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October 4, 2025 22 mins
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Speaker 2 (00:02):
Lleva tu imaginación a otro nivel. Relatos calientes Hoy presentamos
Aventuras en un pueblo pequeño, parte 16 Su mensaje me había
dejado algo confuso, y lo releí mientras me servía un

(00:24):
whisky en la cocina. Quizás sea mejor que nos conozcamos
algo más, a solas. Contesté al mensaje. El mensaje había
llegado hacía más de media hora. Ya eran las once
de la noche y no sabía si seguiría despierta y
me contestaría, pero lo hizo al instante. Eso me parece

(00:46):
más razonable. No sabía qué decir, si quedar para otro
momento o simplemente seguir hablando, y fue ella la que
escribió de nuevo. Que sepas que tenía unas ganas tremendas
de echar un buen polvo, pero no de esa manera.
Su frase me hizo pensar de nuevo en los efectos
de la pócima. Realmente le había hecho efecto, pero fue

(01:09):
capaz de contenerse. La pregunta ahora era si pasaría lo
mismo con la condesa. Pues cuando te parezca bien quedamos,
y si te sigue apeteciendo, echamos ese polvo. Seguiremos hablando.
Esa era una despedida, y después de beberme el whisky
decidí irme. Ya me daba igual que Luisón supiera dónde

(01:33):
estaba el picadero, pues seguro que volvería en otro momento.
Agarré la botella de orujo que había llevado y me
fui sin hacer ruido. Sólo Ramón se enteró y me
hizo un gesto, como si me dijera que me iba ya.
Asentí con la cabeza y, tras cerrar la puerta despacio,
caminé hasta la plaza sin darme cuenta. La luz del

(01:55):
bar seguía encendida y me acordé de Clara.¿ Estaría ella sola?
Sin pensarlo dos veces entré. Había dos tipos mayores, ya
bastante borrachos, sentados en una mesa que apenas se dieron
cuenta de que había entrado. Clara estaba en la barra
y me pareció más alta de lo que había dicho Ramón.

(02:19):
Al poco caí en que era porque tenían una tarima
en el suelo tras la barra. Buenas noches

Speaker 3 (02:26):
Dije educadamente. Buenas noches. Respondió ella con una agradable sonrisa.

Speaker 2 (02:34):
Podía ver solo su busto. Era una chica rubia con
ojos azules y piel ligeramente morena. Nariz puntiaguda y labios
ligeramente gruesos. El pelo lo llevaba recogido en una coleta
que la hacía más juvenil, aunque si la mirabas bien
a la cara veías que era mayor, aunque tampoco aparentaba

(02:55):
los cuarenta que tenía. Estaba dándome una vuelta y he
visto la luz del bar encendida.¿ Servís

Speaker 3 (03:03):
algo a estas horas? Claro. Usted debe de ser el
nuevo maestro. Sí. Me llamo Roberto. Yo Clara. Pues encantado
de conocerte, Clara. Lo mismo digo.¿ Qué va a tomar?

(03:23):
Dejé la botella de orujo sobre la barra y ella
la miró extrañada. Ponme un whisky.¿ Y esa botella de orujo?
Es que

Speaker 2 (03:33):
me gusta echarle un chorrito. He descubierto que este orujo
tiene un sabor maravilloso. Aquí tenemos el nuestro propio. Supongo
que sí, pero este que es de Ramiro tiene un
sabor especial. Eso me han

Speaker 3 (03:50):
dicho.¿ A qué hora cerráis? Cuando se va el último cliente, jajaja.

Speaker 2 (03:57):
Lo dijo en plan divertido. Ya pegado a la barra
pude ver su cuerpo cuando me alcanzó el whisky. Realmente
tenía un cuerpecito delicioso, aunque diría que en miniatura. Debía
medir unos cincuenta y poco, pero sus medidas no iban
acordes con su altura. Me sirvió el whisky y le

(04:18):
añadí un chorrito de orujo mientras me miraba.¿ Quieres probarlo? Vale,
probaré una pizca. Sacó un vaso de chupitos y ella
misma se sirvió un poco. Pensé que sería demasiado poco
para que notase los efectos, pero no podía hacer otra cosa.

