Saulo y la luz

En este episodio de La Biblia en un año con el pastor Jack Graham, se narra la conversión de Saulo de Tarso, uno de los momentos más poderosos del libro de los Hechos. Saulo, lleno de odio y celoso por la ley, perseguía implacablemente a los seguidores de Jesús y pedía autorización para arrestarlos. Sin embargo, en el camino a Damasco, una luz resplandeciente del cielo lo derribó, y escuchó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. Era Jesús mismo revelándose como el Señor resucitado. Ciego por la intensidad de la luz, Saulo fue llevado a Damasco, donde un discípulo llamado Ananías, guiado por Dios, oró por él. Al instante, Saulo recobró la vista, fue lleno del Espíritu Santo y bautizado. Transformado completamente, comenzó a predicar con valentía que Jesús es el Hijo de Dios, asombrando a los que antes lo temían. Este relato en Hechos 9 muestra que nadie está fuera del alcance de la gracia divina: el perseguidor se convierte en predicador, y el enemigo de la Iglesia en su más ferviente apóstol

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Episode Transcript

Speaker 1 (00:00):
Oremos. Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía,« Saulo, Saulo,¿
por qué me persigues?» Hechos 9.4. Gracias, Jesús, porque a través
de la vida de Saulo puedo declarar que nadie está
fuera del alcance de nuestro amoroso Salvador. Gracias, Dios, porque
constantemente me recuerdas que no importa cuán lejos vaya. No

(00:24):
importa cuán desconectado de ti parezca, que en cualquier momento,
tú puedes y harás lo que sea necesario para captar
mi atención, para traerme de vuelta a ti. Como Saulo
en su camino a Damasco, cuando me desvíe, recuérdame quién soy.
Háblame con la misma valentía con la que le hablaste
a él, porque ahora entiendo que mi propósito es más

(00:47):
importante que mi comodidad. Permíteme llevar la misma mentalidad a
la vida cotidiana cuando veo a otros siendo ridiculizados por
alguien debido a quien solían ser. Que esta historia en
Hechos 9 sirva como un recordatorio de que nadie está fuera
del alcance de tu amor. Continúa transformando mi corazón, no

(01:08):
sólo desde adentro, sino haz una obra poderosa para que
se pueda ver por fuera como un tributo a quién
eres y al poder que posees para cambiar una vida.
Gracias por restaurar mi vista para que pueda ver que
hay más reservado para mí. En el nombre de Jesús. Amén.
Gracias por hacer de la oración una prioridad en tu vida.

(01:29):
Para escuchar la Biblia cobrar vida, mantente sintonizado para la
Biblia en un año. Traído a ti por BibleInAYear.com.

Speaker 2 (01:45):
Saulo y la Luz En nuestra historia anterior, Dios usó
a Felipe para predicar el evangelio en Samaria. Le predicó
en el desierto a un funcionario etíope y lo bautizó.
En nuestra historia de hoy, escudriñaremos en el oscuro corazón
de Saulo. Su mente corrupta y perversa estaba llena de

(02:05):
odio hacia Jesús y la iglesia, pero ningún hombre se
resiste al amoroso toque de Cristo. No hay cantidad de
odio que pueda oscurecer la luz del Hijo de Dios.
Inspirado en el Libro de los Hechos.

Speaker 3 (02:21):
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(02:41):
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(03:03):
gracias por su apoyo. En el episodio de ayer, escuchamos
cómo la persecución de Saulo a la iglesia había llevado
a una gran dispersión de creyentes, una dispersión de cristianos.
Lo que el enemigo quiso para mal, para detener la
obra de Dios en el mundo, finalmente llevó a que
el mensaje de Jesús se extendiera mucho más allá de
Jerusalén e incluso más allá de Israel. Escuchamos cómo Felipe

(03:26):
compartió las buenas nuevas con un etíope que luego llevó
el mensaje de salvación con él hasta los confines de
la tierra. Hoy escucharemos cómo Saulo, en medio de su
campaña para destruir la iglesia y el mensaje de Jesús,
se encuentra con aquel a quien está persiguiendo. Está en
el camino a Damasco, será cegado físicamente, pero sus ojos
espirituales se abrirán a la verdad de quién es Jesús,

(03:50):
y allí recibirá el llamado más alto de todos, que
es llevar el mismo mensaje que quería destruir hasta los
confines de la tierra. Escuchemos ahora la lectura de hoy.

