y noté a Luisón nervioso,

(23:11):
supongo que esperando el momento de follarse a su madre.¿
Qué tal, Luisón? Bien, don Roberto.¿ Te van bien las
cosas en el trabajo?

Speaker 3 (23:24):
Sí,

Speaker 2 (23:25):
muy bien. Ya me ha dicho tu madre que andas
detrás de una chica. Sí, hay una que me gusta. Contestó,
ruborizándose un poco. Adel se había ido a la cocina
y Luisón permanecía sentado en la mesa hablando conmigo. Acerqué
la cabeza hacia él y le susurré.¿ Te apetece echar

(23:48):
un polvete esta noche? Tardó varios segundos en contestar, mientras
se movía nervioso sobre la silla. Supongo que su cabeza
estalló al pensar si venirse conmigo o quedarse a follar
con su madre. Era demasiado para él en una noche. Pero,

Speaker 3 (24:06):
aquí, en el pueblo, Replicó a mi pregunta. Supongo que
tu madre ya te ha dicho algo. Sí, me lo
contó ayer.¿ Y qué?

Speaker 2 (24:19):
Te apetece follarte a alguna mujer del pueblo? Eso sí,
esto es secreto y no se tiene que enterar nadie. Apuntillé.
Sí que me apetece,¿ pero a quién?

Speaker 3 (24:33):
Me prometes no contárselo a nadie? Incidí de nuevo

Speaker 2 (24:38):
Sí, sí, a nadie. Pueden ser más de una si
te portas bien y lo haces bien.¿ A qué se
refiere comportarme bien? A que des la talla. A que
le eches un buen polvo y la hagas correrse un
par de veces. Sí, sí. Eso ya sé hacerlo. Contestó

(25:01):
con una inocencia que casi me hizo partirme de risa,
pero me aguanté. Vale, pues ahora, cuando cene, hago una
llamada y nos vamos.¿ A dónde? Eso sí que es secreto.
Tendrás que ir con los ojos vendados. Se me ocurrió
en ese momento que todavía no era conveniente que conociese

(25:24):
el picadero del cura. Vale, vale. No me importa. Exclamó
con entusiasmo. Seguí comiendo mientras él me miraba sin perder
la sonrisa de entusiasmo. Después de haberselo dicho, ahora ya
no estaba seguro de si había sido una buena idea.

(25:45):
Llevaba una ropa algo andrajosa y le sugerí que se
pusiera otra. Mientras tanto, aproveché para hablar con Adel y contárselo.
Quería que ella insiriese en el tema del secretismo, seguro
que a su madre le haría más caso. Me sonó
un mensaje en el móvil y lo miré. Era el cura.

(26:08):
Dami se ha puesto como loca cuando le he sugerido
la invitación. Me ha dicho que la avise cuando estemos
en el picadero. Perfecto. Ya he preparado a Luisón para
el asunto. Sigo pensando que no es una buena idea.
Es parte de mi plan con la condesa. Ya te contaré.

(26:31):
Ahora vete al picadero y espéranos allí. Cuando acabé de cenar,
Luisón ya bajaba con ropa más decente, un pantalón y
una camisa que parecían nuevos. Adel se lo llevó a
la cocina y le dio la charla sobre el secretismo.
Al momento, salimos a la calle con una de las
botellas de orujo que le había comprado a Ramiro y

(26:53):
una venda que me había proporcionado Adel. Las farolas apenas
alumbraban pequeños espacios y me lo llevé al centro del
pueblo entre las sombras. Le puse una venda en los
ojos y nos encaminamos hacia el picadero. De camino, le
expliqué que don Ramón nos ayudaría esa primera vez, sin
darle demasiadas explicaciones. Cuando Ramón nos abrió la puerta, casi

(27:18):
se parte de risa al ver al muchacho con los
ojos vendados. Cerró la puerta y le quité la venda.
Ahora vendrá Deme, la mujer

Speaker 3 (27:28):
del alcalde.¿ La conoces? Sí, claro.¿ Y qué te

Speaker 2 (27:35):
parece como mujer? Pues no sé, es algo bajita, pero
tiene buenas tetas y un buen culo.¿ Te gustaría follártela? Claro. Exclamó,
abriendo los ojos. Entonces, tienes que hacer todo lo que
te digamos. Primero, te meterás en esa habitación con la

(27:57):
puerta cerrada y no hagas ningún ruido hasta que te avisemos.
Con una obediencia absoluta, se metió en la habitación y
cerré la puerta. Ramón avisó a Deme y a los
cinco minutos la teníamos llamando a la puerta. A pesar
de ser de noche, se había puesto un vestido apretado
y unos zapatos de tacón. Nos saludó a los dos

(28:21):
con risa nerviosa, pues era la primera vez que estaba
con dos tíos, que yo supiese. Me ha dicho don
Ramón que ibais a hacer una fiesta y que sí
me apuntaba. Ya veo que te has apuntado. Repliqué

Speaker 3 (28:36):
con ironía. Es que me aburro mucho en casa. Pues
hoy no te aburrirás.

