Episode Transcript
Available transcripts are automatically generated. Complete accuracy is not guaranteed.
(00:00):
Bienvenidos a Bacteriófagos, un podcast de Emilcar FM, capítulo 192, del 10 de diciembre
(00:12):
de 2024.
Muy buenas, yo soy Carmela García y esto es Bacteriófagos, un podcast de curiosidades
biológicas y actualidad científica para todos los públicos.
Para sorpresa de nadie llega el capítulo post de Black Friday y yo estoy casi sin voz.
(00:36):
Esto era esperado y tendría que haberme adelantado y haber grabado antes, porque yo sabía que
esto iba a ocurrir.
Sabía que se me iba a juntar el querer grabar con los primeros días de diciembre justo
antes de los festivos y que iba a carecer de voz, porque yo sabía que iba a perder
la voz.
Pero bueno, podría haber sido peor.
(00:57):
En sí el año pasado fue peor.
Algún día os explicaré por qué ocurre esto, pero vamos al tema, que además tiene
que ser breve porque esto me va a costar bastante.
Hace tan solo un par de semanas se cumplía un aniversario que, aunque yo creía que iba
a recibir mucha más atención mediática, la realidad es que pasó bastante desapercibido.
(01:19):
En sí, cuando yo planifiqué este capítulo para hoy, creía que iba a tener el camino
muy allanado y resulta que no.
Pero es que hace más bien poquito, el 24 de noviembre, se cumplían 50 años del momento
en el que en una cabecita sonaba Luz en the sky with diamonds.
(01:40):
Concretamente en una cabecita que estaba descubriendo unos huesecillos.
Esto no es del todo así, porque se supone que la canción la escuchaban en la celebración
posterior, pero no quería yo meterme a discutir cómo se celebraba aquello.
Pero con esa canción, que es lo importante, se nombró a Lucy, la primera hembra de Australopithecus
(02:00):
afarensis.
Y sí, de eso hace ya 50 años.
Así se parecía casi más a un chimpancé que a un humano moderno.
Medía poco más de un metro y se calculó que no llegaba a los 30 kilos.
Se le estimaron unos 20 años.
Además, por sus huesos se dedujo que caminaba sobre las patas posteriores, al igual que
(02:24):
hacemos nosotros, pero que todavía pasaba mucho tiempo en los árboles, que probablemente
era un buen sitio para esconderse, porque la vida en aquella época tenía que ser más
bien difícil.
Lucy apareció en Hadar, que se encuentra en Etiopía.
En la depresión de Afar, concretamente.
(02:47):
De ahí el nombre de Afarensis.
Y Lucy fue durante mucho tiempo usada como supuesto eslabón perdido.
Aunque ahora ya sabemos que esto es tan continuo que no tiene ningún sentido hablar de eslabones.
Por si hubiese alguien un poco perdido, vamos a recordar algo que puede sonar un poco absurdo.
(03:07):
Lucy tenía la piel más oscura que clara.
Y Lucy tenía un montón de pelo.
En total, de Lucy se recuperaron 52 huesos y vivió hace algo más de 3 millones de años.
En sí se estima que fue hace 3,2.
Pero el simple hecho de hablar de millones de años, pues 3,3,2 nos debería dar ya un
(03:29):
poco igual.
Y Lucy además es famosa.
En sí estoy segura de que todo esto que acabo de contar es algo que todos más o menos ya
conocíais.
Seguro que a muchos os sonaba Lucy.
Quizá no sabíais cuando fue exactamente o que edad tenía, pero sí sabíais quién
era Lucy.
(03:50):
El caso es, ¿sabéis quién fue Selam?
Pues Selam es nuestra protagonista de hoy.
Tal día como hoy, 10 de diciembre, pero del año 2000, se volvían a encontrar unos huesecillos.
(04:13):
Se tardaron casi 6 años en recuperar todos los huesos hasta presentar el esqueleto.
Pero tal día como hoy empezaba la historia de Selam.
Selam era de la misma especie que Lucy, pero se calcula que vivió unos 100.000 años antes.
Vivió en la misma zona.
Seguimos en la depresión de Afar, en lo que ahora ya es el complejo arqueológico de Afar.
(04:38):
Su nombre, Selam, quiere decir paz, cosa que estoy segura de que muchos ya sabíais.
Selam también era una hembra.
Concretamente, Selam era una niña.
Una niña pequeña.
Una niña que tendría unos 3 años.
Una niña que si hubiese nacido millones de años después, en ese momento estaría esperando
(05:02):
la ansiada Navidad, con un nombre tan bonito como paz.
La peculiaridad de Selam es que su esqueleto es, hasta el momento, el más completo de
una niña.
Se encontraron huesos de sus dedos y un cráneo mucho más completo.
La cabecita de Selam era pequeña y tenía una serie de rasgos que se parecían más
(05:25):
a los de un chimpance.
