Episode Transcript
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Speaker 1 (00:04):
Si creen que es aterrador trabajar en una funeraria y
lidiar con cadáveres todos los dÃas, déjenme decirles que tienen
toda la razón. Quiero contarles algo que vivà cuando trabajaba
en una. Yo era el encargado de hacer traslados, recoger
cuerpos en casas, hospitales o donde se necesitara y llevarlos
a preparación. Con el tiempo uno se acostumbra a muchas cosas,
(00:27):
a la soledad, a los silencios largos y frÃos, a
manejar de madrugada con un cuerpo a tus espaldas. Ha
habido a recoger el cadáver de un señor que falleció
por casos naturales. La familia estaba tranquila dentro de lo
que cabe. Firmaron, lo envolvimos. Lo subà a la camilla
y emprendà el camino de regreso a la funeraria. Eran
(00:49):
como las dos de la mañana. Manejar esa hora es
feo porque todo está demasiado silencioso. El motor y el
sonido de la noche, nada más. Recuerdo perfectamente que iba
llegando un semáforo. Estaba parpadeando el rojo, pero como venÃan
carros tuve que frenar. Y ahÃ, justo ahÃ, escuché el sonido. Atrás,
(01:17):
un movimiento seco, como si algo se hubiera movido en
la camilla. Un deslizamiento, como si algo pesado hubiera girado apenas.
Por supuesto que pensé primero en lo lógico. La bolsa
quizás no quedó bien ajustada o la camilla se movió,
aunque yo siempre la sujetaba bien. Me forcé a pensar asÃ.
(01:42):
Pero entonces escuché otro ruido, suave pero clarÃsimo, como si
dentro de la bolsa algo se hubiera acomodado. Ahà sÃ
me bajé. Abrà la puerta trasera con mucho cuidado iluminando
con la lámpara de mi celular. La bolsa negra estaba... distinta,
tensa a la altura del pecho, como si el cadáver
(02:04):
hubiera movido los brazos, como si hubiera cambiado de posición.
Se me subió el corazón a la garganta, pero pensé
que tenÃa que revisarlo, que era mi responsabilidad, asà que
abrà rápido el cierre de la bolsa, esperando encontrar algún
error mÃo. Y no, no habÃa ningún error. El hombre
(02:26):
estaba muerto. completamente muerto, piel marmoria, libideces fijas en la espalda,
pupilas sin reflejo, pero tenÃa los ojos abiertos, y su
mano derecha la tenÃa sobre el pecho, justo donde estarÃa
el corazón, y el dedo Ãndice estaba extendido como si
(02:48):
señalara algo, como si hubiera hecho ese movimiento segundos antes
de que yo llegara, Yo mismo habÃa acomodado sus brazos
rectos a los costados, dentro de la bolsa. No habÃa forma, ninguna,
de que esa mano estuviera asÃ. Sobre todo porque se
movió cuando el carro estaba parado. Cerré la bolsa tan
(03:11):
rápido como pude. Regresé al volante sin mirar atrás. No
dije nada en la funeraria. No querÃa que pensaran que
estaba sugestionado. Uno no puede ser miedoso si tiene ese trabajo.
A partir de entonces, siempre hice una pequeña oración, en silencio,
por cada cuerpo que tenÃa que trasladar. Y jamás, gracias
(03:34):
a Dios, volvà a experimentar algo parecido. Ningún muerto se
volvió a mover. Muy buenas noches, comunidad. Gracias por acompañarnos
de nueva cuenta en un episodio más de Relatos de
la Noche. Hoy les esperan historias de encuentros con lo
(03:55):
paranormal y también con sectas, con cultos, que es algo
completamente real, aunque algunos imaginen lo contrario. Les pido que
escuchen con mucha precaución y que estén atentos a cualquier
sonido cercano, a sonidos que parezcan fuera de lugar. ¿Listos? ¿Listas? Comenzamos.
(04:17):
Ya estás escuchando relatos de la noche. Mi esposa me
permitió contar esta historia siempre y cuando no dijera nombres
ni ubicaciones exactas. Lo único que puedo mencionar es que
pasó cuando ella era niña, en una casa que tenÃan
sus abuelos a las afueras de Avándaro, un pequeño poblado
(04:39):
turÃstico cerca de Valle de Bravo, en el Estado de México.
