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May 17, 2025 79 mins
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SOBRE LA BREVEDAD DE LA VIDA

¿Realmente vivimos o solo existimos?
En esta obra clásica e inmortal, el filósofo estoico Lucio Anneo Séneca lanza una mirada crítica y profundamente lúcida sobre cómo los seres humanos desperdician el tiempo, creyendo que la vida es demasiado corta… cuando en realidad, es que no sabemos aprovecharla.

Escrito hace más de dos mil años, De la brevedad de la vida sigue siendo una guía sorprendentemente vigente para una vida con propósito. Con un estilo directo y contundente, Séneca nos recuerda que el tiempo es nuestro recurso más valioso, y que malgastarlo en ocupaciones vanas, ambiciones ajenas o placeres sin sentido es el mayor de los errores.

A través de este ensayo breve pero poderoso, Séneca nos invita a detenernos, reflexionar y tomar el control de nuestra existencia. Nos enseña que una vida bien vivida no se mide en años, sino en la calidad de nuestra conciencia y dedicación a lo esencial: el crecimiento interior, la sabiduría y la libertad de espíritu.

Un texto imprescindible para quienes desean dejar de sobrevivir y comenzar, al fin, a vivir.

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Speaker 2 (00:03):
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(00:44):
un mundo mejor por medio de los libros. Pigeon, casa editorial,
presenta Sobre la brevedad de la vida Autor Seneca. El autor.
Lucio Anneo Seneca, hijo de un rico provincial de la

(01:05):
clase de los caballeros, Equites, nació en Córdoba en torno
al año 1 d.C. Pronto marchó a Roma donde recibió una
buena formación con los mejores maestros, oradores, juristas y filósofos.
Ejerció la abogacía, destacando por sus dotes de orador. Sufrió
las represalias de Claudio y Mesalina, que lo mantienen desterrado

(01:28):
en la isla de Córcega durante ocho años, hasta que Agripina,
la nueva esposa del emperador, lo hace regresar y le
encarga la educación de su hijo, que más tarde, con
el nombre de Nerón, alcanza el poder. Durante el mandato
de éste, Séneca controla la política romana intentando dar juego
al Senado y repartiendo cargos entre gente fiel a sus proyectos.

(01:50):
Poco a poco, Nerón se emancipa de las influencias de
la madre, a la que hace asesinar, y del viejo maestro,
al que, tras haber sido revelado su nombre como participante
de un complot político, se le envía la orden de suicidarse.
La muerte se muestra esquiva al condenado y sólo llega
después a abrirse las venas de brazos y piernas, tomar

(02:10):
la cicuta y sofocarse con los humos de unos baños, 65 d.C.
Séneca compuso tragedias, a imitación de los clásicos atenienses, tratados filosóficos,
algunos de ellos llamados diálogos en recuerdo de Platón, consolaciones,
y las epístolas morales a Lucilio, sin duda, su obra
más conocida.

Speaker 3 (02:32):
La obra¿ Qué va a pasar?

Speaker 2 (02:38):
Escribe Séneca, tú no tienes tiempo para nada y la
vida corre, entre tanto llega la muerte y para ella,
quieras o no quieras, vas a tener todo el tiempo
del mundo. Estas palabras dan una idea de la intensidad
y de la desgarradora sinceridad con la que se expresa
el filósofo cordobés en Sobre la brevedad de la vida.
Compuesto en el año 55, este tratado constituye uno de los

(03:02):
textos más sobrecogedoramente honestos escritos nunca sobre el paso del tiempo,
sobre la muerte y, por extensión, sobre la vida. A
pesar de que los hombres no paran de quejarse de
la brevedad de la vida, el tiempo del que disponen
es bastante si se sabe aprovechar. Desperdiciamos el tiempo y
no lo consideramos el bien mayor y único. La solución

(03:24):
que propone Seneca no pasa por la hiperactividad ni por
la holganza, sino por una serena aceptación de la propia
mortalidad que nos permita administrar positivamente el espacio clausurado de
la propia existencia. La voz del viejo sabio, volcada aquí
en una nueva e impecable traducción realizada por Francisco Socas, traspasa, rotunda,

(03:44):
épocas y siglos, todas las cosas venideras quedan en la incertidumbre,
vive de inmediato. Séneca y la administración de nuestra mortalidad
por Francisco Socas El personaje Lucio Anneo Séneca, hijo de
un rico provincial de la clase de los Caballeros, Equites,
nació en Córdoba en torno al año 1 d. C. Muy

(04:07):
pronto marchó a Roma con su familia y allí su padre,
un hombre interesado en las letras, le procuró una buena
formación con los mejores maestros, oradores, juristas y filósofos. En
un primer momento ejerció la abogacía, destacando por sus dotes
de orador. Tal vez por motivos de salud, padecía del pecho,
estuvo unos años en Egipto con un tío suyo. En

(04:31):
tiempos de Calígula, 37 a 41 d.C., estuvo a punto de sufrir condena,
pero lo salva la intercesión de una influyente mujer de
la corte. Nadie lo pudo librar sin embargo de las
represalias de Claudio y Mesalina, que lo mantienen desterrado en
la isla de Córcega durante ocho años, 41-49 d.C., hasta

(04:51):
que Agripina, la nueva esposa del emperador, lo hace regresar
y le encarga la educación de su hijo Domicio. Una
vez que este hijo de Agripina, con el nombre de Nerón,
alcanza el poder, 54 d.C., Séneca, junto a Burro, el jefe
de la guardia pretoriana, controla la política romana intentando dar
juego al Senado y repartiendo cargos entre gente fiel a

(05:14):
sus proyectos. Pero Nerón se emancipa poco a poco de
las influencias de la madre, a la que hace asesinar,
y del viejo maestro. Al morir Burro, 62 d.C., Séneca queda
sin apoyos en la corte y hace un intento frustrado
de retirarse. Nerón no permite su retiro, quizá nunca completo,

(05:35):
hasta años más tarde. El descontento general cuaja en una
conjura mal planeada en torno al senador Pizón. Cuando el
complot es descubierto, algunos de los conjurados menciona a Séneca,
y entonces Nerón, después de una somera pesquisa, le envía
la orden de suicidarse. La muerte se muestra esquiva al
condenado y sólo llega después a abrirse las venas de

(05:57):
brazos y piernas, tomar la cicuta y sofocarse con los
humos de unos baños, 65 d.C.

Speaker 3 (06:05):
La obra

Speaker 2 (06:10):
Seneca no participó de la vida política a desgana o
movido por una vaga responsabilidad filosófica, sino como consecuencia de
una profunda y continuada vocación entroncada con el modo de
ser de los caballeros de su clase. Fue también un
próspero hombre de negocios y, al arrimo del poder, engrandeció
su patrimonio dinerario e inmueble en proporciones gigantescas. En medio

(06:33):
de esas tareas políticas y comerciales tuvo tiempo para componer
excelente poesía, un conjunto de tragedias imitadas de los clásicos
atenienses y redactar tratados filosóficos, algunos de ellos llamados diálogos
en recuerdo de Platón, aunque en puridad no son más
que disertaciones muy vivas y cercanas a veces a la charla.
Su obra más actual y entretenida es sin duda la

(06:55):
colección de cartas dirigidas a su joven amigo Lucilio, que
constituyen un precedente del ensayo moderno y, en ciertos pasajes,
del artículo periodístico. Un género peculiar que cultivó es el
de los escritos consolatorios, especie de carta de pésame, que
nos documentan sobre sus lances biográficos y sus actitudes íntimas.

(07:16):
Desde el destierro dirigió estas consolaciones a su madre Elvia,
para aliviar sus añoranzas, y a Polibio, el poderoso valido
de Claudio, para suplicarle de paso perdón. Séneca, desde muy joven,
se adscribió a la tradición filosófica de la escuela estoica,
fundada por Zenón de Sitio tres siglos antes. En todos

(07:37):
sus escritos Séneca mostró fidelidad a sus doctrinas, aunque supo
darle un sesgo actual y muy romano. Los mismos títulos
revelan su temática, y así tocó asuntos sociales y políticos,
sobre los beneficios, sobre la clemencia, naturalistas, indagaciones sobre la naturaleza, teológicos,
sobre la providencia, y sobre todo de aquello que constituía

(07:58):
la preocupación fundamental de las dos escuelas filosóficas predominantes, la
estoica y la epicúrea, la construcción del filósofo, sobre la
integridad del sabio, el ocio del sabio, y el logro
para todos de la mejor forma de vida, sobre la tranquilidad.
de espíritu, la vida feliz. Ideas de la muerte y
vida La muerte es un tema central de la filosofía

(08:22):
desde los tiempos de Sócrates, Platón le hace decir en
sus diálogos que toda la vida del filósofo es meditación
y entrenamiento en la muerte. Aunque Séneca conoce y propaga
ciertos silogismos y frases brillantes que parecen reducir la muerte
a nada, así ningún mal es grande si es el último, cartas, 4.3,
mira más allá y defiende una conciliación trágica de muerte

(08:44):
y vida. Una primera cuestión es la del suicidio, tan
presente en la ideología estoica. Defienden también la buena muerte,
que muchas veces será la muerte voluntaria. Una muerte serena
y pacífica debe coronar la vida entera si es posible.
Una muerte angustiosa y resentida puede devaluar o borrar todos

(09:05):
los recuerdos buenos. La divinidad nos ha hecho inteligentes, lo
que lleva consigo la conciencia amarga de la mortalidad, pero
también la alegría de poder escapar de la necesidad y
del dolor irremediable. Llaman al suicidio eulogos hexagoge, que quiere
decir la salida razonable. La muerte voluntaria es, pues, para

(09:25):
ellos un acto de razón. La buena muerte, yusenache, es
un don de los dioses y la muerte más humana.
La muerte voluntaria, aceptada e incluso provocada por uno mismo,
representa la libertad. No se puede ser esclavo ni siquiera
del vivir, ya que la vida, si falta la valentía
para morir, es servidumbre, cartas 77.15. Quien ha aprendido a morir