Como es esperable, en una cría de tres añitos, Selam tenía todos sus dientes de leche, a
la espera de que saliesen los permanentes, que nunca llegaron.
Además, su esqueleto nos cuenta que Selam podía subirse por los árboles con cierta
destreza, como niña pequeña que era.
(05:47):
Pero también por su cercanía con otros primates.
Pero Selam caminaba sobre sus pies, como hacemos nosotros.
Y quizá empezó a hacerlo muy pronto.
Y llegamos a este punto, después de presentar a Selam, y yo aquí tenía planeado contar
otra historia, sobre el debate de si Selam y Lucy tenían una vida arbórea o no, pero
(06:11):
la actualidad manda.
Y la actualidad me está pidiendo a gritos que cambie el enfoque del resto del capítulo.
Llamadlo coincidencias, llamadlo como queráis.
Pero hay una serie de circunstancias que hacen que me salte todo lo que tenía planificado
a partir de aquí y os cuente otra historia.
Una historia que me duele y que realmente quería evitar por ahora porque me enciende
(06:34):
mucho.
Pero, curiosamente, el tema me hace ir a esa historia.
Os voy a contar otra historia, pero resulta que sigue siendo la misma historia.
Os voy a contar la historia de una inundación inesperada.
(06:57):
Una tromba de agua que llegó de tal forma que no dio tiempo a resguardarse.
La gente intentó subirse a donde fuese, algunos consiguieron subirse a árboles, pero algunos
no pudieron y la inundación se llevó vidas.
Cuando volvió la calma tras la inundación, algunos cadáveres quedaron descubiertos tras
bajar el nivel del agua, pero otros cadáveres quedaron enterrados en el barro.
(07:22):
Algunos dirían que la naturaleza es que es muy caprichosa, pero la realidad es que la
naturaleza es como tiene que ser.
Con su punto de azar, con su punto de buena o mala suerte.
Y esa naturaleza se llevó las vidas para siempre.
No lo vieron venir y por eso no pudieron protegerse.
Lo que acabo de contar podría ser la historia de la dana que arrasó varios pueblos en Valencia
(07:46):
hace poco más de un mes.
Una dana que se llevó vidas, una dana que hizo que algunas de esas vidas desapareciesen
bajo el barro.
Una dana que algunos narraban desde su teléfono móvil subidos a un edificio, o sí, también
subidos a un árbol.
El aviso me llegó cuando estaba subido a un árbol, decía un chico en la tele.
(08:06):
Pero yo no estaba hablando del año 2024, estaba hablando de hace 3,3 millones de años,
porque fue una inundación la que pilló desprevenida Selam.
La niña no llegó a subirse a ningún sitio a tiempo y una inundación cubrió su cuerpo.
Un cuerpecillo de escasos tres años que se quedó enterrado bajo ese barro más de tres
(08:29):
millones de años hasta que hace tan solo 24 se descubrió su pasado.
Cierto es que no podemos estar seguros de que esto pasase así, pero todo parece apuntar
que a la pequeña Selam se la llevó esa inundación.
La diferencia es que en la época de Selam nadie podía hacer previsiones para decirle
(08:49):
horas antes que se subiese a un árbol.
Ya sí podemos hacer esto, y cuando una previsión dice que existe un peligro, deberíamos actuar
en consecuencia, en lugar de comportarnos como cuando éramos un australopiteco.
Una australopiteca de tres años, concretamente.
Ella no podía ver venir aquello, claro.
(09:10):
No verlo venir es lo normal.
Lo que siempre esperamos en este tipo de situaciones es que venga alguien y nos avise, porque lo
normal es que haya alguien que avise cuando hay un peligro importante.
El tema es que saber que existe un riesgo y poder actuar no siempre es lo mismo.
Pensemos por ejemplo en un mundo paralelo en el que yo hubiese nacido en la esquina
(09:32):
opuesta de la península, viviese en Paiporta y tuviese dos niños.
Además pensemos que yo trabajase en ese supermercado que tantas críticas ha recibido.
Pues por mucho que yo hubiese visto en la tele o en redes sociales que iba a llover muchísimo,
yo tendría que seguir trabajando, tendría que recoger a los niños del cole y no podría
(09:53):
haber empezado a correr en círculos diciendo uy, esto pinta muy feo.
Con esto lo que quiero decir es que necesitamos que existan protocolos bien establecidos para
saber cómo actuar en estas situaciones.
Porque han pasado tres millones de años, no podemos seguir muriendo por una inundación
inesperada.
(10:13):
Por eso yo espero que todas las vidas que hemos perdido no se hayan perdido en vano.
Por eso pido a los responsables que tengan protocolos bien definidos y que se apliquen,
independientemente del color, que se avise a la población a tiempo y también que todas
las empresas tengan un mínimo de humanidad.