Para que se den una idea, creo que fue por
ahà cerca donde se grabó Vacaciones del Terror. Esa casa
yo no la conocÃ. Ella dice que era vieja, de
hace muchos años. con paredes gruesas, techos altos y un
patio trasero enorme lleno de árboles, donde siempre habÃa sombra
(05:02):
aunque fuera mediodÃa. Sus papás iban seguido, eran muy unidos
a los abuelos y cada que podÃan se escapaban allá
para descansar, asà que ella tenÃa muchos recuerdos bonitos de
ese lugar. Los paseos al lago, las noches frÃas, el
olor a leña quemada, los juegos en el patio con
sus primos. Nunca hubo nada raro, nada que diera señales
(05:25):
de lo que pasó esa vez. Todo comenzó por un accidente.
Su papá viajaba hidalgo con un amigo para resolver un
asunto de trabajo y en la carretera tuvieron un choque
bastante fuerte. No fue fatal, pero sà lo suficiente para
que su mamá saliera de inmediato a verlo. Todo fue
tan rápido que no habÃa tiempo de planear quién se
(05:45):
quedaba con ella. Una vecina se ofreció a llevarla con
los abuelos a la casa que ella ya también conocÃa.
Por mientras, dijeron, Y es que su mamá no sabÃa
si todo se resolverÃa en una noche o si pasarÃan
dÃas afuera. Dice que era una tarde gris, como de lluvia,
aunque no llovió. Y que el camino se sintió raro, feo.
(06:08):
Ella no sabÃa por qué. Tal vez porque era la
primera vez que iba sin sus papás. Tal vez porque
la vecina, aunque buena onda, iba demasiado callada. Tal vez
porque en ese momento no le dijeron lo grave que fue.
pero aún asà sabÃa que su papá estaba mal. Cuando
llegaron a la casa de sus abuelos ya estaba por oscurecer,
(06:29):
y desde que cruzaron el zaguán algo se sintió fuera
de lugar. Sus abuelos salieron a recibirla, pero no como siempre,
no con el entusiasmo que siempre mostraban. No, salieron tensos,
con el ceño fruncido, como sorprendidos de verla y no
por gusto. La vecina les explicó lo del accidente y
(06:51):
que su mamá habÃa tenido que irse de inmediato, pero
ellos ni siquiera preguntaron por el papá, ni por el amigo,
ni si estaban bien. Lo único que dijeron fue, no
debieron traerla asÃ, avÃsenos antes. Mi esposa, que tan solo
era una niña, no entendió nada. Pensó que la estaban
regañando a ella, que tal vez era su culpa, pero
(07:13):
no sabÃa cómo podÃa ser lo que su papá hubiera chocado.
Sin embargo, asà se sintió. como si estuvieran molestos con ella.
La vecina se fue muy rápido y los abuelos le
dijeron a ella que era mejor que descansara, que habÃa
tenido un dÃa muy movido. Pero mi esposa recuerda perfecto
que no era un tono cariñoso, era como si quisieran
(07:35):
sacarla del camino, como si les estorbara. La mandaron a
dormir temprano, muy temprano. Apenas le dieron algo de cenar
y a las ocho ya estaba en el cuarto donde
siempre dormÃa con sus papás, pero esa noche lo ocuparÃa sola.
Su abuela le llevó un té para que se relajara.
SabÃa muy amargo. Ella nunca tomaba té para dormir, pero
(07:57):
no quiso cuestionarlo. Bebió un poco y se quedó profundamente dormida.
Un sueño pesado, extraño, como si lo hubieran desconectado del mundo.
No sabe cuánto tiempo pasó cuando algo la despertó. un
(08:26):
sonido no sabe si fue un golpe un susurro su
nombre pero algo la jaló de ese sueño tan profundo
abrió los ojos y el cuarto estaba en penumbra iluminado
solo por la luz del pasillo que se filtraba por
debajo de la puerta escaneó rápido la habitación buscando la
voz y vio algo pensó que era un niño sentado
(08:49):
en la esquina una forma chiquita, encorvada. Pero cuando escuchó
la voz entendió que eso no era un niño. Zoro.
La voz era rara, como si intentara imitar una voz
humana sin lograrlo. Ella se incorporó rápidamente y la figura
(09:12):
se levantó también. Y entonces lo vio bien. Para nada
en un niño. Era alta, muy alta. una figura desnuda
que tenÃa cuerpo humano, hombros, brazos, torso, pero la cabeza,
la cabeza era la de una cabra, de una cabra grande,
con el pelo corto, los ojos como muy abiertos, y respiraba,
(09:38):
la respiración era lo que más miedo le dio. La
figura levantó una mano como hacia ella y le dijo,« Despierta».