(09:51):
ha desaprendido a servir y está por encima de todo poder. Cartas, 26.10.
Séneca sabe que la libertad se adquiere a la vez
que se abandona el temor a la muerte. Lo que
distingue al amo del siervo es el miedo a la muerte,
repetirá como un eco Hegel. Pero la decisión de morir
no debe tomarse a la ligera. El hombre valeroso y

(10:12):
sabio no debe huir de la vida a la carrera
y atropelladamente, sino más bien salir de ella despacio y
con elegancia. Hay en algunos algo así como un gusto
de la muerte, libido moriendi, que invade tanto al valiente,
que hace alarde de despreciar la vida, como al cobarde,
que la teme. En esto de la muerte anticipada también

(10:32):
hay que precaverse del puro hastío que, alentado a veces
por la propia filosofía, nos mueve a decirnos, hasta cuando
las mismas cosas, y a acabar para siempre. El tedio
hace que algunos aspirantes a suicidas no consideren la vida
amarga y mala, sino meramente superflua y prescindible, cartas, 24.24 a 25.
Pero a veces es necesario no ser remilgado, delicatus, aguantar

(10:58):
en la vida, aun entre tormentos, por amor a los suyos.
El hombre bueno ha de pensar en la esposa o
los amigos, cuyo amor lo hará reconciliarse valerosamente con la vida, cartas, 104.3 a 4.
Séneca define al hombre como una vasija rota por el
más leve choque, la más leve sacudida, un cuerpo débil

(11:18):
y quebradizo, corpus imbecillum et fragil, a Marcia 11.3. La muerte
es el pago y la ley del vivir, Cartas 77.12-13.
Antes debemos pertrecharnos para la muerte que para la vida, Cartas 61.4.
Porque vivir es morirse día a día y nos equivocamos

(11:39):
en eso de ver la muerte como algo futuro, gran
parte de ella ya ha transcurrido, cualquier momento de la
vida pasada lo posee ahora la muerte, cartas. 1.2 Ha
muerto en nosotros el niño y el joven que fuimos,
a Marcia, 21.7 Nada es tan útil para la templanza como
el pensar continuamente en una existencia que es breve e insegura,

(12:01):
en cada acción el hombre debe tener en cuenta la muerte, cartas, 114, 27.
La muerte trae al hombre libertad, seguridad, eternidad, Apolibio, 9.6 a 7.
pero con la muerte todas las cosas acaban, incluida la
muerte misma, Fray 28, y ningún mal resulta grande entonces si

(12:23):
ella es el último de todos, Cartas 4.3. El sabio que
busca la felicidad verdadera tiene que integrar la muerte en
la existencia y despojarse de miedos. La aceptación de la
muerte es garantía de libertad. Quien aprende a morir desaprende
a servir, Cartas 26.10. Al mismo tiempo habrá de administrar el

(12:44):
espacio reducido que el destino le otorga para crear en
él la obra de arte de la propia dicha. Los
dioses tienen vida inacabable, pero esa falta de contornos hace
que no tengan que construir en ese espacio infinito cosa alguna.
Nunca es el alma más divina, nos enseña, que cuando
conoce su mortalidad y comprende que el cuerpo es una

(13:04):
morada provisional e incómoda donde residimos como quien vive en
casa ajena, cartas, 120.15, 16. El alma despliega el propio pensamiento hacia
lo infinito, no reconoce límites de espacio o tiempo, si
no son esas fronteras que la separan de la divinidad
y que comparte con ella. La muerte desagrega esa mezcla

(13:26):
de lo divino y humano que es el hombre, permitiendo
otra vida. La vida es gestación y la muerte parto.
La última hora lo es sólo del cuerpo y este
cuerpo nuestro es cárcel y cadena del ánimo, corpusculum hoc,
custodia et vinculum animi, a Elvia 11.7. El día de la
muerte es el día del nacimiento a una vida mejor

(13:46):
y más larga. En la muerte hay revelación y se
disipa una oscuridad, una luz clara, mejor que esa que
vemos por las rendijas de los ojos, nos herirá de
todas partes, cartas, 102, 21 a 28. Podemos estar seguros de que la
parte más noble y razonadora del alma, el ánimo, animus,
es un Dios hospedado en cuerpo humano, de un incorpore

(14:09):
humano hospitantem, cartas, 31.11. La muerte es escapatoria de la necesidad
y hace que el nacer no sea suplicio, Amarcia 20, 2. La
muerte hace interesante y pone un toque de gracia en
la vida, te considero valiosa, o vida, por un favor
de la muerte, a Marcia 20.3, el filósofo, que quiere llevar

(14:31):
vida divina, administrará su mortalidad en el ámbito manejable de
la vida humana. En todo caso siempre será más humano
reírse de la vida que lamentarla. Sobre la tranquilidad 15.2 Ese
es el núcleo del mensaje de las escuelas antiguas que
nos llega a través de los escritos de Seneca. Seneca

(14:52):
habla una y otra vez, acá y allá, en tragedias
y tratados, de nuestra condición mortal. En las cartas, que
escribe cuando ya es exagenario y los mil asuntos de
viejo político no le roban el tiempo, se percibe la
angustia de una vida que nunca acaba de cumplirse, se
pasa la vida en tanto que se aplaza, cartas, 1.2. Un

(15:14):
tratado sobre los ultrajes del tiempo. Ahora bien, es en
la obra sobre la brevedad de la vida, De brevitate vitae,
donde se explaya revisando esta cuestión crucial. La obra está
dedicada a un paulino, sin duda el hermano o el
padre de Pompeya Paulina, la esposa de Séneca. El tema
subyacente es el del tiempo y la muerte, pero también

(15:36):
el de la vida como realización positiva dentro de un
ámbito limitado. Para los estoicos, la aceptación de la propia
mortalidad es una de las bases de la sabiduría, que
permite administrar el espacio clausurado de la propia existencia. El
tiempo se nos manifiesta siempre con una intrínseca y enigmática maldad,
es secreción de la vida que desbarata y construye, desbarata

(15:59):
construyendo y construye desbaratando. El hombre, porque sus deseos son
más grandes que su vida, es desgraciado y siente envidia
de los dioses. pero el sabio ha de aprender a
amar su destino y sacar partido. Encara a los hombres
todos y les reprocha, de todo como mortales que sois
tenéis miedo, todo como inmortales lo ansiáis, 3.4. Y este intrincado

(16:23):
y agobiante nudo lo quiere aflojar Seneca razonando como sigue.
A pesar de que los hombres no paran de quejarse
de la brevedad de la vida, son ellos solos los
verdaderos culpables de acortarla con su desidia y sus vicios.
Desperdiciamos el tiempo y no lo consideramos el bien mayor
y único. El tiempo de la vida es bastante si

(16:43):
se sabe aprovechar. No tenemos tiempo escaso, sino que perdemos mucho.
La solución no será ni la hiperactividad, ni la holganza,
porque los muy ocupados, pendientes siempre del mañana, tampoco aprovechan
el tiempo y pronto se ven sorprendidos por la vejez,
mientras que en la ociosidad las pasiones y diversiones nos

(17:04):
roban la paz íntima. Los ociosos temen más la muerte.
Los ocupados no podrán eludirla.¿ Qué va a pasar? Tú
no tienes tiempo para nada y la vida corre, entre
tanto llega la muerte y para ella, quieras o no quieras,
vas a tener todo el tiempo del mundo, 8.5. Incluso un

(17:25):
ocio digno puede estar lleno de tareas vanas. con las
cuestiones eruditas, como el averiguar si la Ilíada se compuso
antes que la Odisea, o si eran obra de un
mismo autor, uno no logra pasar por más sabio sino
por más cargante, 13.2. Muy corta y abrupta es la vida
de quienes olvidan el pasado, descuidan el presente y temen

(17:46):
el futuro. Cuando lleguen al final, entenderán, pobrecitos, que estuvieron
muy ocupados en no hacer nada, 16.1. No es lo mismo
vivir mucho que sentir que los días se hacen inacabables.
El sabio vive la verdadera vida tranquila y se hurta
a la muerte. Mediante la memoria recobra el pasado, que

(18:08):
deja de ser así tiempo perdido, y en su corazón
anticipa las alegrías del porvenir. En las palabras finales, Séneca
aconseja a Paulino dejar el cargo de intendente de Abastos,
a Ratione, retirarse a la vida privada y dedicarse a
asuntos más elevados, porque es mejor conocer las cuentas de
la propia vida que las del suministro público de trigo, 18.3.

(18:31):
Aquí Séneca, aconsejando a un amigo apartarse de la vida pública.
Como es sabido, los estoicos aconsejaban participar en política, mientras
que Epicuro aconsejó vivamente lo contrario. Seneca, movido por cierto
desengaño de la vida pública y la administración, se convierte aquí,
como tantas veces a lo largo de sus cartas, en

(18:52):
un epicurio circunstancial. Bibliografía Traducciones del Tratado sobre la Brevedad
de la Vida Secodonier, Diálogos, Madrid, Tecnos, 1996, II ed., pp.
314-347 M. López López, Séneca. Diálogos, Lleida, 2000, pp. 249 a 269. J.

(19:13):
Mariné Isidro, Diálogos, Madrid, B. Calle Gre 2996, pp. 373 a 414. J. M.
Gallegos Rocaful, Tratados Morales. México, UNAM, 1991, pp. 61, 85. J. Petit,

(19:43):
De la brevedad de la vida y otros diálogos, Madrid, Ed. Sarpe, 1983. L. Heribe,
De la brevedad de la vida. Buenos Aires, Aguilar, 1983. Biografías
y estudios generales. L. Estrana Marín, Vida genial y trágica

(20:04):
de Seneca, Madrid, Compañía Bibliográfica Española, 1947. J. Mangas Manjarres, Séneca
o el poder de la cultura, Madrid, 2001. M. T. Griffin, Séneca,
A Philosopher in Politics, Oxford, O.P., 1976. F. Socas, Séneca Cortesano

(20:28):
y Hombre de Letras, Sevilla, Fundación José Manuel Lara, 2008. Lucio
Aneo

Speaker 4 (20:35):
Séneca. Sobre la brevedad de la vida. Exordio. 1.