Speaker 2 (04:04):
Con cada respiro, se llenaba de más odio y deseos
de asesinar. Lleno de ferviente ira contra la iglesia, Saulo
se paró bajo la antorcha del tribunal. Observó mientras el
juez del templo escribía en el pergamino. Los escritos le
dieron completa autoridad para arrastrar a todo hombre, mujer y

(04:25):
niño hacia las calles de la ciudad y acabar con ellos.
Las cartas eran su licencia para matar. Saulo tomó las
cartas y las metió en su bolso, lo colgó en
su hombro y salió del templo lleno de furia. Montó
su caballo y cabalgó por la oscuridad de la noche
rumbo a Damasco. Allí acorralaría a todos los cristianos que

(04:47):
quedaban como ganado. Le pondría final a la vida de
Jesús de una vez por todas. El oscuro cielo envolvía
la noche mientras Saulo cabalgaba. Las espesas nubes ocultaban las estrellas.
El corazón de Saulo era negro como la misma noche.
Estaba empeñado en destruir a los seguidores de Jesús. Despreciaba

(05:09):
su evangelio porque era una amenaza directa a los fundamentos
sobre los que había edificado su vida entera. Devoción, santidad
y perfección, estas eran las metas de Saulo. Él ansiaba poder,
ansiaba la santidad, ansiaba que Dios lo aprobara por sus acciones,
no mediante su gracia o su misericordia. Saulo quería comprar

(05:32):
el amor de Dios. El caballo de Saulo cabalgó violentamente
hacia el oscuro y frío. La pequeña antorcha que Saulo
llevaba en la mano apenas iluminaba el camino que tenía
que recorrer. Damasco no quedaba muy lejos. De pronto, la
antorcha de Saulo se apagó y su caballo se detuvo bruscamente.

(05:53):
Sin esta luz, Saulo no podía ver absolutamente nada. La
oscuridad y el silencio de la noche eran desesperantes. Saulo
sopló la antorcha con mucha fuerza con la intención de
avivar las llamas, pero fue inútil. Entonces, como si una
espada traspasara la noche, una luz intensa atravesó la oscuridad.

(06:13):
La afilada luz lo envolvió. Los ojos de Saulo apenas
soportaban el resplandor que lo rodeaba. Y cuando la luz
se aproximó, Saulo se cayó de su caballo, golpeó fuertemente
el suelo y su caballo huyó. Una voz que provenía
de la luz le dijo claramente,« Saulo, Saulo,¿ por qué

(06:34):
me persigues?». Saulo se levantó para ver quién estaba detrás
del resplandor.«¿ Quién eres?», le preguntó con una voz temblorosa.«¿
Quién eres tú?». La luz bailaba de un lado para
otro como un tapiz tejido.« Soy yo, Jesús, a quien
tú persigues.¿ Por qué das tecoces contra el aguijón?¿ Por

(06:55):
qué no atiendes mi llamado?». Los acompañantes de Saulo escuchaban
la voz, pero no veían la intensa luz que bailaba
alrededor de Saulo. Lo vieron de rodillas, temblando de miedo
mientras escuchaba la temible voz de Jesús. Saulo se postró
y cerró sus ojos. Entonces, la luz se desvaneció. El

(07:17):
silencio reinó nuevamente la noche y la antorcha de Saulo
alumbró la oscuridad. Sin embargo, cuando Saulo abrió los ojos
descubrió que había quedado ciego. Los acompañantes de Saulo lo
llevaron a Damasco de la mano. Allí estuvo tres días
en cama, periodo en el que buscó en silencio respuestas

(07:37):
de Dios y no comió ni bebió nada. Simplemente esperó
hasta que Dios le hablara sobre lo que había visto
y oído. Había un creyente en Damasco llamado Ananías. Era
un hombre mayor muy atento a la voluntad y dirección
de Dios. De madrugada, buscaba la voz de Cristo. Mientras oraba,

(07:58):
el llamado silencioso del Espíritu de Dios le habló.« Levántate»,
le dijo.« Cerca de aquí, en la casa de Judas,
encontrarás a un hombre llamado Saulo. Está orando y buscando
de Dios. Ve y háblale de mí». Ananías negó con
la cabeza,« Señor, he sabido que este hombre es el

(08:18):
causante del mal que le ha venido a tu pueblo.
Sus manos están manchadas con la sangre de los creyentes. Anda,
porque yo lo he escogido para llevar mi nombre y
anunciarme ante los gentiles. Yo le mostraré todo lo que
tiene que sufrir por causa de mi nombre», le respondió
el Señor. Entonces, Ananías tomó su bolso y se fue

(08:40):
a la casa donde estaba Saulo. Saulo aún estaba envuelto
en la oscuridad. La noche anterior, al cerrar los ojos,
había tenido visiones sobre un hombre llamado Ananías. No obstante,
todo había sido una imagen borrosa. Todo era muy confuso.
No tenía idea de lo que el Señor estaba haciendo.