Speaker 2 (28:43):
Beberemos y bailaremos. Dije, sirviendo tres chupitos de orujo. Ya
le había puesto dos gotas más a la botella antes
de que llegase. Tenía que asegurarme de que el efecto
fuera inmediato y, además, intenso. Se lo tomó de un trago,
mientras Ramón ponía música.

Speaker 3 (29:04):
Un, qué bueno está.¿ Es de Ramiro? Pues sí,

Speaker 2 (29:10):
le he comprado un par de botellas hoy. A mí
me encanta, y no sé por qué, pero me pone contenta, jajaja.
Le puse otro, y nos pusimos a bailar. Era música disco,
y los tres nos movíamos por el centro del salón
como unos adolescentes. Al momento, Ramón comenzó a tocarle el culo,

(29:32):
y ella accedió, riéndose, a la vez que lo movía
con más energía. El vestido parecía que iba a estallar
en cualquier momento, y comencé a hacer movimientos pélvicos de
frente a ella con descaro. Me la estás poniendo dura
con ese baile, deme. Le dije con sonrisa a la Siva.

(29:54):
Eso espero, guapo, que se te ponga bien dura, jajaja.
A mí también me las estás poniendo como una piedra.
Replicó Ramón, arqueando las piernas para restregarse contra su culo. Uf,
pues a mí me está entrando un calor que no veas.
Sin dejar de bailar, me acerqué más a ella hasta

(30:16):
hacerla un bocadillo. Ramón se restregaba por detrás, y yo
por delante. Un, esto es estupendo. Jadeó, mientras nos restregábamos,
intentando superar con la voz el ruido de la música.
Ramón comenzó a subirle el vestido por detrás hasta dejarle
el culo al aire, y ella avanzó una mano hasta

(30:38):
mi bragueta para sobarme el bulto que ya crecía al
ritmo de la música. Su sonrisa era deliciosa, como si
estuviese haciendo una pillería. Me desabroché la camisa para dejar
el pecho al aire, y ella no dudó en desabrocharme
el pantalón a la vez. Viendo sus grandes tetas balancearse
al ritmo del baile, se me había puesto realmente dura,

(31:01):
y cuando metió la mano, pude ver cómo abría la
boca con asombro. Pues sí que se te ha puesto dura, jajaja.
Ramón no paraba de restregarse contra su culo, ya desnudo,
y tiró más del vestido hacia arriba. Ella levantó los
brazos y dejó que se lo sacara por la cabeza.

(31:22):
Toda su carne quedó al aire, las grandes tetas se balanceaban,
mientras el sujetador rojo apenas las podía contener. Unas braguitas
muy apretadas, a juego, hacían que la barriguita se descolgara
ligeramente sobre ellas, y la carne de sus muslos vibraba
al ritmo del baile. Volvió con sus manos a mi

(31:42):
bragueta y metió una de ellas para sacarme la polla
en plena erección. Sus ojos manaban vicio puro, mirándola con intensidad,
sin apenas parpadeos, y comenzó a restregársela contra sus muslos,
empinados por los tacones. Perdió el ritmo del baile cuando
abrió más las piernas para rozar el capullo contra el

(32:03):
centro de sus bragas. ¡Ay, Dios, qué caliente estoy ya! exclamó,
apretándola contra su coño. Desde luego que ya estaba caliente,
pero quería asegurarme más.¿ No quieres chuparla un poquito? Sí, sí, respondió,

(32:25):
inclinándose para darle varios lengüetazos. Al inclinarse, puso el culo
en pompa y Ramón, que ya se había sacado la polla,
No dudó en tirar de las bragas hasta bajárselas a
mitad de los muslos y metérsela por la tremenda raja
que marcaban los labios vaginales bajo su culo. A. Casi

(32:46):
gritó al sentir el pollazo, pero al momento estaba chupando
mela de nuevo. Te gusta, eh, puta. Comenzó Ramón con
la verborrea que sabía que le gustaba. Te vamos a
reventar el coño y el culo, zorra. Ramón estaba tan
salido que le daba unos pollazos tremendos y tuvo que

(33:07):
dejar de chupármela para sujetarse, agarrada a mi cuerpo. Le
agarré de las tetas y se las apreté con ganas.
Pellizqué y tiré de los gordos pezones hasta que los
jadeos se convirtieron en gritos y se corrió. Le hice
una seña a Ramón para que parase. Ahora jugaremos a

(33:27):
la gallinita ciega. Le dije, contra su boca jadeante. Ah,¿
y cómo se juega, ah, a eso? Te vendaremos los
ojos para que no sepas quién te está follando, y
no pararemos hasta que digas basta. Vale, sí, vale. Contestó

(33:48):
con cierto entusiasmo. Le ofrecí otro chupito, que se tomó
con ganas, y le quitamos las bragas y el sujetador
por completo. La llevé hasta el respaldo del sofá y
le dije que se inclinase. Ahora empieza la verdadera fiesta.
Le susurré al oído, a la vez que le vendaba

(34:08):
los ojos. Ramón empezó a follársela de nuevo, y yo
me fui a buscar a Luisón. Cuando salió de la
habitación y vio los pollazos que le estaba dando el cura,
se le abrieron los ojos como platos. Ramón aprovechó para
darle un par de azotes, sas.