Speaker 2 (20:42):
La mayor parte de los mortales, Paulino, se queja a
una voz de la malicia de la naturaleza porque se
nos ha engendrado para un periodo escaso, porque el espacio
de tiempo que se nos da transcurre tan veloz, tan
rápidamente que, con excepción de unos pocos, casi todos los
demás quedan inhabilitados ya en la propia preparación de la vida.

(21:02):
Y ante este mal, que según creen es general, no
solloza solamente la masa y el vulgo necio, también este
mismo sentimiento ha sacado quejas de personajes esclarecidos. Viene de
ahí aquella proclama del más grande de los médicos de
que la vida es breve, la ciencia larga. Viene de
ahí aquel pleito tan poco propio de un hombre sabio

(21:22):
que Aristóteles planteó a la naturaleza, pues sería que ella
le ha regalado a los animales una edad tan larga
que alcanzan cinco o diez generaciones, mientras que en el hombre,
engendrado para tantas y tan grandes empresas, el límite se
ha fijado mucho más acá. No tenemos un tiempo escaso,
sino que perdemos mucho. La vida es lo bastante larga

(21:44):
y para realizar las cosas más importantes se nos ha
otorgado con generosidad, si se emplea bien toda ella. Pero
si se desparrama en la ostentación y la dejadez, donde
no se gasta en nada bueno, cuando al fin nos
acosa el inevitable trance final, nos damos cuenta de que
ha pasado una vida que no supimos que estaba pasando.
Es así, no recibimos una vida corta sino que la

(22:07):
hacemos corta, no somos menesterosos de ella sino derrochadores. Tal
como unas riquezas cuantiosas y principescas, cuando caen en manos
de un mal amo, en un instante se disipan, y
al revés, cuando, pese a ser escasas, se entregan a
un buen custodio, crecen al emplearlas. Igualmente la existencia se
le expande mucho a quien bien la organiza.

Speaker 3 (22:29):
La humana locura 1.¿ Por qué nos quejamos de la naturaleza

Speaker 2 (22:38):
Ella se porta benévolamente, la vida, si sabes usarla, es larga.
Pero al uno una avaricia insaciable, al otro una actividad
ajetreada los mantienen en tareas superfluas. El uno se empapa
de vino, el otro languidece en la holganza. A éste
le fatiga una ambición siempre pendiente del sentir ajeno, a
aquel una codicia desatada lo lleva con su afán de

(22:59):
lucro por todas las tierras y todos los mares. A
algunos los atormenta la afición a la guerra y están
siempre empeñados en los riesgos ajenos y angustiados por los propios.
Están los que por culpa de una frecuentación de sus
superiores no correspondidas se consumen en una servidumbre voluntaria. 2.
A muchos los retiene el sentimiento de la suerte ajena

(23:21):
o la queja de la propia, a los más, que
no persiguen ningún fin claro y seguro, una frivolidad tornadiza,
mudable y descontenta de sí misma les lleva a cambiar continuamente.
De propósito, a algunos no les agrada ninguna orientación que
puedan dar a sus vidas y la hora fatal los
encuentra mustios y dando bostezos, de manera que no cabe

(23:41):
dudar de la verdad de aquello que, como un oráculo,
dejó dicho el mayor de los poetas, de la vida
es escasa la parte que vivimos. Porque todo el espacio
restante no es vida, es mero tiempo. Les acosan y
asedian vicios por todas partes y no les dejan levantarse
ni alzar los ojos a la contemplación de la verdad.

(24:02):
los empujan para hundirlos y sujetarlos en sus ansias, nunca
se les permite recurrir a sí mismos. Si alguna vez
acaso les toca en suerte algún descanso, como en mar
profundo en el que incluso tras la ventolera sigue el balanceo,
sobrenadan agitados y jamás para ellos hay descanso de sus ansias.¿
Crees que estoy hablando de esos cuyos males son notorios?

(24:24):
Mira aquellos otros a cuya prosperidad se arriman todos, se
ven ahogados por sus bienes.¿ Para cuántos y cuántos las
riquezas son pesadas?¿ A cuántos les cuesta sangre su facundia
y el afán diario de exhibir su talento?¿ Cuántos están
pálidos por sus voluptuosidades continuas?¿ A cuántos no les deja
nada de libertad la masa de clientes que los rodea?

(24:48):
Repasa en fin la nómina de todos esos, de los
más bajos a los más altos, uno pide asesoramiento y
otro lo presta, aquel es sospechoso y el de más
allá defiende, aquel hace justicia pero ninguno se reivindica a
sí mismo, cada cual se consume para otro. Pregunta acerca
de esos cuyos nombres se aprenden de memoria, verás que
se les distinguen por las siguientes señas, este es del

(25:10):
círculo de aquel, este otro de las de un tercero,
ninguno del suyo propio. La indignación de algunos es completamente demencial. Además,
se quejan del desdén de los superiores, porque cuando quieren
verse con ellos no tienen tiempo.¿ Se atreve a quejarse
de la arrogancia de otro alguien que nunca tiene tiempo
para sí mismo? No obstante aquel a ti, seas tú

(25:33):
quien seas, te mira con expresión insolente, es verdad, pero
te mira alguna vez, aquel rebaja sus oídos a tus palabras,
aquel te deja ir a su lado, tú no te
has dignado mirarte nunca, no te has dignado escucharte. Así
que no tienes por qué imponer tales obligaciones a nadie,
puesto que ciertamente, cuando obrabas así, no querías estar con otro,

(25:55):
sino que no podías estar contigo

Speaker 4 (25:57):
mismo. Echando cuentas 1. Por más que

Speaker 2 (26:04):
todos los talentos que alguna vez brillaron estén de acuerdo
en ello, nunca se asombrarán lo bastante de esta ceguera
de la mente que muestran los hombres, no consienten que
ninguno ocupe sus fincas. Si surge la menor disputa acerca
del trazado de las lindes, recurren a pedradas y puñales,
dejan a otros adentrarse en sus vidas, mas todavía por
su propia cuenta hacen que otros en adelante se adueñen

(26:26):
de ella. No se haya nadie que quiera distribuir su dinero,
la vida en cambio. entre cuantos y cuantos la reparte
cada cual. La gente es estricta en preservar el patrimonio,
en cuanto llega la hora de perder tiempo, es muy
derrochadora de aquello en lo que únicamente es honroso ser avaro.
Que bien estaría emprenderla con uno del grupo de los viejos,

(26:48):
vemos que has llegado al término final de una vida humana,
alcanzas los cien años o más allá, ea, haz que
tu vida eche las cuentas. De ese tiempo extrae cuánto
se ha llevado el acreedor, cuánto la querida, cuánto el patrono,
cuánto el cliente, cuánto el pleito con la esposa, cuánto
el control de los esclavos, cuánto los desplazamientos por la

(27:08):
ciudad para atender compromisos. Añade las enfermedades que artificialmente nos ocasionamos,
añade lo que quedó tirado sin usar, verás que tienes
menos años de los que cuentas. Repasa contigo mismo en
tu memoria cuando has estado seguro de tus planes, qué
jornada entre tantas ha resultado como proyectabas, cuando has estado
a disposición de ti mismo, cuando la expresión de tu

(27:30):
cara ha sido la que debiera, cuando el ánimo estuvo
sin miedo, qué labor tienes acabada en tan largo periodo,
cuántos y cuántos han despedazado tu vida sin darte tu
cuenta de lo que perdías, cuánto te ha quitado el
resentimiento vano, la alegría estúpida, el deseo ansioso, las relaciones. Lisonjeras,
que poco de lo tuyo se te ha dejado, comprenderás

(27:52):
que vas a morir prematuramente. Así que¿ dónde está la
razón de todo esto? Vivís como si fuerais a vivir siempre,
nunca reparáis en vuestra fragilidad, no calculáis cuánto tiempo ha
pasado ya para vosotros, como si sacarais del total y
sobrante lo perdéis, cuando a las veces ese día precisamente
que se le dedica a alguien o a algún negocio

(28:13):
sea acaso el último. Todo como mortales lo teméis, todo
como inmortales lo anheláis. Oirás a la mayoría decir, a
partir de los cincuenta me retiraré a descansar, los sesenta
años me librarán de obligaciones. Pero¿ a quién tomarás que
te avale una vida lo bastante larga?¿ Quién dará permiso
para que eso salga como dispones?¿ No te da vergüenza

(28:36):
reservar para ti los rebojos de tu vida y destinar
para el bien espiritual sólo ese tiempo que no se
puede dedicar a ninguna cosa?¿ Qué tarde es empezar a
vivir justamente cuando hay que dejarlo?¿ Qué olvido de nuestra
mortalidad tan estúpido aplazar los planteamientos sensatos para los cincuenta
o los sesenta años y pretender empezar la vida en
un momento al que pocos logran llegar? Tres ejemplos.