(10:04):
Y de alguna forma ahà volvió a abrir los ojos,
como si hubiera despertado de nuevo y está otra vez
acostada en la cama. Solo que esta vez la puerta
del cuarto estaba entreabierta y ella recuerda perfectamente que sus
abuelos se la habÃan cerrado por fuera. Alguien la habÃa abierto.
y justo cuando volteó hacia la puerta, vio algo saliendo
(10:27):
del cuarto, algo alto, para nada como sus abuelos que
eran muy chiquitos, y se movÃa despacio, como flotando o arrastrándose,
no vio la cara, pero estaba segura de que era
la misma figura que acababa de ver en su sueño,
solo que ahora estaba completamente convencida de que lo que
(10:48):
vio era real, y escuchó como ese algo avanzó hacia
el jardÃn, Ella sin saber por qué se acercó a
la ventana. No querÃa ver, pero al mismo tiempo tenÃa
la necesidad de asomarse, y lo que vio la dejó
sin aliento. HabÃa varias personas en el patio. No alcanzó
(11:08):
a ver cuántas exactamente, pero al menos eran seis, siete.
Estaban de pie formando un cÃrculo. TenÃan capas rojas, de
un rojo que resaltaba incluso en la oscuridad, y aunque
llevaban esas capas rojas, se notaba que sus piernas y
que partes del torso estaban desnudos algunas velas iluminaban el
(11:29):
patio apenas pero lo suficiente para que ella viera las
sombras los cuerpos el vapor del frÃo saliendo de su
respiración no podÃa escuchar bien pero habÃa un sonido como
un canto bajo irregular no eran palabras o al menos
no palabras que ella conociera sintió que algo dentro de
(11:50):
ella se congelaba Se tapó la boca para no hacer ruido,
cerró la cortina y se escondió bajo las cobijas. No
sabe cómo, pero se logró volver a dormir. Al dÃa
siguiente sus abuelos actuaban como si nada, como siempre. Le
prepararon desayuno, le hablaron con cariño, le preguntaron si habÃa
(12:11):
dormido bien. Como si no hubieran escuchado nada, como si
ellos no hubieran estado ahÃ. Años más tarde murieron. Nunca
hubo rumores raros sobre ellos. Nunca se mencionó nada sobre
grupos extraños, rituales, cultos, nada. La única cosa curiosa fue
(12:32):
que la casa la heredaron a una pareja de vecinos,
no a la familia. Fue tema por varios meses, pero
luego lo dejaron pasar. Respetaron su decisión. Mi esposa nunca
volvió a Bándaro. No quiere. Ni siquiera por casualidad pasa
por ahÃ. y nunca le dijo a su mamá o
a su papá lo que vio. Pero hay algo más,
(12:55):
la razón por la que me contó toda esta historia.
A veces todavÃa sueña que está en ese cuarto, en
esa casa, asomada en la ventana, y las figuras de
ese culto están ahÃ, como esperando a que ella salga
y se les una, esperando que despierte. Hola Uriel,¿ cómo estás?
(13:25):
Hola comunidad. Me emociona contactarlos para poder contar mi historia. Bueno,
en realidad es la historia que vivieron mis papás, pero
yo fui testigo de cada uno de los acontecimientos que ocurrieron.
Te diré que mi nombre es Johanna, vivo en Chile
y me crié en un pequeño pueblo llamado Rauco, al
interior de la ciudad de Curicó. Esto sucedió por ahÃ
(13:46):
en el año 2000, después de que me separé de mi
esposo y volvà a vivir en la casa de mis
padres junto con mi pequeña hija de un año. Debo
mencionar que mi papá fue uniformado y siempre fue un
hombre muy atractivo. Desataba pasiones en las mujeres del pueblo
y quizás esa fue la causa de todo lo que
empezó después. Mi madre llevaba tiempo enferma, visitando médicos distintos,
(14:09):
siguiendo diferentes tratamientos, pero nunca encontraban la causa de sus males.
Un dÃa, con las pocas fuerzas que le quedaban, mi
mamá quiso ordenar su ropa como para sentirse útil. Cuando
abrió el cajón donde tenÃa la ropa que usaba menos,
encontró una bolsita de terciopelo negro. Le llamó la atención
por lo que la sacó y por simple curiosidad natural
(14:32):
la abrió. Dentro encontró una tierra muy oscura, como si
estuviera húmeda, pero no lo estaba. En ese momento en
la casa estaban mi mamá, mi papá y mi pequeña hija.