Speaker 3 (34:27):
Sas.¿ Te gusta, zorra? Sí, mucho,

Speaker 2 (34:33):
ah. Te toca. Le dije a Luisón al oído, a
la vez que le hacía una seña al cura para
que se retirase. Luisón se sacó la verga, que no
estaba nada mal, y se la incrustó hasta las entrañas. Ah. Así, cabrones,
bien dentro

(34:54):
Gritó Deme, con las piernas temblorosas. Luisón se agarró al
hermoso culo y comenzó a follarla lentamente, como le había
enseñado su madre. Me acerqué a su oído y le susurré.«
Está muy caliente ya. Dale fuerte». Al momento, la agarró

(35:14):
por la cintura y comenzó a darle pollazos como un poseso.
Sus ojos parecían inyectados en sangre, mirando cómo se expandía
la carne a cada empujón. Saqué el móvil sin que
se diese cuenta y comencé a grabar esa follada brutal.
Ramón le animaba para que le diera fuerte y le
hizo gestos para que le aplicara un par de azotes.

(35:37):
Luisona sintió con la cabeza, sin hablar, y le atizó
un par de veces en el hermoso culazo. A. Dios, ah,
me vais a volver loca, ah. Por los gritos, espasmos
y temblores, llegué a contabilizar que se había corrido dos
veces cuando Luisón se corrió. Dejé de grabar y mandamos

(35:59):
a Luisón a la habitación de nuevo para quitarle la
venda a Deme.¿ Te ha gustado? Le preguntó Ramón. Joder,
ha sido brutal. Pensé que me la ibais a sacar
por la boca. Pero,¿ ya se ha acabado el juego?¿
Es que quieres seguir jugando? Sí, sí

(36:22):
quiero jugar más. Exclamó, con signos de excitación incontrolados. Tenemos
una sorpresa para ti.

Speaker 3 (36:32):
¿Cuál?

Speaker 2 (36:34):
En esa habitación está Luisón. Y está esperando a que
tú aceptes que entre. Joder, qué cabrones que sois. De
esto no me habíais dicho nada. es que era una sorpresa.
Si quiere seguir jugando, tendrá que entrar él a jugar.

(36:54):
Estaba nerviosa, sudorosa, excitada, y su mirada iba de un
lado a otro, intentando buscar una respuesta. Se pasó una
mano por el coño, por el que chorreaba Semen y
sus propios fluidos, y finalmente contestó.« Vale, pero ponedme la venda,
no quiero ver nada». Se giró de nuevo y Ramón

(37:16):
le colocó la venda. Yo volví a la habitación donde
estaba Luisón y le hice salir. Ahora ya sabe que
estás aquí. Puedes hablar, gritar o decir lo que quieras.

Speaker 3 (37:30):
Te apetece seguir? Joder, claro que me apetece.

Speaker 2 (37:36):
Pues venga, dale bien y sin cortarte. Luisón se puso
a follársela de nuevo y volvió a hacer que se
corriese un par de veces, mientras Ramón y yo mirábamos
ese ímpetu que ponía el muchacho. Por supuesto, le volví
a grabar, ese material era oro para las proposiciones que
pensaba hacerle a la condesa. Me fui hasta la cocina,

(37:59):
mientras Luisón y Ramón se turnaban follándose a la incansable Deme,
que parecía no estar satisfecha nunca, y pensé que me
había pasado con la dosis. Miré el teléfono y tenía
un mensaje de Candy. Me pareces un tío interesante, pero
no pensarías que me iba a poner a follar con
los dos nada más conocerte. Hasta aquí llegó el capítulo

(38:24):
de hoy.

Speaker 3 (38:26):
Hasta la próxima.
Advertise With Us

Popular Podcasts

Stuff You Should Know
Cardiac Cowboys

Cardiac Cowboys

The heart was always off-limits to surgeons. Cutting into it spelled instant death for the patient. That is, until a ragtag group of doctors scattered across the Midwest and Texas decided to throw out the rule book. Working in makeshift laboratories and home garages, using medical devices made from scavenged machine parts and beer tubes, these men and women invented the field of open heart surgery. Odds are, someone you know is alive because of them. So why has history left them behind? Presented by Chris Pine, CARDIAC COWBOYS tells the gripping true story behind the birth of heart surgery, and the young, Greatest Generation doctors who made it happen. For years, they competed and feuded, racing to be the first, the best, and the most prolific. Some appeared on the cover of Time Magazine, operated on kings and advised presidents. Others ended up disgraced, penniless, and convicted of felonies. Together, they ignited a revolution in medicine, and changed the world.

The Joe Rogan Experience

The Joe Rogan Experience

The official podcast of comedian Joe Rogan.

Music, radio and podcasts, all free. Listen online or download the iHeart App.

Connect

© 2025 iHeartMedia, Inc.