(09:01):
Mientras Pablo estaba sentado en medio de la oscuridad, su
corazón comenzó a ablandarse. De repente, Saulo escuchó el crujir
de la puerta.« Hermano Saulo», dijo una voz,« yo soy Ananías.
Jesús me ha enviado a sanarte en su nombre». El
corazón de Saulo se agitó al escuchar el nombre de Jesús.

(09:21):
Las palabras de la intensa luz aún resonaban en su mente.
Lágrimas cayeron de los ciegos ojos de Saulo. De pronto,
mientras Ananías le imponía sus manos, Saulo recobró la vista.
pareció como si cayeran escamas de sus ojos. En ese momento,
el corazón de Saúl lo cambió. No solo vio la

(09:41):
luz del día, sino que vio la luz de Jesús.
En un breve momento, comprendió todo lo que había hecho.
Fue impresionante. Después de que lo bautizaran, Saulo fue a
ver a unos discípulos que estaban en Damasco ellos eran
los que anteriormente había planeado aprender y matar lo vieron

(10:01):
entrar con la cabeza agachada tenían sus dudas pero claramente
podían ver que había algo diferente en él Pedro se
sentó entre ellos porque siempre procuraba proteger al resto de
los discípulos y no quería un lobo en medio del rebaño.«¿
Quién es Jesús?», le preguntó sin rodeos. Hubo una larga pausa.

(10:21):
El rostro de Saulo mostraba una expresión de angustia y arrepentimiento.
Recordaba todo lo que había hecho y lo que había dicho.
Sus manos estaban manchadas de sangre.« Es el Hijo de Dios»,
contestó Saulo. Y cuando dijo esto... Todos en la habitación
quedaron con la boca abierta. Estaban asombrados de que Jesús

(10:41):
había tocado el corazón de alguien tan oscuro y malvado.¿
Acaso no es este el que observó mientras apedreaban a Esteban?
gritó un hombre. Estoy seguro de que vino a aprehendernos
y llevarnos. Sin embargo, Saulo se quedó con los discípulos
por un buen tiempo y aprendió de ellos. Escuchaba sus
enseñanzas y oraba con bondad. Día a día, veían como

(11:04):
aquel que un día fue perverso, se convertía en un
ministro de la gracia. Después de un tiempo, predicó ante
los judíos de Damasco y afirmó que Jesús era el Cristo. Entonces,
los judíos resolvieron matarlo, pero los apóstoles lo bajaron dentro
de una canasta por la muralla de la ciudad y
lo enviaron de vuelta a Jerusalén con Bernabé. Y así

(11:27):
comenzó el grandioso viaje del sufrido siervo de Cristo. Aquel
que una vez procuró matar a los cristianos daría su
vida por anunciar el Evangelio. La vida de Saulo sería
un ejemplo para aquellos que creen que están demasiado perdidos
para venir a los pies de Dios. Él es la
viva imagen de que nadie está fuera del alcance del
tierno y amoroso Salvador.

Speaker 3 (11:53):
Saulo persigue implacablemente a los seguidores de Jesús, decidido a
destruir de una vez por todas este nuevo movimiento, la
fe cristiana que amenaza todo lo que aprecia, todas sus tradiciones,
toda su religión. Saulo era celoso por Dios, pero estaba equivocado.
Todavía está atrapado en las cadenas del legalismo y las

(12:16):
buenas obras, incapaz de entender quién es Jesús a pesar
de sus años de estudiar la ley y los profetas.
Así que Saulo pidió al sumo sacerdote cartas para el
templo en Damasco, autorizándolo a reunir a tantos cristianos como pudiera,
personas conocidas como seguidores del camino, y luego encarcelarlos o
algo peor. Pero Dios tenía otros planes. Y en la

(12:38):
lectura de hoy escuchamos cómo Dios hizo esfuerzos sobrenaturales para
alcanzar a Saulo y detenerlo en su camino. Porque allí
en el camino a Damasco, en su camino para destruir
la iglesia, Saulo fue cegado por la luz del cielo.
Este es el mismo Cristo resucitado. Allí en el suelo,
Saulo no podía ver nada más que la gloriosa luz

(13:01):
de Cristo y la voz que le llegó. Este es
Jesús preguntándole a Pablo,¿ Por qué me persigues? Jesús le
preguntó a Saulo,¿ Por qué estás luchando contra mí y
lo que te estoy diciendo que hagas? ¿Ves? Aunque Saulo
aún no lo sabía, Dios tenía un alto llamado celestial
y un propósito para él. Dios no quitaría el celo

(13:21):
de este hombre ni su profundo entendimiento de la verdad
y las escrituras. Más bien, cumpliría las escrituras en la
vida de Saulo y él se convertiría en el gran
misionero de la iglesia. Así que después de ser derribado
de su caballo, Saulo se levanta ciegamente y ya Dios
lo está cambiando. Jesús lo está cambiando porque cuando abre