Yo estaba en mi trabajo. Al dÃa siguiente los tres
amanecieron muy enfermos. cada uno con una patologÃa distinta, pero
(14:52):
tan fuertes, tan intensas, que ninguno pudo levantarse de la
cama esa mañana. Me vi en la obligación de pedir
dÃas de vacaciones a mi trabajo para poder atenderlos. En
vista de la situación, llegó mi hermano mayor a visitarnos,
y mi mamá, entre lo mal que se sentÃa, le
comentó lo de la bolsita de terciopelo negro. Mi hermano
(15:14):
siempre ha sido muy creyente y muy respetuoso en los
temas de brujerÃas. males y todo lo relacionado con eso.
Yo era escéptica hasta ese momento. Asà que él tomó
la bolsita con guantes, con mucho cuidado, la echó dentro
de una bolsa plástica y se dirigió a la casa
de una señora a la que siempre acudÃa cuando tenÃa
situaciones extrañas. Dice mi hermano que al llegar, sin que
(15:38):
él le comentara nada, la señora, que se llamaba Patricia,
le dijo, Mijo, usted era algo fétido. Trae pestilencia. Me
trae algo muy malo. Mi hermano le entregó la bolsita
y le contó todo. A lo que la señora respondió.
(15:59):
Eso es tierra de cementerio. Lo bueno es que quien
puso esta peste en su casa es inexperta y no
sabe cómo hacer el mal completo. No está bien conjurada.
Si no, su mamá ya no estarÃa en este plano.
La señora Patricia citó en su casa a mis papás.
Cuando lograron sentirse un poco mejor, la visitaron. Ella les
(16:20):
indicó encender unas velas, rezar unas oraciones y realizar ciertos rituales,
además de lo que ella comenzarÃa a trabajar desde su casa.
Y asà lo hicieron. Recuerdo que lo último que hizo
mi papá fue llevar los restos de una de las velas,
tirarlos en un camino de tierra y caminar sin mirar atrás.
(16:43):
Posterior a eso, la señora Patricia nos informó que la
persona que habÃa realizado el mal era una mujer joven
que querÃa sacar a mi madre de la vida de
mi padre para quedarse con él, pero que el trabajo
se habÃa interrumpido a tiempo gracias a ella y a
los rituales que mis papás siguieron al pie de la letra.
Yo hasta ahà aún me mantenÃa un poco incrédula. Pasó
(17:06):
aproximadamente un mes, mi mamá mejoraba lentamente y el ambiente
en la casa se sentÃa más liviano. pero de pronto
comenzaron a morir las gallinas que mis papás tenÃan, una
por una. Yo, ya creyendo un poco más en lo
que estaba pasando, visité a la señora Patricia para preguntarle
qué estaba pasando.« Hija, el mal se descarga con los
(17:30):
más débiles de la casa, en este caso en los
animales y aves que tienen. Menos mal que son varias,
asà también está protegida tu hija», me dijo. Además agregó,
cuando alguien hace un mal, una brujerÃa o un hechizo,
todo se devuelve, por lo que esta persona tendrá su merecido.
(17:55):
Esa última frase me pareció sobreactuada, exagerada, hasta divertida, como
de pelÃcula, asà que no hice ningún comentario. Tal como
ella sentenció, las gallinas siguieron muriendo, una a una, hasta
completar las 22 que tenÃamos. Respecto a la persona que quiso
hacerle daño a mi mamá, especulamos muchas veces, analizamos actitudes
(18:18):
tratando de descubrir a la culpable. PodrÃa ser cualquiera, porque
a la casa llegaban muchas amigas de la familia, vecinas, conocidas, etc.
Pero mi mamá tenÃa dudas sobre una en especial, la
hija de una vecina, RocÃo. A mà me parecÃa increÃble
porque era muy joven, si acaso tendrÃa 17 años. Y pasó
(18:44):
el tiempo, como seis meses si mal no recuerdo. RocÃo
dejó de visitar nuestra casa ya que asà no saludaba
a nadie de la familia si nos encontrábamos por ahÃ.
Pero aún asÃ, yo no podÃa procesar que ella fuera
la culpable. Sucedió que los primeros dÃas de diciembre, RocÃo
se comprometió con un muchacho. En mi paÃs se dice
(19:07):
ponerse las ilusiones, que es el paso previo a casarse.
cuando la pareja comienza a usar un anillo muy delgado
en el dedo anular de la mano derecha, con lo
que todos saben que están comprometidos. Ellos llevaban poco tiempo saliendo,
pero la relación avanzó muy rápido. DÃas después, justo el 25
(19:27):
de diciembre, nos llegó una noticia impactante, una noticia que
hasta hoy me sorprende. El novio de RocÃo habÃa fallecido.