(04:38):
Miré de reojo a los dos viejos que hablaban y
no parecían tener intención de irse.¿ Suele quedarse la gente
hasta muy tarde? Depende de los días. Hoy no creo
que tarden estos dos que quedan, ya van bastante puestos, jajaja.
La muchacha me pareció súper simpática y comenzamos a hablar

(04:59):
de cómo había llegado yo hasta allí y de cómo
me iba. Ella también me contó parte de su vida.
Se había casado con Ernesto cuando tenía 20 años, y no
habían tenido hijos, aunque según lo dijo parecía que tampoco
los deseaba. Pues sí que tiene un sabor especial. Dijo

(05:20):
al rato, sirviéndose otro poco. Puedes beber lo que quieras,
para eso la he traído. Al poco, los dos viejos
se levantaron a duras penas y se fueron despidiéndose con
un gesto de la mano casi sin mirarnos. Parece que
se van los últimos.

Speaker 3 (05:39):
Comenté. El último eres tú, jajaja. Dijo divertida, ya tratándome
de tú. Si quieres cerrar e

Speaker 2 (05:48):
irte a dormir, me marcho. No tengo prisa. El que
abre por las mañanas es Ernesto y yo me quedo
en la cama. Además, no suelo tener la suerte de
que vengan chicos guapos como tú al bar, jajaja. Su
voz era dulce, pero a la vez simpática y agradable.

(06:09):
Una camiseta le contorneaba unas tetas que destacaban en su
pequeño cuerpo y me sentía muy a gusto hablando con
ella y admirando sus curvas. Bueno, realmente mi mente estaba
en modo follar, pero sabía disimularlo. Tú también eres

Speaker 3 (06:26):
muy guapa. Le devolví el cumplido. Gracias. Aunque un poco bajita, jajaja.

Speaker 2 (06:35):
Eso no importa si el cuerpo hace obviar la altura.
Desde aquí atrás soy más alta, pero si salgo me
pongo a tu lado te llego al pecho, jajaja.¿ Y
por qué no sales y lo comprobamos? Le dije en
plan risueño. Se lo pensó unos instantes mientras miraba a
la puerta que estaba abierta. Vale, pero voy a cerrar.

(07:00):
No quiero que entre algún borracho de última hora, jajaja.
salió por una portezuela que había al final de la
barra y la vi caminar hasta la puerta. De espaldas
realmente parecía una niña de 12 años con su coleta tambaleante,
pero el cuerpo lo tenía más desarrollado. Un culito que
me pareció exquisito, escondido bajo una corta falda tableada que

(07:24):
dejaba ver una gran parte de sus piernas muy bien contorneadas.
Los altos tacones estilizaban su pequeño cuerpo. Cuando se giró
después de cerrar la puerta y echar la llave, mantenía
su estupenda y cálida sonrisa. Sus tetas se simbreaban levemente
al andar, dándole una gracia especial. Cuando llegó a mi

(07:46):
lado se pegó a mi cuerpo sin ninguna vergüenza. ¿Ves?
Te llego al pecho, jajaja. Si quieres nos sentamos, así
estaremos a la misma altura. Buena idea. Voy a por
la botella de whisky por si quieres más. Hoy paga
la casa, jajaja. Ya me invitó tu marido el primer

(08:10):
día que vine. Pues que se joda y que siga pagando.
Su respuesta me dejó un poco perplejo. Ese que se
joda me sonó muy bien para mis expectativas. Nos sentamos
en una mesa con las botellas de whisky y orujo
y los vasos.¿ Es que no te llevas bien con
tu marido? Se sirvió otro chupito antes de

Speaker 3 (08:33):
contestar. A ratos. Es mucho tiempo el que llevamos casados.

Speaker 2 (08:40):
Supongo que se pierde el interés. Algo así. Al principio
todo iba bien, pero se cansó de mí y comenzó
a hacer salidas sospechosas hasta que averigüé que se iba
con otras.¿ Y eso no te importa?

Speaker 3 (08:57):
Al principio sí, pero ahora ya me da igual.¿ Y tú,
no le pones los cuernos?