Speaker 4 (29:01):
Uno,

Speaker 2 (29:01):
a los hombres más poderosos y encumbrados verás que se
les escapan frases que revelan que desean el tiempo libre,
lo alaban y lo prefieren a todos sus bienes. Ancían
entre tanto, si pudieran hacerlo sin riesgo, bajar de su cumbre,
pues aunque desde fuera nada les amenacen y golpee, sobre
sí misma su fortuna, ella sola, se derrumba. Augusto El

(29:25):
divino Augusto, a quien los dioses le concedieron más cosas
que a nadie, nunca dejó de suplicar descanso para su
persona y de solicitar que lo eximieran de la política.
Toda su conversación desembocaba en eso de esperar su jubilación,
distraía sus fatigas con este consuelo, aunque engañoso, dulce al menos,
de un día llegar a vivir para provecho propio. En

(29:47):
cierta carta que mandó al Senado, después de prometer que
su retiro no estaría exento de dignidad ni discreparía de
su anterior prestigio, hallé estas palabras, pero esas cosas son
más bonitas de hacer que de prometer. Aunque a mí
las ganas de un tiempo tan deseable me han arrastrado
tan lejos, que, como la alegría de la realidad se
aplaza de momento, percibo de antemano algo de gusto a

(30:09):
partir tan sólo de dulces palabras. El tiempo libre le
pareció una cosa tan grande, que la tomó de antemano
con la imaginación, ya que en la práctica no podía.
El que veía que todos los asuntos dependían del solo,
el que asignaba su suerte a hombres y naciones, imaginaba
con la mayor alegría el día en que se despojara

(30:29):
de su grandeza. Había comprobado cuánto sudor le costaban aquellos
bienes que resplandecían por todas las tierras, cuántas preocupaciones secretas tapaban,
obligado a lidiar con las armas contra conciudadanos primero, después
contra colegas, finalmente contra parientes, derramó sangre en mar y tierra.
Viajando en torno a través de Macedonia, Sicilia, Egipto, Siria

(30:52):
y Asia y casi todos los territorios, dirigió contra enemigos
exteriores unos ejércitos ya cansados de matar romanos. mientras pacifica
a los Alpes y sojuzga a enemigos presentes en medio
de un imperio pacificado, mientras desplaza las fronteras más allá
del Rin y del Eufrates y del Danubio, en la
propia Roma las espadas de Murena, Sepión, Lépido, Ignacio y

(31:15):
otros contra él se afilaban. Todavía no había escapado a
las acechanzas de éstos y ya su hija y tantos
jóvenes nobles comprometidos, a manera de juramento, mediante adulterio, también
Julo y otra vez una mujer temible en compañía de
un Antonio, aterrorizaban su edad quebrantada. Había sajado estas llagas
junto con los propios miembros, otras brotaban por debajo, como

(31:39):
un cuerpo cargado de mucha sangre reventaba por alguna otra parte.
Con que añoraba el tiempo libre, esperándolo e imaginándolo reposaban
sus fatigas, esta era la plegaria de Aquel que podía
hacer que se cumplieran las plegarias de los otros. Cicerón Uno,
Marcos y Cerón, zarandeado entre Catilinas, Clodios, Pompeyos y Crasos,

(32:01):
en parte adversarios manifiestos, en parte amigos dudosos, mientras se
bambolea con la República y la sostiene a punto de
irse a pique, arrastrado al fin, sin descansar en la
prosperidad ni soportar las adversidades,¿ cuántas veces renegó de aquel
consulado suyo alabado por él no sin razón pero demasiadas veces?¿
Qué expresiones tan llorosas revela en una carta a Ático,

(32:24):
cuando ya Pompeyo padre había sido vencido, y el hijo
rehacía en Hispania su ejército derrotado?¿ Quieres saber, dice, lo
que hago aquí? Aguardo en mi finca de Tusculano medio prisionero.
Añade luego otras cosas lamentando su época anterior, quejándose del
momento presente y desesperado del provenir. Medio prisionero se reconoció Cicerón, pero,

(32:48):
vaya que sí, nunca el sabio se rebajará a términos
tan bajos, nunca estará medio prisionero, siempre gozará de entera
y real libertad, suelto y dueño de sí mismo y
puesto por encima de los otros. Pues¿ qué puede estar
por encima de aquel que está por encima de la fortuna?

Speaker 3 (33:05):
Livio truso. Vi 1.

Speaker 2 (33:12):
Livio Druso, un hombre áspero e impulsivo, cuando, asistido en
torno por una masa enorme proveniente de Italia entera, promovía
leyes revolucionarias y males como los de los gracos sin
comprender bien el resultado de aquellas empresas que ni le
estaba permitido realizar ni, una vez empezadas, podía abandonar, se
cuenta que, renegando de aquella vida que desde sus comienzos

(33:33):
fue inquieta, dijo que era el único que ni de
niño había tenido jamás vacaciones. Y es que estando aún
bajo tutela y gastando ropa de niño se atrevió a
interceder por unos reos ante los jueces e interponer su
influencia en el foro con tanta eficacia que se sabe
que algunos juicios fueron arrastrados por el adonde quería. 2.¿
Hasta dónde no alcanzaría al reventar tan prematura ambición? Tendrías

(33:58):
que suponer que una osadía tan precoz iba a desembocar
en un mal enorme tanto privado como público. Tarde, pues,
se lamentaba de no haber tenido vacaciones quien desde niño
fue alborotador y un engorro en el foro. Se discute
si él por su propia cuenta se dio el golpe,
pues de pronto, con una herida en la ingle, cayó
a tierra, mientras alguno que otro dudaba si su muerte

(34:20):
había sido voluntaria, ninguno si había sido oportuna. Está de
más mencionar a muchos que, aunque a otros les parecieran
muy felices, ellos por su cuenta prestaron testimonio veraz contra
sí mismos y aborrecieron cada actuación suya al cabo de
los años. Pero con estas quejas ni cambiaron a otros
ni a sí mismos. Y es que una vez que

(34:42):
las palabras ya brotaron, los sentimientos se deslizan de nuevo
a lo acostumbrado. Vuestra vida, vaya que sí, aunque alcance
más de mil años, se reduce a algo de lo
más estrecho, esos vicios no hay periodo de tiempo que
no devoren, realmente este espacio, que la razón dilata aunque
por naturaleza corre, es forzoso que pronto se os escape,

(35:03):
pues no sujetáis ni retenéis ni ponéis freno a la
cosa más veloz de todas, sino que dejáis que se
marche como algo superfluo y recuperable. El arte de vivir
7-1 En primer lugar sin embargo pongo en la lista
a aquellos que no tienen tiempo para ninguna cosa que
no sea el vino y la lascivia, pues no hay

(35:24):
nadie que se emplee en nada más vergonzoso. Los otros,
pese a que se dejan dominar por una vana imagen
de honra, yerran sin embargo conocimiento, aunque me menciones uno
a uno los avaros, los iracundos o los que practican
odios injustos y guerras, todos esos pecan muy virilmente, la
podredumbre de los que se entregan al vientre y a
la lascivia es deshonrosa. Pasa revista a todos los momentos

(35:48):
de esos, mira cuánto tiempo están haciendo cálculos, cuánto están acechando,
cuánto temiendo, cuánto haciendo visitas, cuánto recibiéndolas, cuánto tiempo les
ocupan las citaciones propias y las ajenas, cuánto los banquetes,
que como tales son ya obligaciones verás que no los
dejan respirar ni sus asuntos malos ni tampoco los buenos.

(36:09):
En fin, todos están de acuerdo en que ninguna cosa
se puede practicar por parte de un hombre ocupado, ni
la elocuencia, ni los saberes liberales, ya que un espíritu
agobiado no asimila nada con profundidad sino que lo rechaza
todo como impuesto. Nada concierne menos al hombre ajetreado que
el vivir, en ningún otro asunto es el conocimiento más difícil.

(36:30):
Los que profesan otras disciplinas son muchos y del montón,
incluso en algunas de ellas hay niños que parecen aprenderlas
de manera que hasta podrían enseñarlas, a vivir hay que
estar aprendiendo toda la vida y, algo que te va
a extrañar más, toda la vida hay que estar aprendiendo
a morir. Tantos hombres grandes, abandonando toda impedimenta, después de

(36:51):
haber renunciado a riquezas, cargos, placeres, practicaron hasta el final
de sus días eso tan sólo de saber vivir. Sin embargo,
la mayoría de ellos salió de la vida admitiendo no
saberlo todavía, así que mucho menos habrían de saber vivir
esos otros hombres corrientes. Créeme, es propio de un personaje
grande y levantado por encima de los extravíos humanos no

(37:13):
consentir en que le sorban ni una pizca de su tiempo,
y su vida se hace larguísima justamente porque toda su
abierta extensión queda disponible para él solo. Nada por eso
quedó tirado sin cultivar ni laborar, nada dependió de otro,
pues no halló nada que mereciera tomarse a cambio de
su propio tiempo un hombre que era su depositario más ahorrativo.

(37:34):
De esta manera tuvo bastante, en cambio es forzoso que
queden escasos aquellos de cuyas vidas la gente toma mucho.
Y no tienes por qué deducir de esto que alguna
vez no vean sus pérdidas, a los más de esos
que se ven grabados por una gran prosperidad, en medio
de catervas de clientes o en trámites de pleitos y
otras honrosas miserias. Exclamar en ocasiones, no se me permite vivir. 7.¿

(37:59):
Cómo que no se te permite? Todos esos que te
llaman como asesor legal te despojan de tu propia persona.¿
Aquel encausado cuántos días se llevó?¿ Cuántos aquel candidato?¿ Cuántos
aquella vieja cansada de enterrar herederos?¿ Cuántos aquel que para
incomodar la avaricia de los casatestamentos se finge enfermo?¿ Cuántos

(38:20):
aquel amigo más influyente de la cuenta que no os
tiene para ser amigos sino para exhibiros en su comitiva?
Revisa y calcula, repito, los días de tu vida, verás
que entre las manos te quedan bastante pocos y desechables.
El que logró los fases ansiados quiere al punto dejarlos
y anda diciendo,¿ cuándo pasará el año? Otro organiza unos

(38:42):
juegos que él consideró en mucho que le tocara en
suerte darlos. ¿Cuándo, dice, escaparé de esta historia? Otro como
abogado defensor se desbarata por todo el foro y lo
llena todo con tan gran concurrencia que no alcanza a
que le oiga toda ella. ¿Cuándo, dice, se aplazarán estos asuntos?
Cada cual acelera su vida y padece añoranzas del futuro

(39:04):
y hastío del presente. En cambio aquel otro que no
hay momento que no aproveche para sus propias cosas, que
organiza cada jornada como si fuera la última, ni anhela
el mañana ni de él recela. Pues qué nuevo deleite
queda que pueda aportártelo ninguna hora. Todo ya se conoce,
todo ya se ha experimentado hasta la saciedad, del resto,

(39:25):
que la pura suerte disponga como quiera. La vida está
ya en seguro, a ella se le puede añadir, no
sustraer nada, y añadirle será como poner algo más de
comida al harto y lleno, toma lo que ya no desea.
No tienes por qué pensar en razón de sus canas
y arrugas que alguien ha vivido mucho tiempo, ese no
ha vivido mucho, sino que ha estado ahí mucho tiempo.¿

(39:49):
Qué pasaría si pensaras que ha navegado mucho uno al
que una tempestad muy dura al salir del puerto lo
arrastró de acá y para allá y con los tumbos
de unos vientos que arremeten por puntos opuestos lo mueve
en círculos dentro del mismo espacio? Ese no navegó mucho,
sino que lo han zarandeado mucho. El desprecio del bien
más preciado. 8.1. Suelo extrañarme cuando veo a los unos