Se acostó a descansar en Nochebuena y nunca más despertó.
Aún en pánico, aún en shock, le hablé a la
señora Patricia. Mi hija, yo les dije, era alguien joven,
(19:51):
muy cerca de ustedes, que trató de zambrar el mal
en su casa. Pero tranquila, con este hecho el mal
fue regresado a su origen y se ha terminado el ciclo.
Cada vez que pienso en todo lo sucedido me parece
tan irreal que si no lo hubiese vivido serÃa muy
difÃcil creerlo. Siempre he tenido la duda.¿ Realmente fue un
(20:16):
mal que se regresó?¿ O fue simple coincidencia? Gracias por
leer mi historia. Quizás a alguien más le haya pasado
algo parecido. Y en ese caso, me encantarÃa saberlo también.
(20:38):
gracias por seguir por aquà comunidad y antes de continuar
con la siguiente historia recuerden revisar que estén suscritos a
este espacio a veces el internet nos juega bromas y
hay gente que jura que de pronto se da cuenta
de que ya no sigue canales que le gustan incluido
relatos de la noche asà que echenle un vistazo rápido
(20:59):
y activen las notificaciones para que les llegue siempre una
en cuanto salga nuevo episodio y si aún no te
suscribes pues Este es el momento, esta es la señal
de que tienes que hacerlo. También puedes seguirnos en las
redes oficiales, en Instagram y en TikTok, sobre todo estamos
como RDLNOficial, ese es el arroba, y el tÃtulo siempre
(21:23):
va a ser Relatos de la Noche, porque luego hay
algunas cuentas piratas, bueno, hay muchas cuentas piratas, y algunas
quieren engañar a la gente poniéndose arroba relatos de la
noche oficial, arroba relatos de la noche uno, Y hemos
visto que algunas se ponen de nombre RDLNOficial, pero no
es el arroba. Entonces, nada más para que pongan atención,
(21:45):
las cuentas oficiales siempre, siempre, siempre van a ser las
únicas que les compartimos por aquÃ. También en YouTube hay
cada vez más canales piratas, hay más canales subiendo nuestras historias,
sus historias, las de ustedes, y simplemente le cambian el
nombre al episodio. No tengo ningún otro canal, no tenemos
(22:09):
canales secundarios donde subamos el mismo contenido que aquà y
lo aclaro porque suena ilógico pero mucha gente se pregunta
si las cuentas piratas también son nuestras y pues no,
no lo son. Cualquier duda recuerda que ahà en la
descripción están todos los enlaces para que puedan encontrar las
redes oficiales sin ningún problema y también para que compren
(22:31):
el libro si todavÃa hay en su paÃs. Y ahora sÃ, continuamos,
porque si hablamos de las malas pasadas que nos juega
el internet, la siguiente historia es muy, muy acorde. Hola Uriel,
me llamo Violeta Sánchez y esta historia ya la publiqué
(22:52):
en el grupo de Facebook de Relatos de la Noche.
Incluso dejé en los comentarios el video que comprueba lo
que voy a contarles. Me encantarÃa escucharte narrando mi experiencia
en el podcast. El 31 de octubre del 2022, fui a una
fiesta de Halloween en el departamento de dos amigos que
en ese momento eran roomies. El lugar era pequeño y
(23:12):
la fiesta estuvo ambientada con música, y cada uno podÃa
pedirle a Alexa que pusiera lo que querÃa escuchar. Después
de unos cuantos tragos y de varias horas de baile,
la mayorÃa de los invitados se fueron. Incluso mis amigos
que vivÃan en ese departamento se habÃan ido a dormir,
cada uno a su recámara. Me quedé sola con dos
amigos y el perrito de la casa, que estaba acostado
(23:33):
en su cama. Eran aproximadamente las tres y media de
la mañana cuando el perrito se despertó. Como era muy
travieso pensaba que querÃa irse a jugar, pero comenzó a
ponerse muy nervioso e incluso lloró. La música que estábamos
escuchando se distorsionó. Una amiga pidió otra canción. Alexa tomó
la orden pero nunca llegó a reproducirla. Sonó un zumbido
(23:57):
muy agudo. Cada uno de nosotros trató de pedirle una
canción diferente, pero siempre pasaba lo mismo. Tratamos de ignorarlo
y seguir disfrutando de la noche, pero los zumbidos no pararon.