Speaker 2 (09:03):
Aquí no hay buen material. Algunas veces me voy con
mi hermano a Tamarinos, una ciudad que está en la
costa a 60 kilómetros de aquí, y allí doy rienda suelta
a mis deseos sin problemas de cuchicheos, jajaja. Estábamos sentados
en una mesa cuadrada con cuatro sillas, uno junto al otro.

(09:25):
Su carita de niña traviesa me encantaba, y sus tetitas
moviéndose en un baile provocado por el nerviosismo de su
cuerpo me empezaban a poner cardíaco. Mi imaginación empezó a trabajar,
visualizando a esa pequeña mujer subida en mi regazo, y
zarandeándola de arriba abajo, incrustándole la polla en su chochito.

(09:46):
Suena algo depravado, pero aunque parecía que tenía doce años,
tenía cuarenta. Aunque la mesa era cuadrada, habíamos girado un
poco las sillas para sentarnos casi de frente y no
podía evitar que mis ojos se desviaran de vez en
cuando hacia sus contorneados muslos. Te noto

Speaker 3 (10:05):
un poco nerviosa. Es que me siento rara. ¿Rara?¿ A
qué te refieres? Estoy muy a gusto contigo, pero...¿ Pero qué?
Pues que estoy muy excitada.¿ Acaso te cito yo?

Speaker 2 (10:24):
Le pregunté de forma divertida. La verdad es que eres
guapo y estás muy bien, y me alegro de que
hayas entrado tú y no cualquier otro, porque en este
momento me follaría a cualquiera. Dijo metiéndose la mano entre
las piernas tocándose con descaro. Pero si me acabas de
decir que no follas con los tíos del pueblo.¿ Tan

(10:46):
caliente estás? Quería saber cómo se sentía, que notaba, que
estaba experimentando y que me lo dijera con palabras. A
veces me pongo muy caliente, pero como ahora no me
había puesto nunca. Mira, tócame. Exclamó con desasosiego, cogiéndome la

(11:06):
mano y poniéndomela entre sus piernas. Uf,¿ te das cuenta?
Estoy ardiendo. Me había descolocado un poco, no me esperaba
esa reacción por su parte. Me había quedado con la
mano quieta, metida entre sus muslos. Sus ojos brillaban con
un fulgor especial bajo la tenue luz del bar. Parecía

(11:30):
que esperaba que yo hiciera algo y moví los dedos lentamente,
toqueteando las braguitas. Unas braguitas suaves sobre las que pude
notar unos marcados labios vaginales. En el momento en que
notó el movimiento de mis dedos, alargó su mano hasta
mi regazo y comenzó a sobar el miembro que ya
crecía bajo el pantalón. Nuestras miradas se cruzaron con intensidad

(11:54):
y lentamente, como guiados por un imán, fuimos acercando los
labios hasta juntarlos y envolvernos en un beso largo y húmedo.

Speaker 3 (12:03):
Un,

Speaker 2 (12:04):
besas muy

Speaker 3 (12:05):
bien. Tú también.¿ Has besado a muchas mujeres?¿ A unas cuantas,
y tú, a muchos

Speaker 2 (12:13):
hombres? A unos cuantos, pero sólo para probar. Si besan bien,
pues disfruto de esos besos, si no lo hacen bien,
pues follamos y ya está. Entre otras cosas, había notado
que el brebaje no solamente citaba a las mujeres, también
las desinhibía en el lenguaje. Hablaban del sexo de una

(12:36):
forma normal y sincera, eran capaces de contar sus intimidades
y sus pensamientos más recónditos y escondidos sin ningún rubor.
Volvimos a besarnos mientras nos manoseábamos el uno al otro.
Ya tocaba con una mano sus bonitas tetas y con
la otra horadaba entre sus bragas, buscando la raja en
su pequeño cuerpo. Las tetitas eran deliciosas al tacto a

(13:00):
través del algodón de la camiseta. Noté que no llevaba
sujetador cuando los pezones cogieron una erección y dureza extraordinarias.
Logré penetrar con los dedos por un lado de las
bragas y acceder a la vulva. El calor era intenso
y la humedad, patente. Me sorprendió el tamaño de su