(40:14):
pedir tiempo y a los otros, los solicitados, dispuestos a dárselo.
Unos y otros atienden a aquello por lo que se
pide el tiempo, ninguno al tiempo en sí, se pide
como si no fuera nada, como si no fuera nada
se da. Se juega con el bien más valioso de todos,
pero los engaña el que sea un bien incorpóreo, el
que no esté a la vista, de manera que se

(40:35):
considera muy barato, más todavía, que su precio es casi nada.
Las pensiones, los subsidios la gente las recibe con mucho
cariño y en ellos invierte su esfuerzo, su trabajo o
su empeño, nadie aprecia el tiempo, se le maneja con soltura,
como si fuera gratuito. Ahora bien, esos mismos mira como

(40:56):
cuando enferman, si hay de verdad peligro de muerte, se
postran suplicantes ante los médicos, como si temen la pena
de muerte, están dispuestos a gastar todo lo que tienen
con tal de seguir vivos. Tan grande es en ellos
la disparidad de sus sentimientos. Y es que si, tal
como el de los pasados, se le pudiera poner delante

(41:16):
a cada cual el número de sus años futuros, como
temblarían al ver que les quedaban pocos, como mirarían por ellos.
Como que es fácil administrar lo positivo aunque sea escaso,
hay que guardar con mayor cuidado aquello que no sabes
cuando habrá de faltarte. y no tienes por qué pensar
sin embargo que ellos desconozcan lo mucho que vale esa cosa,

(41:37):
suelen decir a los que quieren muchísimo que están dispuestos
a darles una parte de sus años. Se los dan
sin darse cuenta, y se los dan además de manera
que se los restan a sí mismos sin añadírselos a
los otros. Pero no se dan cuenta precisamente de que
se los restan, por eso soportan ellos esa pérdida derivada
de una resta inadvertida. Nadie te restituirá esos años, nadie

(42:01):
de nuevo te devolverá tu propia persona. Irá por donde
antes olía la vida, sin echar atrás o retener su carrera,
no armará jaleo ninguno, no te dará aviso ninguno de
su velocidad, se deslizará callada. Ella no llegará más lejos
por mandato de rey ni por aprobación del pueblo, tal
como la dejaron salir el primer día habrá de correr,

(42:22):
nunca hará etapa, nunca se entretendrá.¿ Qué pasará? Tú estás atareado,
la vida se apresura, llegará entre tanto la muerte, para
la cual, lo quieras o no, habrás de tener tiempo
de sobra.

Speaker 4 (42:36):
Vivir el presente 9.1

Speaker 2 (42:42):
Puede haber algo más estúpido que la actitud de algunos,
me refiero a esos hombres que presumen de ser previsores?
Andan empeñados en demasiadas tareas para poder vivir mejor, equipan
la vida a base de gastar vida, sus pensamientos los
dirigen a la lejanía. Pero, claro, el desperdicio mayor de
vida es la dilación, ella anula cada día que se

(43:03):
va presentando, ella escamotea lo presente en tanto promete lo
de más allá. El mayor estorbo del vivir es la
expectativa que depende del mañana y pierde lo de hoy.
Dispones de lo que está puesto en manos de la suerte,
abandonas lo que está en las tuyas.¿ A dónde miras?¿
A dónde te orientas? Todas las cosas venideras quedan en

(43:25):
la incertidumbre, vive de inmediato. Ahí tenemos al más grande
poeta que vocea y, como acicateado por un espasmo divino,
canta su verso saludable. Cada día bueno que a los
pobres mortales les llega en la vida es el primero
que escapa.¿ Cómo es que vacilas? dice,¿ cómo es que
te paras? Si no te adelantas a tomarlo, escapa. y

(43:49):
aunque te adelantes, escapará. De modo que hay que combatir
contra la celeridad del tiempo mediante la rapidez en hacer
uso de él y, como de torrente raudo y que
no va a correr siempre, hay que absorber rápido. También
es muy atinado para tachar toda idea difusa el que
no diga cada edad buena, sino cada día.¿ Cómo es

(44:10):
que despreocupado tú y perezoso ante la huida de tantos
momentos te prometes en adelante meses y años en larga fila,
según le parezca bien a tus deseos? Te está hablando
de un día y de este que ya se te escapa.¿
Por qué acaso hay duda de que el día mejor
es el primero que se les escapa a los pobres mortales,
esto es, a los atareados? Sus actitudes infantiles las abruma

(44:33):
una vejez a la que llegan desprevenidos e inermes, pues
nada se ha previsto, se topan con ella de pronto
y sin esperarlo, no se daban cuenta de que se
les acercaba cada día. Tal como una charla o una
lectura o alguna reflexión más atenta engaña a los que
van de viaje, y ven que han llegado antes de
ver que les quedaba poco, así este viaje de la vida,

(44:54):
continuo y aceleradísimo, que recorremos con el mismo paso despiertos
y dormidos, no se les descubre a los atareados si
no es cuando ya acaba. Recuerdos y esperanzas Uno, en
lo que vengo planteando, si quisiera desarrollarlo por partes y
puntos concretos, se me ocurrirían muchas cosas para demostrar que
la vida de los atareados es muy corta. Solía decir Fabiano,

(45:18):
un filósofo no de esos entronizados sino de los auténticos
y antiguos, contra las pasiones hay que luchar al asalto,
no con añagazas ni con golpes menudos, sino que hay
que rechazar sus líneas en un ataque general. no aprobaba
las sutilezas, pues, según él, había que aplastarlas, no que pellizcarlas.

(45:38):
A pesar de todo esto, para sacar a esta gente
de su error, hay que instruirla no sólo criticarla. 2.
La vida se divide en tres momentos, el que ha sido,
el que es, el que será. De ellos, el que
ahora recorremos es corto, el que vamos a recorrer es dudoso,
el que hemos recorrido es seguro. En este es justamente

(46:00):
en el que la fortuna pierde todo derecho, pues no
puede ya someterse de nuevo al albedrío de nadie. Eso
es lo que se pierde en los atareados, pues ya
no les queda tiempo para volver la vista al pasado y,
si les queda, les es desagradable el recuerdo de cosas
de las que deben arrepentirse. Tres, a desgana, pues, dirigen
su atención atrás hacia tiempos mal llevados, sin atreverse a

(46:24):
tantear de nuevo momentos cuyos vicios, incluso los que merced
a las alcahueterías del placer de entonces se les escamoteaban,
se manifiestan ahora al repasarlos. Ninguno, si no es aquel
que todo lo ha hecho a la vista de su
propia censura, es a que nunca se deja engañar, se
vuelve gustoso hacia el pasado. 4. Aquel otro que con

(46:44):
ansias ambicionó muchas cosas, despreció con soberbia, venció con prepotencia,
engañó con alevosía, sustrajo con avaricia, gastó con derroche, es
forzoso que tenga miedo de sus propios recuerdos. Y es
que esa es una parte de nuestro tiempo consagrada y santa,
situada más allá de todos los avatares humanos, excluida del

(47:05):
poder de la suerte, ya que ni la carestía, ni
el miedo, ni el ataque de las enfermedades la trastorna,
es imposible que la perturben o roben, su posesión es
perdurable y sosegada. Los días sólo están presentes uno a
uno y divididos en momentos, en cambio todos los días
del tiempo pasado, no más deis la orden, se presentarán juntos,

(47:25):
se dejarán examinar y retener a tu albedrío, cosa que
los atareados no tienen tiempo de hacer. 5. Es propio
de una mente tranquila y serena recorrer todas las etapas
de su propia vida. Los espíritus de los atareados, como
puestos bajo un yugo, no pueden darse la vuelta y
mirar atrás. Sus vidas se van, pues, a lo hondo y,

(47:46):
así como no sirve de nada cualquier cosa que pese
a todo eches dentro, si no hay debajo algo que
lo recoja y retenga, así no importa nada el tiempo
que se les quiera dar si no tiene donde asentarse,
se escurre por unos espíritus rotos y agujereados. 6. El tiempo
presente es cortísimo, tanto que algunos creen que no es nada,

(48:08):
toda vez que siempre está de camino, discurre y se acelera,
deja de ser antes de llegar, y no se permite
una parada tal como tampoco se la permiten el firmamento
y los astros, cuyo paso siempre inquieto nunca permanece en
un mismo sitio. De manera que a los atareados sólo
les corresponde el tiempo presente, que es tan corto que
no se puede agarrar, y ese mismo tiempo, puesto que

(48:30):
están distraídos en tantas cosas, se les escamotea.

