Episode Transcript
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Speaker 2 (00:10):
Y demos gracias a Dios que hemos llegado en esta
semana al domingo, Día del Señor, y con este día
damos inicio a la semana. Que Dios a todos nos
bendiga y nos acompañe. Que en esta semana que hemos
(00:31):
iniciado hoy podamos sentir las bendiciones que vienen de lo alto.
Dios es grande, es maravilloso. Para Dios nada hay imposible.
(00:51):
Que sea Dios nuestra fuerza, nuestra fortaleza. Que Dios nos
inunde de su amor en este domingo. y sobre todo
nos dé sabiduría, discernimiento para tomar las mejores y sabias decisiones. Amén.
(01:13):
Oh Señor y Dios Santo, que estás más allá de
nuestro entendimiento,
Speaker 3 (01:26):
En tu palabra la luz salió de las tinieblas. En
tu misericordia nos has dado descanso durante el sueño nocturno
y nos has levantado para glorificar tu bondad y para
ofrecerte nuestra súplica. Ahora, en tu tierno amor, acepta que
te adoremos y te demos gracias de todo corazón. Concédenos
(01:47):
todas nuestras peticiones, si ellas conducen a la salvación. Danos
la gracia de manifestar que somos hijos de luz y
del día y herederos de tu eterna recompensa.
Speaker 2 (02:03):
La liturgia nos propone la parábola del fariseo y el
recaudador de impuestos. Lucas 18, 9, 14. Por algunos que se tenían por
justos y despreciaban a los demás, les contó esta parábola.
Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo,
(02:24):
el otro recaudador de impuestos. El fariseo de pie oraba
así en voz baja.« Oh Dios, te doy gracias porque
no soy como el resto de los hombres». Ladrones, injustos,
adúlteros o como ese recaudador de impuestos. Ayuno dos veces
por semana y pago diezmos de cuanto poseo. El recaudador
(02:46):
de impuestos de pie y a distancia ni siquiera alzaba
los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo,
oh Dios, ten piedad de este pecador. Les digo que
este volvió a casa absuelto y el otro no, porque
quien se alaba será humillado y quien se humilla será alabado.
(03:10):
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Armemos el texto, reconstruyamos.
Dos hombres, uno fariseo, uno pecador.¿ Dónde están? En el templo.¿
Haciendo qué? Orando. Pero aquí es donde se marca la diferencia.
(03:32):
El fariseo ora de una manera y el pecador ora
de otra manera.¿ Cómo es la oración del fariseo? Es
una oración de ego. Se acerca a Dios para decirle,
soy muy bueno, hago todo bien, soy distinto a todo
(03:56):
el mundo. Su oración es una alabanza a él mismo,
a él mismo. Está pensando en él, en el ego,
en el yo. En cambio el pecador ora, pero ora
reconociéndose frágil, débil y vulnerable. He ahí la diferencia en
(04:19):
la oración. Cuando vos orás,¿ cómo orás?¿ Como el fariseo?
o como el pecador y por eso la palabra o
la parábola es contundente porque quien se alaba será humillado
quien el fariseo se alabó será humillado y quien se
(04:42):
humilla será alabado quien se humilló el pobre mis amores
si vamos a orar si nos vamos a acercar a
Dios no es para alabarnos nosotros es para reconocer que
estamos necesitados del amor de Dios. En el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Feliz y santo
(05:04):
día para todos.