(13:20):
vulva para su pequeño cuerpo y comencé a pajearla con
dos de mis dedos. Ella me desabrochó el pantalón y
metió la mano en busca de la endurecida polla. ¡Uf,
qué grande la tienes! exclamó al abrazarla con sus dedos.¿
Quizás demasiado grande? pregunté, pensando en su pequeño cuerpo. Soy pequeñita,

(13:46):
pero me encantan las cosas grandes. No hace mucho estuve
con un cubano de piel oscura que medía casi dos metros,
y fue delicioso sentir su enorme rabo clavado en mis entrañas.
Parece que disfrutas mucho del sexo. Al principio no tanto,
pues iba con otros hombres por despecho, pero poco a

(14:06):
poco fui experimentando sensaciones que no había vivido antes y
que me encantaron. Ahora estoy deseando que pasen los 20 o 30
días que tarda en volver a la costa para pasar
un par de días. Metí las manos bajo su camiseta
y palpé la deliciosa carne de sus tetitas, aunque tampoco
eran tan pequeñas. Debía tener una talla setenta y unos

(14:30):
pezones duros y contundentes. Elevó los brazos en un gesto
para que le sacara la camiseta por la cabeza y
eso hice, dejando al descubierto todo su torso desnudo. Fue
una visión preciosa ante la que no pude contenerme. Acerqué
la boca lentamente y lamí con sutileza los dos duros pezones. Un,

(14:53):
que bien lo haces, seguro que ya les has chupado
las tetas a las putitas del pueblo.¿ Quiénes son las
putitas del pueblo? Pregunté, haciéndome el tonto. Estoy segura de
que ya las conoces, pero si quieres que las nombre,
lo haré, pero, sigue chupando. Continué lamiendo y chupando sus

(15:14):
deliciosas tetitas, poniendo especial atención en los duros pezones, y
comenzó a hablar entre jadeos. Ah, las más conocidas son Puri,
su hija Ana, Josefa y su hija Carmen. Ah, Dios,¿
cómo me estás poniendo?¿ Hay más? Demi anda como las

(15:35):
perras salidas buscando cualquier rabo disponible, y Laura no es
tan descarada, pero está igual de salida. Los pezones parecían
que iban a desprenderse de sus tetas de la erección
que mantenían, y yo ya tenía el rabo como el
martillo de un herrero. Me levanté de la silla para
sacarme la polla y los huevos totalmente del pantalón, dejándolos

(15:57):
a la altura de su cara. Agarró el tronco con
su pequeña mano y miró el capullo hinchado y terso
con ojos golosos. Miré sus labios semiabiertos y no pude
evitar la insinuación.¿ Te atreves?¿ Qué crees, que porque soy
pequeña no me puedo comer una buena polla? Sonreí ante

(16:18):
su respuesta, mirando cómo sacaba la lengua para dar una
suculenta lamida al terzo capullo. Abrió los cálidos labios y
engulló el glande con facilidad. Una succión tras otra me
provocó una deliciosa excitación. Acaricié sus mejillas, sintiendo cómo se
hinchaban cada vez que se introducía una parte de la polla.

(16:41):
Continué con los dedos por su cuello hasta la nuca,
y agarré su revoltosa coleta, que se movía al vaivén
de su cabecita. Miré sus labios abiertos, y con la
mano sujetando la coleta, acompañé cada movimiento, sintiendo la cálida
y húmeda penetración en su boca. Me quedó claro que
no era la primera vez que lo hacía, y pensé

(17:03):
en cuántas pollas se habría comido. Después de una buena
sesión de chupadas maravillosas, se limpió la saliva que resbalaba
por su barbilla. Su cara seguía siendo de niña traviesa,
pero sus ojos desprendían un llameante fulgor de deseo. Hizo
que me sentara mientras se bajaba las bragas hasta sacárselas

(17:24):
por los pies, pero sin quitarse la falda. Con mucha maña,
se colocó ahorcajada sobre mi regazo. Su corta estatura hizo
que se quedara abierta de piernas, con las puntas de
los pies apoyadas sobre el suelo. Con una mano, agarró
la endurecida polla y colocó el hinchado capullo entre su raja.