Speaker 3 (48:35):
Al encuentro de la muerte 1. En fin,¿ quiere

Speaker 2 (48:42):
saber hasta qué punto viven poco tiempo? Mira cuánto anhelan
vivir largo tiempo. Ancianos decrépitos mendigan en sus oraciones el
añadido de unos pocos años, simulan ser de menor edad
de la que son, se halagan a sí mismos con mentiras,
y se engañan tan a gusto como si a la
vez le dieran el pego al destino. Ahora bien, cuando

(49:02):
alguna chaque les recuerda su mortalidad, mueren despavoridos, no como
si salieran de la vida, sino como si los arrancaran
de ella. Repiten a voces que han sido tontos por
no haber vivido y que, si acaso escapan de aquella enfermedad,
habrán de vivir en holganza. Piensan entonces cómo se han
procurado tan en vano bienes de los que no gozarán,

(49:23):
cómo ha resultado para nada todo su esfuerzo. 2.¿ En
cambio para aquellos que llevan una vida lejos de todo
negocio cómo no va a ser dilatada? Nada de ella
se delega, nada se dispersa acá y allá, nada de
ahí se confía a la suerte, nada destruye la dejadez,
nada se detrae con donaciones, nada es superfluo, toda entera

(49:45):
por así decirlo está rentando. Por poquita que sea abastece
con suficiencia, y por eso, cuando a la sazón llegue
el último día, el sabio no dudará en ir al
encuentro de la muerte con paso decidido. Ocupados y desocupados 1.¿
Quieres saber acaso a quiénes llamo atareados? No tienes por

(50:05):
qué pensar que así me refiero sólo a los que
andan metidos en las oficinas hasta que los echan los perros,
a los que uno ve en medio de la masa
de los suyos recibir apretujones de prestigio o en medio
de los otros recibir apretujones de afrenta, a los que
sus obligaciones sacan de sus casas para llamar a las
puertas ajenas o la subasta del pretor, con sus ganancias
infames y destinadas un día a gangrenarse, da tarea. La

(50:29):
holganza de algunos es atareada, en la casa de campo
o en su cama, en medio de la soledad, aunque
se hayan apartado de todos, se agobian a sí mismos.
Su vida no se debe llamar holganza sino ocupada de siria.¿
Llamas tú desocupado al que restaura con ansiosa delicadeza bronces
de corinto, vueltos valiosos por la locura de unos pocos,

(50:50):
y gasta la mayor parte de sus jornadas entre chapas enmohecidas?¿
Al que en el seroma, maldita sea, ni siquiera padecemos
males exclusivamente romanos, se sienta a contemplar los combates de
los muchachos?¿ Al que distribuye por pareja según edades y
colores su rebaño de pringosos?¿ Al que ceba los atletas

(51:10):
más de moda? ¿Cómo? Ya más desocupados a los que
pasan muchas horas en la barbería mientras le cortan lo
poco que la noche antes le haya crecido el pelo,
mientras se delibera sobre cada uno de sus cabellos, mientras
la melena si está caída se le hace regresar a
su sitio o si es escasa se le echa de
acá y allá a la fuerza sobre la frente.¿ De

(51:32):
qué manera se enfadan si el barbero, como debe hacer
cuando pela a un varón, fue un poco descuidado?¿ Cómo
se ponen pálidos si se corta algo de sus crines,
si algo queda fuera de su sitio, si no acaba
todo con los risos debidos?¿ Quién hay de esos que
no prefiera que la república se trastorne antes que su melena,
que no ande más preocupado por la elegancia de su

(51:53):
cabeza que por su vida, que no prefiera lucir mejor
peinado que dignidad?¿ Llamas tú desocupados a esos que andan
siempre atareados entre el peine y el espejo?¿ Qué me
dices de aquellos que se afanan en componer, escuchar, aprender canciones,
mientras retuercen en giros de modulación absurda la voz, cuya
emisión correcta la naturaleza ha hecho que sea la mejor

(52:15):
y más sencilla?¿ De aquellos cuyos dedos resuenan continuamente por
estar midiendo algún verso para sus adentros?¿ De aquellos que,
cuando comparecen para asuntos serios y a menudo hasta tristes,
dejan oír una melodía en voz baja? Esos no tienen
a disposición ocio sino negocio absurdo. sus banquetes, desde luego

(52:36):
que no, no los consideraría yo entre sus momentos de ocio,
pues veo con cuánto afán disponen la plata, con cuánto
cuidado remangan las túnicas de sus favoritos, que atentos están
a ver cómo le queda el jabalí al cocinero, con
qué rapidez, en cuanto se da la señal, los barbilampiños
se dirigen cada uno a sus menesteres, con cuánta maña
se trinchan las aves en filetes nunca excesivos, con que

(52:59):
esmero unos criaditos desdichados limpian los escupitajos de los borrachos.
Con estas cosas se ganan fama de refinados y elegantes,
y hasta tal punto sus propios males lo siguen a
todos los rincones donde se retiran a vivir, que nunca
comen ni beben sino para medrar. Tampoco deberías contar entre
los desocupados a los que se desplazan acá y allá

(53:20):
en silla o litera y, como si no las pudieran dejar,
acuden a la hora exacta de cada traslado. A estos
algún otro les avisa cuando tienen que bañarse, cuando nadar,
cuando cenar, hasta tal punto están rotos por la flojedad
de un alma exquisita, que no pueden saber por sí
solos si tienen ganas de comer. Oigo que uno de

(53:41):
esos hombres exquisitos, si es que hay que llamar exquisites
eso de desaprender la conducta y los hábitos propios de
un hombre, una vez que lo sacaron de la casa
de baños en volandas y lo hubieron colocado en la litera,
hizo esta pregunta,« Estoy ya sentado».¿ Ese que desconoce si
está sentado crees tú que sabe si está vivo, si
está viendo, si está desocupado? No me es fácil decir

(54:04):
cuál de las dos cosas me daría más pena, el
que lo desconociera o el que simulara desconocerlo. Es verdad
que experimentan el olvido de muchas cosas, pero de otras
muchas no hacen más que remedarlo, ciertos fallos a ellos
les gustan como si fueran demostraciones de riqueza, parece que
es propio de un hombre demasiado bajo y despreciable saber

(54:24):
lo que hace. Anda, anda, piensa ahora que los cómicos
fantasean muchas cosas para criticar nuestras formas de vida ostentosas.
Pasan por alto, desde luego, más cosas de las que
inventan y la provisión de vicios sorprendentes, en una época
que sólo en esto es creativa, ha subido tanto, que
ya podemos acusar a los cómicos de perezosos. Que haya

(54:47):
alguien que con estas exquisiteces ande tan perdido que confíe
a otro el saber si está o no sentado. Con
que ese tal no es un desocupado, dale otro nombre,
es un enfermo, más todavía, un muerto. Es un desocupado
aquel que de su desocupación tiene también conciencia. Pero ese
medio muerto, que para comprender las posturas de su cuerpo

(55:09):
necesita un informante,¿ cómo puede ser dueño de tiempo alguno?
El ocio de los hombres de letras 1. Es largo
repasar los casos particulares de aquellos cuyas vidas consumen o
el ajedrez o la pelota o el afán de broncearse
al sol. No están desocupados aquellos cuyos placeres suponen mucha ocupación.

(55:30):
Porque nadie pondrá en duda que no hay cosa que
no hagan sin esfuerzo grande los que se entretienen en
inútiles estudios literarios, una tropa que ya también en Roma
es grande. 2. Propia de griegos fue esa enfermedad de
indagar qué número de remeros llevaba Ulises, si se escribió
primero la Ilíada o la Odisea, si las dos además
son de un mismo autor y más cosas de este tipo,

(55:51):
las cuales, si tú las dejas para ti, nada aprovechan
a tu íntima conciencia y, si las publicas, no parecerás
más sabio sino más pesado. 3. Mira por donde a
los romanos también les atacó ese afán de aprender cosas superfluas.
Por estos días he oído a un individuo relatar las
empresas que hizo por vez primera cada general romano, el

(56:14):
primero que ganó una batalla naval fue Duilio, el primero
que en un desfile triunfal llevó elefantes fue Curió Dentato.
Todavía esas cosas, aunque no atienden a la gloria auténtica,
al menos versan sobre casos de acciones civiles, no es
beneficioso tal conocimiento y es sin embargo capaz de entretenernos
en asuntos brillantemente vanos. Dejemos también para los que indagan

(56:37):
por ahí quien convenció primero a los romanos para que embarcaran,
fue Claudio, llamado caudice precisamente porque la trabazón de muchas
tablas se llamaba entre los antiguos, caudex. Por eso las
tablas oficiales se denominan códices y a los barcos todavía
ahora que siguiendo una vieja práctica traen las provisiones por
el tíber se llaman, codiciarios. 5. Bien haría al caso

(57:00):
también eso de que Valerio Corvino fuera el primero que
venció a Mesana y el primero de la familia de
los Valerios que, tomando el nombre de esa ciudad tras conquistarla,
se llamó, Mesana. Y luego cuando la gente poco a
poco cambió las letras le dijeron, Mesala, 6, no dejarás tal
vez que cualquier otro se preocupe de que L.¿ Zula
fuera el primero que en el hipódromo ofreció un espectáculo

(57:22):
de leones sueltos, pues antes se presentaban atados, al tiempo
que el rey Boco envió unos lanceros para matarlos? También
eso en buena hora se consienta. Pero el que Pompeyo
fuera el primero en haber ofrecido en el hipódromo una
lucha de dieciocho elefantes enfrentados como en batalla a unos condenados,¿
tiene que ver con ninguna cosa buena? El primero de

(57:44):
la ciudadanía, y entre los antiguos prohombres, según es fama,
uno de calidad destacada, consideró un tipo de espectáculo memorable
eliminar personas de una manera nueva.¿ Se defienden? Es poco.¿
Quedan desgarrados? Es poco, que los triture la masa enorme
de los animales. Mejor era que tales cosas cayeran en olvido,

(58:07):
para que luego ningún poderoso aprendiera y, picado, emulara una
acción muy poco humanitaria.¿ O cuánta niebla pone delante de
nuestras mentes la prosperidad grande? Él creyó estar entonces por
encima de la naturaleza, al enfrentar tantas catervas de hombres
desdichados a bestias nacidas bajo otro cielo, al meter guerra

(58:27):
entre animales tan diferentes, al derramar mucha sangre a la
vista del pueblo romano al que pronto obligaría a derramar
más todavía de la suya propia. Ese mismo más tarde,
sin embargo, traicionado por la desleal Alejandría, se entregaría al
último esclavo para que lo traspasara, comprendiendo al fin la
jactancia vana de su sobrenombre. Pero, para regresar al punto

(58:50):
de donde me aparté y mostrar en esta misma materia
el esmero superfluo de algunos, ese mismo individuo contaba que Metelo,
cuando marchaba en triunfo tras derrotar a los cartagineses en Sicilia,
fue el único entre todos los romanos que llevó delante
de su carro ciento veinte elegantes cautivos, que Sula fue
el último de los romanos que ensanchó el pomerio, el
cual nunca fue costumbre entre los antiguos que se ensanchara

(59:13):
con la adquisición de suelo provincial sino itálico. Saber esto
es más provechoso que saber que el monte Aventín estaba
fuera del pomerio, como él aseguraba, por una de estas
dos razones, bien porque la plebe se retiró allá, bien
porque cuando Remo estaba oficiando los auspicios en ese lugar
no les llegaron las aves, e innumerables cosas además que