Porque pedir a tus trabajadores que se presencien en plena alerta roja o al día siguiente de
(10:38):
que se haya inundado su casa es no tener humanidad, es ser mala persona y carecer de empatía.
Esto no quiere decir, ojo, que cada uno a nivel personal no tenga que preocuparse tan
bien.
Estamos a punto de entrar en 2025 y el que sigue diciendo que el tiempo ha sido siempre
así, ese vive en un universo paralelo.
(10:58):
Ya no cuela lo de siempre ha hecho este calor, porque no es cierto.
Y no, no siempre ha llovido así.
Ha habido situaciones extremas puntuales a lo largo de la historia, por supuesto, pero
es que esas situaciones extremas puntuales son cada vez menos puntuales porque ocurren
con más frecuencia.
Y sí, eso es por culpa nuestra.
(11:19):
Pero sabiendo que eso ocurre, tenemos que planificar teniéndonos en cuenta.
Tenemos que comprobar la previsión antes de irnos de vacaciones y tenemos que pensar
en lo que hacemos.
Si nos íbamos a ir a un sitio y hay una alerta naranja o roja, a lo mejor deberíamos plantearnos
un cambio de planes de última hora.
Que no pasa nada, que improvisar está bien.
(11:50):
Dicho todo esto, voy a insistir en lo que dije al principio.
La coincidencia de temas ha sido pura casualidad.
Yo no tenía pensado hablar de esto.
O sea, yo en agosto hice una lista de temas.
Estuve mirando los días y a ver que el capítulo de hoy caía en 10 de diciembre, decidí hablar
de Selham.
Parecía muy bonito.
Se llama Paz, justo antes de las navidades.
(12:13):
Perfecto.
Iba a contar que la pobre Selham se cree que murió por una inundación, pero ahí se iba
a acabar la historia.
Ni siquiera recordé esto en noviembre.
Valoré la posibilidad de cambiar un tema para hablar de la dana y sus consecuencias.
Pero como decía antes, se me estaba encendiendo todo tanto que decidí evitar el tema.
(12:34):
Hasta que llegó hoy.
Llegué a la lista de temas y me encontré este T.D.C.H. tal día como hoy.
Selham, la hermana de Lucy.
Así lo apunté en agosto ya.
Y entonces pensé que sería la casualidad, o el karma o el azar, pero que claramente
hoy tenía que hablar como fuese de ese tema.
Y este es el último capítulo de 2024.
(12:56):
Es el último porque yo ya no estoy en condición de hacer más capítulos y porque espero poder
aprovechar un poquito los últimos días del año para poner un poco de orden en todo esto.
Porque anda que no ha llevado este trimestre sus trompicones ni nada.
Yo sé que muchos esperabais que acabase con un capítulo sobre el estado de algún apartado
(13:18):
de la ciencia, como hice en años anteriores.
Pero estas navidades, ese capítulo, lo van a traer los reyes si todo va bien.
Y ahora me retiro ya a descansar mi voz.
Que realmente para cuando me escuchéis ya habré vuelto de ese descanso.
Pero tenía que grabar antes.
Y nos quedarán dos intensas semanas antes de lo que espero que sean unas más que merecidas
(13:42):
vacaciones.
Les deseo a todos que acabéis el año lo mejor posible y que empecéis con buen pie
el siguiente.
Si sois de los que rezáis acordaros de los afectados por la dana, pero también del resto
de gente que por las circunstancias que sean, por circunstancias varias de la vida, tienen
una situación difícil, aquí o en la otra punta del mundo.
(14:05):
Si sois de los que hacéis propósitos proponéos poner un granito de arena para mejorarle la
vida al resto, que mejora también la vuestra.
Proponéos actuar con cabeza, votar con cabeza, que en teoría en España no toca pero nunca
se sabe.
Pensad que en esos pequeños gestos al final está todo porque no son tan pequeños cuando
(14:26):
se suman.
Y sí, pensad en ayudar a los demás, pero también en pedir que los responsables asuman
su responsabilidad.
Que con el cambio de año podamos finalmente dar carpetazo a todos los problemas de 2024
y empezar un nuevo año con una hoja en blanco en la que vayamos escribiendo más cosas positivas
que negativas.
(14:48):
Nos vemos el mes que viene, el año que viene, feliz entrada de año.
Gracias por el tiempo que habéis dedicado a escucharme, espero que os haya resultado
entretenido y de utilidad.
Toda la información de este capítulo la encontraréis en emilcar.fm/bacteriofagos.
Mientras esperáis el próximo capítulo, espero vuestros comentarios en cualquier red
(15:12):
social como cgdoval y en nuestro grupo de telegram en t.me/bacteriofagos en el
que hablaremos de este capítulo y de otras muchas cosas más.
Y recordad, la curiosidad no mató al gato.