(17:46):
Me dio la impresión de que quería controlar la penetración,
pues yo seguía pensando que quizás mi polla fuese demasiado
grande para ese cuerpecito. Se inclinó un poco hacia adelante
hasta ponerme las tetas desnudas contra la cara. Entendí que
era una incitación a que se las chupara, y eso hice.

(18:06):
Mi lengua y mis labios comenzaron a trabajar los duros pezones,
y sentí como empezaba a moverse lentamente. Subía y bajaba despacio,
haciendo que mi polla penetrara en cada movimiento un centímetro más.
Puse las manos bajo su culito y la acompañé en
el lento sube y baja. Comenzó a gemir, agarrada a

(18:27):
mis hombros, sonidos casi imperceptibles que emitía en cada bajada.
Iba sintiendo como mi polla cada vez penetraba más, pero
no acababa de entrar por completo. Era una sensación deliciosa
sentir como su vagina apretaba mi polla. Dejé de chuparle
las tetas para mirar su cara. La boca entreabierta y

(18:50):
jadeante llenó mi cara con su cálido aliento. Sus ojos
brillaban intensamente en cada bajada hasta que logró introducírsela por completo.
La lujuria iluminó su carita al sentir mis huevos pegados
a su culo y me mostró una sonrisa pícara al
sentir que lo había conseguido. Mi rabo estaba dentro de

(19:10):
su pequeño cuerpo, llenando toda su vagina. Me besó profundamente
con suavidad y ternura, pero los lentos movimientos de su
pelvis aumentaron su excitación y poco a poco el beso
se fue haciendo más lascivo, hasta sentir como devoraba mi boca.
Aumentó el ritmo y dejó de besarme para jadear, gemir

(19:31):
y casi gritar hasta correrse. ¡Ah, Dios, ah! Su cuerpo
se contrajó a la vez que daba varios estertores. Noté
cómo se endurecía su culito sobre mis manos y lo
apreté para que disfrutase más de esa deliciosa corrida. Se
agarró a mi cuello, aplastando sus tetas contra mi cara,

(19:52):
mientras inhalaba y exhalaba aire a gran velocidad. Aunque había parado,
yo quería que siguiese y comencé a subir y bajar
su culito con la ayuda de mis manos. Su excitación
comenzó de nuevo y la oí susurrar con su mejilla
apoyada contra la mía. cómo me gusta tu polla, Dios.

(20:14):
Notaba la presión de su vagina en mi polla cada
vez que penetraba por completo, y eso hacía que mi
mente resumara de lujuria y lascivia. Tienes un chochito

Speaker 3 (20:24):
delicioso. Le devolví el halago. Ah,¿ te gusta? Me encanta.
Pues fóllamelo bien, ah, Dios,

Speaker 2 (20:35):
me estoy volviendo loca con tu polla. Subí las manos
hasta su cintura y aumenté el ritmo, subiendo y bajando
su pequeño cuerpo. Su culito sonaba cada vez que impactaba
contra mis piernas y sus jadeos se hicieron incontrolados. Ya
notaba que el semen se acercaba y los pollazos se

(20:55):
hicieron tremendos. Pensé que le iba a reventar su chochito
apretado cuando se corrió de nuevo, gritando como una loca.
Mi polla comenzó a soltar leche y las corridas se mezclaron,
montando un chapoteo sonoro. Cuando paré, su cuerpo temblaba convulsivamente.

(21:15):
Sus manos se aferraban a mi cuello como si no
quisiera desprenderse y su boca abierta jadeaba contra mi oreja
a gran velocidad. Tuve que esperar un par de minutos
a que se serenase.« Joder, ha sido brutal», fue su
primera frase. Me ha encantado follarte, respondí. Mañana no voy

(21:37):
a poder cerrar las piernas, pero ha merecido la pena.
Nos despedimos con un dulce y profundo beso y me
fui a dormir. Cuando me tumbé en la cama, pensé
en Luisón,¿ habría vuelto?¿ O seguiría

Speaker 3 (21:52):
follándose a Demi? Con ese pensamiento me quedé profundamente dormido.
Hasta aquí llegó el capítulo de hoy. Hasta la próxima.
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