(59:34):
o son falsas o poco menos que mentiras. Porque, aunque
uno admita que ellos dicen todas esas cosas de buena fe,
aunque escriban para ilustrar,¿ a quién rebajarán sus errores tales
cosas sin embargo?¿ A quién le reprimirán sus deseos?¿ A
quién harán más valiente, más justo, más generoso? Nuestro amigo

(59:55):
Fabiano decía dudar a veces si no sería mejor no
arrimarse a ningún estudio antes que enredarse en esos. Dedica
tu ocio a conversar con los sabios del pasado. Uno,
los únicos entre todos que están desocupados son los que
dedican su tiempo a la sabiduría. Son los únicos que viven,
pues no sólo preservan bien su época, le añaden el

(01:00:16):
tiempo todo, sean los que sean los años que antes
que ellos han transcurrido, ellos los adquieren para sí. Si
no somos muy desagradecidos, aquellos elevérrimos iniciadores de dictámenes sagrados
nacieron para nosotros, prepararon la vida para nosotros. Hacia bienes
muy hermosos sacados de las tinieblas a la luz por
el esfuerzo ajeno nos van llevando, no tenemos cerrado el

(01:00:39):
paso hacia ninguna época, nos admiten en todos lados y,
si cabe con la grandeza de ánimo traspasar las angosturas
de la poquedad humana, hay mucho tiempo por el que
podemos pasearnos. Es posible discutir con Sócrates, dudar con Carneades,
serenarnos con Epicuro, superar la naturaleza humana con los estoicos,
salir fuera de ella con los cínicos. Puesto que la

(01:01:02):
naturaleza admite que lleguemos a ser copropietarios de todas las épocas,¿
por qué desde este tramo escaso y perecedero de tiempo
no nos entregamos de todo corazón a esas realidades que
son inmensas, que son eternas, que compartimos con los mejores?
Esos que corren en medio de sus compromisos, que se
desasosiegan a ellos mismos y a los demás, cuando ya

(01:01:23):
estén bien locos, cuando día a día hayan recorrido los
umbrales de todo sin pasar de largo ante ninguna puerta abierta,
cuando hayan llevado en torno su interesado saludo por las
casas más alejadas,¿ a cuántos en concreto podrán ver en
una ciudad tan enorme y desgarrada entre intereses tan diversos?¿
Cuántos por tener sueño o por regalones o por desconsiderados

(01:01:44):
los despacharán sin más?¿ Cuántos después de haberlos torturado largo
rato pasarán de largo ante ellos pretextando tener prisa?¿ Cuántos
evitarán asomar por el atrio atestado de clientes y escaparán
por los oscuros pasillos de sus mansiones como si no
fuera más inhumano engañar que no tener en cuenta?¿ Cuántos
medio dormidos por el desenfreno de la víspera y enfadados

(01:02:06):
con aquellos pobres, que han roto su propio sueño para
aguardar a que otro despierte, repiten, entre bostezos más que desdeñosos,
con los labios apenas entreabiertos, el nombre que le han
apuntado mil veces?¿ Pensamos que éstos se entretienen en obligaciones auténticas?
Podemos decir eso de aquellos que diariamente quieren tener como

(01:02:27):
sus más allegados a Zenón, a Pitágoras y Demócrito, y
a todos los demás sacerdotes de las buenas artes, a
Aristóteles y Teofrasto. Ninguno de éstos dejará de tener tiempo libre,
ninguno despachará a quien a él acuda sin hacerlo más dichoso,
más conforme consigo mismo, ninguno consentirá que nadie se vaya
de su lado con las manos vacías. Reunirse con ellos

(01:02:49):
de noche, reunirse de día pueden hacerlo todos los mortales.
Los sabios alargan y enriquecen tu vida. 15-1 Ninguno de
estos te obligará a morir, todos te enseñarán a ello,
ninguno de estos gastará tus años, te prestará los suyos,
con ninguno de estos será peligrosa la charla, con ninguno

(01:03:10):
será la amistad comprometida, con ninguno costará caro el trato.
Tomarás de ellos lo que quieras, por ellos no quedará
que tú les saques todo lo que seas capaz. Dos,
qué prosperidad, qué hermosa vejeza guarda aquel que se agrega
a su clientela. Tendrá con quienes deliberar sobre las cuestiones
más pequeñas y sobre las más grandes, a quienes consultar

(01:03:32):
diariamente sobre sí mismo, de quienes oír la verdad sin desdoro,
recibir alabanza sin adulación, a quienes hacerse semejante. Solemos decir
que no estuvo en nuestro poder qué clase de padres
había de caernos en suerte, que se nos dieron por azar.
Ahora bien, a nosotros se nos permite nacer a nuestro albedrío.

(01:03:52):
Están ahí las familias de los más nobles talentos, escoge
en cuál quieres entrar, tu adopción no sólo te dará
un nombre sino esos bienes justamente que no habrá que
custodiar con mezquindad ni malicia, se irán haciendo tanto mayores
cuanto con más gente los compartas. Estos te proporcionarán un
camino hacia la eternidad y te alzarán a un sitio

(01:04:12):
de donde a nadie echan abajo. Este es el único
método de extender nuestra condición de mortales y hasta de
transformarnos en inmortales. los cargos, los monumentos, cualquier cosa que
la ambición consigue sea con nombramientos o edificaciones, pronto cae,
no hay nada que no lo derruya una larga vejez
y lo revoque, no puede en cambio perjudicar a los

(01:04:34):
bienes consagrados por la sabiduría, ninguna edad los abolirá, ninguna
los achicará, la siguiente y la que luego venga le
añadirán siempre algo más de prestigio, puesto que la envidia
se ejerce en lo cercano y admiramos con mayor franqueza
las cosas lejanas. De manera que la vida del sabio
se extiende mucho, a él no lo encierran los mismos

(01:04:54):
límites que a los otros, es el único que se
ve libre de las leyes del género humano, todas las
épocas como a un Dios le prestan servicio. Que algún
momento ya pasó, lo posee mediante el recuerdo. Que es inminente,
lo aprovecha. Que habrá de llegar, lo toma de antemano.
Larga vida le otorga la reunión de todos los momentos

(01:05:16):
en uno solo. El aburrimiento del rico. 16-1. Es muy
corta y desasosegada la vida de aquellos que olvidan las
cosas pasadas, descuidan las presentes, abrigan temores del porvenir, cuando
llegan al final, comprenden tarde los pobres cuánto tiempo han
estado ocupados en no hacer nada. y no hay razón

(01:05:38):
para que creas demostrar que ellos viven una vida larga
según el argumento ese de que de vez en cuando
llaman a la muerte, los atormenta la imprevisión en medio
de pasiones vagas y que desembocan en lo mismo que
más temen, desean a menudo la muerte justamente porque la temen.
Tampoco es un argumento para que los pongas entre los
que viven mucho tiempo el hecho de que la jornada

(01:05:58):
les parezca larga, el hecho de que, hasta que llega
el momento convenido de la cena, se quejan de que
las horas marchan lentas. Y es que si alguna vez
las ocupaciones los dejan libres, se requeman desamparados en medio
de la desocupación y no saben cómo organizarla, cómo salvarla.
De manera que aguardan alguna ocupación concreta y todo el
tiempo que hay en medio les es pesado, tanto, vaya

(01:06:21):
que sí, como cuando se ha anunciado la fecha de
un espectáculo de gladiadores, o cuando se espera la convocatoria
de un festival o una diversión, quieren saltarse los días intermedios.
Toda dilación del acontecimiento esperado es para ellos larga, en
cambio ese momento que desean es breve y veloz, y
mucho más breve por culpa de su fallo. Pasan huyendo

(01:06:42):
de un sitio a otro y no pueden detenerse en
un solo deseo. Los días no son para ellos largos
y no odiosos, por el contrario, que escasas les parecen
las noches que pasan en brazos de sus putas o
entre copas. De ahí vino también el delirio de esos
poetas que alimentan con sus fábulas los errores de los hombres, pues,
según ellos, Júpiter, lisonjeado las delicias de la cohabitación, hizo

(01:07:07):
que una noche durara el doble.¿ Qué otras cosa es
sino inflamar nuestros vicios eso de poner a los dioses
en la lista de sus promotores y dar a nuestros
padecimientos licencia excusada con el ejemplo divino?¿ Pueden a esos
no parecerles cortísimas unas noches que compran tan caras? Pierden
el día aguardando la noche y la noche temiendo el alba.

(01:07:28):
Hasta sus placeres son asustadizos y se ven alterados por
diversos terrores, cuando andan más alegres se les viene este
pensamiento angustioso,¿ cuánto tiempo durará esto? La frustración del poderoso. 17-1.
Por causa de este sentimiento los reyes protestan de su
propio poderío y no les complace su inmensa suerte, sino

(01:07:50):
que el final que alguna vez llegará les espanta. cuando
por los grandes espacios de las llanuras extendía su ejército,
sin alcanzar a abarcar su número sino tan sólo sus dimensiones,
aquel rey de Persia tan insolente, derramó lágrimas porque dentro
de cien años no quedaría ninguno de tantos jóvenes, pero
precisamente ese que los lloraba iba a acelerar su destino

(01:08:12):
y se disponía a perder a unos en el mar,
a otros en tierra, a otros en la batalla, a
otros en la retirada, y en poco espacio de tiempo
iba a gastar a aquellos por los que sentía temor.
para dentro de cien años.¿ Y cómo es que incluso
sus gozos son asustadizos? Pues porque no se apoyan en
principios sólidos sino que se ven perturbados con esa misma

(01:08:34):
frivolidad con que nacen.¿ Pero cómo crees que son para
ellos los momentos que ellos mismos reconocen infelices, cuando incluso
esos otros con los que se exaltan y se alzan
por encima del hombre son poco auténticos? Cada uno de
nuestros bienes mayores está lleno de preocupación y en ninguna
suerte confiamos menos que en la muy buena. Hace falta

(01:08:54):
una segunda felicidad para proteger esa felicidad y hay que
hacer ruegos otra vez por aquello que salió conforme a
nuestros ruegos. Y es que todo lo que sucede por
azar es inestable, cuanto más alto se alza, tanto más
propenso es a caer, es así que a nadie le
agradan las cosas caedizas, luego por fuerza es muy desdichada,
y no sólo muy corta, la vida de aquellos que