(13:42):
los ojos, descubre que no puede ver. Saulo ahora está
físicamente ciego. Y durante muchos años había vivido en oscuridad
y ceguera espiritual. Y tenía vista física, pero ahora las
tornas han cambiado. Dios había comenzado a abrir sus ojos espirituales,
pero está ciego e indefenso. Sus compañeros lo llevaron a Damasco,

(14:04):
donde permaneció durante tres días, ayunando y sin beber nada.
Mientras Saulo esperaba sin saber qué sucedería después, Dios estaba
trabajando tras bambalinas, como siempre lo hace. Se le apareció
en una visión a un creyente en Damasco, un hombre
llamado Ananías, y Dios le dijo que debía ir a Saulo.
Simplemente afirmó el mandato y explicó su propósito, diciendo en

(14:26):
Hechos 9, 15 al 16, Ve, porque él que es Saulo. Es un

(14:52):
instrumento escogido por mí para llevar mi nombre ante los
gentiles y los reyes y los hijos de Israel, porque
le mostraré cuánto debe sufrir por causa de mi nombre. Ananías,
qué gran hombre, entonces obedientemente cumplió su llamado, y fue
a Saulo y le impuso las manos, e inmediatamente lo
abraza y lo llama hermano. Este hombre que era un

(15:16):
enemigo de la iglesia, ahora está siendo llamado hermano, parte
de la familia de Dios. No pierdas de vista la
importancia y el significado de esto. No todos nosotros habríamos
sido tan rápidos en abrazar a Saulo. Pero Ananías, sabiendo
que Dios tenía un gran propósito para este hombre y
confiando en la voluntad de Dios, dio la bienvenida a
Saulo y oró para que recibiera el Espíritu Santo. En

(15:39):
ese instante, la vista de Saulo fue restaurada. Las escamas
de sus ojos cayeron y ahora ve de nuevo. Saulo
fue entonces bautizado e inmediatamente se transforma en una fuerza
para el Evangelio, un evangelista valiente y fiel que difundiría
el Evangelio, señalando a otros hacia Jesús en todos los
lugares a los que iba. Los discípulos estaban desconcertados y

(16:01):
confundidos y un poco incómodos, pero al escuchar a este
hombre predicar, al ver a Saulo testificar de las buenas nuevas,
estaban seguros ahora de que es un hombre cambiado, y
el asesino se convierte en misionero. Pronto, Saulo regresó a Jerusalén,
pero cuando intentó unirse a los discípulos allí, nuevamente se
enfrentó a algo de miedo y escepticismo. Pero un hombre

(16:25):
llamado Bernabé, al igual que Ananías, dio la bienvenida a
su nuevo hermano en Cristo. Se levantó a favor de
Saulo ante los discípulos y entonces Saulo fue aceptado, uniéndose
a los de Jerusalén, predicando valientemente a Cristo a todos
los que quisieran escuchar. No pasaría mucho tiempo antes de
que Saulo enfrentara la misma opresión, oposición y persecución que

(16:45):
él había traído a la iglesia. Ahora él era el
odiado y perseguido, pero nada detendría a este hombre. Era imparable.
Saulo es un testimonio increíble del poder de Dios para
redimir y cambiar incluso a la persona más perdida y desesperada.
Saulo llevaría la gracia de Dios hasta los confines del mundo,
impulsado por el poder y la pasión del Espíritu dentro

(17:07):
de él, y tanto judíos como gentiles en todas partes
creerían en el mensaje salvador de Cristo, porque el hombre
que odiaba a los cristianos ahora se está convirtiendo en
el mayor cristiano que jamás haya vivido. Oremos juntos. Querido Dios,
gracias por la escritura de hoy que nos recuerda tu
gran gracia, tu increíble gracia que puede tomarnos cuando vamos

(17:28):
en la dirección equivocada y cambiar nuestras vidas para que
podamos convertirnos en tus seguidores. Sabemos que todo esto es
verdad porque Jesús está vivo, porque has resucitado, Señor, y
te seguimos y confiamos en ti y te obedecemos, y
que seamos valientes en nuestro testimonio, usando nuestros propios testimonios
para decirle al mundo quién es Jesús, porque oramos en

(17:51):
el nombre de Cristo. Amén. Gracias por escuchar la Biblia
en un año de hoy. Gracias por escuchar el podcast
de la Biblia en un año de hoy. Soy Jack
Graham de Dallas, Texas. Y antes de irnos, quiero que
sepas que me encantaría enviarte mi devocional diario para darte
un nuevo ánimo cada día. Así que visita jackgraham.org para

(18:13):
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