Hasta que comenzó a reproducirse una canción muy tétrica, parecida
(24:17):
a la música de circo. Nos quedamos callados. El perrito
estaba ladrando tan fuerte que pensé que iba a despertar
a mis amigos. La música de circo se detuvo en seco.
Los colores de la Alexa cambiaron a rojo como cuando
hay un fallo en la conexión a internet. En las
(24:38):
bocinas se empezaron a escuchar los gritos desgarradores de una mujer.
ParecÃa que estaba encerrada y que intentaba salir. Además de
(24:58):
sus gritos horribles, alcancemos a escuchar voces de distintas personas.
No se distinguÃa lo que decÃan, pero no eran sonidos agradables.
Estábamos muertos de miedo. Comenzamos a abrazarnos entre todos para
intentar consolarnos. Alexa, cállate, pedimos. Alexa, detente, por favor. Lo siento,
(25:23):
en este momento parece haber un problema con la conexión
a internet. Nos respondió mientras sus gritos seguÃan sonando. Una
de mis amigas tuvo el valor de levantarse y desconectarla.
Se acabaron finalmente los gritos. Nosotros todavÃa temblando no entendÃamos
lo que pasaba. Buscábamos alguna explicación. Por supuesto que llegamos
(25:43):
a pensar que los dueños del departamento nos habÃan hecho
una broma de muy mal gusto. Que nos habÃan invitado
a quedarnos para eso. Incluso fuimos a buscarlos a sus
recámaras pero ambos estaban bastante dormidos. Cuando el primero de
ellos se despertó... Confundido nos preguntó si estaba pasando algo.
Le contamos lo que acabábamos de escuchar y salió con
(26:05):
nosotros a la sala para poder hablar más tranquilos. Nos
enseñó su teléfono y la aplicación decÃa que Alexa se
habÃa quedado sin conexión desde las tres y media de
la mañana. Después de esa hora no hubo registro de nada.
En el historial no aparecÃa la música macabra de circo,
mucho menos los gritos de la mujer ni las voces.
(26:27):
Nos pidió que conectáramos nuevamente la bocina para ver si
ya habÃa regresado la señal. Y en cuanto lo hicimos,
sin pedir nada, escuchamos la voz de una mujer. Era
ella otra vez. Esta vez nos habló en un tono
más vago, susurrándonos. Volvimos a desconectarla inmediatamente.¿ Escuchaste eso? Le dijimos,¿
(26:59):
ahora nos crees? Hasta entonces nos contó que ya tenÃan
varios dÃas escuchando cosas en el departamento durante las madrugadas.
Escuchaban que movÃan los muebles o tiraban trastes en la cocina.
El perrito todas las noches se ponÃa a ladrarle a
la nada. Por eso decidieron instalar una pequeña cámara de
seguridad en la sala. Nos preguntó si querÃamos ver la
(27:23):
grabación de lo que acababa de pasarnos. Nosotros con miedo
le dijimos que mejor la verÃamos en la mañana. Nos
metimos a dormir a su habitación y al dÃa siguiente
sacaron los videos de seguridad. Efectivamente quedó grabado todo. La
música de circo, los gritos de la mujer, la risa
(27:43):
con la que se habÃa burlado de nosotros. Hasta ahora
seguimos sin encontrar una explicación de lo que pasó esa noche.
mucho menos entendemos por qué su perrito, tan alegre y
tan travieso, se habÃa puesto a llorar, o por qué
habÃa estado tan incómodo desde antes de que se escucharan
los gritos de esa mujer. Investigué por mi cuenta, y
(28:07):
descubrà que en esa colonia de la Ciudad de México,
durante el terremoto del 85 se cayeron varios edificios, dejaron mucha
gente fallecida bajo los escombros. Muchos de sus familiares siguen
sin encontrar los cuerpos de sus desaparecidos. Todo esto nos
ha dado mucho que pensar. Sin embargo, ya no busco
(28:28):
encontrarle una explicación a lo que pasó. Simplemente ocurrió. Lo
que sea que nos intentó asustar, sigue vagando por esta colonia.
Y espero de verdad que muy pronto encuentre la paz
que necesita. Hasta ahora, mis amigos ya no han vuelto
a conectar su Alexa. Muchas gracias comunidad por escucharme. Les
(28:53):
deseo muy buenas noches.