(01:09:16):
disponen con gran esfuerzo algo que habrán de poseer con
uno mayor todavía. Consiguen trabajosamente lo que quieren, retienen angustiados
lo que consiguieron, entre tanto no echan cuenta ninguna de
un tiempo que no ha de volver jamás. Nuevas ocupaciones
suplantan a las antiguas, una esperanza suscita otra esperanza, una
ambición otra nueva ambición. No se busca el final de

(01:09:40):
las desgracias sino que se cambia su trama. Que nuestros
cargos ya nos han torturado, más tiempo nos roban los ajenos.
Que dejamos ya de sufrir como candidatos, empezamos a hacerlo
como votantes. Que nos quitamos de encima el fastidio de
presentar acusaciones, nos empeñamos en participar en juicios. Que uno

(01:10:00):
dejó de ser jurado, es presidente. Que envejeció administrando a
sueldo bienes ajenos, ahora está acogido por sus propios caudales.
Que Mario ya se quitó sus sandalias de soldado, ejerce
como cónsul. Quincio se da prisas en pasar la dictadura,
lo llaman y apartan del arado. marchará contra los cartagineses

(01:10:21):
un escipión aún no maduro para tan gran empresa, el
vencedor de Aníbal, el vencedor de Antíoco, la honra de
su propio consulado, el garante de su hermano. Si por
su parte no hubiera puesto pegas, lo habrían colocado al
lado de Júpiter, revueltas civiles acudirán al Salvador y, después
de rechazar de joven unos honores poco menos que divinos,

(01:10:41):
ya de viejo se dará el gusto de obstinarse en
un destierro pretencioso. Nunca faltarán razones felices o desgraciadas de preocupación,
la vida se va sacando en medio de ocupaciones, la
desocupación nunca se llevará a cabo, siempre se echará de menos.
Incomodidades y riesgos de un cargo 1. Con que záfate del vulgo,

(01:11:03):
queridísimo Paulino, y sin dejarte zarandear el espacio entero de
la vida, retírate por fin a puerto más tranquilo. Piensa
cuántas olas has afrontado, cuántas tempestades, en parte tuyas privadas,
has sufrido o, en parte públicas, te has echado encima,
ya se ha revelado lo suficiente mediante pruebas esforzadas y

(01:11:23):
penosas tu valía. Mira a ver qué puede hacer en
el ocio. La mayor parte de tus años, desde luego
la mejor, se le ha entregado a la República, algo
de tu tiempo propio tómalo también para ti. Y no
te estoy invitando a un descanso decidioso e inactivo, ni
a que hundas en el sueño y los placeres preferidos
de la multitud todo ese carácter vitalista tuyo, no es

(01:11:45):
tal cosa descansar. Hallarás tareas mayores que todas las que
hasta ahora has cumplido bravamente para ir ejerciéndolas retirado y tranquilo. Tú,
es verdad, administras las cuentas del mundo entero tan fielmente
como las ajenas, tan esmeradamente como las tuyas, tan escrupulosamente
como las públicas. Logra simpatías en unas funciones en las

(01:12:08):
que evitar el odio es difícil, pero sin embargo, créeme,
es mejor saber las cuentas de la propia vida que
las del trigo público. Ese vigor de tu ánimo muy
capaz de las mayores cosas apártalo de un servicio honroso
ciertamente pero poco adecuado para una vida dichosa, y piensa
que desde tu edad primera no has andado metido en
el estudio de todas las disciplinas propias de un hombre

(01:12:30):
libre para que buenamente se te encomiende los muchos millares
de medidas de trigo, algo más grande y elevado se
esperaba de ti. No faltarán hombres de cabal honradez y
laboriosidad incansable, tan buenos para llevar carga son los lentos
mulos como los nobles caballos, pero¿ quién abruma alguna vez
con pesados sacos los sueltos andares de un caballo de raza?

(01:12:51):
Piensa además cuánta preocupación supone enfrentarte a mole tan grande,
tu negocio tiene que ver con el vientre humano, el
pueblo hambriento no sufre el reparto calculado, no se aplaca
con la asignación justa ni se doblega por ruego ninguno.
Hace poco poco tiempo, en los días recientes en que
Jesús pereció sobrellevando muy mal, si es que alguna conciencia

(01:13:12):
les queda a los de abajo, justamente eso de que
veía que mientras el pueblo romano le sobrevivía le quedaban
alimentos para siete o a lo más ocho días. Mientras
él arma puentes de naves y juega con los recursos
del imperio, se les presentaba el último de sus males
también a los sitiados, la falta de alimentos. Casi vino
a parar en desastre y hambruna, y en el hundimiento

(01:13:34):
de todo que sigue a la hambruna, la imitación de
un rey loco y extranjero y fatalmente orgulloso.¿ Qué ánimo
tuvieron entonces los que tenían a su cargo el suministro
público de trigo, listos para recibir golpes de piedras, de espadas,
de fuegos, de gallo? Con gran disimulo ocultaban un mal
que sólo en sus entrañas se escondía, sin duda con razón,

(01:13:56):
pues ciertos males hay que curarlos sin que se enteren
los enfermos. Ha sido causa de muerte para muchos el
conocer su propia enfermedad. Invitación a

Speaker 3 (01:14:06):
un ocio digno 1. Retírate

Speaker 2 (01:14:12):
a estas tareas más tranquilas, más seguras, más importantes.¿ Crees
tú que si procuras que el trigo sin engaño o
descuido de los transportistas pase a los graneros en buen estado,
que no se vicia y recuesa por coger humedad, que
responda al peso y la medida? Es lo mismo que
si te arrimas a estas tareas sagradas y sublimes dispuesto
a saber cuál es la sustancia de Dios, su voluntad,

(01:14:34):
su condición, su forma, qué destino espera a tu alma,
donde nos coloca la naturaleza tras la salida del cuerpo,
que es lo que sostiene en el centro cada uno
de los cuerpos más. pesados del mundo y mantiene arriba
colgados los ligeros, lleva a lo alto el fuego, mueve
las estrellas según sus ciclos, y todas las demás cosas
llenas de inmensas maravillas?¿ Quieres tú dejar el suelo y

(01:14:57):
mirar con la mente esas cosas? Ahora, cuando la sangre
está caliente, tienen los animosos que dirigirse a mejores cosas.
En esta clase de vida te aguardan muchas habilidades nobles,
el amor y la práctica de las virtudes, el olvido
de los deseos, la ciencia de vivir y morir, un
hondo descanso de todo. La condición de todos los atareados

(01:15:20):
es desde luego desdichada, pero es la más miserable la
de aquellos que ni siquiera se afanan en sus propias ocupaciones,
duermen según el sueño de otro, caminan según los pasos
de otro, reciben órdenes para amar y odiar, que son
las acciones más libres de todas. Si éstos quieren acaso
saber lo corta que es su vida, que piensen en
que proporción es suya propia.

Speaker 3 (01:15:42):
Jubilarse a tiempo. 1.

Speaker 2 (01:15:49):
Cuando veas, pues, que algunos visten ropa de gala una
y otra vez, que sus nombres resuenan en el foro,
no sientas envidia, esas cosas se granjean con pérdida de vida.
Para que un solo año reciba su nombre, habrán de
machacar ellos todos sus años. A algunos antes de que
pisen la cumbre de su ambición, en las primeras escaramuzas

(01:16:10):
los abandona la vida, a otros, después de haberse arrastrado
hasta el logro de una dignidad a través de mil indignidades,
les viene el pensamiento lamentable de que han estado trabajando
para la inscripción del sepulcro, la vejez extrema de algunos,
al tiempo que se organiza para nuevos proyectos como si
fuera la juventud, falla impotente entre grandes y descomunales intentos.

(01:16:32):
Es grotesco aquel al que en un juicio a favor
de litigantes más que desconocidos, mientras perora ya con demasiados
años e intenta ganarse la aprobación de una audiencia inexperta,
le falta el resuello. Está mal visto aquel que cansado
antes de vivir que de trabajar se derrumba en medio
de sus tareas. Está mal visto aquel que a punto
de morirse pide que le rindan cuentas y provoca la

(01:16:53):
risa del que lleva mucho tiempo esperando la herencia. No
puedo pasar por alto un caso que me viene a
la memoria, Turanio fue un anciano de escrupulosa laboriosidad, que,
pasados ya los noventa años, cuando recibió de manos de
Jesús César la licencia de un cargo, mandó que lo
amortajaran en la cama y que la familia puesta alrededor
lo llorara como muerto. La casa hacía duelo por el

(01:17:16):
ocio de su señor anciano y no acabó sus lloros
si no es cuando se le devolvieron sus funciones. Hasta
tal punto le gusta a la gente morir ocupada. La
misma actitud tiene la mayoría, les dura más tiempo el
deseo de trabajar que la capacidad, combaten contra la flaqueza
del cuerpo, a la propia vejez no la consideran pesada
por ningún concepto si no es porque los pone aparte.

(01:17:39):
La ley no alista a nadie como soldado a partir
de los 50, a partir de los 60 ya no convoca al senador,
la gente tiene más dificultades para conseguir la jubilación por
ella misma que por la ley. Entretanto, mientras se ven
arrastrados y arrastran ellos, mientras los unos interrumpen el descanso
de los otros, mientras son desdichados por turno, su vida

(01:18:01):
es sin provecho, sin deleite, sin ningún progreso espiritual. Ninguno
tiene la muerte a la vista, ninguno deja de extender
sus esperanzas hasta lejos, y algunos hasta organizan las cosas
más allá de la propia vida, moles inmensas para su
sepulcro y asignaciones para obras públicas y espectáculos ante la
pira y exequias pretenciosas. Pero, maldita sea, los funerales de esos,

(01:18:25):
como si hubieran vivido muy poco, habría que celebrarlos con
achones y sirios. Gracias por escuchar este audiolibro. Esperamos que
lo hayas disfrutado. No olvides presionar el botón de seguir

(01:18:48):
y activar la campanita para que te notifiquemos cada vez
que subamos un nuevo audiolibro. Trabajemos juntos por un mundo
mejor por medio de los libros.
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